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Revista de Pedagogía
versión impresa ISSN 0798-9792
Rev. Ped v.26 n.75 Caracas ene. 2005
Asignación no exitosa en Educación Superior.
Reasignación consecutiva en la admisión estudiantil
Nabor PAREDES
Andrés Eloy RUIZ
Luis FUENMAYOR TORO
Oficina de Planificación del Sector Universitario
Consejo Nacional de Universidades
Caracas, Venezuela
RESUMEN
La presencia de estudiantes asignados anteriormente en los procesos nacionales de admisión posteriores a su asignación inicial constituye un fenómeno no estudiado ni en su cuantificación, ni mucho menos con relación a sus causas. Este fenómeno, que se expresa en la presencia en cada proceso de admisión de estudiantes que solicitan ser nuevamente asignados, distorsiona la comprensión del proceso de asignación de nuevas plazas, pues incrementa en forma ficticia la demanda real y hace aparecer al número de plazas para los nuevos inscritos mucho más insuficiente de lo que realmente es. Determinar la magnitud de esta situación generó la necesidad de estudiar, en la población de aspirantes asignados por OPSU-CNU en 1998 a las instituciones de educación superior, los casos de reasignación consecutiva por primera y segunda vez, para lo cual se determinó la presencia de aspirantes asignados de la cohorte 1998 en los procesos inmediatamente siguientes de 1999 y 2000. Nuestros resultados demuestran que 55% de los estudiantes asignados en 1998 solicitaron nuevamente asignación en 1999 (reasignación consecutiva por primera vez). Asimismo, dos por ciento de los reasignados por primera vez se presentó para nueva reasignación en el proceso del año 2000. Esto significa que la asignación efectuada en 1998 fue inefectiva para la mayoría de los aspirantes, quienes al presentarse nuevamente en 1999 hacen aparecer la demanda mucho mayor de lo que realmente hubiera sido si ninguno de los asignados se hubiera presentado nuevamente como aspirantes al ingreso. La presencia de dicho fenómeno supone que las asignaciones efectuadas no fueron del agrado del aspirante o que éste no tuvo éxito en su prosecución, razón por la cual regresa una y otra vez a intentar de nuevo una asignación exitosa.
Palabras clave: Admisión a la educación superior, Prueba de Aptitud Académica,
asignación no efectiva, demanda no efectiva, reasignación consecutiva.
Student ineffective admissionand reapplication in higher education
ABSTRACT
The number of high school graduates still applying for admission despite having been placed at a higher education institution in a process before has been traditionally a neglected issue both quantitatively and also with respect to the possible reasons for such irregularity. The fact that year after year a number of such students continue to seek admission may distort the picture in this regard, a fact that may blur the understanding of the real nature of the process of providing placement at higher education centers. Due to this irregularity, offer at these centers may look lower than it really is. In order to determine the size of the problem, the population of high school graduates granted admission via the national procedure OPSU-CNU in 1998 and the consecutive application of these students in both 1999 and 2000 were studied. Results show that fifty five percent of students placed for the first time in 1998 sought admission again in 1999 (consecutive assignation for the first time). Also, two percent of these students again demanded assignation in 2000. This is interpreted as ineffective placement for a majority of students in 1998, some of whom demanded it again in 1999, raising demand to a level higher than expected. The situation here described may be due to basically two reasons, first, that the career in which admission was first granted was later rejected by the student, and, second, that early dropout mat have occurred, so in both cases students may try again to get a better placement.
Key Words: university admission, ineffective placement, ineffective demand,
reapplying for admission.
1. INTRODUCCIÓN
El estudio que se presenta emerge de un escenario real y en él se aborda una situación inmersa en el Proceso Nacional de Admisión a la educación superior, de la cual no se tiene suficiente información; se conocen bien los resultados del proceso, pero cabe preguntarse si la asignación realizada es realmente efectiva, en el sentido de saber si existen asignados en un proceso quienes, a pesar de haber obtenido una plaza, regresan en procesos posteriores para optar a una primera o incluso segunda reasignación. Esta situación amerita ser analizada, y es por ello que el presente estudio pretende comenzar a investigar estos fenómenos y darlos a conocer, de manera que conduzcan al logro de un desempeño exitoso del proceso nacional de admisión; y aunque el propósito de
este trabajo es fundamentalmente el de poner al descubierto el fenómeno, puede aportar elementos que coadyuven a desarrollar lineamientos orientadores, que contribuyan al mejoramiento de la calidad y la equidad de la educación superior en Venezuela.
La Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), como organismo técnico del Consejo Nacional de Universidades (CNU), no sólo ejecuta las actividades previstas en la Ley de Universidades, sino que dentro de su misión técnico-asesora asume papeles que le son encomendados en la dinámica de desarrollo de la educación superior en Venezuela. Dentro de las actividades que desarrolla se encuentra el proceso nacional de admisión, el cual consta de tres fases fundamentales: Inscripción o Registro, Prueba de Aptitud Académica (PAA) y Asignación Nacional (OPSU-CNU, 2001:5). Esta investigación se inscribe en la última de las fases señaladas, ya que va dirigida a indagar acerca de la presencia de asignados de un proceso como demandantes o asignados en procesos posteriores al de su asignación inicial. Se tiene la certeza de que este fenómeno existe, pero no se sabe con exactitud la cantidad de alumnos que, habiendo sido asignados, continúan optando por una nueva asignación y, en muchos casos, son reasignados varias veces.
La situación arriba señalada nos acerca a un problema que aún no ha sido estudiado y que amerita ser abordado con prontitud, pues no se justifica que una buena parte de las plazas con que cuenta la OPSU para ofrecer una oportunidad a los aspirantes a ingresar a la educación superior, estén siendo ocupadas por participantes que ya han sido asignados una, dos y hasta más veces en procesos anteriores, y que por alguna razón no fueron aceptadas por ellos. Tal situación evidencia, por una parte, la disminución de las posibilidades para lograr mayores niveles de efectividad en el proceso, en el sentido de que pudiera ser un elemento que contribuye a disminuir la capacidad de la Oficina de Planificación del Sector Universitario de responder a las exigencias de esta demanda, y que desde hace algún tiempo ha sido materia de discusión.
Por otra parte, es importante destacar que este tipo de investigación cobra mayor sentido e importancia cuando se contemplan los rápidos y grandes cambios que experimenta el sistema educativo venezolano y cuando se observa que la demanda por acceder a la educación superior es cada vez mayor y que día a día son más los excluidos de este derecho consagrado en el artículo 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Tomando en consideración el artículo señalado anteriormente y los postulados contenidos en el plan actual de gobierno, la actual gerencia de la Oficina de Planificación del Sector Universitario orienta sus políticas de admisión en el subsistema de educación superior a la búsqueda del equilibrio social, el cual se consigue a través de la reducción de la injusticia social, que para el caso que nos ocupa estaría reflejada en los excluidos del subsistema de educación superior, situación que ha sido descrita en términos de iniquidad, expresada en una discriminación con base en el nivel socioeconómico del aspirante, su procedencia geográfica y la dependencia (privada u oficial) del plantel de proveniencia (Fuenmayor y Vidal, 2000: 273).
Por otro lado, las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 definen un Estado venezolano democrático y social de derecho y de justicia, que tiene entre sus fines la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, «que propugna la preeminencia de los derechos humanos, mediante su ordenamiento jurídico y su acción, para lograr una vida en libertad, justicia, igualdad, solidaridad y democracia con responsabilidad social» (CORDIPLAN, 2001: 13-21).
Es conveniente señalar que todos aquellos elementos inmersos en los procesos de admisión vienen a ser el insumo de las inquietudes lógicas de quienes, de alguna manera, han seguido de cerca el quehacer educativo, especialmente en lo que se refiere a la asignación a este nivel; de allí la importancia de adelantar esta investigación, en la cual no sólo se pone al descubierto un fenómeno que ha estado presente pero del que no se había confirmado su existencia, sino que, además, se dan a conocer problemas inmersos en algunos procesos; de manera que los resultados nos permiten dar pasos acertados hacia la consecución de una situación cónsona con la realidad actual en materia de asignación a este nivel educativo.
Por otra parte, este trabajo se constituye como material referencial para una próxima indagación más exhaustiva sobre este tema, que contenga análisis de mayor profundidad y relaciones con diferentes variables de orden económico, político y social, entre otros.
2. OBJETIVOS
Objetivo general
Determinar cuántos alumnos de la cohorte de asignados por CNUOPSU del proceso nacional de admisión de 1998 son asignados nuevamente o reasignados por primera y segunda vez, en los procesos posteriores 1999 y 2000 (reasignación consecutiva), para analizar los hallazgos como puntos críticos que podrían estar incidiendo en la efectividad del proceso de asignación para continuar profundizando en la comprensión de los procesos de selección universitaria venezolanos.
Objetivos específicos
1. Determinar cuantitativamente la reasignación consecutiva en los dos procesos de admisión nacional a la educación superior, posteriores al proceso de 1998.
2. Describir cuantitativamente los hallazgos que se deriven de la relación demanda-asignados, de los años en referencia, para tener una visión global del fenómeno en estudio.
3. Analizar descriptivamente los resultados encontrados como insumo que permita a la Dirección de la OPSU conocer de la presencia del fenómeno, para que en un marco de equidad y justicia social, pueda efectuar los correctivos necesarios que permitan el mejoramiento y efectividad del proceso nacional de admisión a la educación superior.
3. MÉTODOS
El trabajo realizado se sustenta fundamentalmente en una investigación documental-descriptiva, pues la etapa inicial o exploratoria parte de conocer el tipo de información existente y su localización, para que nos sirva de insumo para su desarrollo.
Lo anterior nos ofrece todo un panorama con relación a la situación de la información, el tipo de dato que puede ser utilizado, no sólo para este trabajo, sino para cualquier otro en esta área. En este sentido, dentro de las fuentes consultadas tenemos los boletines y la información contenida en la base de datos referida a los procesos de asignación a la educación superior en Venezuela.
En segundo lugar, se procede a describir la situación a partir de los datos obtenidos, con la intención de mejorar nuestro conocimiento sobre fenómenos que puedan estarse generando al interior de los procesos de asignación, los procedimientos empleados, y detectar puntos críticos que podrían estar atentando contra el mejoramiento de los procedimientos acceso, así como del mejoramiento de la calidad y de la equidad de la
educación superior en Venezuela.
Se determinará cuantitativa y descriptivamente la reasignación consecutiva presente en la cohorte correspondiente al proceso nacional de admisión 1998, específicamente, se tratará de precisar cuántos de los asignados en el proceso 1998 se presentan de nuevo en el año 1999 como demandantes optando por una segunda asignación y, de éstos, cuántos fueron asignados este año. Asimismo, también se determinará cuántos de los asignados en el proceso 1999, pertenecientes a la cohorte 1998, aparecen de nuevo en el proceso 2000 como demandantes, optando por una tercera asignación y, de ellos, cuántos son asignados por tercera vez.
Tratando de aclarar hasta donde sea posible la terminología utilizada en este trabajo, se considera necesario señalar que a los estudiantes del proceso nacional de admisión 1998 que fueron asignados nuevamente por segunda y tercera vez en los procesos posteriores 1999-2000, se les denomina reasignados por primera vez y reasignados por segunda vez, respectivamente (reasignación consecutiva). Estos conceptos se detallan en la sección de definición de términos operacionales.
Paralelamente a la descripción de cada proceso, se realiza también un análisis comparativo de los asignados OPSU-CNU con relación al total de nuevos inscritos de todo el subsistema de educación superior, como un intento por determinar la carga porcentual de plazas con que cuenta la OPSU para realizar el proceso de asignación.
Para finalizar el estudio, se presenta un cuerpo de reflexiones que surgen a partir del conocimiento del fenómeno, y que deben orientarse a corregir las deficiencias que pueda presentar el proceso de asignación a la educación superior en Venezuela, para hacerlo más efectivo y tratando que, al poner al descubierto éstos los puntos críticos del proceso, puedan tomarse decisiones que satisfagan aún más los requerimientos de la creciente demanda por acceder a este nivel educativo, todo lo cual seguramente contribuirá a que otros estratos de la población venezolana ingresen a las diferentes instituciones de educación superior, lo que en otras palabras podría llamarse un acto de equidad y justicia social.
4. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS OPERACIONALES
Asignados: grupo de aspirantes que, luego de cumplir con los requisitos del proceso nacional de admisión establecidos por el Consejo Nacional de Universidades y las instituciones de educación superior, son asignados a las diferentes instituciones de este nivel educativo.
Asignación No Efectiva: Se refiere al grupo de asignados de un año determinado que en el proceso nacional de admisión inmediato siguiente se postulan nuevamente como aspirantes.
Cohorte: Es el conjunto de individuos que participaron como aspirantes al mismo tiempo en un proceso de asignación nacional.
Demanda No Efectiva: Se refiere al grupo de aspirantes de un proceso nacional de admisión determinado, que el año inmediato anterior ya habían sido asignados.
Demanda Potencial: Aspirantes a ingresar al subsistema de educación superior del país en un año determinado, que cumplen los requisitos básicos exigidos por el CNU para inscribirse en el proceso nacional de admisión y optar por una plaza.
Demanda Real: Aspirantes a ingresar al subsistema de educación superior del país, que cumplen con los requisitos básicos exigidos por el Consejo Nacional de Universidades y se inscriben para optar por una plaza.
Población Flotante: Aspirantes a ingresar al subsistema de educación superior del país, que obtuvieron su título de bachiller en años anteriores del proceso considerado.
Población Regular: Aspirantes a ingresar al subsistema de educación superior del país, que cursan el último año de educación media diversificada y profesional.
Proceso Nacional de Admisión: Es el proceso en el cual participan los estudiantes del último año de educación media diversificada y profesional, los que provienen de educación de adultos y los bachilleres graduados en años anteriores, como requisito indispensable para ingresar al subsistema de educación superior. Se realiza anualmente y contempla las fases de inscripción o registro, Prueba de Aptitud Académica (PAA) y asignación nacional.
Prueba de Aptitud Académica: Constituye el instrumento de medición que, junto con el promedio de notas de los aspirantes, se aplica durante la segunda fase del proceso nacional de admisión, para medir dos habilidades: razonamiento verbal y razonamiento numérico, y así obtener indicadores de la capacidad o potencialidad de un individuo para iniciar los estudios a nivel superior.
Reasignación Consecutiva: Se refiere al proceso por medio del cual un aspirante, luego de cumplir con todas las fases procedimentales de admisión empleadas por la OPSU-CNU en cada período, es asignado, posterior a su asignación inicial, una y más veces en forma consecutiva, al subsistema de educación superior.
Reasignados por Primera Vez: Grupo de aspirantes que, posterior a su asignación inicial, luego de cumplir con las fases del proceso nacional de admisión y con todos los criterios establecidos, son reasignados en el proceso inmediato siguiente, por primera vez, al subsistema de educación superior.
Reasignados por Segunda Vez: Grupo de aspirantes que, posterior a su primera reasignación y cumpliendo con las fases del Proceso Nacional de Admisión y con todos los criterios establecidos, son reasignados en el proceso inmediato siguiente por segunda vez, al subsistema de educación superior.
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La demanda y los asignados por OPSU-CNU de los años 1998, 1999 y 2000, así como sus incrementos en el período y sus tendencias, se presentan en el cuadro 1.
En el año 1998 se observa que la Oficina de Planificación del Sector Universitario sólo asignó el 6% de los aspirantes totales, por lo que quedó una población de 94% sin asignar por la vía OPSU-CNU.
El número de nuevos inscritos en ese mismo año fue de 172.432 (cuadro 1) en todo el subsistema de educación superior, cifra que debe corresponder al total de plazas existentes para 1998. Si a esta cifra le restamos los 16.552 asignados por OPSU-CNU ya mencionados, obtenemos que 155.880 nuevos inscritos (64,2%) fueron seleccionados directamente por las instituciones de educación superior, por lo que sólo 86.908 aspirantes (35,8%) quedaron sin ingresar a este nivel educativo (Figura Nº 1).
Por otra parte, la asignación efectuada por OPSU-CNU (cuadro 1) correspondió en 1998 a menos de 10 por ciento del total de cupos de todo el subsistema (Figura Nº 2).
Para 1999 la demanda fue de 281.282 aspirantes (cuadro 1), lo que significa un crecimiento de la demanda de 9% con respecto al año anterior (cuadro Nº 1). Sin embargo, el total de demandantes no estaba constituido solamente por nuevos aspirantes, ya que 9.071 estudiantes ya habían sido asignados por OPSU-CNU en el proceso de ingreso de 1998, lo que significa que el 55% de la asignación de ese año se encuentra de nuevo como demandante en el proceso 1999 optando por una segunda asignación (Cuadro Nº 2). Este fenómeno es el tema central de esta investigación y lo vamos a catalogar como asignación no efectiva, pues el estudiante no permanece en la carrera inicialmente asignada, sino que regresa al proceso nuevamente en busca de una nueva y diferente asignación.
Tal y como se muestra en el cuadro 2, la asignación final o definitiva para 1998 no fue de 16.552 estudiantes, que representaban el 6% de la demanda total de aspirantes (cuadro 1), sino de 7.481 asignados, es decir, 3% del total de la demanda, pues 9.071 aspirantes regresaron en búsqueda de una nueva asignación. En otras palabras, la efectividad de la asignación baja a la mitad, a 50% de lo que en apariencia tenía, no obstante lo dramáticamente baja que ya era.
Esta nueva aspiración de un grupo de estudiantes opera de tal manera que hace inefectivo el esfuerzo efectuado de asignación inicial, reduce las oportunidades de asignación para el grupo global de los aspirantes y repercute negativamente en el rendimiento institucional donde este aspirante se hubiese inscrito.
Como de los 281.282 aspirantes de 1999, 9.071 corresponden a personas ya asignadas en el proceso de ingreso de 1998 (cuadro Nº 2), quienes se presentaron de nuevo como aspirantes que optan por una segunda asignación consecutiva (demanda no efectiva), la demanda que realmente corresponde al año 1999 es de 272.211 aspirantes, por lo que el incremento con relación al año 1998 es de 12.871 aspirantes (5%), y no lo inicialmente
calculado y mostrado en el cuadro Nº 1.
Con relación a la asignación en el proceso del año 1999, puede observarse en el cuadro N° 1 que fueron asignados por la OPSU 25.212 aspirantes, por lo que para ese año la asignación OPSU-CNU fue de 9% del total de aspirantes, quedando sin asignar 256.070 aspirantes (91%). El incremento absoluto del número de asignados fue de 8.660 aspirantes, lo que corresponde a un 52% con relación al año 1998 (cuadro Nº 1).
Si al universo de demandantes del año 1999 que, como ya se ha dicho, fue de 281.282 aspirantes le restamos los 189.581 nuevos inscritos correspondientes a ese año (67%), se puede afirmar que para el año 1999 sólo 91.701 aspirantes (33%) no ingresaron al subsistema de educación
superior (Figura Nº 3).
Por otra parte, si 189.581 nuevos inscritos representan el total de plazas para 1999 y la OPSU sólo asignó a 25.212 aspirantes, significa que la Oficina contaba para ese año con apenas el 13% del total de plazas de todo el subsistema de educación superior.
En este orden de ideas, y teniendo en cuenta la cohorte del año 1998, que hasta este momento se ha venido estudiando, se encontró que en el total de asignados de 1999 estaban incluidos 7.353 aspirantes que estaban siendo reasignados por primera vez (asignación no efectiva), lo que significa que 29% de la asignación de este año corresponde a personas que ya habían sido asignadas en 1998 (cuadro Nº 3).
Con relación a los 9.071 de la cohorte 98 (asignación no efectiva) que vuelven a presentarse como aspirantes en el proceso 99, se puede señalar de forma preliminar que la reasignación por primera vez de este grupo es de 7.353 (81%), quedando 1.718 aspirantes de esta cohorte sin reasignar (19%).
En la demanda del año 2000 se encontró que 370 aspirantes corresponden a personas que ya habían sido reasignadas por primera vez en 1999, es decir, que están optando por una segunda reasignación o, lo que es lo mismo, una tercera asignación consecutiva. En este orden de ideas, los reasignados por primera vez en 1999, al restárseles quienes vuelven a solicitar reasignación, se reducen a 6.983 (reasignación teóricamente
efectiva) y representan el 28% de la asignación de ese año (cuadro 4).
Tomando en consideración lo que se ha planteado hasta este momento de la asignación 1999, los datos finales o definitivos se presentan en el cuadro que se muestra a continuación (cuadro 5)
El cuadro anterior nos presenta unos datos a primera vista muy alentadores, pues hablar de un incremento de asignados a la educación superior de 144% con respecto al año 1998 es significativo, pero, no podemos dejar pasar por alto que es precisamente en este año (1998) en el que la asignación no efectiva es de 55%, lo cual redujo significativamente el número de asignados de este año; por lo tanto, el resultado es que el incremento real aún sigue siendo mínimo con respecto a la demanda. Asimismo, la incidencia de este incremento en la asignación global es mínima, pues estamos hablando de un incremento de apenas 10.748 asignados.
Para el año 2000, la demanda total fue de 288.016 aspirantes, de los cuales fueron asignados 37.299 (13%), quedando 250.717 aspirantes (87%) sin haber sido asignados por OPSU-CNU. Asimismo, es oportuno señalar que el incremento fue de 12.087 asignados, 48% más con relación al año 1999 (cuadro Nº 1). Ese año, en todo el subsistema de educación superior hubo 196.197 nuevos inscritos, de los cuales 37.299 fueron, como ya dijimos, asignados por OPSU, por lo que 158.898 aspirantes ingresaron a través de los mecanismos internos de las diferentes instituciones de educación superior; sin asignación sólo quedaron 91.819 aspirantes, 37% del total de la demanda.
En este orden de ideas, si 196.197 nuevos inscritos representan el total de plazas para el 2000 y la OPSU sólo asignó a 37.299 aspirantes, significa que la Oficina contaba para ese año con 19% del total de plazas de todo el subsistema.
Por otra parte, como se señaló en párrafos anteriores, 370 de los aspirantes del año 2000 pertenecen a los reasignados por primera vez del año 1999 (demanda no efectiva), quienes se presentan de nuevo optando por una tercera asignación consecutiva; esta información se presenta en el cuadro Nº 6.
Como puede observarse en el cuadro 6, la demanda final para el año 2000 es de 287.646 aspirantes, es decir, 15.435 más que en el año 1999, que en términos porcentuales representa 6% de incremento. Con respecto a los asignados del año 2000, es importante señalar que de los 37.299 asignados, 119 son reasignados por segunda vez, por lo que la asignación definitiva para este año es de 37.180, 13% con relación al total de la demanda, y con un incremento de 18.951 asignados (104%) con respecto al año 1999 (cuadro Nº 7).
Por otro lado, cabe destacar que estos 119 reasignados por segunda vez en el año 2000, representan el 32% de los 370 aspirantes de la cohorte en estudio que se encontraban entre los reasignados por primera vez en 1999, quedando en esta ocasión 251 personas (68%) de ese mismo grupo que no fueron reasignadas en este proceso.
Hasta el proceso del año 2000, de los 9.071 asignados de la cohorte en estudio, se reasignó por primera vez en 1999 la suma de 7.353 aspirantes (81%). Sin embargo, 370 de éstos decidieron optar por una tercera asignación (segunda reasignación) consecutiva en el 2000, pero sólo fueron reasignados por segunda vez 119 aspirantes. En este sentido, se podría decir que la asignación de la cohorte objeto de estudio quedaría como se muestra en el cuadro Nº 8, desde el punto de vista de efectividad del proceso:
Finalmente, y para concluir el estudio, se considera necesario presentar el cuadro Nº 9, pero esta vez con las modificaciones derivadas del análisis descriptivo de los datos que toma en cuenta las asignaciones y reasignaciones inefectivas. El propósito de presentar este cuadro es básicamente el de contar con un objeto válido de comparación en el que de una manera práctica puedan visualizarse los dos tipos de información.
En la figura Nº 4 puede observarse la existencia de una clara tendencia creciente en los porcentajes de asignación de aspirantes en las instituciones de educación superior por OPSU-CNU, a partir de 1998, cuando el porcentaje de asignados efectivos por OPSU-CNU fue de 3% de los aspirantes totales. En 1999, la asignación más que se duplica con relación al año anterior, y para el 2000 se cuadruplica con respecto a 1998.
6. REFLEXIONES FINALES
La presencia de personas ya asignadas a las instituciones de educación superior es una constante en los procesos de asignación anuales que realiza la OPSU, en los cuales se encuentran aspirantes asignados en procesos previos optando a una segunda y hasta a una tercera asignación; y no sólo aspiran a ingresar, sino que son reasignados y ocupan plazas que podrían ser otorgadas a estudiantes que no han podido ingresar al subsistema de educación superior por falta de cupos.
Se debe destacar, pues causa preocupación, que el 55% de los asignados por OPSU-CNU en el año 1998 se inscribieron de nuevo como demandantes de cupos en el proceso 1999, lo que significa que el 55% de la asignación 1998 no fue efectiva; sin embargo, como se dijo en párrafos anteriores, este estudio es sólo una primera aproximación a un problema o fenómeno que no ha sido estudiado, pero que en este trabajo se pone al descubierto; en tal sentido, merece especial atención y ser tratado con mayor profundidad, análisis y precisión en estudios sucesivos.
Por otro lado, al operacionalizar la información de asignados y nuevos inscritos de los años 1998, 1999 y 2000, se determinó el porcentaje de plazas disponibles con que contó la OPSU para llevar a cabo el proceso de asignación a la educación superior, pudiéndose observar que este porcentaje es mínimo en relación con la elevada demanda y con las plazas para nuevos inscritos existentes; por lo tanto, a la luz de los resultados obtenidos, es necesario que la Oficina de Planificación del Sector Universitario ponga en práctica, como en efecto lo ha hecho, los mecanismos pertinentes, de manera que las instituciones de educación superior otorguen a la Oficina una mayor disponibilidad de plazas para cubrir de una forma más efectiva esa demanda.
La presencia de reasignados en los procesos de asignación de nuevos cursantes supone, por una parte, que la asignación efectuada no fue del agrado del aspirante o que éste no tuvo éxito en su prosecución, razones por las cuales regresa, una y otra vez, a intentar nuevamente una asignación más exitosa. Esto podría ser abordado con la puesta en práctica de un programa nacional de orientación profesional, que permita una adecuada elección de carreras y de instituciones por parte de los aspirantes y, por otra parte, mediante la prestación de especial atención a la insatisfacción estudiantil, como el resultado de una asignación que no cubre las expectativas profesionales de los aspirantes o requiere de habilidades que éste no tiene. Asimismo, es necesario adelantar un programa de apoyo permanente para aquellos estudiantes que ingresan a una institución y presentan dificultades en el desempeño estudiantil con la institución y con la carrera que han elegido o a la cual han sido asignados.
La existencia en los procesos de admisión de aspirantes que ya habían sido asignados e, incluso, reasignados, no fue algo sorpresivo para nosotros. La práctica diaria nos ha enseñado que esta situación se presenta con cierta frecuencia; lo impactante de nuestros resultados es que se hayan presentado en 1999 para ser reasignados más de la mitad, el 55% para ser exactos, de la población asignada en 1998. Esta elevada cifra llama poderosamente la atención. Si este fenómeno estuviera ocurriendo en la totalidad de la población admitida, y ocurriera en similar magnitud, significaría que el problema del cupo no es de falta de plazas sino de insatisfacción estudiantil, lo cual pudiera ser más fácil de resolver.
En el caso concreto de estos resultados, una posible explicación de la elevada proporción de solicitudes de reasignación encontrada podría estar en el hecho de la muy baja proporción de aspirantes asignados por OPSU-CNU con relación a la demanda total. Esta asignación, además, fue realizada luego que las instituciones de educación superior efectuaron su selección, por lo que la población de aspirantes a ser asignados ha debido estar constituida por muchos estudiantes que no lograron ser seleccionados por las instituciones, a través de sus mecanismos internos, por lo que se debió tratar de un grupo altamente insatisfecho con las oportunidades de estudio aún existentes.
Otra posibilidad sería que el estudiante asignado no haya podido inscribirse al llegarle la información tarde, cuando los períodos de inscripción en las instituciones de educación superior han finalizado, o simplemente el aspirante no llegó a obtener la información pues no retiró los resultados. Esto llama a revisar los mecanismos de información utilizados y la efectividad de los mismos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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