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Revista de Pedagogía

versión impresa ISSN 0798-9792

Rev. Ped v.27 n.78 Caracas abr. 2006

 

RESEÑA DE LIBROS

MARÍA JESÚS MARTÍNEZ USARRALDE

(2005). La Educación en América Latina: entre la calidad y la equidad. España: OCTAEDRO.

Biblioteca Latinoamericana de Educación.

Este libro no es en realidad un discurso sobre el tejido de posibilidades y contradicciones que ofrece la relación calidad-equidad, parecido al que domina en nuestra prensa, donde se opina preocupadamente sobre la necesidad de equilibrar la ampliación igualitaria de la oferta educativa con un mínimo de calidad de los resultados de aprendizaje de la institución escolar. No lo es, porque se ocupa de otra cosa, como es de hacer un balance de la mentalidad emergente y ya dominante en la académica pedagógica latinoamericana, según la cual todas las desdichas de la educación en nuestros países se deben al neoliberalismo de inspiración imperialista. Un discurso que vende bien. Un discurso que ha permitido el posicionamiento ventajoso de una izquierda pedagógica norteamericana, antes francesa y ahora española, a todo lo largo de la academia latinoamericana de vanguardia. Claro está, me estoy refiriendo más al prólogo de Carlos Alberto Torres y al capítulo inicial del libro, que a los capítulos esenciales de la obra escrita por Martínez Usarralde.

Es que este libro son más bien dos. El primero, más ideología académica comercial que pedagogía responsable y sustentable, ocupa la presentación de Carlos Alberto Torres y el capítulo primero del texto titulado «Evolución de la realidad educativa latinoamericana». Y el segundo libro, compuesto por los capítulos que van del segundo al cuarto, donde posiblemente se haya plasmado una tesis doctoral o algo parecido. Este segundo libro, haciendo un uso bien creativo de una teoría que termina siendo bien maniquea y atrasada, aunque atractiva para una académica en permanente espera del Mesías ideológico, se embarca en una revisión del proceso formal de la integración cultural y educativa de nuestra región, terminando en un análisis de las resonancias educativas de la pobreza en América Latina que vuela los tapones, como dicen los jóvenes de nuestro país cuando reciben gratas e inesperadas sorpresas. Es que el análisis del discurso de la documentación resultante de las cumbres iberoamericanas de ministros de educación y el examen de sus resultados plasmados en los capítulos segundo y tercero, son piezas maestras de trabajo académico, que ayudan a centrar magistralmente el examen que se hace en el capítulo final, de lo que formalmente se ha intentado hacer para que desde la educación se contribuya a reducir la pobreza. Cosa que es la gran contribución de este libro a la comprensión de la Gestión y Política Pública asociada a la educación latinoamericana, pues logra la construcción de un mapa conceptual e histórico, desde el cual es posible ubicar el flagelo de la pobreza y comprender que la educación pudiera hacer más para derrotarlo. Sobre todo si se construye un comportamiento estatal frente a la educación, menos apegado a la retórica de ocasión y más identificado con las realidades según las cuales los avances o atrasos frente a la pobreza y frente a una educación que la reproduce, dependen más de nuestra propia creatividad política y de gestión práctica, que de poses fantasiosamente negadoras de esa realidad. Poses que sólo sirven para traducir la ilusión de un futuro mejor en votos y adhesiones, pero que poco ayudan a que en los países reales disminuya la más fea de la facetas del continente: la miseria.

Este es pues un libro que puede hacer mucho ruido en nuestra línea de investigación y dentro del ambiente pedagógico asociado a la gestión y política educativa, porque tiene los ingredientes para convertirlo en punto de partida para el estudio de lo latinoamericano que existe dentro del proceso educativo nacional; y porque facilita la discusión creativa de los problemas más ingentes de la relación educación-pobreza, la que más ruido hace en nuestro país en lo que va de desarrollo del proyecto político hegemónico desde 1999.

PROFESOR CARLOS BLANCO

Universidad Central de Venezuela

Escuela de Educación

Ceblan @ cantv.net

UNESCO (2005). Educación para todos. Reporte de monitoreo global 2006. París, 2005 (EFA Global Monitoring Report 2006. UNESCO. Paris, 2005.

http://portal.unesco.org/education/en/ev.php) 

La pretensión de que la educación forme parte de los derechos humanos que los organismos internacionales tienen que garantizar, viene de lejos. Tanto como desde los inicios de la UNESCO a mediados de la década de los cincuenta. Pero es en el año 1990 en Jomtien, Tailandia, cuando se decidió hacer política de Estado, para todos los estados, la extensión de los niveles básicos de la escolaridad a todos los niños, jóvenes y adultos, en la Conferencia Mundial de la Educación Para Todos. Ideal que fue reconfirmado en una importante colección de reuniones internacionales que tuvieron lugar en la década de los noventa, hasta el año 2000 cuando se produjo el Foro Mundial de la Educación en Dakar, Senegal, que abrió espacio para las metas mundiales que los dirigentes del mundo fijaron en la Cumbre del Milenio en septiembre de 2000. Metas que sintetizan en lo siguiente: Reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal y la igualdad entre los sexos, reducir la mortalidad de menores de 5 años y la mortalidad materna en dos terceras partes y en tres cuartas partes respectivamente, detener la propagación del VIH/SIDA y el paludismo y garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. También comprenden el objetivo de fomentar una asociación mundial para el desarrollo, con metas para la asistencia, el comercio y el alivio de la carga de la deuda (Educación para todos. Reporte de Monitoreo global 2002. UNESCO. París, 2001)

En ese foro global de Dakar, la retórica de las buenas intenciones globales se hizo más precisa al desarrollarse políticamente los acuerdos de Jomtien y la precisión de seis grandes objetivos asociados a la provisión de educación básica para todos, como parte esencial de una estrategia mundial para reducir la pobreza en una generación: 2000-2015. Objetivos que reflejan una intensa actividad de creación de compromisos contraídos por la comunidad internacional con la educación básica durante los años 90, entre los que destacan: Cumbre Mundial en favor de la Infancia (1990), la Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1992), la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993), la Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales: Acceso y Calidad (1994), la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (1994), la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (1995), la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995), la Reunión de mitad del decenio del Foro Consultivo Internacional sobre Educación para Todos (1996), la Conferencia Internacional sobre la Educación de Adultos (1997) y la Conferencia Internacional sobre el Trabajo Infantil (1997) (Texto aprobado por el Foro Mundial sobre la Educación. 

Dakar, Senegal, 26-28 de abril de 2000. UNESCO, París 1990).

Una experiencia acumulada que mostraba avances e insuficiencias, que al evaluarlas hacía inaceptable que en el año 2000 hubiese todavía más de 113 millones de niños sin acceso a la enseñanza primaria y 880 millones de adultos analfabetos; que la discriminación entre los géneros todavía impregnara los sistemas de educación; que la calidad del aprendizaje, la adquisición de valores humanos y competencias distaran mucho de las aspiraciones y necesidades de los individuos y las sociedades. Es por ello que los participantes en el Foro Mundial sobre la Educación reunidos en Dakar, Senegal, en abril de 2000, se comprometieron a cumplir los objetivos y finalidades de la educación para todos, para todos los ciudadanos y todas las sociedades, por intermedio de los siguientes objetivos de gestión y política pública de los países representados en ONU, en los siguientes términos que orientarían el seguimiento que realiza la UNESCO:

i) extender y mejorar la protección y educación integrales de la primera infancia, especialmente para los niños más vulnerables y desfavorecidos; 

ii) velar por que antes del año 2015 todos los niños, y sobre todo las niñas y los niños que se encuentran en situaciones difíciles y los que pertenecen a minorías étnicas, tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y la terminen;

iii) velar por que sean atendidas las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparación para la vida activa;

iv) aumentar de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados en un 50%, en particular tratándose de mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente;

v) suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2005 y lograr antes del año 2015 la igualdad entre los géneros en relación con la educación, en particular garantizando a las niñas un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, así como un buen rendimiento;

vi) mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación, garantizando los parámetros más elevados, para conseguir resultados de aprendizaje reconocidos y mensurables, especialmente en lectura, escritura, aritmética y competencias prácticas esenciales (Texto aprobado por el Foro Mundial sobre la Educación. Dakar, Senegal, 26-28 de abril de 2000. UNESCO, París 1990).

El documento en cuestión, el que nos ocupa, fechado en el año 2006 pero publicado a finales del 2005, tiene como foco de atención a la alfabetización como un factor fundamental para el combate de la desigualdad y la pobreza. Mientras que los anteriores, que también monitoreaban los progresos de la humanidad para lograr los objetivos asumidos formalmente por todos, se dedicaron a otros temas íntimamente articulados a los objetivos sancionados en Dakar: 2005, Educación para Todos: El Imperativo de la Calidad. 2003/4, Educación para todos: Hacia la Igualdad entre los sexos. 2002, La Educación para todos: ¿Va el mundo por el buen camino? De igual modo la UNESCO termina de anunciar que el reporte del año entrante, tendrá como tema especial: al cuidado temprano de la niñez (Education for all Monitoring Report 2007. Special Theme Early Child Care and Education. Outline for Consultation UNESCO/draf, 18 November 2005).

El último reporte de UNESCO de seguimiento/monitoreo de los esfuerzos realizados en el mundo para el progreso de la educación, contiene diez capítulos que atienden a la idea de convertir a la educación institucionalizada en un instrumento real de adelanto en la lucha que el mundo civilizado ha emprendido en contra del más terrible de los males sociales: la pobreza. Idea que se desarrolla en diez capítulos, el primero de los cuales se dedica a precisar lo que significa una sociedad alfabetizada. Se desarrolla el tema central de este reporte 2006, señalando que una sociedad alfabetizada es algo más que una sociedad con altos niveles de alfabetización y que avanzar en la alfabetización de una sociedad es crear las mejores condiciones para lograr todos los objetivos definidos en Dakar, 1990. Los capítulos 2 y 3 crean una visión panorámica del significado político de los avances y limitaciones de lo que se ha hecho en el mundo para mejorarlo, para avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida por intermedio de una acción educativa progresista. Los capítulos 4 y 5 regresan al tema de la pobreza, describiéndola en sus más crudos indicadores y definiendo un marco conceptual para entender el sentido que puede tener convertir a la pobreza en el centro mismo de la gestión y políticas públicas de los estados. Del capítulo 5 al 9, se produce una suerte de retrato de los avances reales que los países han logrado para erradicar el analfabetismo, así como los modos que se han utilizado en casos emblemáticos. El capítulo final, es el de rigor en este tipo de documento, una exhortación para la acción futura, como suele ser práctica en la documentación de UNESCO, la definición optimista de prioridades para la acción, desde el reconocimiento que se hicieron los esfuerzos pero que pudieron ser mayores y mejor orientados.

El documento, además de los contenidos señalados incorpora dos anexos sumamente importantes para los efectos de producir conocimiento comparado sobre la educación en nuestro país. El primero de los cuales es el desarrollo y progreso de un índice que pretende medir el progreso diferencial de los países en relación a los objetivos previstos en Dakar, 2000. Donde Venezuela resulta colocada como de nivel medio, por encima de Colombia y otros países de nuestra región, pero muy por debajo de otros como México, Cuba, Perú y muchos otros. El segundo anexo, está constituido por catorce tablas que desglosan los objetivos repetidamente mencionados, en una importante variedad de indicadores que miden el desarrollo de la escolaridad y la alfabetización, así como otros, más cualitativos, que aprecian la permanencia y prosecución de los alumnos dentro de los sistemas escolares.

Las tablas tienen como horizonte temporal los años 1990, 1994 y 2015, y retratan al caso venezolano como de avances importantes, aunque no espectaculares en materia de alfabetización y escolarización (La UNESCO en este documento no reconoce el logro anunciado para el año 2003, de más de un millón de alfabetizados producto de los primeros seis meses de la Misión Robinson, y tampoco sanciona que Venezuela terminará siendo en el 2015 un país absolutamente alfabetizado, como lo viene pregonando el gobierno nacional desde el año 2004 hasta la actualidad). Pero donde la información es menos auspiciosa, es en la ordenada en las tablas que recogen el comportamiento de los resultados de la escolarización en materia de repetición y prosecución, por cuanto exhiben retrocesos muy importantes para el caso venezolano.

Por tratarse del monitoreo de las realizaciones a nivel planetario en materia de alfabetización, resulta este documento de 2006 especialmente importante para la pedagogía venezolana, pues resalta las virtudes y miserias del esfuerzo que nuestro país ha realizado para dar cuenta de los grandes propósitos que desde siempre han animado nuestro Proyecto Educativo Nacional. Pero por sobre todas las cosas, el documento que esperamos sea leído por quienes se están formando en pre. y postgrado como profesionales de la educación, nos coloca a los pedagogos venezolanos ante la posibilidad de reconocer si efectivamente la UNESCO avala, reconoce, el trepidante anuncio realizado por el gobierno nacional el 28 de octubre de 2005, según el cual Venezuela es uno de los escaso países del globo que reducen milagrosamente el analfabetismo a menos del 1%. De igual modo, aporta información sumamente valiosa para realizar comparaciones entre países y poder reconocer si lo que hacemos en Venezuela destaca o más bien resulta modesto y lleno de incertidumbres de cara a un futuro de renta petrolera menos generosa que la actual.

DR. LUIS BRAVO

Universidad Central de Venezuela

Lbravo @cantv.net