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Revista de Investigación
versión impresa ISSN 1010-2914
Revista de Investigación vol.34 no.71 Caracas dic. 2010
Educación emocional y creatividad en la I y II etapa de Educación Básica
Yaurelys Palacios
Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas. yaurelyspalacios@hotmail.com
RESUMEN
Investigación documental orientada a revisar el estado del conocimiento, y analizar la importancia de una escuela que forma con base en las emociones y en el desarrollo de la creatividad. Se destacan las emociones educadas, como medio que para un autoconocimiento y socialización óptima con el otro. La creatividad aparece como habilidad generadora de alternativas de solución. El docente figura como mediador para el cultivo de la creatividad y potenciación de las emociones que favorecen las relaciones en ambientes escolares .La escuela cobra relevancia, a partir de las propuestas emanadas por la UNESCO y estudios que mencionan su rol ante los desafíos del siglo XXI. Finalmente se concluye que: a) educar las emociones juega un papel fundamental en el modo de ser, convivir y hacer de los niños y niñas; b) algunas estrategias permiten educar más y mejor las emociones en relación con la creatividad.
Palabras clave: Inteligencia emocional; educación emocional; creatividad, rol del docente; escuela.
Emotional education and creativity In the I and the IInd stage of Basic Education
ABSTRACT
Investigation of oriented documentary type to the revision of the state of the knowledge, analyzes the importance of a school that forms with base in the emotions and the development of the creativity. The emotions educated like the means stand out that allow to a self-knowledge and optimal socialization with the other. The creativity appears like generating ability of solution alternatives. The educational mediating figure as for the culture of the creativity and involution of the emotions that favor the scholastic atmosphere relations. The school acquires relevance, from the proposals emanated by UNESCO and studies that mention their roll before the challenges of the 21st century. Finally one concludes that: a) to educate the emotions plays a fundamental role in the way of being, coexisting and to make of the children and children; b) some strategies allow to educate better more and the emotions in relation to the creativity.
Key words: Emotional intelligence; emotional education; creativity; roll of the educational one, school
INTRODUCCIÓN
El capital humano de toda organización es, sin duda alguna, la mayor riqueza que ésta posee, lo humano tiene implícito un mundo amplio de características emocionales y creativas que pueden ser aprovechadas para favorecer al sistema y con ello generar nuevos escenarios en términos de oportunidades. En el ámbito escolar, el capital humano, a partir de la dinámica social, demanda un tratamiento que trascienda el desarrollo de lo puramente cognitivo, por el contrario, debe conjugar mente y emoción con el fin de formar ciudadanos felices consigo mismos, optimistas, asertivos, más seguros, responsables por las consecuencias de sus actos, empáticos y con mayor autocontrol de sus emociones, entre otras características.
Para Salovey y Mayer (1990) el término de inteligencia emocional abarca capacidades como la comprensión de las emociones y la compasión. Lo que significa que el ser humano posee un mundo complejo de sentimientos que le puede permitir ser más efectivo en el trato consigo y con los otros.
A partir de las ideas anteriores, se presenta la realidad escolar como un espacio que resulta generalmente vulnerable a los problemas externos. La misma población estudiantil ha tenido en las últimas décadas un incremento de trastornos emocionales o conductas inapropiadas ante ciertas situaciones. La dinámica social, estresante y en oportunidades distorsionante en que viven nuestros niños, niñas y jóvenes, constituye un ejemplo de ello. En respuesta a ello, investigadores, docentes, psicólogos y padres coinciden en la necesidad de reorientar las emociones a través de la praxis escolar a fin de incrementar la inteligencia emocional y con ello el éxito de los niños, niñas y la sociedad en la cual viven.
La violencia escolar caracterizada por el egoísmo, agresiones físicas y verbales son sólo algunos ejemplos de las tantas enfermedades emocionales expresadas en el aumento de casos de depresión del mundo entero y en los recordatorios de una creciente corriente de agresividad: adolescentes que van a la escuela con armas... (Goleman, 1998 p.15.), accidentes, asesinatos, maltrato infantil, abuso de poder por parte de los docentes y en varias oportunidades agresiones hacia los docentes, por parte de los padres y/o representantes.
La presente investigación resalta la importancia de educar en las emociones, partiendo de la premisa de que a partir de su propia administración emocional podrá abordar con mayor propiedad situaciones emocionales con sus compañeros y consigo mismo. Se destaca además, la necesidad de un maestro con disposición y apertura para comunicarse de manera franca y sincera con sus estudiantes, el docente modela comportamientos que puede ser de gran significación para sus alumnos (as), desde esta perspectiva el maestro puede ayudar a entender las motivaciones y estados de ánimo de los estudiantes, sus conflictos y las posibles vías para resolverlos.
Se considera además que el docente es la persona a través del cual pueden aparecer nuevos escenarios en términos de oportunidades emocionales para los estudiantes.
Gardner (1993) revoluciona el mundo al incorporar nuevos tipos de inteligencia. Del grupo de ocho inteligencias propuestas por este autor, dos de ellas causan impacto en el estudio de las relaciones personales; de allí que Goleman (1998), con base en las definiciones que generara Gardner sobre inteligencia intrapersonal e interpersonal, siembra en la sociedad el término inteligencia emocional que resulta de la combinación de éstas dos inteligencias. En tal sentido, Goleman (1988) concibe a la inteligencia emocional como la manera que tiene todo ser humano para relacionarse con el mundo que le rodea; de otro modo, es la capacidad para reconocer sentimientos en si mismo y en otros, siendo hábil para administrarlos al trabajar con personas. En otras palabras, se espera que el individuo pueda ser efectivo cuando esté ante un escenario que amerite control emocional o control de impulsos para actuar ante situaciones de ira, miedo, felicidad, amor, sorpresa, disgusto o tristeza.
Goleman (op. cit.) destaca cinco elementos básicos de la inteligencia emocional, a saber:
1. Autoconciencia: referida a la capacidad de reconocer nuestras propias emociones y la manera en que éstas afectan nuestras acciones y desempeño. Si se desea desarrollar esta capacidad, es necesario que la persona concientice la emoción que experimenta o siente y comprenda el porqué de la misma; debe además, por un lado, aprender que existe una relación directa entre los sentimientos, las palabras y las acciones y por el otro concientizar que las emociones intervienen en las decisiones que se tomen.
2. Autocontrol: asociada a la forma como se administran y controlan las emociones a partir de situaciones o acontecimientos; se refiere a la habilidad que invita a toda persona a hacerse cargo de las circunstancias y decidir entre lo apropiado y lo no apropiado. El autocontrol invita a la búsqueda del equilibrio entre las emociones positivas y negativas. Gallego, Alonso, Cruz y Lizama (2003) consideran que existen cuatro tipos de emociones que se deben aprender a controlar, ellas son: el enfado o irritación; la ansiedad o preocupación; el estrés y la tristeza o depresión ordinaria. Esto con el fin de poder enfrentar situaciones que ameriten un verdadero control emocional, o dicho de otro modo, una administración de las emociones; en el caso escolar, un niño o niña que llora sin parar, peleas entre compañeros, abuso verbal o físico por parte de un alumno (a), estallido de ira por parte del docente, entre otras situaciones.
3. Automotivación: según Solana (1993) la motivación es lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una determinada manera. Es una combinación de procesos intelectuales, fisiológicos y psicológicos que decide, en una situación dada, con qué vigor se actúa y en qué dirección se encauza la energía (p. 208). Es decir, que la motivación orienta en gran medida la manera como un individuo dirige su vida.
4. Empatía: representa uno de los elementos de la inteligencia emocional que se relaciona directamente con la inteligencia interpersonal desarrollada por Gardner(1993). La empatía hace referencia a la capacidad de ser sensibles a los estados de ánimo, motivos e intenciones de otras personas (Gallego, Alonso, Cruz y Lizama. 2003 p. 147.). Esto quiere decir que la empatía representa la habilidad que puede desarrollar todo ser humano para percibir la experiencia o estado subjetivo de otra persona; es decir, ponerse en el lugar del otro.
5. Habilidades sociales: responde al igual que la empatía a la inteligencia interpersonal descrita por Gardner (1993). Las habilidades sociales representan el modo de comportarse o conductas de las personas ante cualquier situación y cuya particularidad es que el comportamiento sea aceptado por el resto del grupo. Éstas habilidades conjugan conductas que expresan, en la relación con el otro, sentimientos, actitudes y opiniones de forma adecuada y respetando siempre el punto de vista de los demás.
Las habilidades descritas anteriormente son importantes, sin embargo, ellas cobran mayor significado cuando se piensa en el acto educativo y las consecuencias a bien de éste si son consideradas por parte del docente para ser y hacer más efectiva las relaciones con su grupo de alumnos (as) y consigo mismo.
Esto ha hecho que cada día cobre mayor importancia la necesidad que representa educar las emociones en nuestros niños y niñas. De hecho, dicha necesidad responde a los lineamientos de la UNESCO en relación con los cuatro ejes básicos o pilares de la educación, reflejados en el Currículo Básico Nacional (CBN) venezolano de 1997, ellos son: (a) aprender a ser (desarrollo del juicio y la autonomía, responsabilidad); (b) aprender a conocer (comprender el entorno, aprender de él); (c) aprender a hacer (capacitación para acciones, situaciones) y; (d) aprender a convivir o vivir juntos (implica el desarrollo de la capacidad de elaborar proyectos comunes, de gestionar conflictos, entre otros).
En congruencia con los cuatro pilares de la educación, el CBN contempla el eje transversal valores a través del cual se busca exaltar y desarrollar las actitudes positivas, de justa convivencia plena entre los miembros del grupo, un desarrollo del respeto por la vida, la libertad, la solidaridad, la honestidad y la perseverancia (Rodríguez, 1998, p. 27). Visto de otro modo, tanto los pilares de la educación como el eje transversal valores tienen implícito el abordaje y desarrollo de una inteligencia emocional, cuyo fin es generar a un individuo más efectivo, eficiente y feliz consigo mismo y con otros.
Vale destacar que Senge (2002) considera que una escuela que aprende es aquella donde todos sus miembros son capaces de expresar sus ideas, aspiraciones, retos, así como también son capaces de realizar una toma de conciencia y de trascender en cuanto al desarrollo y evolución del grupo, esto es saber sobre los intereses comunes.
Desde esta perspectiva la inteligencia emocional enmarcada en el contexto educativo transforma y amplía su razón de ser, esto hace que en adelante se hable de educación emocional, con base en que si la emoción es una capacidad toda capacidad se puede aprender y desarrollar, en este caso con el propósito de lograr bienestar personal y social. Para Bisquerra (2007) la educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral (s/p). Esto es conjugar mente y corazón, mente y emoción a fin lograr la felicidad plena del hombre.
Escuelas que aprenden
Las escuelas son el resultado de una de las formas más inteligentes para estudiar el conocimiento de manera sistemática, deliberada y masiva. Esto hizo que se organizara el saber por bloques o grupos y se expandiera la información a la mayor cantidad de personas, se educara a la población y se construyeran Estados y pueblos con objetivos más claros y precisos. Sin embargo, la dinámica mundial y sus avances han hecho que la misma escuela evolucione y aprenda en pro del bienestar de todos.
De acuerdo con Senge (2002), una escuela que aprende debe plantear nuevos retos que enfrenten de manera frontal con su concepción básica de que ha de ser una organización que enseña, con todo lo que esto ha supuesto de estabilidad (y también de rutina) al tener claramente predeterminadas sus actividades y contenidos a transmitir (p.60) esto hace que la escuela evalúe permanentemente sus objetivos, que tome conciencia de que ni sus contenidos ni metas son fijas, por lo que debe aprender de forma continua sobre su entorno y sobre sí misma.
Para Sarramona (2002), la escuela del siglo XXI debe encarar numerosos desafíos y que debe considerar la relación entre familia- escuela; escuela-comunidad, apertura al medio circundante, flexibilidad en su dinámica intra y extraescolar además de ser sincera y abierta a los cambios. Plantea también que toda escuela, en pro de todos sus miembros y con impacto social, está llamada a considerar los distintos avances en materia tecnológica y la multiplicidad de información que existe. Este autor, afirma que la tecnología y su desarrollo,
más allá de la deshumanización de la enseñanza, como muchas veces se afirma precipitadamente, permite una personalización, si se prefiere, una singularización de la enseñanza cuando ésta se lleva a cabo sobre un gran número de alumnos. Incluso algunos autores hablan del nacimiento de un nuevo humanismo, vinculado a la red, como consecuencia de las relaciones establecidas a través de los medios telemáticos (Sarramona, 2002, p. 53).
En este sentido, la escuela puede ser vista como el medio a través del cual se busque extraer la mayor cantidad de beneficios con respecto al uso de los medios tecnológicos e impacto a favor social. De nuevo, uno de los grandes retos es orientar y dirigir la información que allí se encuentra para presentar la tecnología como un medio de comunicación con carácter trascendental, que rompe con las fronteras impuestas por el hombre y expone la pluralidad social, para tocar lo transcultural.
Educar en este milenio, con la premisa de que las escuelas pueden aprender, sugiere la incorporación y manejo de competencias que han de desarrollarse entre sus miembros. Pérez (1999) lo expresa al presentar una educación integral de calidad, la cual supone educar:
La memoria, esto es saber recordar y perdonar. Recordar vidas ejemplares y hasta la historia de la opresión y la crueldad humana para que no se repitan.
La curiosidad: supone preguntarse acerca de las cosas, educar el deseo de aprender.
La crítica y la autocrítica, lo que significa evaluar permanentemente las acciones y comportamientos.
La reflexión permanente sobre lo que se hace y sucede.
Capacidad de soñar nuevos mundos, con la constancia militante de la esperanza.
Educar el corazón, desarrollar la capacidad de amarse, de darse al otro sin esperar nada a cambio ni generar dependencia.
Los sentidos para ver el mundo como es, hablar con amabilidad sin ofender, saber escuchar antes de hablar, usar las palabras responsablemente, saber olfatear lo que sucede o esta por suceder, entre otras.
El estómago, que implica disfrutar de la comida y bebida con moderación y prudencia.
La sexualidad para asumirla con madurez, con responsabilidad, educar para el matrimonio.
La espiritualidad, de modo que el alumno pueda abrirse a la vivencia de una fé que se expresa en el servicio y, contraria a todo dogmatismo y fundamentalismo (113).
Todas y cada una de las competencias descritas por Pérez (1999) cobran mayor relevancia cuando se incorporan en el campo de las emociones y la creatividad, por cuanto resultan altamente efectivas al considerarlas implícitas en el trato con el otro y consigo mismo y al tiempo que de ellas se desprenden elementos claves para buscar alternativas de solución y adaptabilidad del hombre a su medio.
La Inteligencia emocional y creatividad en la escuela
El siglo XXI, caracterizado por los desafíos tecnológicos, políticos, sociales, económicos y culturales entre otros, ha impactado en el comportamiento humano; en tal sentido, este siglo requiere cada vez más de individuos que permitan aumentar las posibilidades de éxito, eficacia, productividad y felicidad entre los hombres.
Dichos desafíos sirven de impulso para repensar la escuela ideal y efectiva, que dé respuesta social y que, desde la formación integral del alumno, permita contribuir con el país que se desea. Alegría (2006) señala que:
Los hacedores de políticas educativas tienen que tomar en cuenta que en este siglo XXI, los individuos, para desempeñarse eficientemente en el trabajo que realicen, más que requerir de un gran repertorio de habilidades específicas, necesitarán tener la capacidad... para resolver nuevos problemas, así como de emplear la creatividad y pensamiento crítico en el diseño de formas diferentes de aproximarse a los problemas existentes. Las empresas requerirán constantemente su personal con individuos capaces de enfrentar los problemas con ingeniosidad particular y con la habilidad de actuar de manera interrelacionada e interdisciplinaria (p. 69).
El comentario de Alegría (2006), aunado a los titulares presentados en prensa, radio y televisión relacionados con el deterioro social (asesinatos, robos, invasiones a la propiedad privada), así como la crisis económica que impulsa al hombre a buscar nuevas posibilidades de subsistencia (economía informal, entre otras) invitan a repensar una educación con base en la formación del manejo efectivo de las emociones y desarrollo de la creatividad como medios que permiten la libertad plena del hombre.
Desde el punto de vista de las emociones se destaca la importancia de la escuela cuando se admite que la mayoría de los problemas emocionales en el adulto tienen su base en la infancia; esto indica que los problemas no son innatos sino conductas aprendidas, en principio dentro del seno familiar donde se desenvuelve el individuo, y posteriormente alimentado por el entorno social. Lo mismo suele suceder con la creatividad, pues en la mayoría de los casos el sistema formal escolarizado coarta la libertad de sus alumnos (as) y los conduce a una educación restringida al desarrollo de los aspectos formales y aprendizaje memorístico, sin duda alguna un enfoque sustentado en la política de la didáctica tradicional. Al respecto, Baena (2002) opina que:
La presente generación de niños y esto ya es detectado por padres y profesores en una gran cantidad de niños, está más confusa emocionalmente que la anterior, más sola, más deprimida, más enojada y sin reglas, más nerviosa y preocupada, más impulsiva y agresiva. Una solución es una nueva visión de la escuela que impulse una educación completa que invite a la mente y al corazón al salón de clases (op cit, p. 35).
De este modo, se presenta la escuela como el medio efectivo que permite evitar el deterioro emocional, si el docente o los educadores conocen el problema real y además emplean estrategias educativas que contribuyan con la formación del niño (a) e incluso con el grupo familiar.
Para Baena (op cit), existen diversos problemas emocionales destructivos que predominan en las sociedades, los cuales tienen sus cimientos en la etapa infantil; algunos de ellos, presentes en adultos y niños (as) son:
Baja autoestima, caracterizada por fuerzas destructivas; en tal sentido, no existe amor hacia sí mismo, lo cual impide triunfar en la vida.
Amargura y cinismo: son características que predominan especialmente en los niños reprimidos y limitados. Básicamente provienen de hogares ausentes de alegría, conceptos aberrantes de sí y de quienes rodean.
Escasez de Interés, característica presente en un gran número de niños, por ejemplo, que poco se interesan en colecciones de objetos (carros, metras, chapas, etc), lo que en la vida de adultos se evidencia en depresiones y desesperanzas.
Proyección o externalización: generalmente, los niños aprenden desde temprana edad a proyectar sus defectos. Esto hace que se liberen de sus propias responsabilidades y sea el otro quien siempre tenga la culpa. Esto es una forma de evadir las propias responsabilidades. Con la externalización, en cambio, busca ser agradado y admirado por otros. En tal sentido, los individuos centran su atención en lo que los otros piensen y sientan y no en sus propias ideas o pensamientos.
Timidez externa: característica nociva que se evidencia por la sensación o creencia de que cualquier acción puede resultar en torpeza. Un sentido externo de que se puede quedar en ridículo ante la gente.
Agresividad y arrogancia: la arrogancia se caracteriza por inhibir el aprendizaje y el crecimiento, a la vez que lleva a la agresividad. Se puede generar odio hacia uno mismo, lo cual tiene de fondo a una persona insegura.
Los problemas descritos anteriormente pueden tener soluciones si en gran medida el docente toma la actitud positiva de contribuir con el crecimiento de sus alumnos (as), esto es, contribuir con una vida emocional más sana y amena dentro de la sociedad o grupo donde le toque desenvolverse.
Para ello se destacan cualidades claves que pueden desencadenar en una escalada óptima para alcanzar el éxito, algunas de las cuales son: la empatía, la expresión y comprensión de los sentimientos, la independencia el respeto, la capacidad de adaptación y la capacidad de resolver problemas en forma interpersonal, entre otras (Baena, 2002).
Ahora bien ¿cómo lograr alcanzar estas cualidades para obtener el éxito y cómo aminorar angustias y temores que impiden un desarrollo emocional óptimo en el niño y la niña?
Una forma es cambiando la química del cerebro a través de estrategias varias que inviten al alumno (a) a enfrentar sus conflictos y a ser más feliz. Shapiro (1997), en su libro la Inteligencia Emocional de los Niños explica que así como ciertos tipos de medicamentos pueden cambiar la forma en que las células nerviosas transmiten información y energía la modificación de la conducta cognoscitiva puede producir los mismos químicos que las drogas psicoactivas (p.112). En tal sentido, la modificación de la conducta cognoscitiva se puede empelar para tratar depresiones, angustias, fobias, entre otras enfermedades.
Una estrategia a ser utilizada por el docente es definir un problema como el enemigo, esto es, hacer que el niño identifique y se diferencie del problema que está viviendo y colocarle un nombre a cada uno de sus miedos, temores y angustias, está técnica le permite ubicar el problema fuera de él y no dentro de sí, así concientiza que el verdadero problema es el problema que controla su conducta.
El segundo paso es hacer que los niños escriban el problema que tienen. Lo que según White y Epston (citados por Shapiro, 1997), se denomina terapia narrativa, la cual ayuda a los niños ver que, a través de sus elecciones y conductas, están metafóricamente escribiendo las historias de sus vidas (Shapiro, p.114).
Otro tipo de estrategias es formar al niño para que encuentre alternativas de solución a problemas. El andamiaje propuesto por Vigotsky (1987) permite que los niños, a través del modelaje o experimentación por un par al realizar una tarea, aprendan y desarrollen habilidades para resolver problemas.
La educación emocional debe, fundamentalmente, dirigir su atención hacia la parte emocional y pensante del cerebro; es importante controlar o administrar el lenguaje corporal con el propósito de ser modelo para los niños y para que éstos aprendan a controlarse.
Otras estrategias giran en torno al arte y a la narrativa; por ejemplo, a crear dibujos y pinturas, a narrar y escribir cuentos. Esto puede ser una forma divertida y sencilla que permita al niño aprender capacidades y administrar las emociones. Es una forma donde los niños pueden expresar sus maneras de pensar y enfrentar situaciones.
Las estrategias antes señaladas, pueden encontrarse según Shapiro (1997) en software que resulta aún mucho más atractivo que la TV y, en algunos casos, que el aprendizaje escolarizado; razón que se sustenta en que los programas de computadoras estimulan la parte emocional del cerebro combinando la animación de las voces, la músicas, las imágenes de vídeo y una miríada de sorpresas (op. cit, p. 282).
Las ideas anteriores relacionadas con la inteligencia emocional difícilmente se pueden desligar del proceso creativo. Para Dabdoub (2003),
El desarrollo de la inteligencia emocional y de las habilidades para la creatividad incrementan el potencial del individuo al favorecer la conexión entre pensamiento, emoción y cuerpo. Un líder creativo e inteligente emocionalmente es capaz de obtener lo mejor de las personas que colaboran con él, favoreciendo su crecimiento y creatividad, abriendo múltiples vías de acción que inevitablemente conducen, no sólo a la prosperidad de cada uno de los miembros del equipo, sino de la organización.
De allí el éxito que pudiera alcanzar un maestro con su grupo de alumnos (as) al desarrollar y potenciar las emociones de los niños y su creatividad. Definitivamente, Venezuela sería un país de líderes emprendedores en todos los ámbitos; de hecho, agrega Dabdoub (2003), un buen líder puede impactar en las personas a través de la gestión de las relaciones interpersonales, haciendo uso de la comunicación para lo cual establece el beneficio y las ventajas que se obtendrán de la visión planteada. También es capaz de inspirar y convencer a otros. Pone en práctica su creatividad al alinear la visión común con la posibilidad de desarrollo y crecimiento de cada uno de los miembros del equipo (2003 p).
A partir de los señalamientos anteriores, se resalta la importancia del inicio del año escolar, el establecimiento de acuerdos grupales, el compromiso adquirido por el maestro y cada uno de los estudiantes, con el grupo con las actividades escolares a desempeñar, incluso con los padres y representantes. Algunas preguntas que pudieran orientar ese encuentro pueden ser ¿Qué se espera lograr en este nuevo año escolar? ¿Cómo ha de ser la meta? ¿Cómo hacerlo? ¿Con cuáles recursos se cuenta? ¿A quién acudir en caso necesario?
En este sentido, se destaca el papel de la creatividad como el medio que permite al individuo enfrentar y superar situaciones con mayor facilidad, pues en la búsqueda de soluciones generan un abanico de alternativas novedosas e incluso atípicas que les permite enfrentarlas con cierto éxito.
De la Torre (1999) opina que la creatividad es una cualidad innata al ser humano y que prácticamente habita en todas las personas y caracteriza a las sociedades que desean cambios positivos en su estructura política, económica, social y educativa. Por su parte, De Bono (1970) considera la creatividad como un aspecto del pensamiento lateral que actúa liberando la mente del efecto polarizado de las viejas ideas y estimulando las nuevas . Entre las características del pensamiento lateral, señala:
Es creador.
Centra su interés en lo efectivo del proceso y no en los resultados.
Crea direcciones y no preestablece rumbos.
Es proactivo.
Da importancia todas las ideas y todos los caminos resultan interesantes, por lo que no se descartan.
Considera lo que puede no tener relación con el tema estudiado, lo que puede ser atípico.
Para Vera (s/f) la creatividad es la capacidad de generar, de producir cosas nuevas, diferentes y de valor; considera también que es la capacidad que posee un cerebro para llegar a resultados distintos y solucionar problemas de una manera novedosa. Para este autor, la actividad creativa debe ser deliberada y centrada en un objetivo.
Lo anterior invita a repensar el acto educativo como un espacio estimulador de la creatividad. El niño por naturaleza tiene la necesidad de manifestar sentimientos y pensamientos para otros y para sí mismo. De hecho, en el desarrollo de la creatividad se espera que el maestro dé con la estrategia que permita al niño expresar lo que desea, en el momento que quiera. Se sugiere además que haga uso de una actividad motivadora.
El docente también está llamado a respetar la espontaneidad del niño (a), de esta manera se evitarán bloqueos en la expresión y por supuesto en el pensamiento. El aula debe concebirse como un espacio que propicie ampliamente el diálogo e inhiba la crítica como medio de enseñanza y crecimiento, ya que ésta última coarta la capacidad creadora. Otra posibilidad para incrementar la creatividad radica en el cultivo del amor, la seguridad y la actividad productiva de grupos de estudio.
Para la autora resultan inseparables la inteligencia emocional y la creatividad puesto que ambos resultan en mecanismos de liberación del mundo interno del niño (a).
Para Gloton y Clero (1972) el mundo interno del niño
es un conjunto móvil y no estabilizado de emociones de sentimientos, de creencias, que tienden a exteriorizarse en razón directa a su fuerza y a su intensidad; un mundo todavía confuso y desorganizado del que el niño tomará conciencia poco a poco, en la misma medida en que podrá expresarlo en una forma accesible a los demás (p. 82).
En suma, es un proceso evolutivo y de maduración permanente, por lo que Vigotsky (1987) llama actividad creadora a cualquier tipo de actividad que cree algo nuevo, ya sea cualquier cosa del mundo exterior producto de la actividad creadora o cierta organización del pensamiento o de los sentimientos que actúe y esté presente sólo en el propio hombre (op cit, p.5). Es decir, que la actividad creadora en oportunidades es completamente observable a través de hechos concretos; y otras tantas depende de la categorización y organización del pensamiento y emociones que le de la persona.
Para estimular la creatividad, existen técnicas y estrategias y se afirma que la creatividad puede desarrollarse, aún cuando en algunas personas pareciera ser un don innato. Desde esta perspectiva, y aunado a la inteligencia emocional, la autora concluye que la técnica de De Bono (2003), Seis Sombreros para Pensar, puede considerarse un medio que desarrolla, a través de la generación de ideas para solucionar un problema, el potencial creador y, como postura a través del color que corresponda a cada participante, es considerada una técnica que invita a conocer emociones en otros y en sí mismo.
MÉTODO
El trabajo, de tipo documental, está sustentado en revisiones bibliográficas para fanalizar la importancia que tiene considerar a la escuela como formadora sobre la base de las emociones y en el desarrollo de la creatividad.
Para lo cual se planteó: (a) conceptualizar la inteligencia emocional; (b) caracterizar la escuela que aprende; (c) conceptualizar la creatividad; (d) diagnosticar los problemas emocionales en el medio social y escolar y; (e) establecer estrategias pata la formación de niños (as) con base en las emociones y en el desarrollo de la creatividad. Se consideró además la labor docente, como mediador en el proceso de formación integral del estudiante.
El estudio se desarrollo en dos fases, la primera referente a una investigación de tipo documental y la segunda en la elaboración de una propuesta educativa.
Investigación documental
Entendida como el estudio de problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su naturaleza, con apoyo principalmente en trabajos previos, información y datos divulgativos en medios impresos, audiovisuales o electrónicos (UPEL, p.15, 2003). Para ello se realizó una revisión y análisis de la información, a fin de generar conocimiento sobre una situación o realidad estudiada relacionada con la educación emocional y la creatividad en el medio escolar.
La revisión de las fuentes analizadas se refieren a:
Referencias bibliográficas asociadas a los lineamientos planteados por la UNESCO (1998), el Currículo Básico Nacional (1997) y las demandas del siglo XXI en materia educativa y;
Material electrónico actual en materia de inteligencia y educación emocional, así como también creatividad.
Las revisiones presentadas conforman la base que permitieron la construcción de conclusiones y algunas propuestas asociadas a la educación emocional y la creatividad en el ámbito educativo específicamente en la educación básica.
Propuesta educativa
Las siguientes técnicas y estrategias permitirían educar más y mejor las emociones junto con la creatividad en Educación Básica sustentadas en el marco teórico, algunas experiencias educativas y del intercambio oral con docentes y estudiantes.
Creación de una cátedra libre sobre Educación Emocional y Creatividad en la escuela como respuesta a los problemas sociales del presente, vista como un espacio para la discusión y difusión del conocimiento y como una vía de encuentro para el bien común.
Talleres y cursos para la organización escolar, propuesta que tiene su soporte en los planteamientos de Senge (2000) en las cinco disciplinas del aprendizaje organizacional.
Uso de cuentos infantiles donde se puedan analizar la preeminencia del poder, el ocio, el mundo materialista, la violencia, depresiones y agresiones (físicas y verbales), drogas, vandalismo, amor, paz, alegría, entre otros temas emocionales.
Uso del poema como texto que exalta lo sublime, lo real y lo inimaginable.
Empleo de la prensa como medio de comunicación social que transmite realidades emocionales a través de distintas formas (manchetas, títulos, artículo, imágenes, entre otros).
Uso y análisis de la importancia de la música, como medio que genera estados emocionales diversos, en función de la cual se actúa (barroca, clásica, pop, ecológica, merengue, salsa, tambor).
Uso de vídeos para su posterior análisis, debate y ejercicios, adecuados a la audiencia, (comics, drama, cuentos).
Uso de mapas conceptuales y mentales para representar la información.
Uso de la Programación neurolingüística y los canales de representación para una comunicación más asertiva, empática y efectiva consigo mismo y con el otro.
Resulta conveniente resaltar, que las propuestas anteriores han de trabajarse en conjunto con los contenidos de los programas educativos en la educación básica. Asimismo, el docente ha de emplear situaciones problemáticas que surjan del seno del grupo de estudiantes, ello hará que las propuestas sean significativas, para los estudiantes y éstos puedan apropiarse de ellas a fin de crear con la práctica y la reflexión una cultura emocional y creativa mucho más humana y beneficiosa.
Para que la propuesta pueda ser exitosa, se requieren la creatividad del docente y su modelaje en cuanto a sus emociones y el trato que éste se haga a si mismo y a otros.
CONCLUSIONES
Las emociones y la creatividad están presentes permanentemente en el quehacer diario. Juegan un papel fundamental en el modo de comportamiento y de respuestas ante situaciones. De las emociones y la creatividad dependen en gran medida la felicidad propia y la felicidad que pueda generarse del trato con el otro. De hecho, gran parte de los problemas de la sociedad actual tienen su base en las emociones, principalmente en el modo como éstas se administren, así como también las propuestas de solución a conflictos dados en ciertas circunstancias.
Desde esta perspectiva, la educación es considerada como el medio que permite optimizar, desarrollar, analizar y comprender las distintas disciplinas del currículo, generar espacios para las disertaciones, experiencias, modo de contacto con el otro, bienestar propio y creación permanente.
La mayoría de los problemas actuales se inician en la infancia, lo que permite destacar la importancia de educar las emociones desde los primeros años de vida; de allí que se observan adultos tristes, llenos de ira, rabia, fobias, miedos, lo que desencadena una escalada de problemas sociales evidenciados a través del consumo de drogas, alcohol, suicidios, violencia en el hogar, la calle, la escuela, la cárcel, violencia en el automercado, en las camionetas de pasajeros, en el metro, y en un sin fin de escenarios que forman parte del espacio donde hacen vida el niño, la niña, el adolescente y el adulto.
En síntesis, es posible señalar que la educación:
Es un proceso a través del cual se transmiten y comparten conocimientos, valores, costumbres y maneras de actuar. La misma tiene diversas formas de manifestarse, por ejemplo a través de la palabra, o por medio de las acciones, sentimientos y actitudes.
Implica al cuerpo, la mente y la emoción, es decir acción, procesamiento y creación de información y manifestación de estados emocionales.
Es un proceso social, y como tal está impregnado de sentimientos y hechos, vivencias que invitan a crear, a generar nuevos modos de coexistencia.
En un proceso de modelaje cultural, moral y conductual.
Debe ser el medio a través del cual se adquiera un mejor y mayor conocimiento de las emociones, así como la importancia de éstas y los beneficios al entrar en contacto pleno consigo mismo y con los otros.
La educación emocional, vista como proceso educativo continuo y permanente, debe formar parte del currículo en la Educación Básica, así como lo es la creatividad a través del eje desarrollo del pensamiento.
Debe permitir al niño comenzar a sentar bases de actitud positiva ante la vida.
En cuanto a la escuela:
Se deben considerar los mecanismos que permitan combinar creatividad, conocimiento y emociones.
Debe ser considerada como un espacio que permite de forma permanente el análisis de situaciones, en tal sentido, debe servir para advertir sobre las consecuencias de las emociones negativas.
Es un medio a través de la cual se comparten emociones que sirven de insumo para las relaciones humanas.
Ha de convertirse en un espacio oportuno para el desarrollo de la creatividad del niño y la niña, dado que la creatividad es un modo de expresión del mundo interno humano, que libera las ataduras impuestas de forma sublime por la sociedad.
REFERENCIAS
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