Las economías regionales. Luces y sombras de un ciclo de grandes transformaciones: 1995-2007

Alejandro Rofman y colaboradores*

Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini-Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, Pensamiento Crítico, 2012

* Patricia Collado, Inés Liliana García, Natalia Millán, Osvaldo Preiss y Cecilia Torres.

Miguel Lacabana**

** Investigador del Área de Desarrollo Urbano-Regional del Centro de Estudios del Desarrollo, Cendes, de la Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. Correo-e: mlacabana@gmail.com

Acaba de publicarse este libro del Dr. Alejandro Rofman, quién fuera profesor investigador del Área de Desarrollo Urbano-Regional de Cendes y cuyos aportes a la elaboración de un marco conceptual y metodológico para la interpretación de las economías regionales han perdurado en el tiempo y en el espacio latinoamericano.  Una muestra clara de esta afirmación la tenemos en este nuevo libro del Dr. Rofman y sus colaboradoras y colaboradores.

Con base en los desarrollos conceptuales de sistemas regionales y circuitos de acumulación repasa la evolución de las economías regionales en Argentina, entendidas estas como las regiones que están fuera del territorio de la tradicional área pampeana y cuya producción principal está dedicada a cultivos y procesamiento de algodón, vid, frutas y otros, con una estructura social que abarca desde sectores de economía familiar a estructuras empresariales consolidadas.

Para entender los efectos negativos que estas economías regionales sufrieron durante la década de los noventa el libro analiza el contexto nacional y global  y la aplicación de políticas neoliberales que privilegiaron la apertura de flujos financieros y bienes desde el exterior y el abandono del rol regulador del Estado, dando lugar a un intenso proceso de empobrecimiento de los sectores más débiles de estas economías regionales con su secuela de desempleo y exclusión social. Este marco contextual permite entender la dinámica de acumulación nacional en la cual se insertan, en forma subordinada, estas economías regionales y los efectos a todas luces negativos de esta subordinación.

El libro avanza más allá de esta situación, pues toma en cuenta las transformaciones en el régimen de acumulación que se da a partir del derrumbe financiero de 2001 en Argentina con el agotamiento del modelo de convertibilidad y los cambios políticos que trajo aparejado a partir de 2002-2003. El apoyo mayoritario de la sociedad y la voluntad política del gobierno permitió una recomposición del papel del Estado en la política económica, que resumidamente puede decirse se orientó a privilegiar el trabajo y la redistribución del ingreso y apoyar la producción nacional y el mercado interno, así como a romper los lazos de subordinación con los entes financieros internacionales y los hacedores de políticas neoliberales que llevaron a la crisis social y económica de 2001.

En lo que refiere a las economías regionales, la pregunta central del libro plantea si los efectos favorables que estas nuevas políticas tuvieron sobre un conjunto de agentes económicos que habían sido fuertemente desfavorecidos en el período anterior se trasladaron a esas economías regionales, a sus procesos productivos y a los agentes económicos más débiles de los mismos. Al respecto, el Dr. Rofman afirma que dada la dinámica estructural de estas economías se verificaron fuertes dificultades para que este efecto positivo se difundiera en las regiones no pampeanas de la Argentina. Se corrobora que el simple funcionamiento de los mercados de bienes y servicios de las regiones fue insuficiente para trasladar («derramar») los efectos positivos del crecimiento económico nacional a los agentes dominados de las cadenas productivas regionales.

De esta comprobación se desprende, a juicio del autor, la necesidad de acciones planificadas dentro de programas concretos que valoricen el desenvolvimiento de los productores que operan en estas economías regionales en forma subordinada y poder así lograr no sólo una recomposición de la trama socioproductiva, sino mejoras sustanciales en el mercado de trabajo, en los ingresos y la inclusión social. Se plantea una acción estatal firme y sostenida que apunte a agentes y sectores económicos concretos para lograr revertir las desfavorables situaciones en las que se desenvuelven y que los afectan no sólo a ellos, sino a la población de las regiones no pampeanas en general. Es decir, se trata de retomar una dinámica de desarrollo territorial virtuosa que recomponga e impulse el tejido socioproductivo local y que, a la vez, tome en cuenta las limitaciones que impone el contexto nacional y el internacional.

Una última reflexión más allá de la especificidad nacional del libro refiere a la vigencia y necesidad de los estudios regionales, que en Venezuela fueron prácticamente dejados de lado, dando lugar a un vacío de conocimiento que sin duda influye negativamente en la toma de decisiones en este nivel. Avanzar en el conocimiento de los cambios que el paso de un modelo mercado-céntrico a otro centrado en el accionar del Estado ha producido en las economías regionales locales y el papel que han jugado las amplias formas de participación popular en estos cambios parece una tarea imprescindible en el camino de una economía más diversificada nacionalmente y más inclusiva localmente.