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versão impressa ISSN 1315-0162

Saber vol.28 no.4 Cumaná dez. 2016

 

EFECTO DEL CONTENIDO DE HUMEDAD Y NIVEL DE COMPACTACIÓN DE UN SUELO ULTISOL SOBRE ALGUNAS CARACTERÍSTICAS BROMATOLÓGICAS DEL CULTIVO DE SOYA (Glycine max L. Merril cv San Baiba)
  
MARÍA TRUJILLO GALINDO, JESÚS MÉNDEZ NATERA, AMÉRICO HOSSNE GARCÍA, FRANCISCO PARRA DÍAZ
 
Universidad de Oriente, Núcleo de Monagas, Escuela de Ingeniería Agronómica, Departamento de Ingeniería Agrícola, Maturín, Monagas, Venezuela. E-mail: mariatrujillogalindo@gmail.com.
 
RESUMEN
 
Debido a que los problemas de compactación de suelos como limitante en el desarrollo de los cultivos han sido tradicionalmente  estudiados  de  manera  independiente  del  factor  humedad,  se  realizó  un  experimento  para determinar  el  comportamiento  del  cultivo  de  Soya  (Glycine  max  L.  Merrill  cv  San  Baiba)  con  respecto  a  la humedad y la compactación de un suelo Ultisol de la sabana del estado Monagas, Venezuela. Se utilizó un diseño de bloques al azar en arreglo factorial donde se estudió la interacción de cuatro niveles de compactación a través de  diferentes  número  de  golpes  por  capa  (0,  12,  24,  36)  y  cuatro  de  humedad  a  través  de  la  variación  de  la frecuencias de riego (todos los días, cada dos días, cada tres días y cada cuatro días). Se evidenció que la masa fresca  foliar  y  de  ramas,  así  como  el  área  foliar  se  vieron  afectadas  por  la  frecuencia  de  riego  arrojando  las siguientes ecuaciones de regresión, respectivamente: Y = 905,035 + 1691,364 x - 390,280 x2 con un R2 = 98,12%, Y = 16,770 + 23,350 x - 5,250 x2 con un R2  = 98,40 % y Y = 17,535 + 7,576 x - 2,08 x2 con un R2 = 97,61 %. Por otra parte, la masa seca de ramas se vio afectada por la interacción. Las variables masa seca foliar, porcentaje de cenizas, extracto etéreo, fibra cruda, materia orgánica, materia seca y proteína cruda no mostraron diferencias significativas para ninguno de los factores evaluados ni su interacción.
 
PALABRAS CLAVE: Bromatología, compactación, soya.

EFFECT OF MOISTURE CONTENT AND LEVEL OF COMPACTION OF  AN ULTISOL SOIL ON SOME BROMATOLOGIC CHARACTERISTICS OF CULTIVATION OF SOYBEAN  (Glycine max L. Merrill cv San Baiba)
 
ABSTRACT
 
Since  problems  of  soil  compaction  as  a  limiting  factor  in  crop  development  have  been  traditionally  studied independently  of  the  moisture  factor,  an  experiment  was  performed  to  determine  the  behavior  of  Soybean (Glycine max L. Merrill cv San Baiba) with respect to moisture and compaction of an Ultisol soil from a savannah in  Monagas  state,  Venezuela.  A    randomized  block  design  with  factorial  arrangement  was  used  where  the interaction of four levels of compaction was studied through different number of strokes per layer (0, 12, 24, 36) and four levels of moisture through the variation of the irrigation frequencies (every day, every two days, every three  days  and  every  four  days).  It  was  evidenced  that  the  fresh  leaf  and  branches  masses  and  leaf  area  were affected  by  the  frequency  of  watering  with  the  following  regression  equations,  respectively:  Y  =  1691.364 905.035 + x – 390.280 x2 with R2 = 98.12%, Y = 16.770 + 23.350 x – 5.250 x2 with R2 = 98.40% and Y = 17.535+ 7.576 x – 2.08 x2 with R2 = 97.61%. In the other hand, the dry mass of branches was affected by the interaction. The variables dry foliar mass, percentage of ash, ether extract, crude fiber, organic matter, dry matter and crude protein showed no significant differences for any of the factors and their interaction.
 
KEY WORDS: Bromatology, compaction, soy.

Recibido: febrero 2015. Aprobado: julio 2016. Versión final: septiembre 2016.
 
INTRODUCCIÓN
 
En Venezuela, la compactación de los suelos bajo cultivo intensivo, ha sido señalada como una de  las  formas  más  generalizadas  de  degradación del suelo (Florentino 1989), la cual está en franco crecimiento,  principalmente  en  las  zonas  de  los llanos  orientales  (Pla  1990),  situación  que  se intensifica  al  no  contar  con  sistemas  de producción  bajo  riego,  donde  se  presentan periodos  de  sequía  largos  que  además  limitan  el aprovechamiento  de  los  nutrimentos,  y  por  ende una baja en los rendimientos  (Materechera  et al. 1993).
 
El  uso  indiscriminado  de  labores  de mecanización,  ha  llevado  al  desarrollo  de  capas subsuperficiales altamente compactadas las cuales coinciden con la zona de mayor desarrollo radical para  la  mayoría  de  los  cultivos.  Esta  situación genera un descenso en la permeabilidad del suelo al  agua  y  al  aire,  así  como  también,  una  alta resistencia  a  la  penetración,  lo  que  origina  una inhibición  del  crecimiento  radical  de  las  plantas  que  allí  se  establezcan  (Florentino  1989,  Pla 1990).  Estas  raíces  al  no  poder  penetrar profundamente,  traen  como  consecuencia  un aumento de la susceptibilidad de los cultivos a la sequía  y  un  menor  aprovechamiento  de  los nutrimentos,  por  ende  una  baja  en  los rendimientos (Materechera et al. 1993).
 
En Venezuela se han reportado problemas de sellado y encostramiento, compactación y erosión acelerada; siendo los dos últimos, los procesos que a  nivel  mundial  se  señalan  como  de  mayor importancia  económica,  ya  que  las  propiedades físicas  del  suelo  condicionan  el  desarrollo  y  la penetración  de  las  raíces  de  los  cultivos  (Parra 2009).
 
Parra (2009) encontró que la altura y número de hojas en el cultivo de soya se ve afectada por las  variaciones  en  la  humedad  del  suelo  y  en  el nivel de compactación,  mostrando una tendencia cuadrática convexa con el aumento de la densidad seca y humedad del suelo. Por su parte Ledezma (2015)  reportó  que  en  el  cultivo  de  frijol  la longitud radical fue influenciada mayormente por el  factor  compactación  siendo  los  tratamientos con cero número de golpes/capas los que arrojaron un  promedio  superior  de  6,06  cm  y  un  valor inferior  de  3,6589  cm  para  los  tratamientos  con veinte números de golpes/capas (más compactados), resaltando la importancia de estos factores sobre el desarrollo de los cultivos.
 
Por otra parte Maduro  et al. (2012), reportan que  a  medida  que  aumenta  la  lámina  de  riego aplicada  al  cultivo  de  soya,  se  evidencia  mayor rendimiento  de  grano,  más  de  3.600  kg/ha,  con dosis  de  riego  superiores  a  380  mm  durante  el ciclo, sin embargo no se detalla el efecto sobre las variables vegetativas usadas.
 
La  soya  (Glycine  max  L.  Merrill)  es  la principal  fuente  de  proteína  vegetal  y  un componente importante de los alimentos balanceados que se usan para la nutrición animal en  el  mundo,  pudiendo  ser  aprovechada  como silaje, en mezcla con otros forrajes, o bien seca y molida como componente de alimentos balanceados  (Tobía  et  al.  2006).  Debido  a  sus características nutricionales, su alta productividad en términos de materia seca y la facilidad que esta ofrece  para  la  cosecha  mecánica,  la  soya representa  un  importante  recurso  dentro  del manejo  de  forrajes  (Tobía  y  Villalobos  2004); además  posee  alta  adaptabilidad  en  nuestras sabanas  orientales,  es  por  ello  que  se  realizó  un experimento  para  determinar  el  efecto  de  la compactación  y  humedad  del  suelo  que  son factores que influyen sobre las propiedades físico y mecánicas y a su vez condicionan el desarrollo de los cultivos, pero específicamente sobre el área foliar, masa fresca y seca de ramas, masa fresca y seca foliar y contenido de cenizas, extracto etéreo, fibra  cruda,  materia  orgánica,  materia  seca  y proteína  cruda,  parámetros  que  caracterizan  la calidad de la soya para uso forrajero.
 
MATERIALES Y MÉTODOS
 
El  ensayo  se  realizó  en  el  invernadero  de Postgrado de la Universidad de Oriente Núcleo de Monagas campus Juanico, ubicado en la ciudad de Maturín, sector Juanico, de acuerdo a coordenadas UTM E-482908,31 N-1076748,00 y E-482924,24 N-1076752,51  a  52  m.s.n.m,  trabajando  con material obtenido de la sabana de Jusepin, estado Monagas,  Venezuela,  a  147  m.s.n.m.,  UTM  E-451257,00  N-1078422,00  como  punto  de referencia;  con  una  precipitación  anual  de  1.127 mm y una temperatura media anual de 27,5ºC . El suelo  muestra  características  de  un  Ultisol, subgrupo  de  los  Oxic  Paleustult,  familia Isohipertérmic  (Espinoza  1970),  en  condiciones de  suelo  sometido  a  labores  de  encalado  y fertilización,  además  de  ser  utilizado  en  la explotación de varios cultivos.
 
El ensayo se realizó bajo un diseño de bloques al  azar  en  arreglo  factorial  (4  x  4)  con  cuatro repeticiones,  cuyos  factores  fueron  los  cuatro niveles  de  compactación  establecidos  por diferentes número de golpes por capa (0, 12, 24, 36) y cuatro frecuencias de riego (todos los días, cada dos días, cada tres días y cada cuatro días), estudiando el efecto aislado y la interacción de los mismos.  Las unidades experimentales estuvieron conformadas  por  sesenta  y  cuatro  recipientes  de PVC (Polivinil Chloride) de 1,5 cm de espesor, 30 cm  de  diámetro  y  30  cm  de  profundidad,  en  los cuales se depositó un volumen de suelo de 0,019 m3 por cilindro.
 
El suelo una vez seco al aire fue tamizado con tamiz N°10 marca Soiltest modelo Nº CB-810 de malla de 2 mm de diámetro. Los diferentes niveles de  compactación  fueron  establecidos  por  la variación  de  volumen  en  cada  cilindro  lo  que generó  diferentes  densidades,  al  aplicarle  los diferentes  números  de  golpes  por  capa  (0:  1,36 g/cm3,  12:  1,39  g/cm3,  24:  1,41  g/cm3,  36:  1,44 g/cm3) según el método Proctor de compactación a caída libre. Los porcentajes de humedad fueron determinados usando el método de los dedales de yeso  y  la  cantidad  añadida  de  agua  (1  litro)  por cilindro en sus respectivas frecuencias, generando las variaciones en las humedades por las distintas frecuencias de riego: todos los días (9,71%), cada dos  días  (8,93%),  cada  tres  días  (3,37%)  y  cada cuatro días (3,86%).

Antes  de  la  siembra  se  aplicó  la  cantidad  de fertilizante en función de 25-100-120 kg/ha de N-P-K  según  Solórzano  et  al.  (2005).  En  total  se usaron 320 semillas (cinco semillas por cilindro) para  luego  dejar  dos  plantas  por  unidad experimental, las cuales fueron inoculadas con el producto de nombre comercial RHIZOPLUS, con base  en  bacterias  fijadoras  de  nitrógeno Bradyrhizobium japonicum, también se les aplicó VITAVAX  un  fungicida  con  base  en  cobre  y LEGUMOL un complemento nutricional de cobre y  molibdeno.  Las  plantas  fueron  cosechadas  por bloques de tal manera que a los 72 días después de la  siembra  se  cosechó  el  primero,  a  los  73  el segundo,  a  los  74  el  tercero  y  a  los  75  el  cuarto bloque  en  un  estado  reproductivo  entre  V5  (5 nudos)  y  R2  (floración  completa)  (Ferh  et  al. 1991).
 
Análisis y procesamiento de los datos
 
Para  cada  variable  se  realizó  el  análisis  de varianza de bloques al azar en arreglo factorial (4 x  4)  y  cuatro  repeticiones  con  un  nivel  de significación de 0,05; luego se aplicó análisis de regresión  con  el  programa  estadístico  Stadistical Program Social Science (SPSS Statistical versión 17.0).
 
Área foliar
 
Se cortaron cuatro cilindros de 1 cm2 de área cada uno para cada tratamiento escogido de hojas seleccionadas al azar, a estos se les determinó la masa  fresca  y  seca,  para  que  por  medio  de  una regla de tres simple se estimara el área foliar de la masa fresca y seca total por cada tratamiento.
 
Determinación de la masa fresca y seca foliar y de ramas
 
La  masa  fresca  foliar  fue  determinada mediante el uso de una balanza analítica de 0,001 g de precisión y posteriormente fueron llevadas a estufa por 72 h a 75°C y pesadas nuevamente para determinar  la  masa  seca  foliar,  así  mismo  se determinó posterior a la extracción de las hojas, la  masa seca y fresca de ramas.

Materia seca, materia orgánica, porcentaje de cenizas, proteína cruda, extracto etéreo y fibra cruda
 
Estas  variables  fueron  determinadas  a  través de metodologías estandarizadas y de uso frecuente en el  Laboratorio de Nutrición  Animal  y Forraje de la Universidad de Oriente, Núcleo de Monagas, Venezuela, reportadas por FONAIAP (1999).
 
RESULTADOS
 
Área foliar
 
El  análisis  de  varianza  de  bloques  al  azar  en arreglo  factorial  (4  x  4)  arrojó  diferencias significativas  para  el  factor  frecuencia  de  riego, mostrando  una  media  general  de  2.206,34  mm2  con  un  coeficiente  de  variación  del  45,24%.  Del análisis de regresión resultó significativo el factor frecuencia de riego para la ecuación cuadrática Y = 905,035 + 1691,364 x - 390,280 x2 con un R2 = 98,12 %, lo que indica que hubo aumento del área foliar hasta la frecuencia de riego de cada dos días, que  luego  disminuyó  progresivamente  hasta  la frecuencia de riego de cada cuatro días, tal como
se muestra en la presente Figura 1.
 
Figura 1. Comportamiento del área foliar (mm2) en función de la variación de las cuatro frecuencias de riego establecidas.

 
Masa fresca foliar
 
Se  presentó  un  promedio  general  de  35,77  g con  un  coeficiente  de  variación  del  28,19%, arrojando diferencias significativas para el factor frecuencia  de  riego,  según  análisis  de  varianza. Del  análisis  de  regresión  resultó  significativo  el factor  frecuencia  de  riego  para  la  ecuación cuadrática Y = 16,770 + 23,350 x - 5,250 x2 con un  R =  98,40%,  lo  que  indica  que  hubo  un aumento  de  la  masa  fresca  foliar  hasta  la frecuencia  de  riego  de  cada  dos  días  que  luego disminuyó progresivamente hasta la frecuencia de riego de cada cuatro días, tal como se muestra en la presente Figura 2.
 
Masa seca foliar
 
El  respectivo  análisis  de  varianza  no  arrojó diferencias  significativas  entre  los  tratamientos por  efecto  de  los  factores  establecidos. Obteniéndose un promedio general de 10,85 g con un coeficiente de variación de 30,25%.

Figura  2.  Comportamiento  de  la  masa  fresca  foliar  (g)  en función  de  la  variación  de  las  cuatro  frecuencias  de  riego establecidas.

 
Masa fresca de las ramas
 
El  análisis  de  varianza  de  bloques  al  azar  en arreglo  factorial  (4  x  4)  mostró  diferencias significativas  para  el  factor  frecuencia  de  riego, obteniéndose un promedio general de 20,87 g con un  coeficiente  de  variación  de  25,85%.  Del análisis de regresión resultó significativo el factor frecuencia de riego para la ecuación cuadrática Y = 17,535 + 7,576 x - 2,08 x2 con un R2 = 97,61%. En  la  Figura  3  se  presenta  el  comportamiento cuadrático de la masa fresca de las ramas la cual aumenta  hasta  llegar a la  frecuencia de cada dos días y luego disminuye.
 
Masa seca de las ramas
 
Se presentó un promedio general de 6,82 g con un  coeficiente  de  variación  de  20,68%,  y  el análisis de varianza de bloques al azar en arreglo factorial (4 x 4) mostró diferencias significativas para la interacción de los factores.
  
Figura 3. Comportamiento de la masa fresca de las ramas (g) en función de las cuatro frecuencias de riego establecidas.

 
En la Figura 4 se puede observar cómo la masa seca  de  las  ramas  para  la  frecuencia  de  riego  de todos los días muestra un comportamiento cúbico con dos puntos de inflexión uno superior para los doce  golpes  por  capa  y  uno  inferior  para  los  24 golpes  con  un  mayor  valor  para  los  doce  golpes por  capa.  Para  la  frecuencia  de  cada  dos  días  se muestra  un  comportamiento  cúbico  con  dos puntos  de  inflexión  uno  superior  para  los  24 golpes por capa y uno inferior para los 12 golpes con un mayor valor en los 24 golpes por capa; en cuanto a la frecuencia de riego de cada tres días y cuatro días se presentó un comportamiento lineal aumentando a medida que aumenta el número de golpes por capa.

Figura 4. Comportamiento de la masa seca de las ramas (g) en función de la variación de las frecuencias de riego y el número de golpes por capa establecidos.


Porcentaje  de  cenizas,  extracto  etéreo,  fibra cruda,  materia  orgánica,  materia  seca  y proteína cruda.
 
Para  todas  estas  variables  no  se  presentó diferencias significativas según resultados arrojados por los respectivos análisis de varianza, obteniéndose  para  el  porcentaje  de  cenizas  un promedio general de 8,08% con un coeficiente de variación  de  10,04%,  para  el  extracto  etéreo  un promedio general de 4,63 %con un coeficiente de variación  de  2,10%  ,  para  la  fibra  cruda  un promedio general de 18,70% con un coeficiente de variación de 10,86%; para la materia orgánica un promedio general de 81,52% con un coeficiente de variación  de  3,00%;  para  la  materia  seca  un promedio general de 89,72% con un coeficiente de variación  de  2,57%  y  para  la  proteína  cruda  un promedio general de 15,09% con un coeficiente de variación de 20,44%.
 
DISCUSIÓN
 
Bascur  et  al.  (1985),  usando  método  de termometría infrarroja encontraron variaciones en el comportamiento de plantas de frijol bajo déficit hídrico en comparación con plantas irrigadas. En las plantas estresadas, el área foliar fue levemente menor  en  los  tratamientos  sometidos  a  sequía, coincidiendo con los resultados obtenidos en este experimento  donde  el  área  foliar  se  vio  afectada por  la  frecuencia  de  riego  disminuyendo  con  el aumento de esta.
 
Con  base  en  esto  Aldazábal  (2003)  encontró que  en  el  transcurso  del  ciclo  vital  de  la  planta ocurrió una disminución del área foliar específica durante  las  tres  épocas  de  sequía  estudiadas, coincidiendo con los resultados obtenidos en este experimento, donde la frecuencia de riego resultó  ser  el  factor  significativamente  determinante sobre el área foliar. Con respecto a esto García y Ferrarotto (2009) reportan que bajo una condición de estrés hídrico en la soya, el área foliar se reduce y  la  biomasa  en  la  semilla  disminuye  a consecuencia  de  bajas  tasas  fotosintéticas, reducción  en  la  suplencia  de  asimilados  e inhibición del metabolismo de la semilla.
 
En  la  partición  de  fotoasimilados  existe  un efecto  de  la  deficiencia  hídrica  en  el  peso  de  la materia  seca  de  ramas,  tallo,  vainas,  semillas  y peso seco de la materia total de las plantas, según resultados  observados  por  Dasberg  y  Bakker (1970), Brandes et al. (1972) y Castro (1977), bajo condiciones  de  campo,  lo  que  coincide  con  los resultados de este experimento donde la masa seca de ramas se vio afectada significativamente por la frecuencia de riego, disminuyendo con el aumento de la misma.
 
Las  diferencias  dentro  de  los  parámetros  de crecimiento  y  productividad  en  los  diferentes cultivares se deben a que los primeros efectos del déficit hídrico se manifiestan como reducción del área  foliar  y  resistencia  estomática,  influyendo directamente  sobre  la  masa  fresca  y  seca  foliar. Este  último  factor  es  el  responsable  de  la reducción  de  la  fotosíntesis  en  condiciones  de estrés  hídrico  en  frijol  (Bascur  et  al.  1985), pudiéndose entonces comparar con el efecto de la frecuencia  de  riego  sobre  el  área  foliar  en  soya donde esta disminuyó al disminuir la humedad del suelo.
 
Muñoz et al. (1983) informaron que en la soya el contenido de proteína cruda en las hojas y en las vainas  (con  las  semillas)  es  de  24  y  28%, respectivamente  y  el  extracto  etéreo  (grasa)  del forraje  es  de  aproximadamente  10%;  que  al comparar  estos  valores  con  los  resultados obtenidos en este experimento donde se obtuvo un promedio  del  15,09%  se  puede  decir  que  los niveles  estuvieron  bajos  al  igual  que  con  el extracto etéreo que fue de 4,63 %. Sin embargo, Lascano  et  al.  (1990),  reportaron  que  las leguminosas tienen como atributo principal desde el punto de vista de forraje para el ganado, altos contenidos de proteína de las cuales varían del 14 al  28%  y  bajos  contenidos  de  fibra  menores  al 40% lo que permite un mayor consumo voluntario y  digestibilidad  obteniendo  incrementos  en  los rendimientos  productivos  de  carne  y  leche  hasta de  un  50%  o  más.  Y  que  de  acuerdo  a  esto  los contenidos  de  fibra  y  proteína  obtenidos  en  el ensayo no se alejan mucho de estos niveles.
 
La  soya  es  la  principal  fuente  de  proteína vegetal  y  un  componente  importante  de  los alimentos  balanceados  que  se  usan  para  la nutrición animal en el mundo. Tobía y Villalobos (2004)  encontraron  que  la  composición  química del forraje de soya fue de 26,7% de materia seca, 20,2% de proteína cruda, 6,7% de grasa, 5,5% de cenizas, 42,2% de fibra neutro detergente, 25,4% de  carbohidratos  solubles  en  solución  neutro detergente.  Coincidiendo  con  los  resultados obtenidos  menos  con  respecto  a  la  materia  seca donde  el  valor  reportado  es  mucho  menor  al obtenido en este experimento.
 
En  el  desarrollo  del  cultivo  de  soya  la  etapa más  sensible  al  estrés  hídrico  es  la  comprendida entre la fructificación avanzada (R4) y el llenado de granos (R6) (Ferh  et al. 1991) ya que presenta características  morfológicas  y fisiológicas que le otorgan  capacidad  para  compensar  daños causados por estrés hídrico, como es la posibilidad de  ramificar,  la  extensa  etapa  de  floración  y  el aumento en el número de estructuras reproductivas  (Giménez  2014)  respaldando  lo obtenido  en  la  siguiente  investigación  donde  no hubo diferencias significativas sobre las variables porcentaje de cenizas, extracto etéreo, fibra cruda, materia  orgánica,  materia  seca  y  proteína  cruda, debido a que la duración del ensayo  fue hasta el estado V5 y R2 , antes del período reportado como crítico.
 
Respaldando  esto,  Salvagiotti  et  al.  (2010) trabajando  en  el  sur  de  Santa  Fe  (Argentina), reportan  que  variables  relacionadas  a  la disponibilidad  hídrica  para  el  cultivo,  separan situaciones  de  diferente  comportamiento  en cuanto  a  la  relación  rendimiento-ambiente, señalando que cualquier tipo de stress que sufra el cultivo en el periodo entre comienzo de floración (R1)  y  comienzo  de  llenado  de  semillas  (R5) afectará directamente el rendimiento de semillas.
 
En  los  sistemas  de  producción  de  soya  de secano  en  Argentina,  el  estrés  hídrico  afecta  la fotosíntesis,  la  producción  de  biomasa  y  la productividad  de  los  cultivos,  tal  como  se  ha obtenido  en  la  presente  investigación  donde  el factor  frecuencia  de  riego  influyó  sobre  las variables área foliar, masa fresca foliar  de ramas y masa seca de ramas (Salvagiotti 2009).
 
CONCLUSIONES
 
El  área  foliar  mostró  un  comportamiento cuadrático  en  función  de  la  variación  de  la frecuencia  de  riego,  descrito  en  la  ecuación  Y  = 905,035  +  1691,364  x  -  390,280  x2  con  un  R2  = 98,12  %;  de  igual  manera  la  masa  fresca  foliar presentó un comportamiento  descrito a través de la  ecuación  cuadrática  Y  =  16,770  +  23,350  x  - 5,250 x2 con un R2 = 98,40 % y la masa fresca de ramas a través de la ecuación Y = 17,535 + 7,576 x - 2,08 x2 con un R2 = 97,61 %. Por otra parte la variable masa seca de ramas se vio afectada por la interacción  de  los  factores  frecuencia  de  riego  y número  de  golpes  por  capa  con  una  tendencia cuadrática  en  todos  los  casos.  El  contenido  de cenizas,  extracto  etéreo,  fibra  cruda,  materia orgánica,  materia  seca  y  proteína  cruda  no  se vieron  afectadas  por  ninguno  de  los  factores establecidos.
 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 
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