Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología
versión impresa ISSN 1315-2556
Rev. Soc. Ven. Microbiol. v.21 n.2 Caracas jul. 2001
Dermatofitos causantes de Tinea capitis en niños y adolescentes
Brito, A.*; Marcano, C.**, Rivas, G.* y Rodríguez, F.*
* Pasantes del Postgrado de Micología Médica del Instituto Nacional de Higiene "Rafael Rangel" y Ministerio de la Salud y Desarrollo Social (MSDS).
** Jefe del Laboratorio de Micología "Dr. Dante Borelli", Instituto de Medicina Tropical (IMT), Universidad Central de Venezuela. Profesor Asociado de la Cátedra de Micología de la Escuela de Medicina "Luis Razetti", UCV.
Resumen
Se estudiaron un total de 61 pacientes, con edades comprendidas entre 0 a 19 años, correspondiendo 27 (44,7%) al género femenino y 34 (55,7%) al masculino. El grupo etario donde hubo mayor número de pacientes con Tinea capitis fue el de 5 a 9 años, predominando en el género masculino. El tipo de dermatofito más frecuentemente aislado fue M. canis, 37/53 (69,8%), seguido de T. tonsurans, 12/53 (22,6%). No se logró demostrar ningún agente de Tinea capitis en 8/61 (13,1%). Al comparar el resultado del cultivo con el EMD, no hay discordancias entre los dos procedimientos utilizados.
Palabras-clave: Tinea capitis, Dermatofitos, Microsporum canis.
Dermatophytes causing Tinea capitis in children and adolescents
Abstract
We studied a total of 61 patients aged between 0 to 19 years, 27 females (44.7%) and 34 males (55.7%). The age group with the greater number of patients was from 5 to 9 years, being more frequent in males. The fungus more frequently isolated was M. canis 37/53 (69.8%), followed by T. tonsurans 12/53 (22.6%). We had negative cultures in 8/61 (13.1%). When we compare results of culture with the direct mycological examination, we find no differences between methods.
Introducción
Tinea capitis es una infección del cuero cabelludo, producida por varias especies de hongos dermatofitos, los cuales causan la mayoría de las micosis superficiales (1, 2).
La dermatofitosis más frecuente en la niñez es Tinea capitis, principalmente entre los 5 y 10 años de edad; a partir de los 11 años, se observa un descenso pronunciado (3); También se han descrito casos en menores de 1 año y en adultos en edad avanzada, sobre todo en mujeres post-menopáusicas (4,5,6,).
Según algunos autores, la frecuencia de infección es 2:3, a predominio del género masculino (7, 8). Otros manifiestan que la frecuencia de infección para los niños es de hasta 5 veces más que para las niñas; sin embargo, después de la pubertad, el fenómeno se presenta a la inversa (9, 10, 11).
Se sabe que algunos de los dermatofitos causantes de Tinea capitis se transmiten a otros miembros de la familia (especialmente a aquéllos que se clasifican como antropófilos), así como a otros contactos estrechos.
En Tinea capitis por Microsporum audouinii, al examinar a los miembros de la familia susceptible se ha demostrado que se infectan el 75% de los hermanos varones y el 31% de las hembras (7, 8). Es frecuente la transmisión de esta afección, producida por Trichophyton tonsurans, Trichophyton violaceum, Trichophyton schoenleinii entre los miembros de la familia (12, 13, 14). Esta transmisión se produce en sentido vertical y horizontal; las infecciones no tratadas se transmiten de la madre al hijo y de hermano a hermana.
Estudios epidemiológicos realizados en Michigan, EE. UU., demostraron hace varios años que la infección en niños escolares es seguida de infección en sus hermanos en edad pre-escolar (15).
La costumbre en los niños de compartir peines y gorras, además de la falta de lavado de la cabeza , se asocian con Tinea capitis (8).
Según algunos autores, la presencia de ácidos grasos con cadenas de longitud media (C8-C12) en las secreciones sebáceas post-puberales, tienen una acción micotóxica sobre los dermatofitos (3, 11, 16). Aunque se han realizado estudios donde no se ha encontrado diferencia alguna en la actividad fungostática del sebo pre y post-puberal (17).
En las infecciones por Microsporum, la curación suele ocurrir sin novedad, en forma espontánea, y ésta puede suceder durante o después de la pubertad (18, 19).
La infección por Trichophyton puede persistir hasta la edad adulta (3-6, 16).
El orden en la frecuencia de los agentes causales de la Tinea capitis varían de un sitio a otro alrededor del mundo, e inclusive en una misma región, con el transcurso de los años (10, 11, 20-24).
La emigración, los hábitos sociales y los viajes intercontinentales son responsables en parte de los cambios en la distribución de los agentes causales (25).
De acuerdo a la clínica, agentes etiológicos y la evolución, la Tinea capitis se clasifica en: 1) No inflamatoria, siendo los agentes causales más frecuentes en Venezuela Microsporum canis y Trichophyton tonsurans. 2) Inflamatoria, siendo las especies más frecuentes en Venezuela Trichophyton mentagrophytes y Microsporum gypseum (2).
El cabello infectado por M. canis presenta fluorescencia verde brillante al aplicársele la lámpara de Wood (luz ultravioleta).
El examen directo de los pelos dañados al microscopio revela dos tipos de invasión: a) ectothrix (M. Canis, M. gypseum), y b) endothrix (T. tonsurans, T. violaceum).
En el tratamiento de la Tinea capitis la griseofulvina es la droga de elección. Se administra a la dosis de 15-20 mg/kg/día, 3 veces al día durante 6-8-semanas, por vía oral (26). El fármaco debe ser administrado después de una dieta rica en grasas, con el fin de aumentar la absorción en el tracto digestivo (3, 16, 27). El tratamiento con esta droga es más barato y mejor tolerado (28).
El itraconazol ha demostrado igualar a la griseofulvina en eficacia terapéutica en la Tinea capitis causada por M. canis, en dosis de 100 mg/día/6 semanas (29) y para T. tonsurans en dosis de 3-5mg/día /30 días (30).
La terbinafina se ha utilizado con gran éxito en pacientes con Tinea capitis producida por T. tonsurans y T. violaceum (31). No se puede decir lo mismo en la producida por el genero Microsporum, en la cual no se consiguen respuestas clínico-micológicas favorables (32, 33).
Algunos autores consideran que los portadores de T. tonsurans en el cuero cabelludo deben utilizar champú de ketoconazol hasta conseguir la negativización de los cultivos (34-36).
En caso de Tinea capitis por M. canis, se debe controlar clínica y micológicamente a los niños por tiempo prolongado ( 34-36,).
El objetivo de esta investigación fue determinar la frecuencia de dermatofitos en niños y adolescentes, con diagnóstico clínico de Tinea capitis, según edad, género, además de la correlación entre el Examen Microscópico Directo (EMD ) y el cultivo.
Materiales y Métodos
Se estudiaron retrospectivamente 61 muestras procedentes de pacientes con sospecha clínica de Tinea capitis que acudieron a la consulta de Micología del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela.
La revisión abarcó desde enero de 1993 hasta diciembre de 1998. Se recopilaron los siguientes datos: edad, género, contacto con animales, procedencia (Caracas o interior del país), fluorescencia a la lámpara de Wood, examen directo al fresco de los pelos dañados, crecimiento en el medio de cultivo.
La toma de la muestra del cuero cabelludo se llevó a cabo mediante raspado con bisturí estéril de las lesiones costro-escamosas, y se tomaron pelos con pinzas estériles.
Se realizó examen al fresco con KOH al 10% y tinta Parker a los pelos afectados, para observar el tipo de ataque (ecto o endothrix). Además, parte de la muestra se sembró (cuatro tubos por cada una) en el medio de agar lactritmel (37), y se dejaron a temperatura ambiente con revisión periódica cada 7 días por 3 semanas.
La identificación de las colonias sospechosas se realizó según las características macro y microscópicas observadas, siguiendo los criterios ya descritos (38, 39).
Metodología estadística: se trata de un estudio descriptivo, retrospectivo, donde se utilizaron valores absolutos y porcentajes. Además, se aplicó la prueba de MacNemar, para comparar los resultados del cultivo y el Examen Microscópico Directo (EMD).
Resultados y Discusión
Se estudiaron un total de 61 pacientes, con edades comprendidas entre 0 a 19 años, correspondiendo 27 (44,3%) al género femenino y 34 (55,7%) al masculino (cuadro 1). El grupo etario donde hubo mayor número de pacientes con Tinea capitis fue el de 5 a 9 años, predominando en él el género masculino, lo cual concuerda con la literatura revisada (3, 7, 8).
Cuadro 1. Tiña de la cabeza, según edad y sexo. Instituto de Medicina Tropical, Universidad Central de Venezuela, 1993-1998.
Como podemos apreciar en el cuadro 2, el tipo de dermatofito más frecuentemente aislado fue M. Canis, 37/53 (69,8%), seguido de T. tonsurans, 12/53 (22,6%), T. mentagrophytes, 2/53 (3,8%), M. gypseum, 2/53( 3,8%). No se logró demostrar ningún agente de Tinea capitis en 8/61 (13,1). M. canis es el agente más frecuente en Venezuela y otros países del mundo, a difeencia de T. tonsurans, que se aísla en EE UU, Canadá y México (11, 16, 27).
Se observaron placas únicas en 23/61 (37,7%) y múltiples en 37/61 (62,3%) (cuadro 3).
Cuadro 2. Dermatofitos aislados en tiña de la cabeza. Instituto de Medicina Tropical, Universidad de Venezuela, 1993-1998.
Cuadro 3. Presencia de placas únicas o múltiples en pacientes con tiña de la cabeza. Instituto de Medicina Tropical, UCV, 1993-1998.
El 77% de los pacientes con Tinea capitis por M. canis refirió el contacto con gatos y perros. La prueba con la lámpara de Wood para el M. canis fue positiva en un 65% y negativa en un 35% (cuadro 4).
Cuadro 4. Prueba de fluorescencia en la detección de M. Cani en pacientes con tiña de la cabeza. Instituto de Medicina Tropical, UCV, 193-1998.
En el cuadro 5 podemos apreciar que, al comparar el resultado del cultivo con el EMD mediante la prueba de McN, no hay discordancias entre los dos métodos utilizados. Para algunos autores, como Gan et al y Tanz et al., el EMD con KOH es un procedimiento poco fiable, por la baja sensibilidad (54 y 59%, respectivamente) (40, 41). Ellos opinan que el cultivo es el mejor procedimiento para hacer el diagnóstico de Tinea capitis; sin embargo, del Palacio, A. y col. (42) opinan que es imprescindible que el examen directo sea positivo, para establecer con certeza este diagnóstico, ya que es posible obtener cultivos positivos en portadores asintomáticos, y que deberían utilizarse en cualquier caso técnicas semicuantitativas en los cultivos.
Cuadro 5. Comparación del cultivo y del examen microscópico directo (EMD) en tiña de la cabeza. Instituto de Medicina Tropical, UCV, 1993-1998.
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