Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología
versión impresa ISSN 1315-2556
Rev. Soc. Ven. Microbiol. v.25 n.1 Caracas ene. 2005
Continuidad institucional
Publicar un primer número de una revista,
significa para los organismos editores
una responsabilidad ineludible
a la que no se puede renunciar nunca más
después que el primer paso haya sido dado
Francisco De Venanzi
Acta Científica Venezolana 1950, 1,2: 82-83
Con frecuencia se afirma que en Venezuela, y en general en América Latina, la vida media de las publicaciones científicas, así como de las sociedades u organizaciones que las editan es muy baja. Hablamos de revistas efímeras. Hay mucho de verdad en esta apreciación. Algunas de nuestras primeras publicaciones como El Naturalista y el Eco Científico, fundadas en 1857 en el seno de la Facultad Médica de Caracas -medio siglo después de la instalación del primer taller de imprenta en la Capitanía General de Venezuela, apenas lograron la edición de un par de números (¡muy importantes por cierto!). Aunque esta historia se repite una y otra vez, encontramos notables excepciones a este fenómeno de discontinuidad institucional tan característico de nuestra sociedad. Quizás el ejemplo más notable sea la Gaceta Médica de Caracas, fundada por Razetti en 1893. Con más de un siglo de vida, esta emblemática publicación debió transitar y sortear dificultades de todo tipo, superar la indiferencia y las presiones, para llegar hasta nuestros días transformada en una publicación moderna, que sin perder su perfil originario, ha recogido en sus páginas la evolución de la medicina venezolana y las ciencias afines. Lamentablemente, el síndrome del morir antes de tiempo que tanto ha afectado el desarrollo institucional durante el siglo XX, sigue siendo una amenaza no superada en lo que va del siglo XXI. Son muchos los proyectos y los esfuerzos editoriales que se han quedado en el camino. Pero, también es cierto que no son pocos los que haciendo camino al andar han logrado consolidar proyectos editoriales. Ese es el caso de la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología (RSVM).
Cuando un grupo o institución toma la decisión de iniciar un proyecto editorial -por modesto que este sea- adquiere el compromiso de llevarlo adelante hasta sus últimas consecuencias. Ese es el compromiso que hemos adquirido desde siempre con la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología. En un Simposio sobre publicaciones científicas organizado por la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia y la Asociación Interciencia (Caracas, 1987) Philip Abelson, editor de la revista Science, recomendaba a los editores que vivimos y trabajamos en esta parte del mundo (en desarrollo) tomar todo el tiempo que fuera necesario para examinar en profundidad (al menos) dos aspectos -que a juicio de un editor del mundo desarrollado- son esenciales en la vida de un programa de ediciones científicas periódicas. a) dar a los editores una garantía razonable de que se le asignarán suficientes recursos económicos para alcanzar los fines que se persiguen; b) comprometer a los científicos en la edición, mediante el arbitraje riguroso de los artículos, redacción de resúmenes y notas, así como en otras actividades relacionadas. Creemos que estos dos aspectos, y los que han resultado de nuestra propia experiencia, son fundamentales para garantizar los estándares de calidad y la pertinencia de una publicación científica en nuestro medio. Sin embargo, nuestra realidad histórica no siempre responde a normas preestablecidas. Como ejemplo tenemos la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología, cuyo origen y trayectoria tendremos la oportunidad de analizar en otra ocasión. Este programa editorial es el resultado del empeño y la disciplina de un hombre, y la voluntad de sus discípulos. Por iniciativa del doctor J.J. Gutiérrez Alfaro se fundó en 1975 un modesto Boletín de la Sociedad Venezolana de Microbiología destinado fundamentalmente a mantener vínculos entre los miembros de la sociedad. Más adelante, bajo la dirección de su discípulo el doctor Oswaldo Carmona, se transformó gradualmente en una revista editorialmente consolidada, que en sus treinta años ha alcanzado el reconocimiento de nuestra comunidad científica. En este trajinar tenemos mucho camino por recorrer, y no pocos escollos que superar. Pero, como colectivo estamos comprometidos con el fortalecimiento y la consolidación de nuestras instituciones científicas, y la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología forma parte de esas instituciones y de nuestro patrimonio cultural.
Vidal Rodríguez Lemoine
Email: vrodrigue@cantv.net











uBio 
