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Frónesis

Print version ISSN 1315-6268

Frónesis vol.15 no.2 Caracas Aug. 2008

 

Postscriptum

Dos revelaciones a través de una fábula de Platón

Estimado amigo C.:

He decidido contarte dos acontecimientos para corroborar aquello de que lo que le pasa a una persona le puede pasar al resto de los mortales, o al menos en el mundo de las posibilidades está latente el chispazo que detonó en mí la gran explosión. Vuelvo la mirada hacia mi historia personal y veo dos grandes iluminaciones, cuyas luces tan brillantes y enceguecedoras todavía no me habían permitido recuperar mi visión, al menos la que tenía antes de…

En estos días tenía en mis manos el libro Séptimo de la República de Platón y leía algo como lo que mi memoria trae una y otra vez:

“Veo a hombres cual en habitación subterránea y cavernosa, que tiene abierta a lo ancho de toda la cueva gran entrada hacia la luz; desde niños están en ella encadenados de piernas y cuello, de modo que allí tienen que permanecer y mirar hacia adelante, impedidos por las cadenas de dar la vuelta a sus cabezas. Mas luz de leña quemada viéneles desde arriba, desde lejos, y por detrás; pero entre el fuego y los encadenados hay un camino alto, a lo largo del cual he aquí que hay edificado un pequeño muro semejante a las pantallas que los ilusionistas despliegan ante los hombres, y en las que muestran sus maravillas” (1980: 365).

Así me sentía antes de… Me sentía aprisionado en las cavernas académicas del arraigado cartesianismo y esa lógica binaria que tanta ceguera nos ha proporcionado: lo bueno/lo malo, el más allá/el más acá, el viejo continente/el nuevo continente, lo racional/lo irracional, el significado/el significante, etcétera.

Fue en mis lecturas de estudiante de semiología cuando me tropecé con un texto de Roland Barthes (ya el hecho de ser tocayo me llamó la atención), el cual me permitió una nueva visión de la lectura. El texto decía algo como: no es la ilusión de oír algo u oírlo todo (cualquier cosa), sino la de oír otra cosa. (Barthes, 1974, citado por Bense y Walther, 1975). Esto rompía con la concepción tradicional del texto unívoco, de la exégesis que revela una única y gran verdad, y me percaté de que la tarea que se planteaba era entonces la búsqueda de las micro-verdades (en plural) del texto a través de la conversación dialógica de ese texto con otros anteriores (intertexto); así como de un cuerpo que soporta la pluma de quien escribe y deja sus marcas (en el sentido psicoanalítico), sus huellas, sus paranoias, sus esquizofrenias.

Más adelante, querido amigo C, en los seminarios de lingüística, me di cuenta de que la teoría de los signos había tenido una evolución de privilegios: primero fue la fonética-fonología (recuerde aquella famosa Escuela de Praga); luego, la sintaxis, cuyo punto más desarrollado lo encontramos en la teoría generativo-transformacional de Chomsky; y de manera más tímida, las hermanas pobres de la teoría de los signos: la semántica y la pragmática.

De la primera, la semántica, tenemos grandes aportes, especialmente a partir de las segunda mitad del siglo XX, con autores como Guillaume, Portier, Ducrot, Greimas y Lyons. De la segunda, la pragmática, sí hay un buen camino por recorrer. Teun van Dijk ha sido uno de los que más ha trabajado este componente del lenguaje. Sin embargo, a mi modo de ver, él da mucho énfasis a las acciones que se producen dentro del texto (entre actores) en enunciados muchas veces aislados (fuera del contexto de comunicación), lo que hace de su análisis más semántico que pragmático. Y es precisamente en este punto al cual quiero referirme como segunda revelación.

How to do things with words de John Austin me hizo replantear el problema de la pragmática. El título, de hecho, es muy sugestivo. Cuando decir es hacer, lo traducen los franceses. Según Austin (1982) se puede golpear (materialmente) con una palabra a una persona de la misma manera que con un puñetazo; se puede mandar a internar en un manicomio o se puede, incluso, quitarle la vida, en algunas sociedades, y todo ello mediante los efectos perlocucionarios del lenguaje. Dentro de los postulados de esta teoría, la cual fue referida por su autor como “speech acts” (actos de habla), el ser humano es un ser esencialmente lingüístico. Lo social se constituye en lenguaje. El lenguaje –dice Austin– hace que sucedan cosas; no sólo permite describir la realidad; el lenguaje crea realidades.

Fue así entonces como llegué a la sigmática propuesta tímidamente por Georg Klaus (1969), esto es, al lenguaje como inductor y regulador del comportamiento humano, que se constituye mediante las prácticas socialmente instituidas. Aquí el paso de lo ilocucionario a lo perlocucionario, en la teoría de los actos de habla, es decisivo, y creo que muchas teorías de la acción fallan en esto al privilegiar al primero sobre el segundo.

Para el abogado, el comunicador social, el psiquiatra, entre otros profesionales, será de gran ayuda los desarrollos que a partir de los actos de habla puedan lograrse.

Pienso de nuevo en la fábula de Platón y me digo: debemos romper con las ataduras metodológicas y teóricas así como la de esos hombres prisioneros en una caverna oscura, limitados y forzados a mirar una pared en la cual se proyectan imágenes de lo que ellos tendrían que ser. Salimos de esas ataduras para anunciar a los compañeros que ellos sólo ven sombras y no las cosas reales. Así como tu, amigo Cavernícola, atado por paradigmas aceptados, incapaz de tirarlos hasta que alguien como Barthes, Austin, Wittgenstein y Nietzsche te haga mirar los hechos humanos desde otro punto de vista y convencerte de que esto te proporcionará una mejor perspectiva cognitiva de un mundo más allá de las cuatro paredes de una caverna.

Sinceramente, tu amigo

Rolando Navarro

Lista de Referencias

1. AUSTIN, J. (1982). Cómo hacer cosas con palabras. Traducción: G. Carrió y E. Rabossi. Editorial Paidós. Barcelona, España.         [ Links ]

2. BARTHES, Roland (1974). ¿Por dónde empezar? Traducción: Francisco Llinás. Editorial Tusquest. España.         [ Links ]

3. KLAUS, G. (1969). Die Macht des Wortes. Berlin. Citado por: Bense, M. y Walther, E. (1975): La semiótica. Guía Alfabética. Editorial Anagrama. Barcelona, España.         [ Links ]

4. PLATÓN (1980). La República. Libro Séptimo. Traducción: Juan David García Bacca. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.         [ Links ]