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Tiempo y Espacio

versión impresa ISSN 1315-9496

Tiempo y Espacio v.20 n.53 Caracas jun. 2010

 

Historiografía e Historia Militar: El Bosquejo de Historia Militar de Venezuela en la Guerra de Independencia del general de división José de Austria.

Germán Guía Caripe

Universidad Simón Bolívar – Sede Litoral  Venezuela  gguia@usb.ve

RESUMEN

La Emancipación marca el nacimiento de la historiografía venezolana, propiamente dicha, tanto en la construcción de un discurso escrito con una fuerte carga épica, narrativa y de sentimiento anti - español para cimentar la identidad nacional, romper abruptamente con el pasado colonial de trescientos años y justificar la práctica política de los caudillos militares de la Venezuela decimonónica. A su vez, fue la musa que inspiro a muchos intelectuales que fungieron de historiadores a lo largo a lo largo de los siglos XIX y XX. En este sentido, el militar e intelectual José de Austria (1791 – 1863) contribuye a esta historiografía con su Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela (1855) para prestarle una gran significación al culto al héroe (caso: Simón Bolívar), y de crear una historia utilitaria sobre la conciencia nacional a las futuras generaciones de militares y ciudadanos.

Palabras Clave: Historiografía - Historia Militar – Guerra de Independencia – José de Austria

Historiography and Military History: The Sketch of Military History of Venezuela in the War of Independence of the General of Division Jose of Austria.

Abstract

The Emancipation marks the birth of the Venezuelan, in strict sense historiography, so much in the construction of a speech corresponded with a strong epic, narrative load and of feeling anti - Spanish to establish the national identity, to break abrupt with the colonial past of three hundred years and to justify the political practice of the military commanders of the nineteenth-century Venezuela. In turn, it was the muse that I inspire intellectual many (many people) that fungieron of historians lengthways throughout the XIXth and XXth century. In this respect, the military and intellectual Jose of Austria (1791 - 1863) contributes(pays) to this historiography with his Sketch of the Military History of Venezuela (1855) to give a great significance(meaning) to the worship to the hero (Simon Bolívar), and of creating a utilitarian history on the national conscience to the future generations of military men and citizens.

Key words: Historiography - Military History - Political - War of Independence - Jose of Austria

Recibido: 14/04/2010 Aprobado: 02/06/2010

1. Introito

La Historiografía viene a ser la cima del conocimiento histórico, pues al hacer Historiografía el historiador debe conocer a lo inmenso su oficio, tener amplitud en el uso de la erudición sobre los hechos históricos investigados, cuyos escritos estudia con dedicación excepcional.

La ciencia historiográfica ofrece un horizonte amplio sobre la ciencia histórica, su génesis, desarrollo, métodos y sus perspectivas teórico-metodológica y filosófica, la cual ningún historiador debe despreciar o descuidar en su abordaje.

Finalmente tenemos que la Historia de la Historiografía, es un estudio sistemático y complejo de cómo el hombre o la mujer han disgregado en partes vitales la Historia en un tiempo y espacio específico para su estudio y posterior comprensión.

En el caso particular de la Historia Militar, es importante desvincular su significado de la política. La historia castrense se compone de todos aquellos eventos de la historia humana que pueden ser considerados como pertinentes a la categoría de conflictos sociales generalizados. En este sentido, el objeto de estudio de la llamada Historia Militar puede ir desde el conflicto armado entre dos grupos sociales, hasta la guerra entre dos fuerzas armadas organizadas y cohesionadas.

Ella –la historia militar- hace su énfasis en la historia de la guerra, batalla y combate, la evolución del arte militar y la historia de cada servicio militar específico, entre otros aspectos vinculantes a la vida castrense. En concreto, el tema de esta investigación es el estudio del libro del militar e intelectual venezolano, José de Austria (1791-1863), quien escribe dos gruesos volúmenes sobre el tema y lo titula: El Bosquejo la de la historia Militar de Venezuela.

Bajo esta premisa se pretende, analizar el legado historiográfico del General José de Austria, es decir, estudiar su concepción de la Historia y la manera como reseña esa Historia a través del Bosquejo de Historia Militar de Venezuela, así como también el manejo de fuentes que utiliza el autor para construir su discurso escrito.

2. El autor y su legado

Este notable militar y escritor tuvo su génesis biológica el 24 de noviembre de 1791 en la ciudad de Caracas. Sus padres fueron: José Donato de Austria y Juana Antonia Reina. Cursó sus primeras letras en el Colegio de San Felipe Neri, en la ciudad que lo vio nacer.

En relación al Colegio Neri de Caracas donde Austria adquiere una buena formación educativa, Ramón Azpurúa (1877) plantea lo siguiente:

La vida ordinaria de los colonos [bajo el dominio de la Corona Española] era, pues, tranquila, y esto permitía al joven recibir una esmerada y excelente educación, lo que facilitaban su buena índole y talentos naturales que, cultivados, habían de formar un ciudadano útil para el estado (p. 205).

Por otro lado, es factible pensar que Austria en plena infancia presencie la ejecución pública y sumarial de José María España, el 8 de mayo de 1799 en la plaza mayor de Caracas que determinará en él, la fuerte y firme adhesión a la idea de libertad del territorio del dominio colonial.

Así fraguado el 19 de abril de 1810 se inicia como subteniente abanderado del Batallón de Barlovento en mayo de ese mismo año, hasta llegar a adjudicarse como Capitán de la Compañía de Cazadores de Barlovento, en abril de 1814. Además estuvo en campaña militar con el Generalísimo, Francisco de Miranda en 1811 y en la de Guigue, Portachuelo de Guaica, Los Llanos y Araure, bajo las órdenes de varios comandantes, entre ellos: Juan Pablo de Ayala, Vicente Campo-Elías y el mismo Simón Bolívar hasta 1814 en los sitios de Puerto Cabello y Valencia (ibídem, pp. 206-207).

Es notorio precisar que estuvo en 1821 a las órdenes del general oriental, José Francisco Bermúdez en la defensa del Rodeo y la retirada de Caracas después de la acción violenta del Calvario, al lado del general guaireño, Carlos Soublette. Consumada la independencia del territorio venezolano, participa como adjunto del Estado Mayor General del Ejército Libertador en septiembre de 1826, con el grado de Primer Comandante en enero de 1827 y a su vez, interviene activamente en la Pacificación del Sur de Colombia bajo las órdenes del Libertador en 1828 para mantener latente a la Unión Grancolombia, que comenzaba a hacer aguas.

Disuelta la Colombia Grande en 1830, regresa a Venezuela con el grado de Coronel, colocándose al servicio del General José Antonio Páez en la consolidación de un nuevo orden político y constitucional, que no quería nada con las propuestas de Bolívar. A mediados de junio del año en curso, se corren rumores en torno al estallido por Río Chico y los alrededores Apure de una rebelión a favor de Bolívar y, reclama la no separación de la Unión Colombiana. Rápidamente, Páez se reúne con otros caudillos militares y parte a sofocar los alzamientos. Entre los cabecillas de la rebelión de Río Chico se encontraban Austria y Lorenzo Bustillo. Sofocados los insurrectos se ordenó que se pusieran en práctica las medidas enérgicas contra los rebeldes que aupaban al Libertador (Ker Porter, 1997:423).

En efecto, la rebelión de Río Chico fue sofocada en junio de 1830 por el General José Tadeo Monagas que firmó un tratado con los alzados. Pero al año siguiente, Monagas se alzará con la bandera de asonada por el restablecimiento de la Colombia Grande de Bolívar en las provincias de Cumaná, Barcelona, Margarita y en los cantones de Río Chico, Orituco y Chaguaramas.

Por haber participado activamente en el alzamiento de Río Chico, Austria es expulsado de Venezuela y se va para Curazao en una goleta, cuyo destino final era Colombia. Luego, aparece en 1831 en la Campaña en el Cauca y Boyacá. Primero a las órdenes del general Florencio Jiménez y después con Justo Briceño Méndez (sobrino político de Bolívar).

En 1835 con la sublevación de las Reformas por parte de los caudillos que no estaban metidos en cintura por Páez, reclaman los haberes de sus lanzas, la pérdida del fuero militar y la presencia de un civil en la Presidencia de la República (José María Vargas). Los insurrectos pierden terreno militar y, a fin de solucionar el conflicto de los caudillos rebeldes, se establece lo siguiente:

El propio Páez le propone a Monagas que nombraran comisionados de una y otra parte para que arreglasen un tratado de paz, (…) en noviembre de 1835, se entrevistan los coroneles: José Gabriel Lugo y José Austria, nombrados por Páez y el comandante Florencio Meleán autorizado por Monagas (Querales, 1983:28).

Una parte de las Reformas culmina a comienzos de noviembre de 1835 con los indultos emanados del Cuartel General de la Laguna de Pirital en el cual se accede en gran parte a las demandas de los vencidos en la rebelión militar.

En medio de tanta lucha, en algún momento de 1835 publica Austria un Recuerdo de Bolívar, que viene a ser una apología de este hombre al Libertador, ya fallecido y desterrado de su tierra natal. En este sentido, Sir Robert Ker Porter lo señala como hombre de carácter indefinido que fue del partido bolivariano. Asimismo participa en la campaña de Apure de 1837 contra un caudillo apureño Francisco Farfán, quien se alzó con “el estandarte de la rebelión contra su patria, y desobedeció sus leyes” (Austria, 1837:3). Es allí, donde Austria entra en acción con los combates de Payara, a las órdenes de Páez para combatir y derrotar al coronel Farfán.

El propio Austria no sólo se reconoce por su entrega al oficio de las armas, también se conocido como miembro activo de agrupaciones, perteneció a la Sociedad Filarmónica de la ciudad de Caracas, pues, el coronel era buen ejecutante de los instrumentos de cuerda, entre su predilecto el violín. Se presentaba junto a Toribio Segura, director de la Filarmónica y autor de varias composiciones musicales, entre ella una dedicada al general Páez, titulada: Marcha Triunfal dedicada a S.E. el General en Jefe J. A. Páez (Raynero, 2007).

Por otra parte, en vista de la situación de malestar socio-económico a raíz de la dominación comercial y agraria a través de la ruinosa Ley de Libertad de Contrato de 1834 y después por la llamada, Espera y Quita (1843), patrocinada por el denominado Liberalismo Paecista, sin embargo, no será sino hasta la década de 1840 cuando aparezca el cuestionamiento al gobierno deliberativo por parte de los intelectuales, medianos hacendados y antiguos veteranos de la emancipación. En este sentido, a mediados de 1840 específicamente, se organiza la oposición liberal, desde la tribuna de la prensa a través de la pluma de Antonio Leocadio Guzmán. Surge también la Sociedad Liberal, grupo que cuenta entre sus partidarios al propio Guzmán, Tomás Lander, Jacinto Gutiérrez, José Sanabria y José de Austria. También se sumaron a ellos, antiguos representantes de la aristocracia colonial como: el Márquez del Toro, Felipe Tovar, el conde Juan B. Mijares y, los intelectuales: Valentín Espinal, Juan Vicente González, Luis Correa, Felipe Larrazábal, entre otros (Gabaldon, 1987).

Finalmente, fue una tendencia política que agrupaba en su inicio una élite agraria de veteranos e intelectuales de gran poder con su pluma. El objetivo de esta agrupación de corte liberal era contravenir los intereses del Liberalismo Paecista. Destaca por sus propuestas: respeto a la Constitución (1830) y las leyes, uso del poder electoral eficaz; difusión de las prácticas republicanas, auxilio a la industria; abolición de la ley de libertad y contratos (1834); guerra al Banco Nacional, promulgación de leyes de retiro para los próceres, montepío militar para los deudos y una ley para organizar plenamente las milicias.

Bajo esta confluencia de cambios Austria escribe para 1845 La Gran Cuestión Nacional, donde criticaba la situación política, económica y social durante el mandato de Páez a partir de 1830.

Posteriormente actúa como militar constitucional en la campaña de la Sierra y los Llanos a las órdenes directas del ciudadano esclarecido, contra la insurrección campesina de de los años 1846 y 47, que se hicieron presentes en Carabobo, Caracas, Río Chico y Guárico. A la cabeza estaba el “indio” Rangel, Ezequiel Zamora, los hermanos Echandia, Pedro Vicente Aguado, entre otros.

Es de suponer que por sus acciones de guerra para acabar con la Insurrección Campesina, el Coronel Austria es nombrado Oficial Mayor de la Secretaría de Guerra y Marina a finales de 1846. Cargo que ocupó hasta 1851. Año en que este hombre de armas pasa al retiro y ocupa una vida privada, mucho más tranquila sin el fulgor de la lucha y en la tranquilidad de los campos de Aragua. El Coronel Austria permanece allí hasta 1857. En este ínterin de tiempo escribe una Biografía del General Mariano Montilla, y la obra que representa su cúspide como escritor. Emprendió y pudo terminar su primer tomo del Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela en la Guerra de Independencia, supuestamente escrita entre en 1851 a 1854 durante el pleno mandato del General José Gregorio Monagas.

La primera edición es avalada en 1855 por la Imprenta y Librería de Carreño y Hermanos, ubicada en la calle del Comercio, numero 149. Se rumora que la mencionada obra tuvo doble fecha de edición, algunos ejemplares parecen publicados en 1855 y otros en Valencia en 1857. De hecho el historiador, González Guinàn (1954) hace hincapié en la doble publicación con estas palabras: “grandes dificultades (…) obligaron al coronel Austria a emplear tres años en la impresión de este tomo [I] comenzándola en Caracas y concluyéndola en Valencia” (p.120). Esta segunda edición realizada en la ciudad de Valencia fue hecha por la Imprenta del Coronel Juan D. Sola dos años después de la primera edición. La primera vez apareció el libro contaba con 390 páginas, a diferencia de segunda vez, que contó con cuatro pliegos de 62 hojas cada uno.

En 1857 deja su vida de retiro y se reincorpora como miembro del Consejo de Gobierno de la República. No obstante, al año siguiente participa activamente en el lado de los insurrectos en la llamada Revolución de Marzo de 1858, que tiene como génesis la ciudad de Valencia y como cabecilla al General Julián Castro (Pinto Prada, 2007). Con este triunfo llega el Coronel Austria a ocupar la Secretaria de Guerra y Marina del gobierno de facto de Castro. Asciende con el tiempo al grado de Militar General de Brigada y participa en una comisión gubernamental para traer al país al general Páez, que se encontraba retirado de la vida política y con residencia en los Estados Unidos de América.

Austria regresa al país con el tiempo y se le encomienda participar en la Campaña de Occidente como Jefe del Estado Mayor y por ende, con la responsabilidad de conducir las maniobras militares encomendada para repeler a los alzados que sostenían el estandarte de la federación.

Con el triunfo de la bandera federal, después de una guerra de cinco años (1859-63), llegó al poder de la primera magistratura de la Federación el Mariscal Juan Crisóstomo Falcón. Este llama a Austria para que cumpla funciones gubernamentales como vocal del Consejo de Estado con asiento en la ciudad de Caracas y casi al instante es ascendido al grado de General de División en 1863. Empero, el 29 de diciembre de ese año muere en Caracas a los setenta y dos años, falleciendo con penurias económicas en pleno cargo como consejero de Estado.

En fin, este militar e intelectual venezolano que estuvo bajo las órdenes directas de Francisco de Miranda y de Simón Bolívar, no se rindió jamás y luchó hasta el final por defender las glorias del Libertador. No fue un gran político pero, si desempeño cargos burocráticos de la administración pública. También fue miembro de notables corporaciones; escribió muchos trabajos dispersos y se distinguió considerablemente en el mundo de la masonería venezolana; llegó a alcanzar el Grado 33 y ocupó el puesto de Gran Comendador del Supremo Consejo Confederado.

3. Contexto histórico – literario que lo influencia.

Antes de iniciar este interesante punto, es importante, resaltar el contexto histórico, literario e historiográfico que definen estructuralmente el estilo y la forma de organizar sus escritos en la época que lo acogió. Groso modo se puede evidenciar que José de Austria en sus trabajos, en especial, el Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela emplea elementos propios del romanticismo literario. No obstante, revisando al autor con cierta minuciosidad es evidente que no sólo fue la tendencia romántica la que sirvió de influencia, sino también la presencia de rasgos muy particulares y notorios del neoclasismo, la ilustración y en parte del liberalismo.

Desde luego, en el Bosquejo lo romántico se hace palpable con cierta facilidad a la hora de entablar historiográficamente la obra. Entendiéndose que la influencia fue la más notable en Venezuela. Siendo la última, la que mayor aceptación y difusión tuvo en nuestro país. Además, hay que agregar que los literatos venezolanos siempre se han influenciado de las corrientes europeas en boga, pero ellos le han incorporado otros elementos para darle un matiz bien particular o un acento singular a sus escritos. Para precisar lo manifestado en relación a la tendencia romántica, se extrajo la presente cita del texto de Austria (1960): “La cadena forjada a trescientos años se rompieron en aquel venturoso día [19 de abril de 1810] (…), se derramo la semilla de los laureles y de la pluma del triunfo heroico” (p.91).

En otra mención, se destaca con mayor acento la presencia del romanticismo en la obra citada:

Los despojos de vuestra opulencia no saciaron la sed de oro; ni tanta sangre derramada calmo ese furor de esa nación [los españoles], que a nombre del Dios de las luces y de toda la bondad, e invocando el Evangelio, derramo el estrago donde se hallaba los bienes y dicto la muerte para lo que amaron su patria y defendieran sus derechos (Austria, 1960:47).

También se observa lo romántico en los poemas, versos y cánticos, especialmente, la poesía de Ramón García de Sena, Vicente Salías, Pedro Vicente Relinchón, que se hace presente en Elegías y la Endechas que se muestra en parte de la obra. Con estos elementos literarios presente es de poner en evidencia, que el autor buscaba hacer sentir el sufrimiento poético propio de lo romántico con el propósito de edificar, poco a poco, un pueblo ilustrado a través de una educación popular (Collingwood, 1952) que llegará a las masas con un estilo práctico y que calara en el subconsciente del venezolano común de la época.

En cuanto al neo clasicismo, es de suponer que Austria recibe esa influencia de la formación (humanista) adquirida en el Colegio San Felipe de Neri de Caracas a finales del siglo XVIII. Estos rasgos se evidencian en la obra con expresiones narrativas (épicas) de las grandes batallas de la Guerra de la Independencia al estilo de Herotodo, Salutio, Cesar, Tito Livio, Tácito, Suetonio, entre otros. Sumado a la rigurosidad cronológica de los anales que hace del Bosquejo una periodización de las acciones bélicas realizada en el país para liberarse de la presencia activa de los adeptos del rey Fernando VII, entre 1810 a 1816, las cuales son condensadas en dos voluminosos tomos que a su vez, se subdividen en capítulos según el año.

En el primer tomo se hace referencia a la sentencia de muerte proporcionada a Gabriel Túpac Amaru, pasando con una crítica negativa al legado español presente desde la llegada del funesto Cristóbal Colon y la consecuente colonización. También, realiza una descripción de los actos del gobierno y el pueblo de Caracas el 3 de noviembre de 1810 a los mártires ejecutados con la revolución de Quito. En el capítulo del año de 1811 se hace mención de un discurso propiciado por el Coronel Simón Bolívar ante la Sociedad Patriótica. Así como la posterior firma del Acta de la Independencia del 5 de julio, una descripción de la Proclama de los Pueblos que constituían la Provincia de Caracas, las actuaciones del presbítero, José Cortes de Madariaga y finaliza el capítulo con una serie de sonetos, poesías y cantares de gesta en contra del dominio español, muy propio de la época.

Por su parte, el fatídico año 12 es narrado por Austria como un período trágico para la efímera república, donde la carestía de la guerra de emancipación que apenas se iniciaba, tuvo como resultado la célebre capitulación del Generalísimo Francisco de Miranda con el temible jefe máximo de la causa realista para ese entonces, Capitán de Fragata Domingo Monteverde.

En el tomo II tiene sus albores en 1813 y se condensan allí los detalles de la Campaña Admirable y la designación del título de Libertador a Bolívar, ante que terminara la guerra en 1823. El capítulo de 1814 se recoge el Manifiesto de Antonio Muñoz Tébar, que para ese entonces ejercía la función de Secretario de Estado del Jefe Supremo de la República. En la sección del año 15 recoge el Oficio de Bolívar al gobierno de la Nueva Granada y hace un hincapié en describir la Contestación de un Americano meridional a un caballero de esta isla. Finaliza el citado tomo con el año de 1816 con los Boletines del Ejèrcito y la Escuadra Libertadora, Ordenes Generales y Proclamas emitidas por Bolívar. Para cerrar, incluye un documento referido a la Ley del 28 octubre de 1857, referida a los honores a la memoria del Libertador.

Otro elemento que se puede sumar al estilo que presenta Austria en su obra, es la tendencia liberal, que en el siglo XIX desplaza de su sitial a la Ilustración y busca el ascenso premeditado de la burguesía como clase socioeconómica dominante que deja en el camino a la nobleza y el clero del poder político en los principales países de la vieja Europa.

Lo liberal se hace presente cuando los historiadores no le dan importancia a las manifestaciones espontáneas del pueblo, sino que odian y temen a las revoluciones populares por considéralas nocivas para el ascenso de la burguesía al poder político. Este elemento recalcitrante calza perfectamente entre los historiadores ingleses, que sin duda alguna son liberales e influyen con sus escritos a otros oficiantes de la historia en otras latitudes.

Obviamente, Austria fue un notable historiador patricio vinculado a los intereses de clase de su época. Al respecto, nos dice Napoleón Franceschi (1999), lo siguiente:

Como historiador patricio que era, dejaba ver a través de sus opiniones la presencia de valores ideológicos [superioridad de la aristocracia, entre los citados: cultos, blancos y terratenientes] y los prejuicios [barbarie espontánea de negros, mestizos e indígenas] que podían esperarse en una persona de sus condiciones sociales e intelectuales (p.148).

Por ser un historiador con ciertos bienes de fortuna es indudable pensar que Austria se nutrió de los grandes trabajos históricos de la tendencia liberal, romántica e ilustrada, entre ellos: Cesar Cantú y su Historia Universal; Louis Thiers con su Historia del Consulado i del Imperio; Lamartine y el español Mariano Torrente con la Historia de la Revolución Hispanoamericana. Es meritorio, recodar que para esos tiempos en Venezuela el ambiente historiográfico estuvo basado en la escasez de recursos técnicos, ausencia de editores, pobreza de la mayoría de los intelectuales, casi inexistente un mercado de libros, dependencia neta de las imprentas oficiales o de un mecenas gubernamental. En parte, es palpable el atraso sistemático de la cultura para esa época en comparación con la historiografía europea, caso Alemania y Francia.

Como se venía ejecutando en Europa donde el Estado liberal ayudaba y financiaba a los historiadores para fomentar y publicar las costosas ediciones ante los precios exorbitantes que imponían las imprentas que prestaban el servicio de publicación al mejor postor. También el Estado ayudaba con subvenciones y mantenía económicamente a los historiadores como funcionarios al servicio del gobierno de turno (Carbonell, 2001). Pero para el caso venezolano, donde los gobiernos de Páez y los Monagas, llenos de dificultades ocasionadas por los vaivenes (precios) de la exportación de café, los llevaban a mostrar desinterés para auspiciar y financiar los esfuerzos intelectuales de estos amantes de la historia de Venezuela.

Solo dos obras contaron con el apoyo económico, fueron estas la de Baralt y Montenegro. En parte los autores no percibían una ganancia neta, pues si no se vendía el libro como había de esperarse, el gobierno de turno que avalara la obra tendría perdidas (Raynero, 2007).

En este sentido, Austria como militar de profesión y funcionario de gobierno, primero con el Liberalismo Paecista y después, con los hermanos Monagas recibió algún aporte económico o de su propio capital para publicar su Bosquejo de Historia Militar en 1855.

Finalmente, es difícil situar a José de Austria y otros historiadores paralelos a su época en una tendencia absoluta, basada en un solo estilo literario o escuela historiográfica. Se puede decir que este intelectual mantiene un estilo eclético, sincrético, que estuvo sujeto como la mayoría a las influencias europeas (neoclasicismo, ilustración y romanticismo) y las ideologías (liberalismo, tradicionalismo y socialismo) que la América hispana había tomado del viejo continente (Castillero, s/f).

4. ¿Qué entiende José de Austria por Historia Militar?

A comienzo del presente escrito se hizo una conceptualización básica de la historia militar, muy manejado en la obra de Austria. Para muchos se entiende como todos los eventos donde los humanos a lo largo del tiempo y del espacio han dirimido los conflictos armados entre dos grupos identificados o dos fuerzas militares.

Es decir que la lucha fratricida entre dos tribus antagónicas, los combates entre grupos militares organizados, las tácticas y las estrategias del arte militar se ha mantenido inmutable en su razón básica de guerrear a lo largo de los siglos. Por ejemplo, una maniobra castrense que no pasa de moda en los anales de la historia militar, y aun estudiada en las escuelas de capacitación de los futuros oficiales del mundo es la doble pinza envolvente, usada por el legendario Aníbal en la memorable batalla de Cannas en el año 216 antes de Cristo. La maniobra en cuestión fue descrita también por el chino Sun Tzu, quien ha sido unos de los grandes estrategas del campo castrense, sino que su estrategia se ha aplicado en la vida política, negocios y hasta lo cotidiano.

El estudio de la historia militar es importante para los hombres de uniforme y la institución armada, pues esto le sirve de muestra para no cometer o repetir los errores de tácticas, operaciones o estrategias que en el pasado fueron aplicada y resultaron ser un fracaso y desde luego, ocasionaron una pérdida invaluables de vidas humanas, equipos, logística y capitales que se utilizaron para solucionar las diferencias. Por consiguiente, gracias a la revisión sistemática de su pasado las organizaciones militares han aprendido para no repetir esos errores en el presente y futuro de la guerra por parte de sus comandantes.

Las principales aéreas de estudio de la historia militar que se aprenden son la manera de historiar las guerras pasadas, las batallas, asedio, combates, arte de guerrear y la evolución del servicio militar a través del tiempo y el espacio. Para que estos hechos históricos de violencia institucional no se pierdan en el infinito, se busca el apoyo de los historiadores de profesión que se encargan de reconstruir el acontecimiento bélico tomando en cuenta las fuentes, la crítica y el rigor metodológico manejado en la ciencia histórica actual y por ende, evitar la vieja forma de historiar los hechos con narraciones testimoniales enmarcada año por año bajo un estilo propio de los militares que reconstruyen hechos bélicos de su pasado institucional.

En correspondencia, José de Austria como militar y oficial del Ejèrcito Libertador, participó activamente en variados hechos de guerra, batallas, combates y choque de armas de la Guerra de Independencia (1811-1824)- , bajo las órdenes directas de Francisco de Miranda en sus primeros años y después con Simón Bolívar. Eso se puede corroborar en su hoja de vida como militar activo. Asimismo se detalla sus inicios como Sub-teniente del Batallón Barlovento en mayo de 1810 hasta su ascenso como General de Brigada para 1859. Participó en la Campaña de Valencia en 1811 bajo el mandato de Miranda, pasando por la de Araure en 1813 al mando de Bolívar y por último, en 1846 con el cometido de la Sierra y los Llanos al lado del general José Antonio Páez.

Por lógica es de pensar que Austria se le ocurriera plasmar sus vivencias personales y circunstanciales en el Ejército Libertador (1813-1824), que abrazaba la tendencia patriótica que buscaba forzada y violentamente expulsar del territorio venezolano a todos lo que obraran a favor de la causa del rey Fernando VII. Del mismo modo, aparte de ser un destacado militar, fue un hombre con una nutrida pluma que lo hizo defender ciertas posiciones políticas para la complicada época que vivió.

Como resultado quiso dejar por escrito su legado, el cual reflejara sus principales acciones militares, tanto victorias o derrotas dentro del Ejercito Libertador en la Guerra de Independencia y por consiguiente, que sirviera para las futuras generaciones de jóvenes oficiales o comandantes del Ejército Permanente, Marina de Guerra y la Milicia Nacional que eran los componentes más esenciales de las fuerzas armadas de la Venezuela de aquel período.

En este sentido, Austria (1960) narra los principales hechos de guerra que se presentan al inicio de la Independencia. En 1810 se da la primera acción militar de los patriotas al mando del Coronel Toro y aseverando lo siguiente:

Emprendió, por fin, la división del coronel Toro sus operaciones contra la ciudad de Coro, y el día 14 de noviembre, desgraciadamente, se disparo por los corianos el primer fusilazo fratricida. ¡Fue el sitio de Aribanaches en donde se vertió por primera vez la sangre venezolana¡ El día 30 del mismo mes los fuegos patriotas se dirigían ya sobre la misma ciudad, y empeñada batalla, recibió el coronel Toro un oportuno y secreto aviso del cura de Sabaneta, (…) En la peligrosa situación de ser atacado por vanguardia y retaguardia, y en una localidad que no se presta a ninguna combinación estratégica; careciendo al mismo tiempo de los elementos de guerra y demás auxilios que esperaba aquella división, (…) Careciendo el coronel Toro de los elementos precisos para continuar las operaciones contra la ciudad vigorosamente defendida, emprendió su retirada sobre la ciudad de Carora, (…) Las operaciones de las columnas que obraron sobre Coro y Guayana tuvieron un éxito desgraciado; nuestros militares no estaban aun fogueados, y apenas en la teoría conocían el arte de la guerra (pp. 141-142).

Cuando la Junta Suprema convoca las elecciones para proclamar el Primer Congreso republicano que se instala el 2 de marzo de 1811 y para el 5 de julio estará proclamando la Independencia absoluta de Venezuela. Este Congreso acuerda una serie de resoluciones, medidas y prohibiciones, entre ellas: abolición de la inquisición, el comercio de esclavos, leyes protectoras para la agricultura, del comercio, la propiedad y la industria, en el territorio venezolano. Entre ellos se decretó la formación de tres cuerpos de línea. En este sentido, nos manifiesta Austria:

El numero primero en la capital bajo el mando del coronel Antonio José Urbina; el numero segundo en La Guaira bajo el mando del Coronel Ramón Ayala; y el numero tercero en Valencia bajo el coronel Manuel Ruiz. Que completasen la artillería, ingenieros y zapadores; y que se organizasen en todas las provincias batallones de infantería y escuadrones de caballería. Fueron estos los primeros pasos con el Congreso anuncio al mundo la hermosa senda por donde deseaba encontrar los futuros destinos del heroico pueblo su comitente (p. 149).

Más adelante se refiere a la organización del Ejército en 1811, confiriéndole el mando supremo al Generalísimo Francisco de Miranda. En el año 1812 se hace con lujo de detalle la Campaña de Guayana en mano de los realistas, los avances de Monteverde y la pérdida de la campaña de este año. Aseverando, lo siguiente: De los sucesos que hemos referido, se deduce claramente que la pérdida de la campaña de 1812, y el triunfo de los españoles, se debió exclusivamente a los errores del general Miranda, que mandaba los ejércitos y había reasumido todos los poderes públicos. Este mismo general, que en 1806 apareció en nuestras costas mandando una expedición y buscando apoyo para libertar a su patria, en 1812, a la cabeza de un respetable ejército con que pudo sostener la libertad ya adquirida, depone las armas y torna a su misma patria a las mas degradante y cruel servidumbre (Ibídem, p. 358).

En parte relata en tono épico los principales sucesos de la Guerra de Independencia en el año 13, donde se obtiene la victoria desde Nueva Granada gracias a la Campaña Admirable. También refiere los combates en el oriente del país a manos de “los cuarenta y cinco jóvenes, animado por el fuego sagrado que ardía en sus pechos” (Tomo II, p. 18) Refiriéndose así a Mariño, los hermanos Bermúdez, Manuel Piar, Agustín Armario y otros próceres independentistas orientales. Destaca los movimientos patriotas de Maturín para frenar los avances de Boves y Zuazola. El epitafio para el prócer granadino Atanasio Girardot, muerto en acciones de combate y que la república le rinde honores a su memoria. El levantamiento del sitio de Puerto Cabello por Bolívar y por este año cierra con las acciones de Barquisimeto, que derrotan a los patriotas. Apenas la guerra comienza y va a tomar un carácter violento y sanguinario por parte de los bandos en conflicto.

Es destacar que se presentan muchas acciones de guerra desde el año de 1814 a 1816, entre las más importantes está la Batalla de Araure. Pero los jinetes que son dirigidos por Boves harán morder el polvo a las fuerzas republicanas y al propio Bolívar, que emigrará con gran parte de la población de Caracas al oriente para salvarse de la guerra sin cuartel llevada a cabo por los llaneros de Boves, que consigue su muerte en los llanos de Úrica. Al subir de nuevo Fernando VII al trono de España y recuperar la institucionalidad monárquica arrebata por Napoleón Bonaparte, se envía un contingente de quince mil individuos de tropa de la península ibérica para combatir las rebeliones sudamericanas contra el poder colonial español.

Durante esos años aparece un caudillo llanero que hace la contraparte de un José Tomas Boves muerto. Este hombre es José Antonio Páez, que se declara republicano y reconoce la autoridad de Bolívar como jefe supremo de las fuerzas patriotas. Austria lo detalla como un joven de mucho valor y habilidosa destreza para la guerra y con ambiciones de mando (ibídem, tomo II, p. 456). Más adelante agrega, las siguientes palabras:

Encargado el general Páez de tan delicado y peligroso mando, empezó por dar el ejército su nueva forma, aunque solo se componía por entonces de poco mas de 700 hombres de caballerías mal montados, y menos de 200 de infantería no bien armados. Dividió la caballería en tres Brigadas, y confió el mando de la primera al general Urdaneta, el de la segunda al coronel Santander (tomo II, p. 457).  

No obstante, cuando se lee a Austria, específicamente su Bosquejo, es bien notorio ese fervor y sentimiento de lealtad por el Libertador, pues, lo describe siempre como un excelente conductor de tropa, estratega singular y unos de los grandes del pensamiento militar occidental. Por ejemplo, no dice el autor que “Bolívar era siempre superior a los obstáculos que se le oponían; ellos estimulaban más su constancia, desenvolvían los elementos de su genio, y su elevado espíritu e inteligencia le brindaban el dominio sobre todas las dificultades” (tomo II, p.437). Más adelante agrega que “el nombre de Bolívar no puede sepultarse en el olvido porque la historia lo conduce a la inmortalidad, siempre unido e inseparable con el destino de los pueblos Suramericanos” (tomo II, p. 501). En síntesis, se puede decir que José Austria se empeña en narrar año por año (1811-1816), los hechos militares que se dieron a largo de la geografía venezolana donde él participó directa o indirectamente, para así contribuir con una primera historia militar de carácter testimonial.

5. Consideraciones finales

La finalidad del presente trabajo estuvo dirigida al logro de dos metas principales. En primer lugar, analizar e interpretar el legado histórico e historiográfico del militar e intelectual José de Austria, estudiar su concepción de la Historia de Venezuela y la manera como la reconstruyó a través de su obra, titulada: El Bosquejo de Historia Militar de Venezuela en la Guerra de Independencia. En segundo lugar, el manejo de las fuentes (primarias y/o secundarias), el uso de la crítica, la erudición y el contexto literario e historiográfico venido de Europa que vivió y permeo al citado autor del mitad de siglo XIX para construir su discurso escrito sobre la Guerra de Emancipación.

A continuación se detalla los resultados parciales arrojados por la monografía:

i. La Guerra de Independencia ha sido uno de los temas de la Historia de Venezuela muy trabajado, trillado y epopeyizado al estilo homérico por parte de estos intelectuales de los siglos XIX y XX. La Independencia ha sido lo más cosechado historiográficamente, eso no cabe la menor duda, pero no ha sido analizada con gran profundidad. Hasta hoy día existen fuertes remanentes manejado en la historiografía de carácter histórico – militar.

ii. El Bosquejo de Austria es un claro y palpable ejemplo del tipo de literatura neoclásica, ilustrada, romántica y liberal que predominó de una manera ecléctica y sincrética de una manera solapante en los estudios históricos pionero (1830 – 1855) de la Emancipación.

iii. Austria como protagonista y testigo de los hechos le imprime al trabajo un fuerte carácter testimonial, donde la narración presta gran relevancia al culto al héroe, en especial, al Libertador Simón Bolívar con miras a crear una conciencia nacional en las nuevas generaciones de venezolanos, exaltación apabullante de los caudillos militares, vinculada al poder público y ejecutado bajo un sentimiento anti-español por los temores de re-conquista por parte de España con base a la lenta negociación de carácter legal de la Independencia que se firmó finalmente en Madrid el 30 de marzo de 1845. iv. La estructura del Bosquejo de la Historia Militar se evidencia una metodología precaria y deficiente, propia a la época donde los estudios históricos estaban comenzando a llevarse a las universidades (Alemania – Francia) como cátedras de importante significación para la comprensión sistemática del pasado humano.

v. El autor hizo un notable esfuerzo de reunir 120 documentos (lo prefiere para hablar menos), basado en proclamas, hemerogràficas, epístolas, testimonios y el manejos de varias fuentes bibliográficas propia de la época. Sumando estos insumos en un importante legado histórico sobre la Independencia para consulta de las nuevas generaciones de historiadores, militares que estudien las principales acciones de armas de la guerra o simplemente cualquier lector ávido que desee conocer un poco sobre el tema tan trabajado por la historiografía tradicional.

vi. De la corriente romántica que se hace presente con mayor fuerza en los textos de Austria que la misma es harto descriptiva, narrativa épica, especulativa, con mayor acento a la conciencia de los pueblos a través de la biografía, exaltación adjetivesca, fuerte carga de sentimiento anti-realista y de exacerbado culto al héroe.

vii. Hay que reconocer en buena medida que el autor poseía una buena prosa muy particular de su época (humanista) cuando la utilizaba para trasmitir su pensamiento a favor de la construcción de la identidad nacional, y el vehículo que sirvió como vasos comunicantes era la valoración de los episodios netamente militares (obviando las variantes económicas, sociales y culturales) y la actuación casi mitológicas de una especie de semidioses hicieron redimir del oprobio al continente americano, revivido por el neoclasicismo.

6. Referencias

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