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Tiempo y Espacio

versión impresa ISSN 1315-9496

Tiempo y Espacio vol.25 no.64 Caracas dic. 2015

 

VENEZUELA Y COLOMBIA EN EL COMBATE NAVAL DE RÍO DE LA HACHA (1899-1901)

Sindy Pérez Guette

Profesora de Geografía e Historia del Instituto Pedagógico de  Miranda  José  Manuel  Siso  Martínez.  Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Miembro Investigador del  Núcleo  de  Investigaciones  Geohistóricas  “Lisandro Alvarado”.  UPEL-IPMJMSM.  Maestrante  en  Historia de las Américas  en la Universidad Católica Andrés Bello Caracas. Correo Electrónico: syperez.13@gmail.com.

Resumen: El siglo XX venezolano esta enmarcado en un ambiente contestatario de disputas políticas entre  conservadores y liberales que persiguen la presidencia con la finalidad, de obtener poder y así controlar el desenvolvimiento económico, político y social del Estado. Es por ello que el conflicto ocurrido entre 1899-1901 con Colombia nace de una diferencia política. El problema radica en la negativa del Estado venezolano de conceder al vecino país el acceso al lago de Maracaibo y al océano Atlántico debido a que exportar sus productos desde sus provincias centrales y orientales río Magdalena abajo era un proceso lento y costoso, en comparación con las rutas del mercado a través de Venezuela por el sistema del Orinoco y del Zulia-Catatumbo. En  consecuencia a comienzos del siglo XX, el Ejército colombiano de Rangel Gárbiras acompañado del venezolano Emilio Fernández y otros jefes tachirenses desarrolla una invasión al territorio venezolano, Abarcando todos los Andes. Posteriormente Castro emprende una  invasión  a  Colombia,  que  en  este  punto  era  el  territorio  goajiro  de  Río  de  la Hacha. Incluso le da un cambio a la contienda buscando el Mar como principal aliado. Por  lo  antes  expuesto,  se  busca  analizar  la  influencia  de  la  Guerra  de  los  Mil  días en los acontecimientos ocurridos en el Combate Naval de Río de la Hacha el 13 de septiembre de 1901. Fundamentándose en el estudio de fuentes del Archivo de la Academia Nacional de la Historia y de la Biblioteca Luis Ángel Arango para brindar finalmente a los investigadores conocimiento sobre la temática.

Palabras claves: Guerra de los Mil Dias, Rio de El Hacha, Lago de Maracaibo.

Venezuela and Colombia in the naval battle of Rio de La Hacha (1899-1901)

Abstract:  Century  XX  Venezuelan  this  framed  in  a  contestatario  atmosphere  of political disputes between liberal conservatives and who persecute the presidency with the purpose, to obtain to be able and to thus control the economic, political and social unfolding of the State. It is for that reason that the confl ict happened between 1899-1901 with Colombia is born from a political difference. The problem is in the refusal of the Venezuelan State to deny to the neighboring country the access to the lake of Maracaibo and the Atlantic Ocean because to export its products from its central and Eastern provinces Magdalena river down was a slow and expensive process, in  comparison  with  the  routes  of  the  market  through Venezuela  by  the  system  of the Orinoco and Zulia-Catatumbo. Consequently at the beginning of century XX, the Colombian army of Rangel Gárbiras accompanied by the Venezuelan Emilio the  tachirenses Fernandez and other heads develops an invasion to the Venezuelan territory, Including all the you walk. Later I castrate undertakes an invasion to Colombia, that in this point was the territory goajiro of River of the axe. It even gives to a change to the fight looking for the Sea him like main ally. By before exposed, the following communication looks for to analyze the influence of the War of the Thousand days in the events happened in the battle of River of the axe the 13 of September of 1901. Being based on the study of sources of the File of the National Academy of History and the library Luis Arango Angel to finally off er to the investigators knowledge on the thematic one.

Key words: War of the Thousand Days, River of The Axe, Lake of Maracaibo.

Recibido: 04/08/2014  Aprobado: 05/09/2014

1. Introducción

La  siguiente  investigación  esta  enmarcada  en  el  conflicto  de  partidos políticos entre conservadores y liberales a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX que tienen como fin último el poder. Estas acciones conllevan a que se desarrollen una serie de acontecimientos que trajeron consecuencias dramáticas para ambas naciones, en el aspecto económico político y social, que repercutió en la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones hermanas. Que utilizaban como arma el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los ejércitos. Y que mediante sus invasiones continuas ambos Estados sufrieron pérdidas incontables.

En  ese  sentido,  los  objetivos  del  presente  estudio  son  Analizar  la influencia de la Guerra de los Mil días en los acontecimientos ocurridos en la batalla de Río de la Hacha el 13 de septiembre de 1901. Por otra parte, se busca Explicar las causas de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela en el marco de la Guerra de los Mil días 1901-1902, para luego Determinar el interés que perseguía el gobierno Colombiano de Marroquín al propiciar la invasión del territorio Venezolano en 1901. Y por último Explicar las acciones terrestres y navales tomadas por Cipriano Castro durante  la batalla de Río de el Hacha  el 13 de septiembre 1901.

Para ello se utilizara, material documental, y bibliográfico referencial, que permite el desarrollo de esta investigación. De esta forma corresponde a un enfoque cualitativo adaptado al objeto de estudio. Así mismo, se ha empleado el  método  Histórico-Descriptivo.  Correspondiente  en  un  primer  lugar  a  la búsqueda  de  documentos  que  esclarecieran  la  temática,  encontrando  como accesibilidad la biblioteca virtual Luis Ángel Arango, la cual ofrece información importante y confiable para desarrollar esta investigación.  
 
1. Conflictos Diplomáticos, Colombia-Venezuela 1899-1901 

Las  relaciones  diplomáticas  entre  Colombia  y Venezuela  se  tornaron tempestuosas y difíciles desde la disolución de la Gran Colombia en 1830. Las controversias por la deuda de la Guerra de Independencia, aunado a las cuestiones  limítrofes  sin  arreglar,  y  el  contrabando  de  bienes  a  través  de  la frontera común, provocaban grandes disyuntivas entre ambos países 1 . De esta forma el aparato político de ambas naciones estaba sumamente afectado por
la crisis generada en los partidos políticos que buscaban como fin último el poder.

Además, como parte de estos conflictos aparece la constante negatividad del gobierno venezolano de conceder al país vecino acceso al lago de Maracaibo y al Océano Atlántico, que facilitaba en un gran porcentaje  rapidez y costo de  comercialización  en  muchos  productos  provenientes  de  sus  provincias orientales y centrales río Magdalena abajo. Es decir, la ruta de mercado a través de Venezuela por el sistema Zulia Catatumbo facilitaba la exportación del café 2 , y permitía que el Norte de Santander en Colombia dependiera totalmente de Venezuela.

Por  otra  parte,  el  acuerdo  llevado  a  cabo  entre  la  Reina  Regente  de España y el gobierno colombiano en 1891, conduce a exacerbar el conflicto existente.  Este  acuerdo  contemplaba    la  entrega  de    un  gran  segmento  de terreno que llegaba hasta el Apure Venezolano. En consecuencia, éstos querían disputarse  porque  tenía  dentro  de  sus  límites  gran  riqueza  petrolera 3 .  Ésta situación despertó en Venezuela una de las más grandes críticas lideradas por los periódicos regionales.  Los cuales alegaban en sus anuncios una invasión colombiana,  que  tenía  como  finalidad  la  conquista  de  estos  territorios  que contenían oro negro. 

Sin embargo, las disputas de orden ideológico era una segunda fuente de  antagonismos  entre  las  dos  naciones.  Desde  que  Colombia  había  caído en  manos  de  los  conservadores  en  1885,  los  liberales  venezolanos  temían que sus vecinos intentaran minar su sistema federalista. Por cuanto que los representantes conservadores colombianos mantenían y  favorecían un gobierno central fuerte, un sufragio limitado y una estrecha relación con la iglesia. Estas arduas diferencias propiciaron el exilio y asilo de muchos políticos tanto en Venezuela y Colombia que no estaban de acuerdo con el presidente de turno.

Por otra parte, los conservadores colombianos, no se sentían en confianza con sus vecinos liberales. Tenían recelos de los venezolanos por su actitud hostil y agresiva en el caso Cerruti, en julio de 1898. En el cual Venezuela había ayudado a una flota Italiana primero a bloquear la salida del Río Magdalena, y segundo a ocupar las aduanas colombianas si no pagaban la suma de 250000 dólares inmediatamente 4 . Colombia por su parte no le quedo más opción que pagar ese dinero de forma inmediata, mientras que los nacionalistas italianos se hospedaban en Venezuela hasta la resolución del conflicto y su posterior partida al país de origen.

Éste incidente convenció aún más a los liberales colombianos de que el presidente Andrade no era de fiar. Necesitaban alguien en el poder en Caracas comprometido con su causa, y en 1899 se volvieron los ojos hacia el general Castro. Éste se abre paso al poder por medio del alzamiento, y se proclama en
1899 como el restaurador 5  anunciando el renacimiento de la república, que sin proporcionar a la población un programa de gobierno, aseguraba que su lema de nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos sintetizaba su jornada en el poder.

Luego de su ascenso  a la primera magistratura del país, Castro se empeñó en apoyar la revuelta colombiana que se había desatado en el departamento del Santander, por los liberales que enfrentaban al gobierno conservador de José Manuel Marroquín. Es así como nace la Guerra de los Mil días, episodio bélico ocurrido en Colombia entre el 17 de octubre de 1899 y el 21 de noviembre de 1902, originada por el enfrentamiento entre el Partido Liberal y el Partido Conservador en funciones del gobierno. La principal causa de este conflicto fue la sustitución de la constitución de Río Negro 1863 de esencia Federal, por la de 1886 de inclinación centralista 6 .

Incluso gobernaba el octogenario Manuel Antonio Sanclemente, que en un movimiento del Partido Conservador, conduce a que su vicepresidente José Manuel Marroquín se apropie del poder. Es así como desde  el 7 de agosto inicia sus acciones gubernativas. Dentro de sus primeros actos de gobierno en materia económica, y sorprendieron a todos, a la inversa de lo que se esperaba: “los  liberales  lo  aplaudieron  y  los  nacionalistas  se  sintieron  defraudados. Marroquín  había  comenzado  a  desmontar  la  política  proteccionista  de  La Regeneración y a darle vía al libre cambio.” 7

De  igual  forma    aprovechó  toda  la  problemática  suscitada  por  el canal de Panamá y la disputa entre Estados Unidos y Francia para obtener la construcción de este canal comercial que proporcionaría la entrada al mundo.

Sobre las consideraciones antes expuestas, se puede observar cómo la enemistad entre el presidente Castro y Marroquín era totalmente ideológica. Marroquín intentó establecer un sistema federal en Venezuela con un trasfondo, para lo que valió del general venezolano Rangel Garbiras, brillante médico y antiguo presidente del Estado de los Andes, enemistado con Castro en el exilio de 1892-1898. Éste “mantenía la idea de que debían separarse de las jefaturas civil y militar, en todo caso el se proponía para la primera…” 8 . Castro pensaba en el mando único, de ser necesario cedería ambas a Garbiras y entraría como su subalterno. Garbiras declinó, acordando hacer invasiones separadas, y el primero que lo hiciera sería apoyado por el otro. Este acuerdo no se materializó, y terminó en un gran encono del primero contra el restaurador.

Sin  embargo  la  situación  política  en  el  vecino  país  no  mejoró,  y  en cambio empeoró tanto la situación económica como la social.  Por su parte, Miguel  Antonio  Caro  inició  la  oposición  contra  Marroquín,  y  por  el  lado liberal Aquileo Parra, produjo en el Partido una división irreparable al acusar a Rafael Uribe Uribe de oportunista y ambicioso. El 2 de septiembre hubo en Bogotá “una manifestación tumultuosa contra los nacionalistas, con gritos predominantes como ¡Abajo los nacionalistas! ¡Abajo los contratistas! El ácido regenerador contra la corrupción no había dado resultados” 9 . Acosado por las críticas de Caro, el 20 de septiembre renunció el Vicepresidente Marroquín.

El senado rechazó la renuncia al tiempo que los liberales anunciaban su apoyo entusiasta a las reformas librecambistas, cuyo paquete fue presentado por Marroquín en el senado el 26 de septiembre, con gran júbilo por parte de los comerciantes y críticas exasperadas de los industriales. De esta forma los liberales observaron que por la vía del voto no se iba a concretar llegar al poder, y concretar sus objetivos políticos.

A  ésta  inquietud  se  le  suma  la  crisis  económica,  en  la  cual    una ordenanza  expedida  por  la  Asamblea  del Tolima,  “que  establece  una  nueva monstruosa contribución directa sobre toda renta proveniente ya de capital, ya de dinero a interés, o ya de cualquier oficio o profesión” 10 , disparó las alarmas y produjo una fuerte devaluación del papel moneda. Asfixiando a la población y llevando a grandes analistas económicos a ratifi car que si no se solucionaba ésta
situación, la crisis económica iba a superar la política y por ende a empeorar las circunstancias del país.

En  los  primeros  días  de  la  guerra,  los  liberales  se  enfrentaron  a  un desastre tras otro,

El 24 de octubre en el combate fluvial de Panamá fue derrotada y destruida la flotilla liberal. El 28 de octubre las fuerzas del gobierno barrieron con las liberales en Piedecuesta, y el 5 de diciembre hicieron lo propio en Nocaima, donde cayó el general liberal Zenón Figueredo. El ejército liberal tenía un singular poder de recuperación, y no obstante las continuas palizas dieron un segundo combate en Piedecuesta donde triunfó. 11

Sin embargo es necesario resaltar que Uribe Uribe no era un militar, él  se  desempeñaba  como  doctor,  y  luego  se  desempeñó  como  militar  sin tener idea de la responsabilidad que le esperaba en el conflicto, lo que trajo como consecuencia la acumulación de derrotas y victorias aisladas, durante el desarrollo de la guerra.

Por su parte el nuevo presidente venezolano simpatizaba abiertamente con  la  revolución  en  Colombia,  permitiendo  incluso  que  agentes  liberales actuaran como cónsules en Maracaibo y San Antonio del Táchira. Aunado a esto Castro empezó a enviar continuamente materiales de guerra a los reductos rebeldes en Nuevo Santander, Cundinamarca y Tolima, desplazando las armas a través de Maracaibo a partir de noviembre de 1899.

El 21 de noviembre un gran contingente de armas llegó al Puerto de Villamizar a bordo del vapor América, liderado por el General colombiano Foción Soto. Para enero de 1900, desde el Estado Zulia el mismo General transportó armas, municiones y refuerzos. Por su parte, el Jefe Civil y Militar del mismo Estado, Benjamín Ruiz, escoltó:

Un  cañón,  2.500  rifles  y  varios  centenares  de  miles  de  cartucho  a Cúcuta, y un más tarde transfirieron los barcos de guerra El Rayo y Augusto, a los rebeldes de Río Hacha, para utilizarlo como transporte y cañoneros contra las fuerzas del gobierno en los ríos orientales.  12

Sobre las consideraciones anteriores, se tiene que la ayuda de Castro prolongó  la batalla de Peralonso, en diciembre de 1899, por más de un año causando  enormes  calamidades  a  la  república.  Después  de  este  ataque  los revolucionarios colombianos intentaron reagrupar sus fuerzas en el reducto liberal del Departamento del Magdalena. El General Justo Durán ocupó Río de la Hacha, en febrero de 1900. Recibiendo de Castro dos embarcaciones y abundante armamento procedentes del gobierno y se preparó para el asedio de Santa Marta con más de dos mil soldados. 

Por otra parte, el General Rafael Uribe comenzó a reunir fuerzas en el Departamento de Bolívar. Su intención era atacar a Barranquilla, Cartagena y controlar el Río Magdalena. Aunque luego todo esto se convirtiera en sueños, puesto que el ejército de Durán se encontró inexplicablemente con un pequeño contingente del gobierno y huyeron sin disparar un sólo tiro. Propiciando que Uribe no intimidara al gobierno.

2. Invasión a Venezuela 1901

A pesar de que el congreso de ministros se negara a la aventura de invadir a Venezuela por parte del General Rangel Garbiras, el presidente colombiano colaboró para que agilizara la invasión. En ese sentido, el jueves 26 de julio de 1901 las once de la mañana, seis mil hombres del Ejército Regular de Colombia conformados por colombianos y exiliados venezolanos ocupan San Antonio 13 , y se dirigen  hacia San Cristóbal. Los telegrafistas alertaban con desesperación la noticia en todos los diarios despertando el pánico y cobardía en la población que asolaban a su paso.

Curiosamente la línea defensiva del Ejército venezolano, la encabezaba el líder liberal colombiano Rafael Uribe, quien tan sólo seis días antes, había manifestado al Ministro de Guerra que los conservadores “eran los que dirigían la política y habían heredado de España los resabios monárquicos, despóticos y aristocráticos (…) desencadenaron con Páez a la cabeza aquella tempestad de odio que llevó al sepulcro al Libertador” 14 . La invasión anunciada un año atrás tuvo dos frentes, el eje Táchira-San Cristóbal y el eje Encontrados-Lago de Maracaibo que tenía como objetivo principal. 
Reeditar la marcha de Castro hacia Caracas para establecer un gobierno conservador.  Su  segundo  objetivo  estratégico  operacional  era  el apoderamiento del parque que tenía Castro guardado en San Cristóbal para ser usado por el gobierno colombiano. El tercer objetivo estratégico operacional  fue  marchar  sobre  Maracaibo  para  separar  esa  cuenca hidrográfica del resto del país, lo que permitiría el control de la salida al  Caribe  a  través  de  la  conexión  Catatumbo-Encontrados-Lago  de Maracaibo-Golfo de Venezuela; tal ventaja concedería una salida natural de los productos de Santander, así como el acceso a las potencialidades bituminosas de las inmediaciones del Río de Oro. El cuarto objetivo estratégico  operacional:  la  liberación  del  “Mocho  Hernández”,  preso en el castillo de San Carlos, para abrir un nuevo frente contra Castro. El último y no menos importante objetivo, consistía en crear un tercer frente de ataque contra los liberales de la guajira. 15

Estos  movimientos  se  complementarían    con  la  invasión  de  Nicolás Rolando desde Trinidad. Segundo Riera y Luis Loreto Lima, harían lo propio desde Apure para levantar al Estado Falcón y Cojedes. Teniendo como primicias del General Garbiras sus palabras que repetía alegando que la guerra es crisol de caracteres si a unos corrompe y rebaja a otros eleva y dignifica 16 . De  esta  forma  comienza  el  ataque,  dejando  como  saldo  horribles daños en Rubio, San Antonio, Capacho y Tàriba. Por otra parte Celestino Castro  quien  recibía  indicaciones  por  telégrafo  de  su  hermano  concentró 1500 hombres en San Cristóbal para esperar a Rangel que había establecido su cuartel en Táriba.  17  Por otra parte el segundo frente haga efectivo el 28 de julio, los cuales para cometer el asalto tomaron el tren en Alto Viento. Navegaron por el Río Catatumbo y en el curso del mismo encontraron a la comisión de demarcación de límites. Tomaron la estación del ferrocarril en Boca de la Grita.

La  respuesta  del Táchira  fue  espontánea  e  inmediata.  Centenares  de voluntarios llovieron sobre San Cristóbal desde los campos y aldeas vecinas, engrosando rápidamente la guarnición de la provincia de 300 a 2500 hombres 18 .El  presidente  Castro  reaccionó  suspendiendo  todas  las  garantías constitucionales, ordenó el arresto masivo de todos los andradistas, mochistas y otros personajes de cuestionable lealtad. 19 . Seguidamente las tropas colombianas recibieron el fuego granado desde las trincheras y se sorprendieron de que la estrategia de las fuerzas conjuntas con las de las posiciones al Sur, no tuviera ningún resultado. Los defensores de la plaza sorprendieron al enemigo al atacar sus flancos logrando desequilibrar la estrategia de Rangel Garbiras y poner a sus hombres en desbandada. 

Posteriormente Castro envía al General venezolano Rufo Nieves a las órdenes del General Castillo, iniciando el avance por la Guajira saliendo por Paraguaipoa, hasta que se produjo el combate de Garapasera el 22 de agosto de 1901.

3. La Ofensiva Venezolana

Es necesario resaltar la negatividad del gobierno venezolano de llegar a un arreglo con el régimen de Marroquín, la victoria de la Parada  lo había convencido de la debilidad militar de Colombia. Envió luego una segunda expedición a través de Apure con órdenes de invadir a Colombia por los llanos de Arauca. El Ejército del Norte debía reunirse con el general Uribe y marchar sobre Bogotá.

El Jefe de Estado Mayor General Vicente G. Sánchez, recibió órdenes de colocar el material de guerra a bordo del Zumbador, Miranda y Crespo y de escoltarlos hacia el noroeste a la península de la Guajira. El Comandante en Jefe de la expedición José Antonio Dávila, mientras tanto, marcharía con sus Batallones de Infantería y Artillería, con mil doscientos hombres a través de Sinamaica. Una vez que los dos contingentes se reunieran, deberían atacar el ejército de mil ochocientos cincuenta, enemigos reunidos a lo largo de la frontera. El éxito final dependería de la armada venezolana ya que el cañonero colombiano Pinzón en Río de la Hacha debía ser destruido antes de poder comenzar una invasión de Colombia.  20
  
El  General  Carlos  Albán,  Jefe  Civil  y  Militar  del  Istmo  había  sido nombrado  por  Marroquín  como  Comandante  en  Jefe  de  las  Fuerzas Fluviales y Ribereñas del Bajo Magdalena y de las Marítimas y Terrestres de los Departamentos de Panamá Bolívar y Magdalena. Albán había ordenado a Arjona que saliera de Río de la Hacha a encontrarse con el Ejército que marchaba  por  la  Guajira  y  evitar  que  cercaran  la  ciudad.  Mientras  que  el crucero Suchet 21  realizaría la misión de escolta. Entonces se puede observar la fuerza naval colombiana conformada por tres Buques, más cuatro Lanchas Cañoneras,  dos  pequeños  Vapores  Mercantes,  el  Buque  Mercante  Francés “Alexander Bixio” y el Remolcador  de Altura Artillado Británico Penélope.
Es así como inicia el combate naval.
El Remolcador Penélope, atacó al ARV Totumo, el cual lo repelió y atacando  conjuntamente  con  la  ARV  General  Crespo  lo  echaron a  pique.  Mientras  que    el  Crucero  Suchet  avanzó  a  toda  velocidad hacia el ARV General Crespo, pero sus cañones de 6.4 pulgadas no lograban hacer disparos exitosos, posteriormente el  ARV Bolívar atacó al Suchet por su costado de babor, lanzándole dos torpedos que fueron evadidos por el mismo, pero alcanzados por una lancha colombiana que rápidamente se hundió.  22

Esta acción ocasionó el retiro del Suchet. Pero la superioridad de fuego del Crucero Francés, aunado a  la distancia de los buques venezolanos de su base normal, y el no contar con uno de apoyo logístico del grupo de tarea naval venezolano hizo desistir a la flota venezolana del bloqueo de Río de la Hacha. Por su parte el Concejo Municipal de Río de la Hacha, “estaba estudiando el ultimátum cuando el barco de guerra francés Suchet de 3450 toneladas y con cañones de 6.4 pulgadas interfirió con una petición de que se suspendieran las hostilidades hasta que todos los extranjeros fueran evacuados” 23 . El General Dávila y el Comandante Alfredo Pellicer aceptaron. Sin embargo, es necesario resaltar  que  las  escuadras  venezolanas  estaban  en  condiciones  militares desventajosas pues, estaba conformado como se nombró anteriormente “por el crucero auxiliar Restaurador los cazatorpederos ARV Bolívar y ARV Miranda la Corbeta ARV General Crespo y el cañonero Totumo” 24 . Además esperaba por los refuerzos del General Uribe y de Maracaibo. Recibiendo un refuerzo de sólo cincuenta hombres.

De  esta  forma    se  desarrolla  el  doce  de  septiembre  el  combate  que culminó en la Batalla de Carazúa al día siguiente, ocurriendo el mayor desastre táctico dirigido por Dávila, “el ejército conservador de 3000 hombres capturó cuatro  cañones  de  fuego  rápido,  una  ametralladora,  600  rifl es  y  100.000 cartuchos, y en el proceso mataron 300 soldados liberales y tomaron otros 150 prisioneros.” 25  Por falta de estrategia, Dávila comete un error garrafal que se reduce en colocar cañones en la vanguardia de sus tropas en lugar de usarlos para el bombardeo de larga distancia, para mayor daño la única ametralladora se averió y no hubo más opción que ocultarse en los matorrales.

Por su parte, los conservadores colombianos utilizaron francotiradores inutilizando  las  armas  enemigas,  mientras  que  las  tropas  restantes  huyeron hacia Sinamaica y Maracaibo. Se le suma a esto:
Dávila había permitido a sus hombres perseguir a los indios guajiros, robar su ganado y maltratar a sus mujeres. Incluso se informa que al hermano del jefe de la tribu lo habían atacado maltratado y castrado, significando  esto  un  abuso  para  la  horda,  y  en  venganza,  robaron, mutilaron con las torturas más horripilante y finalmente asesinaron a centenares de rezagados. 26

Los  que  lograron  huir  del  ataque  fueron  víctimas  de  la  aridez  del terreno. Pues las condiciones sanitarias no eran las adecuadas. Y los uniformes utilizados  no  ayudaron  a  contrarrestar  la  situación  muriendo  unos  en  el camino y desertando otros en su mayoría. Después del desastre en esta zona Castro despachó al general Vicente Sánchez  y tres mil hombres de Maracaibo de Paraguaipoa. Además ordenó al Ejército de Barquisimeto la conformación de una plaza estratégica a lo largo de la ruta de invasión occidental a Valencia, Puerto  Cabello,  Caracas.  En  consecuencia,  el  vital  centro  queda  armado fuertemente. 27

A inicios de octubre, el general Castro enfrentaba serias dificultades, que junto con la pobreza fi nanciera, venía acompañado de sufi ciente fuerza militar, ya que las tropas no observaban seriedad en el ataque que trajo como consecuencia que tomara una actitud defensiva por un buen tiempo. Logrando materializar dos estrategias. La primera, consistía en mantener un ejército fuerte en la frontera, que obligaba a Marroquín a estacionar grandes contingentes de  tropas  regulares  en  el  Oriente.  La  segunda,  consistía  en  el  compromiso de Colombia en ceder a los Estados Unidos  la zona que posteriormente se convertiría en el Canal de Panamá, siempre y cuando Roosevelt, ayudara a los revolucionarios liberales. Sin embargo, esta  propuesta no fue aceptada por los norteamericanos. 28
 
Luego  se  desató  una  serie  de  intervenciones  por  parte  de  México y Estados Unidos. Pero éste estaba rehusado a firmar la paz llamando a los colombianos poco civilizados. Él quería una “paz fructífera y sincera digna de civilización y progreso. Y el pueblo de Colombia no le brindaba confianza. Ésta situación originó que el gobierno colombiano finalmente desesperanzado en lograr un acuerdo con el vecino país cortó las relaciones diplomáticas el 16 de noviembre de 1901”. 29
Finamente el costo de combatir la Revolución Libertadora que estalló en diciembre de 1901, forzó a Castro a reducir su Ejército del Táchira a tres mil hombres. Interpretando esto como una señal de debilidad. Rangel Garbiras atacó nuevamente a San Antonio en febrero de 1902 con cien hombres.

En ese sentido, tropas rebeldes adicionales avanzaron hacia Encontrados y  otros  puntos  a  lo  largo  de  la  frontera.  Pero  sólo  pudieron  tomar    San Antonio.  En  esta  zona  se  encuentran  con  “Celestino  Castro  y  Ceferino Castillo interceptaron el grueso del ejército revolucionario en Las Cumbres, y la Batalla se mantuvo con declives constantes hasta que la fricción entre fuerzas liberales y conservadoras dividió a los rebeldes. Obligando a los rebeldes de Garbiras a huir nuevamente a Colombia. Dejando como saldo total trescientos muertos de ambas partes” 30 . De esta forma el plan grancolombiano de Castro murió con el estallido de la Revolución Libertadora, y el Bloqueo de 1902, que desviaron sus aspiraciones políticas  hacia problemas internos, generando como consecuencia la disminución de la belicosidad en ambos países.

4. Conclusión

A manera de colofón se puede decir que  la Guerra de los Mil Días, desencadenó una serie de enfrentamientos navales y terrestres de gran magnitud entre las naciones hermanas a principios del siglo XX. Aunque las relaciones diplomáticas se rompieron en 1901, ninguno de los dos países declaró la guerra al país vecino. De igual forma es necesario destacar que las rebeliones liberales en Colombia y de Gàrbiras en Venezuela no fueron meras confrontaciones civiles, ya que la acción militar no se vio reducida a las fronteras territoriales.

Sin embargo, es necesario resaltar que la  invasión al territorio venezolano lejos de ser una lucha política entre pugnas de conservadores y liberales. Tenía otros objetivos desde la perspectiva colombiana, que se encerraba  en la salida al  mar  por  medio  del  golfo  de  Venezuela,  para  aligerar  los  problemas  del comercio del café, y así consolidar su poder como exportador en la economía  internacional.

Aunado a esto, el combate anfibio de Río Hacha, demostró a ambas naciones su poderío naval y capacidad de desplazamiento de tropas. Aunque en la mayoría de las acciones no se logró el objetivo como ocurrió en la batalla de  Carazúa, que hoy en día es denominada como un desastre en estrategia táctica para la historia militar venezolana 31 .

Notas:

1   SULLIVAN, WILLIAM.  El Despotismo de Cipriano Castro .Caracas, Editorial Trilobita, 2013, pp. 622; p. 169.

2     PALMA, BRACHO, Hombres de Hierro, Caracas, CGA, 2013, pp. 296;  p. 32.

3     HAGGARD A SALISBURY.  “The New Venezuelan Controversy”. Caracas, diciembre 16, 1898, BPRO 154, confidencial, folio. 80/ 387. en  Sullivan, William, Ob. cit. p 169.

4     SULLIVAN, WILLIAM. Ob cit.,  p. 170.

5   FERRER,  DILIAN,  Ciudadanía  y  Conflictos  Políticos  en  el  Escenario  de  la  Frontera Colombiana (1858-1900) Revista de Artes y Humanidades UNICA. Colombia Vol. 9, núm. 23, septiembre-diciembre, 2008, pp. 99-119; p. 11.

6   BRACHO, PALMA, JAIRO. Ob cit.,  p. 32.

7   SANTOS, ENRIQUE, “La Guerra de los Mil días”, Credencial Histórica. Bogotá. Colombia, edición 173, 2004, p. 4.

8   FERRER, DILIAN, Ob cit.,  p. 13.

9   SANTOS, ENRIQUE, Ob cit.,  p. 6.

10  Ibídem, p. 7.

11  Ídem.

12   SULLIVAN, WILLIAM. Ob cit., p. 171.

13   BRACHO, PALMA, JAIRO. Ob cit.,  p. 22.

14   “Documento del Ministro de Guerra, Sr. Federico Rubio emitido el  20 de julio, 1901”. En sección: Guerra de los Mil Días. Disponible en línea: Biblioteca Luis Ángel Arango. 

15   BRACHO, PALMA, JAIRO. Ob cit.,  p. 22.

16   “Documento  del  Gral.  Rafael  Uribe  Uribe  emitido    2  de  abril  de  1901”.  En  sección. Documentos Políticos.  Disponible en línea: Biblioteca Luis Ángel Arango.

17   SULLIVAN, WILLIAM. Ob cit., p. 177.

18  Ídem.

19  Ídem.

20  Ibídem, p. 181.

21   BRACHO, PALMA, JAIRO. Ob cit., p. 34.

22   “Canto al Combate Naval de Río de la Hacha”, Disponible en: Rivero, Ramón. Legado del Capitán de Corbeta Ramón Díaz.

23   SULLIVAN, WILLIAM. Ob cit.,  p. 182.

24   “Canto al Combate Naval de Río de la Hacha”, Disponible en: Rivero, Ramón. Legado del Capitán de Corbeta Ramón Díaz.

25   SULLIVAN, WILLIAM. Ob cit.,   p. 182.

26  Ibídem, p. 182.

27  Idem.

28  Ibídem, p. 185.

29  Idem.

30  Ibídem, p. 186.

31   BRACHO, PALMA, JAIRO. Ob cit., p. 90.