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Revista Venezolana de Gerencia

versión impresa ISSN 1315-9984

Revista Venezolana de Gerencia v.13 n.41 Maracaibo mar. 2008

 

Inversión directa Española en el exterior: Latinoamérica y el Caribe, 1996-2005.

Ferrer, María Alejandra*

* Contador Público, Magíster en Gerencia de Empresas, Doctorando del Programa “Finanzas de Empresa” de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid, miembro del personal docente y de investigación de la FCES de la Universidad del Zulia. Venezuela. E-mail: maferrer99@yahoo.com 

Resumen

Actualmente España se ubica en la Etapa IV de la llamada Teoría de la Senda de Desarrollo de la Inversión Directa Extranjera a Nivel Internacional; ello gracias al proceso de internacionalización basado en la inversión directa en el exterior (IDE). Con base en las estadísticas del Registro de Inversiones Exteriores de la Secretaría General de Inversiones Exteriores de España, este trabajo describe el comportamiento de la inversión neta española en el exterior; particularmente se analizan los cambios experimentados en los flujos hacia Latinoamérica y El Caribe durante el período 1996-2005. Los resultados de esta investigación descriptiva indican un descenso en los niveles de inversión a partir del año 2000, desplazándose hacia los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Lo anterior es el resultado de la inestabilidad presente en la región y de los acuerdos de cooperación económica internacional en los que participa España.

Palabras clave: Internacionalización, inversión directa en el exterior, España, Latinoamérica y El Caribe.

Direct Spanish Foreign Investment: Latin American and the Caribbean, 1996-2005.

Abstract

Currently, Spain is in the fourth stage of the so-called Investment Development Path theory, thanks to the internationalization process based on direct foreign investment (DFI). Based on statistics from the Foreign Investments Registry of the Spanish Foreign Investments Secretary General, this paper describes the behavior of net Spanish foreign investment. In particular, it analyzes changes experienced in the flow of investments to Latin American and the Caribbean from 1996 to 2005. Results of this descriptive research show a decrease in investments beginning in 2000, when they were redirected toward member countries of the Organization for Economic Co-operation and Development (OECD). This was a consequence of instability in the region and the international economic cooperation agreements in which Spain participates.

Key words: Internationalization, direct foreign investment, Spain, Latin America and the Caribbean.

Recibido: 16-01-07 .  Aceptado: 06-12-07

1. Introducción

Desde sus inicios la inversión española en el exterior ha tenido como uno de sus destinos más importantes Latinoamérica y El Caribe, constituyéndose en el principal inversor de la región. Lo anterior es el resultado de la conjugación de una serie de factores como la saturación del mercado, condiciones económicas favorecedores y ventajas competitivas susceptibles de internacionalizarse. Sin embargo, a partir del año 2000 la inversión española en el exterior se desplazó hacia los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)1, descendiendo de manera significativa en Latinoamérica y El Caribe.

Con base en la información obtenida del Registro de Inversiones Españolas en el Exterior de la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España, se estudia el comportamiento de la inversión directa española en el exterior durante el período 1996-2005. Los resultados de esta investigación descriptiva muestran un descenso de la inversión extranjera de España a partir del año 2000, acompañado de un desplazamiento de hacia los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La caída en los niveles de inversión en Latinoamérica y El Caribe obecede a la crisis por la que atraviesa la región y a la incorporación de España en la Unión Económica y Monetaria.

En este trabajo se estudia en primer término la inversión directa en el exterior (IDE) como estrategia de internacionalización de las empresas (características, factores determinantes, razones para llevarla a cabo). Lo anterior sirve de base para describir la evolución de la inversión española en el exterior para el período mencionado; particularmente se hace referencia al comportamiento experimentado en Latinoamérica y El Caribe en la década 1996-2005.

2. Estrategias de Internacionalización: Inversión Directa en el Exterior (IDE)

Si bien la internacionalización de las empresas se materializa mediante exportaciones, alianzas estratégicas y acuerdos de cooperación, es evidente el lugar ocupado por la inversión directa en el exterior (IDE) como estrategia de la internacionalización. Así, un agente económico residente en un determinado país realiza una inversión en una empresa localizada en el exterior con expectativas de obtener beneficios económicos en el largo plazo; como resultado de ello, ese inversor, sea una empresa privada o pública o una persona natural, participa significativamente en la dirección y control de las actividades de dicha empresa (Durán, 1996; Suárez Suárez, 2004; Verger, 2003).

La gran mayoría de la IDE es llevada a cabo por empresas (Durán, 2005), y es gracias a ella que se convierten en multinacionales. Sin embargo, no es condición suficiente que distribuya o exporte productos fuera, es necesario que detente la propiedad, o parte de la propiedad, de una o varias empresas en el extranjero (filiales) (Verger, 2003). Una participación de al menos el 10% de las acciones de la sociedad con derecho a voto le confiere la condición de inversión extranjera directa. Este criterio es compartido por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el Fondo Monetario Intencional (FMI)2 y la legislación sobre inversión extranjera de países como Estados Unidos y Canadá. Por otra parte, la inversión directa en el exterior (IDE) supone no sólo la transferencia de capital, sino también de capacidad empresarial, nuevos estilos gerenciales y prácticas comerciales, know-how, tecnologías productivas y de todo tipo (Suárez Suárez, 2004).

Para Durán (1996) una empresa podrá iniciar un proceso de internacionalización si dispone de ventajas específicas que, conjuntamente con capitales económicos, se traducen en un cierto liderazgo de costes y en la diferenciación de productos; todo ello se acompaña de capacidad y voluntad gerencial para explotarla transnacionalmente, que le permitan mantener y/o mejorar su ventaja competitiva. El Diagrama 1 resume los factores determinantes de la inversión directa en el exterior (IDE). Toda empresa doméstica podrá, vía inversión directa en el exterior (IDE), convertirse en una multinacional, siempre que posea ventajas competitivas susceptibles de transnacionalizarse y de capitales económicos (específicos y genéricos), siendo necesaria la disponibilidad de recursos financieros. Lo anterior le permitirá producir y vender bienes y servicios en escala internacional más económicos, de mejor calidad o totalmente nuevos que la competencia (Durán, 1996).

El proceso de internacionalización de una empresa puede iniciarse por razones estratégicas (supervivencia y expansión), interrelaciones con otras empresas, o por el apoyo o fomento institucional y político a nivel nacional y supranacional y de organismos internacionales (Durán, 1996). Con relación a esta última, Verger (2003) hace referencia a las ayudas, trato fiscal y otras facilidades ofrecidas por los gobiernos de los países receptores de la inversión. En el caso de la supervivencia y expansión, Durán (1996) considera que la IDE se dirige hacia la búsqueda de mercados (sustitución de importaciones, desplazamiento de la producción doméstica, nuevos productos, y mercados locales y adyacentes), el aprovisionamiento de recursos naturales (materia prima, mano de obra poco calificada, situación geográfica) y/o creados (tecnologías, capacidades organizativas, infraestructuras), y/o la racionalización/búsqueda de la eficiencia (desinversión de algunos países, inversión en otros países, y obtención de economías de especialización y de alcance). Ver Diagrama 1.

Verger (2003) considera la internacionalización de las empresas como un mecanismo ofensivo que les permite la expansión y crecimiento de toda sociedad que pretenda ser competitiva, y como mecanismo defensivo al que recurren ante la necesidad y obligación de crecer para evitar la quiebra o absorción por parte de otra en un mercado altamente competitivo. De esta manera el autor concede a la competitividad un papel importante en los procesos de internacionalización a los cuales se someten las empresas; en ella resume razones como (a) la búsqueda de nuevos mercados ante la saturación o recesión del mercado actual o el abastecimiento únicamente a través de exportaciones, (b) el acceso a materias primas y mano de obra a bajo coste de menor conflictividad y con débil regularización laboral, (c) escasa regularización medioambiental, (d) ventajas ofrecidas por los países receptores de la inversión, y (e) la necesidad de la división del trabajo y la especialización propias del modelo productivo vigente.

3. España y la Inversión Directa en el Exterior (IDE)

El proceso de internacionalización español tiene como punto de partida la aprobación del Plan Nacional de Estabilización Económica de 19593, acompañado de la incorporación al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, en 1958, a la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), en 1959, y al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), en 1963. Hasta ese momento, el grado de apertura era escaso acompañado de una participación nula en los principales organismos internacionales del ámbito económico y financiero (Becker, 2002).

Para Durán (2005) es evidente la transformación cuantitativa y cualitativa de la inversión directa española en el exterior. En un primer momento, la inversión tenía como destino América Latina y se dirigía al sector manufacturero, financiero y primario. Con la incorporación a la Comunidad Económica Europea, en 1986, y hasta 1993, tiene lugar lo que Durán (2005) denomina la primera fase de integración europea, período durante el cual la inversión se dirige hacia todos los sectores económicos y se concentra en la Unión Europea. Se observa un cambio institucional hacia la eficiencia y modernización productiva ante un espacio económico de actuación más amplio y competitivo (Durán, 2004). Es en la década de los noventa cuando se crea un gran número de multinacionales españolas gracias a la inversión en servicios públicos y en servicios financieros en América Latina producto de los procesos de privatización. Para 1999, con la Unión Económica y Monetaria, se inicia otra fase de integración europea que logra la diversificación internacional mediante una mayor inversión en los países más desarrollados, como consecuencia de la puesta en circulación del euro como moneda de curso legal y la crisis en América Latina.

Dada la intensa emisión de inversión directa hacia el exterior (crecimiento exponencial en la segunda mitad de la década de los noventa) y la posición neta positiva (stock de entrada menos stock de salida) experimentada a partir de 1999, Durán y Úbeda (2005a) ubican a España en la Etapa IV de la Senda de Desarrollo de la Inversión Directa Extranjera a Nivel Internacional (IDP, Investment Development Path)4. Para los autores, el comportamiento descrito anteriormente es producto de la integración en la Unión Económica, la modernización del sistema financiero, una mayor integración del sistema de ciencia-tecnología, la descentralización del Estado, el avance en educación, salud e infraestructuras de transporte y comunicaciones, y otros elementos que suponen un cambio institucional significativo.

4. La Inversión Extranjera Española en Latinoamérica y El Caribe, 1996-2005

América Latina ha jugado un papel importante como destino de la inversión extranjera directa de España y, en parte, es gracias a ello lo que le ha permitido alcanzar el nivel de desarrollo económico que hoy ostenta. Para Costa Climent (2002), también ha de tomarse en cuenta que el proceso de internacionalización de las empresas españolas se ve facilitado por la concurrencia de tres requisitos: (a) las empresas son propietarias de activos tangibles o intangibles con posibilidades de ser explotados de manera rentable; (b) los mercados destinos ofrecen ventajas frente a la permanencia de la empresa en el mercado nacional; y (c) el beneficio de la explotación de los activos es mayor que la venta de los mismos a otras empresas.

De lo anterior tenemos que, si bien las empresas españolas disponían de experiencia y know-how como activos ha ser explotados en otros ámbitos, los países latinoamericanos representaban el destino apropiado para ello, pues para la segunda mitad de la década de los noventa, se les ubicó en la en la Etapa III de la Senda de Desarrollo de la Inversión Directa Extranjera a Nivel Internacional al ser considerados países emergentes. A lo anterior se suma un clima económico internacional favorable, la democratización y estabilización del clima político, el desarrollo de reformas estructurales, los bajos costes laborales, la eliminación de los obstáculos a la propiedad privada extranjera, la política desregularizadora y de privatizaciones, los acuerdos de integración regional (Cuadro 1) y las reformas al Consenso de Washington5 (Casilda Béjar, 2005). Otros factores a considerar fueron que América Latina ofrecía un mercado potencial cercano a los 500 millones de habitantes y el idioma como “ventaja competitiva” que facilitaría y favorecería la transferencia de conocimientos, productos, tecnología y técnicas empresariales.

Cuadro 1. Acuerdos de Integración Regional que impulsaron la Inversión Extranjera Directa en América Latina en los Años 90

Acuerdo

Países Miembros

Propósito

MERCOSUR
(Mercado Común
del Sur)

Argentina
Brasil
Paraguay
Uruguay
Venezuela

Promoción del libre intercambio y movimiento de bienes, personas y capital entre los países que lo integran, y avance a una mayor integración política y cultural entre sus países miembros y asociados

Pacto Andino
(Comunidad Andina
de Naciones
desde 1996)

Bolivia
Colombia
Ecuador
Perú*

Profundización de la integración interregional, fomento del desarrollo económico y promoción de la proyección externa de sus integrantes

Grupo de los Tres

Colombia
México
Venezuela

Creación de una zona de libre comercio entre los estados miembros

TLCAN
(Tratado de Libre Comercio de América del Norte)

Canadá
Estados Unidos
México

Supresión gradual de aranceles, y de otras barreras al librecambio, en la mayoría de los productos fabricados o vendidos en América del Norte, así como la eliminación de barreras a la inversión internacional y la protección de los derechos de propiedad intelectual en dicho subcontinente

APEC
(Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico)

Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur, China, Taiwán, Hong Kong, Singapur, Malasia, Brunei, Tailandia, Vietnam, Indonesia, Papúa-Nueva Guinea, Filipinas, Australia, Nueva Zelanda, México, Chile, Perú y Rusia

Promoción y facilitación del comercio, las inversiones, la cooperación económica y técnica y al desarrollo económico regional de los países y territorios de la cuenca del Océano Pacífico

* Chile se retiró en 1976 y Venezuela en 2006.

Paralelamente, España debía enfrentar los desafíos por la incorporación a la Comunidad Económica Europea, la creación del Mercado Único y la instauración de la Unión Económica y Monetaria. Ante este escenario, se estudia la posibilidad de crear estructuras empresariales diversificadas geográficamente en sectores con alto grado de maduración (energético, banca y telecomunicaciones).

Sin embargo, el auge de la inversión neta española en Latinoamérica y El Caribe se ha debilitado en los últimos años. Si observamos el período 1996-2005 encontraremos una caída en los niveles de inversión, que se corresponde con el comportamiento mundial, y al mismo tiempo el desplazamiento de la inversión hacia los países desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como consecuencia de los cambios en el escenario descrito anteriormente y de la crisis latinoamericana.

La inversión neta española en el exterior durante la década 1996-2005, incluidas ETVEs6, tiende a la alza hasta el año 2000 para luego experimentar un descenso que sólo se ve interrumpido en el año 2004 (Gráfico 1). Para este año la inversión neta fue de 43.632 millones de euros, un 70% más que el año anterior, como resultado de una importante adquisición en el sector bancario (Secretaria de Estado de Turismo y Comercio, 2006). Para el año siguiente, el importe se acerca al del año 2003 estabilizando su comportamiento (Tabla 1).

Tabla 1. Flujo de Inversión Neta Directa Española, 1996-2005(En Millones de €)

Año

Inversión Neta

Total

en ETVE

descontadas ETVE

1996

3.338,24

238,84

3.099,40

1997

9.079,75

1.008,69

8.071,06

1998

12.217,81

1.473,28

10.744,53

1999

43.615,81

7.799,09

35.816,72

2000

48.407,48

7.915,08

40.492,40

2001

42.221,47

20.168,83

22.052,64

2002

30.183,65

15.357,10

14.826,55

2003

25.614,23

10.574,20

15.040,03

2004

43.631,63

10.799,99

32.831,64

2005

25.125,82

2.958,37

22.167,45

ETVE: Entidades tenedoras de valores extranjeros.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Registro de Inversiones Exteriores de la Secretaría General de Inversiones Exteriores (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio).

Durante la década 1996-2005 se observa un cambio significativo en el destino de la inversión neta (Tabla 2). Latinoamérica y El Caribe aparecen como principales receptores hasta 1999, año en que alcanzó el nivel más alto (63% del total de la inversión neta). Sin embargo, a partir del año 2000 el principal destino lo ocupan los países Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), desplazando de esta manera la posición de Latinoamérica y El Caribe (Gráfico 2); este comportamiento obedece a la incorporación de España a la Unión Económica y Monetaria en 1999.

Tabla 2. Flujo de Inversión Neta Directa Española por País Destino, 1996-2005 (En Millones de €)

Año

Países O.C.D.E.

Otros Países Europeos

Países Africanos

América Latina y
El Caribe*

Países Asiáticos**

Resto Países

Inversión Total

1996

1.497,12

13,63

28,09

1.778,61

20,79

0,00

3.338,24

1997

3.778,35

21,55

-31,49

5.282,87

28,48

0,00

9.079,75

1998

5.526,20

131,64

177,04

6.305,34

77,32

0,27

12.217,81

1999

15.779,16

53,52

233,28

27.285,37

264,48

0,00

43.615,82

2000

29.261,71

150,20

97,24

18.668,10

230,24

0,00

48.407,48

2001

35.336,68

46,29

40,92

6.722,68

74,89

0,01

42.221,47

2002

24.735,93

62,97

625,12

4.636,04

122,94

0,64

30.183,65

2003

18.892,12

-15,86

1.723,37

5.008,95

5,66

0,00

25.614,23

2004

40.087,07

149,35

88,25

3.081,50

225,47

0,00

43.631,63

2005

21.297,43

-80,33

109,97

3.600,00

198,75

0,00

25.125,82

O.C.D.E.: Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.

* Excepto México. ** Excepto Japón y Corea del Sur.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Registro de Inversiones Exteriores de la Secretaría General de Inversiones Exteriores (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio).

Así, durante la década es posible observar que el nivel de inversión neta española en Latinoamérica y El Caribe experimenta dos períodos: el primero se ubica entre 1996 y 1999 y el segundo entre 2000 y 2005. El primer período refleja la tendencia a la alza de la inversión neta que pasa de 1.778,61 millones de euros en 1996 a 27.285,37 millones en 1999. Ese comportamiento alcista se ve interrumpido por la caída en la inversión que se ubica en 18.668,10 millones de euros en el año 2000 y alcanza los 3.600,00 millones de euros en el 2005. En este último período se observan leves mejorías en los años 2003 y 2005 con relación a los años anteriores (2002 y 2004 respectivamente) pero que aún así no logran ubicarla en los niveles alcanzados en los primeros años de la década 1996-2005.

El descenso en los flujos de inversión española en Latinoamérica y El Caribe a partir del año 2000 obedece, según Becker (2003), al deterioro de la situación y las perspectivas a corto plazo de las economías de los países de la región, así como el estancamiento en los procesos de privatización y la necesidad de limitar el riesgo dados los altos niveles de participación alcanzados. Lo anterior supone la revisión e implantación de las políticas económicas con miras a subsanar la crisis económica.

Argentina, Brasil, México y Chile son los principales beneficiarios de la inversión neta directa española (Tabla 3). Si bien al inicio del período la inversión en los cuatro países representaba el 37% del total de la inversión, esta proporción se incrementa hasta alcanzar en 1999 el 60%. Hasta ese año Argentina es la principal beneficiaria recibiendo 15.565,60 millones de euros en 1999 y 2.529,54 millones de euros en 1997, esto es un 36 y 28% respectivamente del total de la inversión. Por su parte, Brasil obtuvo el 33% de los 12.217,81 millones de euros invertidos por España en 1998 y Chile 1.242,27 millones de euros de la inversión del año 1999. La inversión en Argentina, Brasil, México y Chile desciende al 41% de la inversión total en el año 2000, cuando en el año anterior representaba el 60%; de los 48.407,48 millones invertidos por España, Brasil recibe 12.115,63 millones, esto es un 25%.

Tabla 3. Flujo de Inversión Neta Directa Española, 1996-2005: Argentina, Brasil, Chile y México (En Millones de €)

Años

Argentina

Brasil

Chile

México

Inversión Total

 

Millones
de €

%

Millones
de €

%

Millones
de €

%

Millones
de €

%

Millones de €

1996

629,39

19%

473,99

14%

101,99

3%

42,38

1%

3.338,24

1997

2.529,54

28%

511,14

6%

311,88

3%

163,11

2%

9.079,75

1998

339,51

3%

4.054,72

33%

408,11

3%

373,76

3%

12.217,81

1999

15.565,60

36%

5.124,84

12%

4.427,94

10%

1.242,27

3%

43.615,82

2000

2.948,37

6%

12.115,63

25%

892,04

2%

3.946,60

8%

48.407,48

2001

386,18

1%

1.745,76

4%

956,12

2%

1.833,76

4%

42.221,47

2002

4.717,75

16%

-1.451,52

-5%

221,79

1%

1.329,85

4%

30.183,65

2003

1.000,47

4%

1.360,28

5%

1.913,94

7%

-734,45

-3%

25.614,23

2004

1.117,35

3%

508,79

1%

661,45

2%

3.785,96

9%

43.631,63

2005

2.540,38

10%

1.132,84

5%

54,93

0%

715,24

3%

25.125,82

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Registro de Inversiones Exteriores de la Secretaría General de Inversiones Exteriores (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio).

5. Conclusiones

El desarrollo económico alcanzado por España tiene su punto de apoyo en la inversión directa en Latinoamérica y El Caribe. El período estudiado demuestra un crecimiento significativo en el flujo de inversión hasta 1999; hasta ese momento el escenario económico presente en la región resulta atractivo para las empresas españolas que pasan a convertirse en multinacionales gracias a los esfuerzos de inversión extranjera directa.

Durante el período 1996-2005 la inversión directa española se ha concentrado en cuatro países: Argentina, Brasil, Chile y México. La mayor proporción de ella se ha destinado a los sectores energéticos, banca y telecomunicaciones y obedece principalmente a los procesos de privatización puestos en marcha en los mencionados países.

A partir del año 2000, decae la inversión y se desplaza a los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), especialmente hacia la Unión Europea. Lo anterior es el resultado de la incorporación de España en la Unión Económica y Monetaria, la crisis en Latinoamérica y El Caribe, y la necesidad de diversificar el riesgo ante los altos niveles de concentración de capital español en una región.

El reordenamiento político-económico de Latinoamérica y El Caribe con miras a la estabilización, podría revertir el comportamiento experimentado en los últimos años de la inversión española. De esta manera, se vislumbraría un escenario con perspectivas de crecimiento, como atractivo necesario para todo inversor.

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13. Durán Herrera, Juan José; y Úbeda Mellina, Fernando (2001). The Investment Development Path: A New Empirical Approach and Some Theoretical Issues, Transnational Corporation; Volumen 10 (2), pp 1-34.         [ Links ]

14. Narula, R. (1996). Multinational Investment and Economic Structure. Globalization and Competitiveness, Routled- ge, Londres y Nueva York.         [ Links ]

15. Secretaria de Estado de Turismo y Comercio (2006) Sector Exterior 2005-2006. Boletín Económico de ICE, N° 2879 (del 22 de mayo al 4 de junio de 2006). Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Madrid, España.         [ Links ]

16. Suárez Suárez, Andrés S. (2004). Capitalismo y Multinacionales. Colección “Empresa y Gestión”. Ediciones Pirámides (Grupo Anaya, S.A.). España.         [ Links ]

17. Verger, Antoni (2003). El Sutil Poder de las Transnacionales: Lógica, Funcionamiento e Impacto de las Grandes Empresas en un Mundo Globalizado. Observatorio de la Deuda en la Globalización, UNESCO. Icaria Editorial. España.         [ Links ]

Notas:

1 La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está integrada por Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía, Japón, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda, México, República Checa, Hungría, Polonia, Corea del Sur y Eslovaquia.

2 Hasta finales de los años noventa, el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideraba una inversión extranjera como inversión extranjera directa si con ella controlaba al menos el 20% de las acciones de la sociedad.

3 El Plan Nacional de Estabilización Económica se dirigió a la liberalización de la economía mediante la plena utilización de los recursos productivos, todo ello con miras a garantizar la continuidad del desarrollo alcanzado durante el franquismo y hacer frente a la crisis a finales de los 50.

4 La Senda de Desarrollo de la Inversión Directa Extranjera a Nivel Internacional es una teoría desarrollada inicialmente por Dunning (1981) y replanteada posteriormente por este y otros autores (Dunning, 1986, 1993; Narula, 1996; Dunning y Narula, 1996; Durán y Úbeda, 2001, 2005b). Esta teoría establece que existe una relación entre el nivel de desarrollo económico de un país y la posición de la inversión directa que emite y recibe (cuando la diferencia es negativa, el país es exportador neto; cuando la diferencia es positiva, el país es importador neto). Según esta teoría el proceso de desarrollo económico de un país sigue cinco etapas: las tres primeras agrupan a los países menos desarrollados y las dos últimas a los países más desarrollados.

5 El Consenso de Washington es un programa general de medidas económicas pensado para los países de América Latina relativas a disciplina fiscal, reordenamiento de las prioridades del gasto público, reforma impositiva, liberalización de las tasas de interés, una tasa de cambio competitiva, liberalización del comercio internacional, liberalización de la entrada de inversiones extranjeras directas, privatización, desregulación, y derechos de propiedad.

6 Las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVEs) son sociedades establecidas en España cuyo único objeto es la tenencia de acciones de sociedades extranjeras.