Editorial

       En los albores del siglo XXI, la búsqueda del bienestar humano en un mundo diverso se ha convertido en un desafío planetario. El Informe sobre Desarrollo Humano nos presenta alentadoras noticias de avances en materia de educación, salud e ingreso, en especial en los países del Sur. Sin embargo, la inequidad, la exclusión y el deterioro de los ecosistemas que sustentan la vida continúan. El mismo informe plantea cuatro áreas específicas sobre las cuales nos debemos enfocar: igualdad, dotación de voz y participación de los ciudadanos, manejo del cambio demográfico y confrontación de las presiones ambientales.

       Ante este escenario, las universidades deben afrontar el reto de construir sociedades productivas, socialmente justas y ecológicamente sanas, es decir, sociedades sustentables. Pero tal contribución sólo la puedan dar si realmente asumen el valor y la relevancia que tiene este tema, dejando de lado el simple discurso

y actuando para transformar la sociedad y formar los ciudadanos ambientalmente responsables que necesitamos.

       En el caso de Venezuela, son cada vez más las universidades que dan pasos para contribuir con esta meta. Estas iniciativas van desde la creación y la diversificación de asignaturas y programas de pregrado y postgrados, el desarrollo de centros, líneas y proyectos de investigación vinculados al área, una mayor comunicación y relación con las comunidades y la sociedad civil en sus diferentes formas de organización y hasta la transformación de la estructura y la función de sus instalaciones como ejemplo de instituciones sustentables.

       Consciente de esta necesidad, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), por iniciativa del Vicerrectorado de Investigación y Postgrado y en el marco de su transformación curricular, impulsó entre los años 2011 y 2012 el desarrollo de la investigación titulada “Estado del arte de la Dimensión Ambiental en la UPEL”. Esta iniciativa buscaba conocer de qué manera el tema ambiental permeaba las funciones sustantivas de los institutos que conforman esta casa de estudios. Para ello se conformaron comisiones institucionales en cada Pedagógico que, en acuerdo con las otras sedes y bajo el acompañamiento del equipo coordinador, recabó y analizó información acerca de cómo lo ambiental estaba presente en las funciones de docencia, investigación y extensión, analizando no tan sólo los documentos e informes oficiales, sino también indagando en la visión de estudiantes, docentes y gestores.

       Los productos no fueron similares. El acceso a la información, el compromiso de trabajo de cada comisión y la realidad de cada contexto fueron factores que contribuyeron a generar diferentes hallazgos en cada instituto. Algunos de ellos se presentan en este número de la revista Investigación y Postgrado.

       Los primeros cinco artículos presentan los resultados particulares de los Institutos Pedagógicos de Caracas, Rural “Gervasio Rubio”, Rafael Alberto Escobar Lara- Maracay, “Luis Beltrán Prieto Figueroa”-Barquisimeto y Mejoramiento Profesional del Magisterio.

       En cada uno de estos trabajos, la comisión institucional resumió los principales hallazgos en cada sede. El trabajo Estado del Arte de la Dimensión Ambiental en la UPEL integra los resultados obtenidos por las diferentes comisiones, en la búsqueda de un acercamiento a la forma como la dimensión ambiental impregna el quehacer universitario upelista.

       Es importante dejar claro que este trabajo es solamente la fotografía inicial de lo que tenemos en nuestra Universidad en materia ambiental. Nuestro desafío ahora es tomar las decisiones necesarias, actuar, transformar y hacer de nuestra universidad una muestra de que es posible materializar la sustentabilidad como un

estilo de vida, y dando un gran paso para la construcción de un país y un mundo mejor.

José Alí Moncada

Editor invitado del número especial de la revista Investigación y Postgrado