SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.11 número26ALERTA POR VIOLENCIA EN PAREJAS JÓVENESTrauma y otras repercusiones del abuso sexual desde una perspectiva psicoanalítica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Venezolana de Estudios de la Mujer

versión impresa ISSN 1316-3701

Revista Venezolana de Estudios de la Mujer v.3 n.1 Caracas ene. 2006

 

UN HOMBRE MALTRATADOR DE SU PAREJA QUE PIDE AYUDA Y QUIERE CAMBIAR: UN ESTUDIO DE CASO 

Ofelia  Alvarez 1

Universidad Central de Venezuela, fundam@cantv.net

1 Directora General de Fundamujer. Coord. Atención: Violencia contra las Mujeres CEM-UCV

RESUMEN 

El Hombre Maltratador en el entorno de su Pareja (HMP) muy pocas veces cree que está cometiendo una agresión, que es merecedor de pena criminal o que necesita ayuda; menos aún la atención psicológica. Los pocos casos que hemos trabajado llaman la atención por la fuerza de su convicción de cambiar, la rapidez con la que llegan a conclusiones positivas para ese cambio y su persistencia en la consulta, luego de haberse decidido, inicio del cambio ya. 

El Análisis de Datos Cualitativos ayudó a sistematizar las experiencias de ayuda ofreciendo un modelo a partir de un caso en la atención que ofrece el Centro de Estudios de la Mujer de la UCV (Convenio con Fundamujer) utilizando la Entrevista Enfocada (Ruiz-Ispizúa, 1989) 

Los principales resultados apuntan a la influencia en la decisión de actitudes de la pareja, del entorno familiar y vecinal, la inconformidad por el rechazo y de su entorno proporcionando, finalmente, una serie de elementos de afianzamiento en su nueva posición que “despejan” (para utilizar las palabras del mismo sujeto) el conocimiento y el camino para proporcionar mejor ayuda, diseñar prevención y continuar investigando. 

Palabras Clave: Hombre Maltratador de su Pareja, ayuda, cambio, Violencia Doméstica. 

ABSTRACT The man maltreating his couple (MMC) scarcely thinks he is committing an aggression to deserve a punishment, or that he has to be helped, not by any means that he needs psychological aid. The few male cases we have looked into bring our attention due to the force of conviction they bear to change, the speed to draw positive conclusions to seize that change, and the perseverance kept for consultation after the decision is made. 

The analysis on qualitative data aided for the systematisation of experiences about help delivering a model from a case of assistance rendered by the Woman Study Centre of Universidad Central de Venezuela (Agreement with Fundamujer), using the Focused Interview (Ruiz-Ispizúa, 1989). 

The main results point to the influence in decision on attitudes of the couple, the context of family and neighbourhood, the disagreement for the rejects received and the environment, giving finally a series of elements to reinforce the new position gained which «clear up» (to use the same words from the subject involved) the knowledge and the road necessary to provide aid, design the prevention and going on the research. 

Key words: Maltreater man, Aid, Change, Domestic violence.

La motivación 

Un primer acercamiento a la investigación en torno al maltrato a la mujer por su pareja y los elementos de intervención psicosocial para su tratamiento por un artículo de Lenore Walker, la creadora del Ciclo de la Violencia Doméstica (Journal of American Psycology, 1979) nos dio la base para comenzar y luego continuar por muchos años en la caracterización psico social del problema siempre a partir de la víctima, de la mujer maltratada que denuncia o pide ayuda. Posteriormente nos adentramos en las diferentes aristas del problema: antecedentes familiares de la pareja en situación de violencia, consecuencias emocionales, el período de noviazgo, el proceso, el auto estima, etc. Pero cuando algunos hombres maltratadores de sus parejas(HMP) piden ayuda para cambiar su comportamiento violento surge la necesidad primaria de relevar esos mismos elementos; primero para reflexionar sobre ellos y luego para convertirlos en datos para reaccionar y diseñar formas de intervención para su rehabilitación y para la prevención del problema.  

De nuevo e igualmente hay opiniones, clasificaciones y etiquetas psicologizantes, creencias sociales falsas alrededor, adjudicación de enfermedades (alcohol y drogas) y otras múltiples justificaciones que paralizan y hacen parecer que no puede hacerse algo. Pero desde hace 20 años pensamos que sí se puede hacer porque el problema ha cambiado ante nuestros propios ojos y ahora hace falta conocerlo a él, profundizar en cómo llega a ser como es, desentrañar cómo se construye su deseo de poder sobre el cuerpo de la otra para neutralizarlo y ayudar, a los que quieran cambiar. 

Las agencias internacionales tienen muy en cuenta el problema de la violencia doméstica, intrafamiliar, de género, etc (unas definiciones más inclusivas o de moda que otras) pero, aunque citan al hombre y explicitan la necesidad de prevenir siguen centrándose en la víctima lo que es perfectamente comprensible y aceptable sobre todo porque las acciones para atender a esta última o para que a partir de ella cambien las cosas no han surtido los efectos deseados aún. Lo que creemos es que entonces también se invisibiliza al HMP, justificándolo permanentemente, y no se hace algún énfasis en su recuperación o tener insumos para decirle a las nuevas generaciones lo que sí es vivir en pareja de manera constructiva y no posesiva. Pensamos que ambas acciones, proteger y concienciar a la mujer como al hombre en situación de maltrato en pareja, son cuestiones válidas y que ameritan de mayor conocimiento y acciones eficientes. 

El Hombre Maltratador de su Pareja y la solicitud de ayuda para el cambio: algunos tópicos relevantes. 

El HMP está en todas las reflexiones, listados y programas como victimario, maltratador, pareja violenta, agresor. Pero casi siempre al margen, en el último capítulo, desaprovechando al que puede darle un vuelco al problema. 

La respuesta conocida es “bueno, sí, él es así y no cambiará”. Pero últimamente asistimos a un creciente interés de Alcaldías, Institutos Regionales de la Mujer, fundaciones y defensorías por su rehabilitación, incluyéndolo en los programas y acciones. No está claro si lo hacen para no aparecer como perseguidoras, quizá hasta para “salvarlo”; más bien, quisiera pensar que se trata de conocerlo más para ayudarlo. Y a esto sí podríamos responder con nuestros datos. 

Hasta el momento parece que la centración debería estar en la rehabilitación de los que quieren cambiar y la prevención en los jóvenes. Las caracterizaciones conocidas provienen en general de otras demografías, de psicoterapeutas que categorizan, de análisis feministas o de referencias teóricas. Todos útiles, todos sirven en principio. Entonces conocer los elementos psicosociales es urgente porque allí es que encontraremos las creencias sociales falsas que mantienen al hombre en el mismo lugar y que les obstaculiza la posibilidad de cambiar, siquiera de planteárselo o reconocerlo. No se dice: ¿cómo es que él llega a eso?, sino un: ¿por qué esa mujer aguanta?, tan culpabilizante.

Enfoques teóricos hay varios: machismo, género, masculinidad. Todos van a lo mismo, más o menos incluyentes. Y la intervención también muy conocida es que hace falta educación, orientación, pero a la que no se le agregan insumos concretos siendo entonces una respuesta hueca que deja todo a profesionales que no están presentes, a entidades que no podemos alcanzar y resulta que está en todos y todas, en cómo los tratamos cuando piden ayuda, cuando muestran curiosidad, incomodidad o descontento consigo mismos.

Hemos llegado a la conclusión de la importancia de conocer los aspectos psico sociales de la solicitud de ayuda a partir del HMP, los que los llevan a dar el primer paso, a permanecer en la consulta y a cambiar. Además, por ese mismo medio, podremos utilizar los datos concretos y significativos para la acción preventiva en el ámbito comunitario. Lo que sabemos hasta el momento de nuestra propia investigación y casuística es que a los que quieren cambiar les importa su familia, los vecinos, temen ser alejados de sus propias familias y de sus hijos, no se ven a sí mismos como maltratadores, tienen gravísimos obstáculos para reconocer y expresar sus sentimientos positivos y algunos negativos como la tristeza y el dolor emocional. De la caracterización psico social del deseo de poder y control sobre la pareja, hasta el momento, conocemos también que muchos vivieron violencia doméstica en su entorno, fueron casi forzados a ejercerla desde los grupos de pares en la adolescencia, crecieron con estereotipos de lo que debe ser un hombre y una mujer en lo que se hace pareja, se consideran “la voz de la casa”, la única voz.

Qué pueden agregar leyes, disposiciones y experiencias

El Banco Interamericano de Desarrollo financió ente 1999 y 2000 en Venezuela el Programa-Piloto-Venezuela: Sensibilización y Capacitación en Violencia familiar contra la Mujer (Fundacem-Inamujer) y, luego de aplicar la metodología de la Ruta Crítica de la OPS, se diseñan Talleres para personal de salud (médicas/os, psicólogas/os, trabajadoras/ es sociales, educadoras/es y personal jurídico-policial). En total alrededor de 150 personas en experiencias de más de 40 horas y uno de 25 horas para la comunidad piloto de La Pastora. Para el BID el problema tiene diversas dimensiones que pueden incluso retrasar el alcance no solo de las mujeres sino de los países que no atienden el problema como son son: de desarrollo socio-económico y de políticas públicas además de los conocidos: legal y educativa.

El Banco Mundial se preocupa, entre otros aspectos, por el tipo de “intervenciones más adecuadas para prevenir y ayudar tanto a las víctimas de como a los perpetradores” (Morrison, Ellsber y Bott, 2004)

UNICEF, UNIFEM y el UNFPA, oficinas de las Naciones Unidas dedicadas a la infancia, a la mujer y a la población mantienen en todos los países Programas por nación dedicados a la atención, prevención, seguimiento de la violencia basada en género. Tenemos personalmente experiencias de sensibilización y capacitación con las tres agencias.

La OMS/OPS, a través del Programa: Mujer, Salud y Desarrollo (Unidad de Género) publican Boletines mensuales y lo trata como asunto de salud integral, de protección social; también ofrece Foros cortos y Cursos virtuales. Como un ejemplo citamos la Hoja Informativa titulada: “El papel de los hombres en la violencia de género” que sitúa el tratamiento en campañas de educación y abogacía, explorando las masculinidades y trabajando con los agresores especificando, por último, las Áreas para la acción.

En Venezuela desde hacer varios años y por iniciativa de AVESA (ahora conjuntamente con Fundamujer y el CEM-UCV) publicamos el Boletín en Cifras: Violencia contra las Mujeres con el que pretendemos llenar parcialmente el vacío de datos y que revela en general que el problema sigue allí, que se crean nuevas instancias G y ONG pero que no conocemos su alcance ni magnitud. El caso de los hombres es el peor documentado porque donde se recogen esos datos no se especifica para qué van, p.e. El Boletín de los datos del 2003 los ubica en edades entre los 25 y 55 años (74,74% de un total de 2222.042 casos) y con un nivel educativo muy variado aunque se aprecia un mayor porcentaje (61,04%) con Básica Completa y Media Incompleta 1.016 casos ( 32,9%). En los Datos CICPC 2004-5 (12%) no se especifica para qué acuden los hombres sean maltratadores, maltratados cuántas veces o qué dicen. Para este último Boletín ONG, Institutos Regionales de la Mujer, Defensorías, Fiscales/as de Violencia Familiar caen en las mismas omisiones o defectos. No sabemos quién es él.

Al respecto la OEA y la CEDAW (Res. Nº 19), el Estatuto de Roma que considera tortura la VBG, nuestra Ley Sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia (1999), los Juzgados de Paz y la Violencia Intrafamiliar, La Norma Oficial para la atención integral de la salud sexual y reproductiva (2003) tratan la rehabilitación y la prevención y son ley que no se cumple en el país.

El HMP está en todas esas reflexiones, listados y programas como victimario, maltratador, pareja violenta, agresor. Casi siempre al margen, en el último capítulo, desaprovechando al que puede contribuir a iniciar un cambio significativo al problema.

Así es que pretendemos ... Conocer los elementos psico sociales que llevan al Hombre Maltratador de su Pareja a solicitar ayuda especializada para el cambio

El abordaje cualitativo: su justificación y etapas

En un avance teórico del 2004 nos planteamos continuar en otras presentaciones que intentarían un primer análisis de frases ilustrativas tanto de la intención de posesión del hombre hacia su pareja como del deseo y algunas claves para el cambio, para basar el trabajo de los y las profesionales que atienden a los HMP que quieren cambiar.

Encontramos además que la investigación cualitativa, con elementos del enfoque rogeriano no directivo (Rogers, 1960), se adecua a la intención de conocer de los elementos y su organización para el cambio posible a partir del propio HMP. La investigación de este tipo permite captar el marco de referencia interno de las personas y los respectivos significados de los contenidos, explora a través del lenguaje verbal, valora lo subjetivo, las creencias, las impresiones y utiliza procedimientos flexibles que ayudan a una mayor aproximación a la realidad tal como lo significan las personas.

Nuestro caso: Juan (nombre ficticio) es un venezolano de 38 años, unido hace 3 años con dos varones de una unión anterior y que se ocupa de trabajar con un taxi-moto independiente, tiene instrucción primaria inconclusa. Asiste con nosotras hace mes y medio cuando solicitó ayuda para cambiar su conducta violenta hacia la pareja; bebe de manera significativa los fines de semana cuando expresa lo que llama “carácter fuerte” contra su pareja; lo que consiste en insultos, acusaciones, críticas, celos en general. Además ya se llegó al golpe con puños una vez. Reconoce ser agresivo también sin alcohol. Fue remitido por una amiga de la esposa que fue atendida anteriormente en el Centro. La entrevista analizada corresponde a la tercera a la cual acudió siempre a la hora, semanalmente, por dos meses.

La técnica: entrevista en profundidad, enfocada o focalizada (Ruiz- Ispizúa, 1989). La entrevista conversacional con un propósito específico y que incluye explicaciones al entrevistado en este caos, el propiciar un diálogo abierto, en confianza y de cooperación mutua centrado en el objetivo.

Algunos pasos de la investigación, los que aplicamos:

1. de organización: establecer previamente rapport y confianza, explicación de la utilidad de la investigación y de la confidencialidad, información sobre el Protocolo de Atención en caso de que la pareja también se esté tratando 

2. solicitar permiso de grabación y de toma de notas de campo de la entrevista en profundidad p.d.: centrada en la historia personal como HMP en proceso de cambio

3. algunos elementos ayudantes para el análisis: identifica Unidades de Información, deconstruir la trascripción para que la fuerte influencia del HMP tenga cada vez menos prominencia social, organización del material en Componentes Temáticos (C.T.), releer y volver al Objetivo, elaborar Categorías de un tema (Ca) por conceptos y significados

4. Finalmente la primera aproximación al informe con los temas generales posibles que hacen que el HMP solicite la ayuda y le dificultan o propician el cambio.; esto último surgido de la conversación como emergente y relevante.

Los elementos psico-sociales que llevan a Juan a pedir ayuda, propician su cambio y le hacen persistir en la consulta

El trabajo de categorización obligó a concretar y así creemos haber logrado ahondar en algunos significados, opiniones, perspectivas y sentimientos de un hombre maltratador que expresó querer cambiar y de él quisimos aprender, de su propio proceso.

Algunos elementos surgidos son entonces:

* La decisión en el presente y en la fuerza de la toma de decisión firme de no tomar alcohol “como antes”

* El auto control relacionado con el dejar de tomar y erradicar su conducta agresiva con la esposa. Términos como el de “Me siento tranquilo” y “Voy a seguir luchando”, dibujan lo que quiere significar, la comparación con lo que no va a seguir haciendo.

 * El inicio de expresión libre de sentimientos como herramienta para cambiar. “No como antes que yo le decía lo que tenía que hacer (a la esposa). Ahora le digo vamos a comunicarnos”

* La figura de la “lucha” como expresión de su proceso, de lo que cuesta cambiar, del esfuerzo que está haciendo.

* Modificación de conducta posesiva y de control de la pareja por inclusión de la misma en la toma de decisiones. “Vamos a tratar de salir adelante”

* Desarrollo de habilidades de comunicación “Y he aprendido a oír, a escuchar y que ella tome sus decisiones y se lo acepto”

* Valoración del otro, de la pareja, de las opiniones y sentimientos del resto de su familia hacia él porque perciben el cambio. “Y las opiniones de ella (la esposa)valen mucho”. ”Mi hermana me dijo que contara con ella y me dio ayuda (después de que le contó su secreto consistente en que había pedido ayuda psicológica)”

* Resignificación de la vida. “Y es como vivir de nuevo”, “que uno puede cambiar, uno puede seguir viviendo”

* Expresión de cambio y o que produce a su interior: “Despejado”, ”Satisfecho”

* Relevancia del concepto familiar: “mis hijos hablan conmigo, se comunican más”,”Estoy con los míos”.

* Significación de lo que es “Miedo” para él: “Miedo a no seguir o a no conseguir el objetivo, lo que es la ayuda, pues”

* Concienciación de los elementos que necesita para seguir luchando, más confianza, interés, tranquilidad, hablar, oír.

* Expresión de sentimientos negativos del pasado para análisis: rabia, miedo, desconfianza.

* Auto afirmación: “que si uno quiere sí puede y la importancia de la fuerza de voluntad”

* Esperar como aporte de su proceso de cambio: darse tiempo a él y a los demás para que se den cuenta de su cambio.

* Fin del proceso de cambio que se denota en hablar del futuro próximo, con planes y proyectándose en otros: “Yo veo ahora a otras personas haciendo cosas como yo y entonces cómo se le dice a las personas que tienen los mismos problemas.”

Llama la atención que el miedo sea a no conseguir la ayuda esperada; no tiene miedo a que lo tilden de cobarde, no tiene vergüenza de hacerlo, que está entre los mitos que se aducen para que el hombre no pida ayuda. Llama la atención también el vuelco que da la entrevista cuando se empieza a conversar sobre la familia. Cuestión que en un principio no se trata debido a que nos centramos en él pero que es significativo, que le hace ir cada vez más allá en su acercamiento a los y las demás y a la toma firme de decisiones.

Muy interesante que no use el término que mucho hemos criticado para las mujeres maltratadas, el de sobrevivir. Nos dice seguir viviendo a partir de allí, de los nuevos aprendizajes y experiencias beneficiosas. El mensaje último que es que sí se puede cambiar.

Observamos relaciones entre no querer perder a su esposa y la decisión de no tomar tanto alcohol como antes y también en la importancia que da a la imagen que tienen de él en su familia y en su vecindario; motivo de críticas y separación. Él mismo es el que detiene esa espiral negativa en torno a él. 

Denotamos

El proceso de cambio en Juan se centra en seguir luchando para adquirir cada vez más confianza, tranquilidad y control para seguir viviendo y viviendo bien. Cada vez comunicándose mejor con su familia en un toma y dame de dar y recibir; hacer esfuerzos de comunicación para que también los demás se le acerquen cada vez más. Descubre que se consigue más dando; se la ha demostrado la realidad vivida estos dos meses y quiere continuar en ello. Así es que también la persistencia y la expresión de sentimientos son cuestiones en los que hace énfasis porque recoge los beneficios de manera evidente.

“Despejado”, desembarazar o desocupar, en este caso, su mente y su vida del aislamiento familiar o de la amenaza de perder a su esposa es quizá la palabra que más nos llega por novedosa y única. También significa aclarar, disipar lo que ofusca esa claridad; ver más allá una salida, la verdadera posibilidad de ayuda. Esa incógnita a la que se atrevió a acercarse y así ser cada vez más libre para “ser yo mismo” Así va adquiriendo mayor soltura, fluidez, se abre a los demás, sale a divertirse, de compras, a la Iglesia, se relaciona. Se desprende del malestar por acciones pasadas hasta de la atmósfera viciada en la vecindad. Está “satisfecho” consigo mismo.

De otras experiencias podemos decir que elevar el auto estima, mejorar la expresión libre de sentimientos, preocuparse por uno mismo para exteriorizarse también mejor son cuestiones que la sociedad machista hace desaprender a los hombres que luego lo actúan en el entorno íntimo de la pareja también educada para aguantar, ser sumisa, depender emocionalmente.

Concluyo que el hombre maltratador necesita:

- hablar

- ser oído (comprendido, aceptado)

- encontrar ayuda

- confirmar la ayuda

- abrirse a otros/as 

- la propia familia como apoyo

- alcanzar conciencia de los logros en habilidades y destrezas en nuevos canales de comunicación

El Ciclo de la Violencia (Walker, 1984) es útil acá para intervenir en la Fase 1. Acumulación de tensión por la centración en necesidades del otro, expresión de sentimientos, aceptación de ayuda, control hacia sí mismo, y lucha por la familia. Un ir y venir buscando ayuda dentro y fuera de sí. Ello entonces no llevaría necesariamente a la Fase 2. Explosión que se caracteriza por el insulto, el golpe, a la reeducación de la mujer en la sumisión. Se rompería el Ciclo tan negativo y nos llevaría a un Ciclo Asertivo, podríamos decir, en el cual ante los conflictos, se utilizan las herramientas de la comunicación, la aclaración de la cuestión del control y el poder, y la resolución pacífica de conflictos.

Ayuda sobremanera la utilización que hacemos del Continuo de Crecimiento Personal de Rogers (Rogers, 1960, 101) que clarifica el ir de los hechos y sentimientos negativos y del pasado a la fluidez del aquí y el ahora, el presente próximo y los planes a futuro como signos de cambio. No es lineal, claro está, pero da pistas para saber cuando y como se avanza o se retrocede. Así es que en este modelo identificar los obstáculos para el cambio “Que no me digan nada”, los celos o el deseo de control del otro, uso de la fuerza física o aislamiento familiar se toman como obstáculos para el crecimiento que es interno porque no se acercan a tocar los detonantes del cambio como querer ayuda, luchar, aceptar, “despejarse” para comprender lo que le pasa.

Saber “qué hace el hombre” en estos casos nos acerca a definir nuevas masculinidades, nuevas maneras de tener auto estima alta, auto confianza y control de conductas no apropiadas en la relación de pareja. También nos llevará a insertar mensajes a los jóvenes, en el trabajo comunitario-preventivo. La tarea cualitativa así se crece y la profundización parece posible. 

 BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA 

1. Alvarez, Ofelia, (2004). “La violencia de los hombres hacia sus parejas: realmente cuenta?”, Ponencia, en: Heredia de Salvatierra, Isolda (comp.), Violencia cotidiana: Caras y desafíos, Conferencia Episcopal Venezolana.          [ Links ]

2. Alvarez, Ofelia, (2001). El abuso emocional en la pareja: las mujeres maltratadas, Trabajo de Ascenso, Facultad de Humanidades y Educación, UCV.          [ Links ]

3. Cannell, Ch. y R. Kahn,, (1972). “La reunión de datos mediante entrevistas”, en : Festinger, L. y D. Katz (comp.). Los métodos de investigación en las ciencias sociales, Buenos Aires, Paidos.         [ Links ]

4. Inamujer, (2000). Plan Nacional de Prevención y Atención de la Violencia hacia la Mujer. 2000-2005, 64 pp.          [ Links ]

5. Parra de Chopite, B., (1995). Estudio de caso cualitativo en la investigación educativa, Universidad de Los Andes..         [ Links ]

6. Pérez Serrano, G., (2000), Investigación Cualitativa. Retos e interrogantes, Caracas, Ed. La Muralla, S.A.         [ Links ]

7. Renkema, Jan, (1999). Introducción a los estudios sobre el discurso, España, Gedisa Ed., 285 pp.         [ Links ]

8. República Bolivariana de Venezuela, (1999), Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia.         [ Links ]

9. Rodríguez, F.; Gil, J. Y García, E., (1996) Metodología de la Investigación Cualitativa, España, Edcs. Aljibe.         [ Links ]

10. Rogers, Carl R. Y Marian Kinget, (1960). Psicoterapia y Relaciones Humanas. El enfoque centrado en la persona, México, Kapelusz.         [ Links ]

11. Ruiz, José y María A. Ispizúa, (1989). La descodificación de la vida cotidiana. Métodos de investigación cualitativa, España, Universidad de Deusto.         [ Links ]

12. Sonkin, Daniel; Martín, Del y Lenore E. Walker, (1985). The Male Batterer. A treatment approach. New York, Springer Publishing Company.         [ Links ]

13. Ulin, Priscilla R. et al, (2002). Qualitative Methods. A field guide for applied research in sexual and reproductive health, USA, Family Health International, 278 pp.         [ Links ]

14. Walker, Lenore, (1984). The Battered Woman Sindrome, USA, Spring Publishing Co., 256 pp.         [ Links ]

15. Walker, Lenore,  (1979). “Los elementos psico-sociales en la intervención de la mujer maltratada”, en: Journal of American Psychology, USA. Traducción libre: Ofelia Alvarez. Casa de la Mujer del Municipio Libertador, 1986.        [ Links ]