Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
-
Citado por SciELO
-
Accesos
Links relacionados
-
Similares en SciELO
Compartir
Revista Venezolana de Estudios de la Mujer
versión impresa ISSN 1316-3701
Revista Venezolana de Estudios de la Mujer v.12 n.29 Caracas dic. 2007
EL TRABAJO SEXUAL FEMENINO: El caso venezolano en el 2006
Silvana Dakduk1
sdakduk@gmail.com
1 Msc. Psicóloga Social. Prof. de planta del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) adscrita al Centro de Mercadeo. Prof. de la Escuela de Psicología de la UCAB. Este trabajo fue desarrollado en el año 2.006 para apoyar la labor de la Congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, las cuales desde hace más de 25 años han orientado parte de su labor para prevenir la prostitución en el país y brindar apoyo a aquellas mujeres que se dedican a esta actividad. Agradecemos, el apoyo recibido de hermanas de la congregación, laicos y voluntarios, que bajo la supervisión y coordinación de la autora contribuyeron a ejecutar el trabajo de campo y carga de los datos en el tiempo estimado de trabajo. Actualmente la dirección del proyecto se encuentra a cargo de la Congregación: oblatasprovincia@cantv.net
RESUMEN
El presente trabajo tuvo por objeto establecer el perfil sociodemográfico de mujeres dedicadas al trabajo sexual en Venezuela, a fin de determinar factores de riesgo y protectores. Para tal fin, se realizó un trabajo de Campo en 4 ciudades (Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y San Cristóbal) que consistió en la selección intencional de 500 mujeres dedicadas al menos desde hace un año a esta actividad. Los resultados revelaron que a esta actividad se dedican principalmente mujeres jóvenes (18-22 años), solteras, pero con al menos dos hijos. La limitación de recursos y la necesidad de apoyar económicamente a la familia aparecen como principales causas de incursión en el trabajo sexual, que surge como un ingreso alternativo que progresivamente se convierte en la actividad principal, siendo familiares y personas cercanas quienes les apoyan al comienzo.
Palabras Claves: Trabajo Sexual, Sociodemografía.
ABSTRACT
This study is based on the establishment of a social demographic profiling of women whom are dedicate to sexual work in Venezuela, in order to determine risks and protective factors. For this matter we did make a social work in field in 4 cities (Caracas, Maracaibo, Barquisimeto and San Cristóbal) that 1 Msc. Psicóloga Social. Prof. de planta del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) adscrita al Centro de Mercadeo. Prof. de la Escuela de Psicología de la UCAB. Este trabajo fue desarrollado en el año 2.006 para apoyar la labor de la Congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, las cuales desde hace más de 25 años han orientado parte de su labor para prevenir la prostitución en el país y brindar apoyo a aquellas mujeres que se dedican a esta actividad. Agradecemos, el apoyo recibido de hermanas de la congregación, laicos y voluntarios, que bajo la supervisión y coordinación de la autora contribuyeron a ejecutar el trabajo de campo y carga de los datos en el tiempo estimado de trabajo. Actualmente la dirección del proyecto se encuentra a cargo de la Congregación: oblatasprovincia@cantv.net focused on the intentional selection of 500 women whom had been working at least one year in this activity. The results revealed mainly young woman between (18-22 years old), single but at least two children whom are working in this activity. The resources limitation and necessity to support family economically are point out as the source of incursion in sexual work, arise from an alternative income which progressively becomes for his economic impact in the principal activity, being relatives and close persons whom supporting them at the beginning.
Key words: Sexual Work, social
Introducción
La prostitución es el término más comúnmente utilizado para referirse al trabajo sexual en la literatura (Mustelier, Méndez y Pérez, 2002, 363; Jeimy, 2002, 4; Parrón, 2003, 24; Checa, Córdoba y Sapien, 2005, 52) e incluso en la cotidianidad, nombre con el que se designan de modo general a todas aquellas prácticas o conductas sexuales que impliquen el lucro o intercambio económico (Aragón, 2000, 6-7). Tradicionalmente, también se reconoce a la prostitución como una de las ocupaciones más primitivas de la humanidad (Checa, Córdoba y Sapien, 2005, 52) y típicamente femenino (Mustelier, Méndez y Pérez, 2002, 362; Jeimy, 2002, 4), pero a pesar de su amplia trayectoria, incremento y diversificación, en un contexto caracterizado por cambios en las expectativas y desempeño de los roles de ambos sexos, y de las actitudes de hombres y mujeres hacia la conducta sexual, continúa siendo un tema debate y preocupación en distintos contextos y culturas, en donde emergen distintas posiciones al respecto: tolerancia, prohibición, legitimación, regulación, y hasta su abolición (Colón, 2007, 1).
Cabe señalar que en ningún caso una posibilidad en torno a la prostitución es ignorarla o asumirla al menos a gusto como parte de nuestra ecología social, por el contrario, cualquiera de las opciones anteriores implica hacer algo para detenerla, controlarla o encausarla en el orden social, siempre percibida como una contradicción de lo moral, lo correcto y lo debido.
A pesar de los múltiples cuestionamientos y debates en la bibliografía sobre este tema, se identifican distintas aproximaciones a la prostitución, las cuales pueden clasificarse a partir del énfasis que otorgan a las distintas variables que afectan o inciden en su ocurrencia. Los enfoques feministas consistentes con su estructura ideológica privilegian el papel de la mujer, en particular, el carácter volitivo de la conducta de la mujer que se prostituye, planteándose dos grandes visiones en extremos opuestas (Hofman, 1997, 2). La primera, sugiere que la prostitución no es un acto involuntario sino una decisión libre de la mujer que elige literalmente vivir de su cuerpo. La segunda, propone que la prostitución es una imposición del entorno a aquellas mujeres excluidas del sistema laboral formal y de las oportunidades de inserción, obligándoles a desempeñarse en esta actividad como cualquier otra para ganarse la vida.
Respecto al primer planteamiento, a pesar de concebir la prostitución como una actividad a discreción de quien la ejerce, ha sido severamente cuestionada por diferentes organismos internacionales que velan por la prevención e intervención de la prostitución femenina e infantil fundamentalmente, tales como: la Coalición contra el tráfico de mujeres en Venezuela (CCTM) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 1979, artículo 6, parte I; El ucabista, 1999,1), al considerar la prostitución como una expresión contemporánea de esclavitud femenina, en donde el estado actúa como proxeneta al aceptar una condición que viola los derechos humanos de las mujeres (Santana, 2003, 55).
La segunda visión coloca a la prostitución como una alternativa laboral, por tanto un modus vivendi ante las restricciones de las ofertas del mercado, lo que convierte a la prostitución no sólo en una elección forzada, sino en una condición exclusiva de las mujeres pobres, lo que deja sin argumentos el incremento de esta actividad en otros estratos sociales (Santana, 2003, 51).
Por otro lado, desde las distintas disciplinas científicas sociales, algunos autores proponen distintas formas de entender la prostitución. Checa, Córdoba y Sapien, (2005, 52-53) describen a continuación algunas de las más recientes posturas: 1) Marcela Lagarde (1997) asume una visión integral y holista de este asunto, concibiendo a la prostitución como una institución social al incluir no solo a la prostituta sino a sus clientes, ambos agentes activos y relacionales del sistema social visto como un todo. 2) Lamas (1993) invita a la reflexión sobre la lógica de género, al establecer analogías entre los servicios de las prostitutas o trabajadoras sexuales en la vida pública versus las esposas o parejas en el ámbito privado. 3) Uribe (1994) se centra en la discusión de los determinantes culturales, enfatizando en la doble moral sexual que impera en muchas culturas y que contribuyen a reprimir y permitir la prostitución. 4) Arámburo (2005), incluye esta situación dentro de las leyendas negras que contradicen los valores morales de la sociedad.
Otras formas de concebir el fenómeno, es asumirlo como un recurso necesario para la sociedad, a fin de encontrar desahogo a las pulsiones masculinas en un grupo social particular y en condiciones relativamente controladas (Parrón, 2003,27-28), de esta forma la prostitución no es una anomalía o desviación sino un ente controlador de una adversidad biológica mayor.
Cualquiera sea la visión que se asuma para discernir sobre la prostitución, un aspecto distintivo es la preocupación por el riesgo explícito o latente que implica para todos los actores sociales involucrados, pues no es un hecho individual sino social, que afecta a quienes lo ejercen, a los que se sirven de él e incluso quienes podrían ser calificados como simple espectadores. Los riesgos son múltiples (culturales, legales, físicos, sociales y en materia de salud), así como estereotipos, creencias, actitudes y tabúes que configuran las distintas nociones que hasta acá hemos revisado.
Sin embargo, pese a la relevancia otorgada al tema y el continuo llamado de atención sobre los riesgos e implicaciones sobre otras áreas de la vida social, una constante en el discurso de la prostitución es la carencia de cifras oficiales y locales lo suficientemente exhaustiva para establecer de modo más preciso el perfil de personas dedicadas a esta actividad. Por la clandestinidad que subyace al ejercicio de la misma es difícil contar con información actual, parte de la información disponible deriva de reportes del Ministerio de Salud, así como de denuncias por violencia y otros delitos asociados, pero en el primer caso, el reporte sólo refleja a quienes acuden y se registran en los controles sanitarios, y las segundas cifras sólo destacan situaciones particulares en donde la prostitución surja como móvil o variable asociada al hecho delictivo (CEDAW, 2005, 31).
Algunas organizaciones pequeñas con iniciativa pública o privada, se han dispuesto a generar información que complemente a las fuentes anteriores, tal es el caso de Asociación de Mujeres por el Bienestar y Asistencia Recíproca (Ambar), una organización no gubernamental (ONG) que brinda atención integral a mujeres dedicadas al trabajo sexual, y han generado algunas cifras derivadas de los reportes asistenciales de la organización (CEDAW, 2005, 31).
No obstante, no existen cifras recientes que permitan configurar un perfil de mujeres dedicadas al trabajo sexual, así como variables vinculadas a la incursión en la prostitución. Es por ello, que el presente trabajo, parte de una visión holística del trabajo sexual para su intervención y prevención, en aras de ofrecer información actual y precisa sobre el tema que sirva de insumo a organizaciones que brindan apoyo a mujeres dedicadas a esta actividad en Venezuela. En lo sucesivo usaremos el término trabajo sexual para referirnos a las mujeres que se dedican a ello, no por consentir a la prostitución como una practica laboral, sino por considerarlo más conveniente para evitar estigmatizar a estas mujeres. El presente trabajo, constituye la primera fase de un proyecto más amplio para identificar y entender quiénes son y cómo incursionan las mujeres en el trabajo sexual en Caracas, Barquisimeto, San Cristóbal y Maracaibo.
Método
Objetivo General
Establecer un perfil sociodemográfico de mujeres dedicadas al trabajo sexual en Venezuela
Participantes
Se encuestaron 500 mujeres dedicadas al trabajo sexual en cuatro de las principales ciudades del país distribuidas del siguiente modo: Caracas 43% (n=213), Barquisimeto 26% (n=130), San Cristóbal 21% (n=106) y Maracaibo 10% (n= 51). La edad promedio de las participantes fue de 31 años, con una desviación de dos, de las cuales el 77% declaro ser soltera, 9% casadas y el resto (14%) de distintos estados civiles pero sin pareja. Alrededor de la mitad (52%) del total encuestado tenía al menos dos y hasta cuatro hijos.
Instrumento
Para el estudio se construyó un cuestionario sociodemográfico, autoaplicado, y estructurado con preguntas cerradas, compuesto de cinco secciones que exploraban diferentes aspectos de la socio demografía de las entrevistadas, a saber: datos generales, historia laboral, situación laboral actual, riesgos y control del trabajo sexual y expectativas hacia el futuro. Este instrumento, junto con las instrucciones de llenado, fue sometido a validación por cuatro (4) jueces expertos en las áreas de: psicología, sociología y trabajo social, así mismo, se sometió a consideración de miembros de la Congregación que realizan constantemente actividades con las entrevistadas y que contribuirían posteriormente a la recolección de información. Los jueces expertos y miembros de la congregación opinaron sobre el instrumento en cuanto a: pertinencia y claridad de las preguntas, redacción de los reactivos y categorías de respuesta, formato de la escala de evaluación y observaciones generales. A partir de esta información se elaboró el cuestionario final, el cual se administró a una muestra piloto de veinte mujeres en la zona metropolitana de Caracas seleccionadas intencionalmente, para evaluar la fluidez, comprensión y aspectos formales del instrumento.
Procedimiento
Para la aplicación del instrumento final, se seleccionó y entrenó a un grupo de hermanas, voluntarios y laicos afines a la congregación a nivel nacional, los cuales bajo la supervisión de la autora desarrollaron el trabajo de campo, a partir del muestreo intencional de mujeres dedicadas al trabajo sexual, las cuales fueron interceptadas en sus puestos de trabajo (calle, bares y prostíbulos) de distintos puntos de las ciudades seleccionadas. El trabajo de campo se realizó desde marzo a julio del 2006.
Análisis de datos
Los datos recolectados de la encuesta fueron tabulados y procesados mediante el uso del programa SPSS versión 8.5 (Estadística Aplicada a las Ciencias Sociales). Los resultados revelan que la mayor proporción (31%) culminó la primera etapa de educación básica y un 23% alcanzó la segunda etapa pero no logró concluirla. Un 37% se distribuyó en educación primaria, ubicándose el mayor número de personas entre 4to y 6to grado (28%), tan solo un 9% no superó el 3er grado de básica. Respecto al número de personas que actualmente tienen económicamente a su cargo, se identificó que el 78% de las entrevistadas afirman mantener al menos una y hasta cinco personas, siendo el promedio general tres personas bajo su responsabilidad, lo que implica ser sustento económico de la totalidad o buena parte del grupo familiar.
En cuanto a las condiciones en que residen, a pesar de la baja escolaridad, número de hijos y personas que deben mantener, la mayor proporción (89%) refiere en viviendas consolidadas o apartamentos con óptimas condiciones sanitarias o solo con algunas deficiencias menores de servicios públicos, pero a pesar que cuentan con las comodidades mínimas para sus actividades cotidianas, solo un 34% posee vivienda propia, y el mayor porcentaje afirma pagar alquileres (57%) por este concepto, tan solo un 9% vive en otras condiciones como la casa un amigo o familiar que le exime del gasto de este rubro.
Con relación a su historia laboral, los resultados obtenidos se resumen en la siguiente tabla:
De acuerdo con la tabla anterior, el mayor porcentaje de las entrevistadas se inicia en el mundo laboral entre los 16-20 años (42%), siendo la edad promedio de incursión los 17 años de edad. Nótese como destaca en el gráfico superior izquierdo, que el segundo lugar corresponde con un 29% a entrevistadas que afirman haber comenzado a trabajar entre los 11-15 años, lo que implica que el 71% de la muestra se incorporó a la población económicamente activa desde muy temprana edad, incluso antes de cumplir el criterio cronológico legal establecido para tal fin.
El gráfico superior derecho destaca los motivos que se esgrimen como justificación de la incursión, siendo la carencia de recursos económicos (50%) y la necesidad de aportar económicamente a sus hogares (35%) los argumentos más frecuentes. Solo un pequeño grupo declara haberse iniciado por la necesidad individual de volverse económicamente independientes, atender necesidades individuales o evadir responsabilidades propias de su edad.
Las primeras experiencias laborales son actividades por cuenta propia de bajo nivel, tales como: labores domésticas (33%) y actividades informales (32%), las cuales ocupan como se visualiza en el grafico inferior izquierdo de la tabla 1, el mayor porcentaje de entrevistadas. Cabe señalar como un grupo muy reducido declara haber estado desocupada o ejerciendo un oficio calificado.
Respecto a cómo obtuvieron su primer empleo, observamos en el gráfico inferior derecho de la tabla previa, que las referencias de terceros allegados a la entrevistada (50%) y la autogestión (44%) son los mecanismos principales de acceso al mundo laboral, y a pesar que son movidas para aportar económicamente o mantener a su familia, solo un 4% de sus familias les ayudaron a obtener un trabajo.
No obstante, al describir el oficio que antecede a la incursión en el trabajo sexual, labores domésticas y actividades informales - como buhonera y comerciantes por cuenta propia- continúan ocupando un lugar importante, pues un 20% y 19% respectivamente declara haberse estado desempeñando en tales actividades. Sin embargo, como se resume en el primer gráfico de la tabla 2, el primer lugar es ocupado por actividades como bailarina (26%), manteniéndose constante la minoría de mujeres en oficios calificados y/o actividades formales. A continuación se exponen estos resultados:
En la tabla 2, se aprecia como el oficio de bailarina definida como animadoras, streapers y desnudistas que realizan espectáculos en locales nocturnos, son las actividades más comunes previo al inicio en el trabajo sexual, reportando en mayor proporción (57%) entre 4- 5 años dedicadas a este oficio.
Las mismas razones que predominan para incursionar en el mundo laboral, como carencias económicas (81%) y necesidad de contribuir con su familia (10%) se mantienen como los argumentos más frecuentes para justificar su dedicación al oficio sexual, solo un 9% refiere haberlo hecho a voluntad (2%) o por no disponer de otro empleo (7%). Paradójicamente, al explorar sobre quienes les habían apoyado u orientado para dedicarse al trabajo sexual, un 64% mencionaron que habían sido familiares o amigas (o) muy cercanas, y solo un 33% afirmó haberse iniciado por cuenta propia. Consistente con esto último, un 43% manifestó que sus familiares estaban al tanto de su fuente de ingresos, pero un 57% mencionó que por pena o vergüenza preferían ocultarlo.
En cuanto al itinerario de trabajo de esta actividad se encontró que un 56% ejerce diariamente, 25% solo los fines de semana, 14% solo cuando lo necesita y un 5% solo pocas veces al mes. Por día de trabajo, el mayor porcentaje (72%) afirmó atender al menos 1 hasta 5 clientes, siendo el promedio de clientes 3 cada día.
Los costos del servicio varían en función de lo que solicita el cliente, pero en promedio el ingreso por cliente se ubica en Bs. 183.000, lo que implica un ingreso estimado mensual que oscila entre uno hasta siete millones de bolívares. A pesar que el ingreso promedio supera considerablemente al salario mínimo o cualquier sueldo que hubiesen obtenido en cualquiera de las actividades previas, un 44% sostiene que esta cantidad es poca para cubrir sus gastos, y un 40% lo estimó suficiente.
En general, la actividad se concibe mala, riesgosa y con muy poca satisfacción, evidenciándose en un 67% alta disposición para abandonarla, pero señalan que la falta de oportunidades laborales (44%) y la opción de un mejor sueldo (46%) las mantienen en el trabajo sexual. A pesar de este panorama en el presente, las expectativas en tres años para todas se ubican fuera del ejercicio del trabajo sexual.
Hallazgos y Recomendaciones
De acuerdo con los resultados obtenidos, se evidencia que las mujeres dedicadas al trabajo sexual incursionan desde temprano en el mundo laboral, siendo la adolescencia e inicio en la edad adulta los momentos cronológicos de mayor riesgo, aunado a un contexto de carencias materiales que exigen que la joven se convierta bruscamente en adulto por la vía de la responsabilidad económica del hogar.
En este sentido, trabajar en inicio compite con la realidad esperada o ideal, estudiar y formarse, lo que implica en la actualidad un promedio bajo de escolaridad y capacitación para dedicarse a otras actividades.
Este patrón de conducta que destaca por un papel cada vez más activo de la mujer en las actividades económicas dada sus nuevas responsabilidades en casa, es consistente con lo expuesto por Paredes (2005, 28), pero difiere de la misma autora al encontrarse que el grupo de estudio carece de formación e instrucción para ser absorbida por el mercado laboral formal, conseguir un mejor empleo y superar su condición de carencia de pobreza.
Esto último, constituye una barrera importante para el trabajo de rehabilitación e intervención, pues ciertamente el ingreso que se obtiene de este oficio supera con creces a cualquiera que podrían obtener en un empleo formal acorde con su preparación, lo que compite seriamente con otras alternativas formales. A esto se agrega la carga económica, pues son responsables del hogar, o bien asumen una parte importante como proveedoras, lo que al contrastar con la estigmatización de este oficio genera contradicciones sobre la posición de familiares o allegados en torno a cómo las entrevistadas se ganan la vida, ya que quienes la apoyan en sus inicios no son extraños, sino familiares o personas muy allegadas a ellas y sus hogares, pareciera que privilegiar los medios respecto a los fines cobra más fuerza en situaciones de carencia.
Por otro lado, actividades en bares como bailarinas se sitúan predominantemente como el antecesor de las incursiones en el trabajo sexual, aspecto que ya han señalado como factor de riesgo autoridades de instituciones como el CCTM, al cuestionar la permisividad del estado en locales públicos de entretenimiento juvenil y adulto para exhibir show y actividades nudistas que crean un contexto propicio para la incursión en el trabajo sexual (El ucabista, 1999, 2)
Consistente con lo anterior, a pesar de la intención de abandonar esta actividad se ven frenadas fundamentalmente por la falta de oportunidades, pero específicamente oportunidades que reporten al menos el mismo ingreso o algo mejor, pues es de hacer notar que aun cuando la diferencia de ingresos es notable no se percibe como un ingreso importante, lo que implica una desvalorización aun mayor de cualquier oficio formal promedio. En tal sentido, si la lucha con la prostitución o el trabajo sexual es esencialmente económica, la guerra está perdida pues es difícil con nuestra estructura económica competir con los beneficios materiales que ésta les ofrece (Osses, 2005, 2). De esta forma, la vía de la rehabilitación consistiría en cultivar otros atractivos en las posibles opciones de trabajo distintas al dinero, lo que supone entender otras variables de orden psicográfico para generar estrategias persuasivas más exitosas.
Siguiendo esta línea de desarrollo, como parte del presente estudio se aplicaron dos escalas adicionales al cuestionario sociodemográfico: Autoestima de Copperfiel y Conocimiento sobre el SIDA, los cuales se analizaran e integraran a estos hallazgos en la fase posterior de este proyecto.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. ARAGÓN, JESÚS. (2000). «Variables cognitivo conductuales y VIH en trabajadoras sexuales en la frontera de Venezuela con Colombia». Aldea Mundo, 5 (009), 5-19. Recuperado en Agosto 9, 2007, de: redalyc.uaemex.mex/redalyc/pdf/543/54300902.pdf [ Links ]
2. COLÓN, CARLOS (2007). El debate de la prostitución. Recuperado en Agosto 9, 2007, de: http://www.apramp.org/opinion.asp?id=80 [ Links ]
3. Comité de Seguimiento de la aplicación de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer CEDAW (2005, Febrero). Informe Sombra sobre Venezuela, alternativo a los informes periódicos 4°, 5° y 6° presentados por el Gobierno Bolivariano de Venezuela, CON ARREGLO DISPUESTO en el Artículo 18 de la Convención, Caracas, Venezuela. Recuperado en Agosto 30, 2007, de:www.fundamujer.org.ve/portalesfundamujer% 5Cdata%5 CInforme%20Sombra%20distribucion%20por%20email.pdf [ Links ]
4. CHECA, MARIO; CÓRDOBA, DIANA; SAPIÉN, JOSÉ (2005). «Entorno, experiencias sexuales e imagen corporal de sexo servidoras de la zona metropolitana». Psicología y Ciencia Social, 7 (1-2), 51-62. Recuperado en Agosto 9, 2007, de: http://redalyc.uaemex.mx [ Links ]
5. HOFMAN, CECILIA (1997). «Sexo: de la intimidad al trabajo sexual, o ¿es la prostitución un derecho humano?». Recuperado en Agosto 30,2007,de:www.somalymam.org/org/pdfs/sexodela intimidadaltrabajosexual.pdf [ Links ]
6. JEIMY, CAROLINA. (2002). Prostitución y pornografía en la era de la globalización. Trabajo de Grado no publicado, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Maracay, Venezuela. Recuperado en Agosto 24, 2007, de: http://html.rincondelvago.com/prostitucion-y-pornografiaen- la-era-de-la-globalizacion.html [ Links ]
7. La prostitución y el tráfico de mujeres se extienden (1999, Julio). El Ucabista, p. 20. Recuperado en Agosto 24, 2007, de: http://www.ucab.edu.ve/ prensa/ucabista/jul99/p20.htm [ Links ]
8. MOLINA, CRISTINA. (2006). «Igualdad y diferencia dos impulsos en la teoría feminista». Labrys, études feminista. Recuperado en Agosto 30, 2007, de la Universidad de Brasilia Web Site: http://www.unb.br/ ih/his/gefem/labrys10/espanha/molina.htm [ Links ]
9. MUSTELIER, SANDRA; MÉNDEZ, MYRNA y PÉREZ, ARLÍN (2002). «La prostitución ¿un fenómeno sólo femenino?». Santiago, 98, 361-364. Recuperado en Agosto 9, 2007 de: http://revistas.mes.ed.cu/EDUNIN/ 03.RevistasCientíficas/Santiago/2002/4/14502353.pdf [ Links ]
10. Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura UNESCO. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. New Cork, 1979. Recuperado en Agosto, 30, 2007, de: http://portal.unesco.org/education/ es/ev.php-URL_ID=7784 & URL_DO=DO_TOPIC & URL_SECTION=201.html [ Links ]
11. OSSES, CARMEN. (2005). «La prostitución como fenómeno de estudio e intercambio económico». Recuperado en Agosto 9, 2007 de: http://html.rincondelvago.com/economia-sexual_prostitucion_1.html [ Links ]
12. PAREDES, ROSA. (2005). «Las mujeres en Venezuela: estrategias para salir de la pobreza». Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, 10 (24), 17-42. [ Links ]
13. PARRÓN, NINA. (2003, Mayo). «Sobre el oficio más antiguo». Artículo presentado en el Debate sobre prostitución y Tráfico Internacional de Mujeres, Canarias, España. Recuperado en Agosto 30, 2007, de: http://webs.uvigo.es/pmayobre/articulos_en_internet.htm [ Links ]
14. SANTANA, JUANA. (2003, Mayo). «La prostitución dentro del marco de las relaciones de poder: una semblanza antropológica». Artículo presentado en el Debate sobre prostitución y Tráfico Internacional de Mujeres, Canarias, España. Recuperado en Agosto 30, 2007, de: http://webs.uvigo.es/pmayobre/articulos_en_internet.htm [ Links ]