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Revista Venezolana de Estudios de la Mujer

versión impresa ISSN 1316-3701

Revista Venezolana de Estudios de la Mujer v.14 n.32 Caracas jun. 2009

 

Hablemos de dios

Gioconda Espina

Acerca de Hablemos de Dios. (2007) de Victoria Camps y Amelia Valcárcel

Hay un asunto que pudiera estar pasando desapercibido para mucha gente: las teóricas feministas que conocimos a partir de la década del 60 han logrado entrar al sitio de los grandes pensadores del sexo masculino haciéndose leer y oír hasta el punto de compartir con ellos cátedras, libros, incluso, de ser citadas por ellos en sus obras recientes. Ha sido una lucha lenta y exigente en las academias, que ha pasado también porque ellas escriban sobre los temas universales de la humanidad, sin insistir exclusivamente en los orígenes de la subordinación por razones de sexo y las formas se superarla, a través de sus reivindicaciones específicas. Ha sido el caso de las filósofas Amelia Valcárcel y Victoria Camps en España. De la primera, que se reconoce como alumna de Celia Amorós, conocíamos Sexo y Filosofía, Miedo a la igualdad y La política de las mujeres. De la primera, que se ha reconocido como alumna de Valcárcel, conocíamos El siglo de las mujeres. Ahora ambas han publicado Hablemos de Dios; se trata el intercambio de cartas que tuvieron, desde el verano de 2005 hasta mayo del 2006, sobre la relación antigua y actual entre religión, ética, moral y temas conexos, como los fundamentalismos y el terrorismo y el papel de las iglesias y otras cúpulas de las religiones monoteístas hoy. Como se ve, se trata de asuntos que implican a las mujeres, pero que las implican tanto como implican a los hombres. La eutanasia, el aborto, la investigación de los alcances del uso de células madres (que Barack Obama acaba de autorizar en EEUU, para escándalo de la derecha), se derivan lógicamente de la discusión del tema central, de mutuo acuerdo escogido.

Un segundo asunto en el que poca gente habrá reparado es que el género epistolar vía Internet se ha venido imponiendo, poco a poco, también entre las téoricas feministas. Recordamos dos casos importantes: la conversación de Judith Butler con Rosi Braidotti sobre las diferencias en lo que cada una llama feminismode la diversidad y en relación con el feminismo que entonces se llamaba de la igualdad; y el intercambio entre Catherine Clement y Julia Kristeva sobre la relación de lo femenino con lo sagrado. Pero volvamos al texto de Camps y Valcárcel, que —nos informó la segunda— ha padecido para su distribución y venta un saboteo de la jerarquía católica española, más o menos sutil, conversacional más bien, nada de romper a batazos vitrinas o llegar a sabotear presentaciones del libro, acciones más comunes por estos lares que por aquellos. Sólo lo encontramos en la Librería de Mujeres, San Cristóbal 17, Madrid.

Uno de los puntos que más nos interesó fue la discusión sobre si moral y ética pueden usarse indistintamente, como proponía Camps en una de las primeras cartas. Valcárcel, convaleciendo de uno de sus dos infartos, igual le responde y le precisa que la ética es diálogo, que existe donde hay debate, esto es, «confrontación y libertad; está ausente (…) en los grupos monolíticos» (2007: 91) y, a partir de esta consideración, es que le parece útil distinguir entre ética y moral. La «ética deviene moral aceptada mayoritariamente. Y la moral (…) suele acabar en la esfera del derecho. Te pongo como ejemplo la violencia contra mujeres y niños, que ya no aceptamos y ahora legislamos (…) si la ética se eterniza (…) no pasa a moral » (Id). Y cuando la gente pierde confianza en la moral heredada sucumbe en la anomia, concluye.

Referencias bibliográficas

1. Camps, Victoria y Amelia Valcárcel (2007). Hablemos de Dios. Taurus. Madrid. (Col. Pensamiento)        [ Links ]