SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.15 número34Encuentro unitario en tiempos difíciles: Primer seminario para la evaluación de la condición de la mujer en VenezuelaMujeres y relatos: Mujeres Andinas, Mujeres recluidas. Apuntes de una psicóloga social, feminista, sobre la vida de dos mujeres penadas en la lucha por obtener beneficios de pre- libertad y/o medidas alternativas del cumplimiento de la pena índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Venezolana de Estudios de la Mujer

versión impresa ISSN 1316-3701

Revista Venezolana de Estudios de la Mujer v.15 n.34 Caracas jun. 2010

 

Primer campamento Latinoamericano de mujeres de movimientos polulares: Mujeres de organizaciones de base desnudan el patriarcado en la Venezuela Bolivariana

Ybelice Briceño y Anaís López

Plataforma de mujeres revolucionarias por la legalización del aborto. Venezuela mujeresporlalegalicion@gmail.com

Fecha de recepción: 11 de marzo de 2010 Fecha de aceptación: 22 de marzo de 2010

finales de noviembre pasado, más de trescientas mujeres de organizaciones populares de todo el país se reunieron en Los Caracas (Estado Vargas) para discutir sobre la situación de las mujeres y su papel en la construcción del poder popular en Venezuela.

Mujeres campesinas, activistas de los Comités de Tierra Urbana (CTU), conserjes, inquilinas y militantes de diversos colectivos y grupos de base se atrevieron durante cinco días a hablar de temas, que aún hoy, para muchas de las dirigentes y cuadros medios de la revolución -e incluso para altas funcionarias del gobierno- son considerados temas tabú o asuntos secundarios dentro de la agenda revolucionaria.

La distribución de tareas y roles dentro de sus propias organizaciones, la invisibilidad del trabajo doméstico, la escasa participación de las mujeres en cargos directivos y de liderazgo, el protagonismo de las mujeres en la construcción del hábitat urbano y rural; la desigualdad en la titularidad de tierras; la sexualidad femenina, la interrupción del embarazo, la violencia hacia las mujeres y el abuso sexual, fueron algunos de los asuntos tocados en los foros y grupos de trabajo. A partir de reflexiones y discusiones intensas, poco a poco las participantes fueron desnudando y evidenciando como además de la opresión capitalista, las mujeres somos discriminadas, excluidas, oprimidas y agredidas también por nuestra condición de género.

Estos planteamientos, que dentro de círculos feministas podrían parecer ideas elementales, son verdaderos hallazgos identificados colectivamente y con base en experiencias vividas por estas mujeres. Develados luego de reflexionar y batallar contra prejuicios e ilusiones de igualdad. Se trata de avances, en nuestra opinión, verdaderamente contundentes dentro de una revolución en la que el orden patriarcal permanece intacto. Y más que intacto, innombrado.

ACTIVIDADES PREPARATORIAS

El I Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares fue organizado por la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, integrada por el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ), el Frente Nacional Comunal Simón Bolívar y el Centro de Estudios y Formación Simón Rodríguez; el Movimiento de Pobladoras y Pobladores, conformado por los CTU, la red de inquilinos e inquilinas, el Campamento de Pioneros y Pioneras y las Conserjes Unidas y unidos por Venezuela. También contó con la participación del Movimiento Sin Tierra de Brasil (Brigada Apolonio Carvalho), y con el apoyo, en el área formativa, de la Plataforma de Mujeres Revolucionarias por la Legalización del Aborto.

El Campamento fue el resultado de un conjunto de esfuerzos e iniciativas de estas organizaciones, con miras a construir una agenda común entre los movimientos que hacen parte del poder popular, incorporando y problematizando por primera vez la participación de las mujeres en el proceso revolucionario. El objetivo fundamental del Campamento fue:

«Promover, articular y fortalecer la organización para la lucha de las mujeres contra el dominio del capital y contra la opresión patriarcal, a través del intercambio de experiencias y las construcción colectiva de estrategias que permitan la formación política y la movilización consciente de las mujeres en la Revolución en Venezuela»1

Dentro de cada organización, en algunas hace años y en otras más recientemente, se venía intentando generar debates internos sobre temas de género, encontrando siempre obstáculos y resistencias políticas, culturales e ideológicas, por parte de muchos compañeros y compañeras2.

A pesar de esto, se continúa avanzando en los esfuerzos por abrir discusiones, generar alianzas y establecer contactos con colectivos afines3. El 08 de marzo del 2009, el FNCEZ y el Movimiento de Pobladores y Pobladoras desarrollaron la primera actividad conjunta y autónoma orientada en esta dirección. Compañeras y compañeros de diferentes regiones se movilizaron y participaron de manera coordinada en la Marcha del día Internacional de la Mujer. Fue un primer logro de trabajo y de articulación política. Actualmente, las organizaciones siguen adelante en la construcción de una agenda de lucha compartida.

Posteriormente, los diferentes movimientos fueron realizando reuniones internas de debate, revisando algunos temas de género y demandas de las luchas feministas, y reflexionando sobre su pertinencia en el trabajo que realizan4. Nueve meses después, luego de numerosas jornadas de debate metodológico y político, y de superar múltiples obstáculos logísticos y financieros, logró instalarse en la Ciudad Vacacional de Los Caracas el I Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares.

Las participantes, fueron en general mujeres miembras de organizaciones de base y colectivos sociales5, puesto que la intención del campamento es, por un lado analizar la situación y participación de las mujeres dentro del movimiento popular, y por otro, propiciar la articulación de organizaciones y colectivos con trabajo de base.

Hay que destacar la presencia de invitadas internacionales cuyos aportes en los foros y mesas de discusión fueron fundamentales, en virtud de su trayectoria y experiencia acumulada. Estas provienen también de movimientos sociales o colectivos feministas con trabajos de base, como las compañeras del Espacio de Mujeres del Frente Popular Darío Santillán (Argentina), el Movimiento Sin Tierra de Brasil (Brasil), la Marcha Mundial de las Mujeres, las Mujeres Públicas (Argentina), el Movimiento de Mujeres Campesinas (Brasil), Confluencia de Mujeres (Colombia) y Feministas en Resistencia (Honduras).

«SIN FEMINISMO NO HAY SOCIALISMO»

«Sin feminismo no hay socialismo» fue la consigna, coreada a muchas voces dentro del campamento, que quizás resume mejor las preocupaciones y planteamientos centrales que allí surgieron. Un logro fundamental, a nuestro juicio, es haber despojado al concepto de feminismo -y los problemas que denuncia- de toda la connotación y carga despectiva que suele tener y haberlo vinculado con las luchas de las mujeres populares por la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. Haber descubierto que el empoderamiento real de las mujeres, necesariamente pasa por allí.

El tema de la construcción de poder popular, la importancia de la fuerza y articulación de los movimientos de base en el devenir de toda revolución, la cuestión de la autonomía, la posibilidad de la crítica a las instituciones, y el papel asignado a las mujeres dentro de estos movimientos, fue un tema central dentro del evento. Una de las preocupaciones que más motiva e inquieta a las compañeras de las organizaciones, obviamente en virtud de su perfil.

En nuestra opinión, la propia organización de un evento de esta magnitud, sin el respaldo o participación de ninguna institución del Estado, fue una demostración de que los movimientos de base, organizados y articulados, pueden llevar adelante debates políticos profundos y generar planteamientos autónomos, propositivos y críticos, dentro del proceso revolucionario venezolano.

Cuestionar el machismo presente dentro de las organizaciones e instancias políticas, evidenciado en la desigual distribución de tareas y el ejercicio de cargos directivos, fue el primer paso dado por estas mujeres en las mesas de debate. Dicha discusión condujo a realizar la exigencia, por ejemplo, «de que en todos los procesos electorales del PSUV se cumpla y respete la paridad de participación de hombres y mujeres (50-50)»6 cosa que no ocurrió en el pasado proceso de elección de Delegados para el Congreso Fundacional.

Para las militantes de las organizaciones participantes, la discriminación y desigualdad de la mujer no es asunto menor dentro de la revolución. Por ello, alzaron la voz dentro de sus colectivos, exigiendo que «además de declararse anticapitalistas y antiimperialistas se declaren antipatriarcales»7. Así mismo, plantearon la necesidad de multiplicar espacios de reunión entre mujeres dentro de las propias organizaciones, para generar debates como este, que nunca antes se había siquiera planteado.

La revisión de los lineamientos impulsados por el Gobierno en esta materia, llevó a las participantes a cuestionar aquellas políticas de corte asistencialista dirigidas a las mujeres, que no apuntan a un real empoderamiento ni a la transformación de relaciones de dominación. Por ello afirman, en su Declaración Final:

Constatamos que las Misiones que asignan incentivo económico, no están centradas en el objetivo político para el cual fueron creadas. Estas Misiones tienen expresiones de asistencialismo y que están siendo utilizadas como plataforma electoral. ¡EXIJAMOS REVISION INMEDIATA!».

En virtud de la situación de doble discriminación que viven las mujeres del campo (por ser campesinas y por ser mujeres), se exige al Gobierno Nacional «la prioridad en la titularidad de la tierra a las mujeres cabeza de hogar, y el derecho a gozar de la remuneración del pre y post parto para las mujeres campesinas»8. No se trata de un planteamiento novedoso. Estos están plasmados en el artículo 14 de la Ley de Tierras. Solo que para las mujeres pobres del campo venezolano, hasta el momento han sido letra muerta. Así mismo, se exige «la pronta aprobación de la Reforma de Ley de Regularización de la Tenencia de la Tierra Urbana, introducida en la Asamblea Nacional».9

Por último, en el campamento se habló de cuerpo, sexualidad, violencia, embarazo no deseado, abuso sexual, interrupción del embarazo. Sin duda los temas más polémicos y ocultos (o más bien ocultados) dentro del régimen discursivo que impone el patriarcado. Régimen que dicta lo de se puede decir y lo que no se puede decir.

En nuestra opinión, fue el debate más enriquecedor, profundo e intenso del campamento. Las mujeres se atrevieron a hablar de su sexualidad, de sus insatisfacciones, del desconocimiento de su propio cuerpo y sexualidad. A partir de ello plantearon:

«Constatamos la necesidad de abordar el tema del feminismo, la sexualidad y la diversidad sexual, en los espacios formativos de nuestras organizaciones ».10

«El sistema educativo nos enseña sobre la maternidad, pero no sobre sexualidad. Exigimos una educación sexual integral, liberadora y revolucionaria ».11

«La sexualidad, la maternidad y el aborto deben ser temas de interés público».12

Mujeres combativas, de base, revolucionarias, se atrevieron a hablar sin chantajes morales del aborto, del embarazo no deseado, de la manera en que las mujeres pobres son las principales víctimas de la penalización y criminalización del mismo. Y acordaron «Denunciar desde nuestras organizaciones, articuladamente, los maltratos y discutamos políticamente la interrupción segura del embarazo a través de: talleres, charlas, foros y espacios de formación. Cada quien tiene derecho a decidir sobre su cuerpo»13

Para estas mujeres, ya es una necesidad «Debatir políticamente y a profundidad el tema de la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo dentro de nuestras organizaciones, desde una perspectiva de lucha de clases»14. Y es una necesidad que esto se convierta en un asunto de debate público. A diez años del inicio del proceso revolucionario, este tema, vital para las mujeres de sectores populares, no puede seguir siendo postergado.

En las organizaciones de base ya se habló, se destapó el tabú, se discutió, se llegó a acuerdos. Habrá que esperar a ver si los cuadros medios y la alta dirigencia del gobierno aprenden esta vez la lección que las mujeres del movimiento popular les están dando. La inminente reforma del Código Penal, constituye sin duda, la mejor oportunidad para plantear la modificación del articulado que establece la penalización el aborto. Esto dependerá, en gran medida, de la presión que logremos hacer las diferentes organizaciones sociales y colectivos feministas. El movimiento de mujeres de base del país sigue avanzando. Y los encuentros regionales ya comienzan a organizarse.

Notas

1 Programa del encuentro (2009). I Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares. Documento interno. Mimeografiado. Caracas.

2 «¿Donde nació la idea del Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares?» (2008). I Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares. Cuaderno de formación. Fundación Editorial el Perro y la Rana. Caracas.

3 Se estableció, por ejemplo, la relación con las compañeras del Espacio de Mujeres del Frente Popular Darío Santillán. El Frente Popular Darío Santillán (FPDS) es un movimiento social y político de Argentina, que se autodenomina «multisectorial» y «autónomo», a partir de la confluencia de distintas corrientes, en su mayoría piqueteras, y también estudiantiles, obreras, campesinas, intelectuales, artísticas. Dentro del FPDS, surgió el espacio de Mujeres del Frente, que desarrolla tareas de formación en géneros para avanzar en la construcción de relaciones de equidad dentro de la organización, y como propuesta fundamental en el proyecto político de construir una nueva sociedad.

4 El Movimiento de Pobladoras y Pobladores organizó en Barquisimeto, estado Lara, el I Encuentro Nacional de Mujeres, en el que participaron miembras de los CTU, de los Campamentos de Pioneras y Pioneros, Conserjes Unidas y unidos por Venezuela y la Red Metropolitana de Inquilinos e Inquilinas. En noviembre de 2008 se había llevado a cabo ya el II Encuentro Nacional de Mujeres Campesinas, organizado por el FNCEZ, con la participación de más de 250 campesinos y campesinas.

5 Los compañeros varones militantes de las organizaciones, colaboran con aspectos logísticos y organizativos, pero no en los debates ni discusiones, con la excepción del círculo de debate en torno a la masculinidad, desarrollado con el fin de introducirlos en la discusión sobre su papel en la reproducción del Patriarcado.

6 Declaración Final. Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares. (2009) Estado Vargas, Venezuela. Disponible en: http://www.albatv.org

7 Idem.

8 Idem.

9 Idem.

10 Idem.

11 Idem.

12 Idem.

13 Idem.

14 Idem

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Declaración Final. Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares. (2009) Estado Vargas, Venezuela. Disponible en: http:// www.albatv.org        [ Links ]

2. Cuaderno de formación (2008). «¿Donde nació la idea del Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares?» I Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares. Caracas: Fundación Editorial el Perro y la Rana.        [ Links ]

3. Programa del encuentro (2008). I Campamento Latinoamericano de Mujeres de Movimientos Populares. Documento interno. Mimeografiado. Caracas.        [ Links ]