I. INTRODUCCIÓN
En respuesta a la falta de socialización causada por la pandemia, los problemas de oralidad en niños pequeños son una preocupación creciente para padres y maestros. La oralidad desempeña un papel crucial en el desarrollo integral de los niños, y su falta puede afectar negativamente el aprendizaje y la adquisición de conocimientos futuros. Estudios en Inglaterra, Barcelona, España y Estados Unidos señalan que la pandemia y el uso de mascarillas han exacerbado los problemas de oralidad en niños. Por ello, en la referencia 1 se resalta la necesidad de fomentar las competencias orales en la escuela mediante estrategias como rimas, trabalenguas y cuentos. En este sentido, otras investigaciones realizadas han demostrado que un número considerable de niños enfrentan dificultades en sus competencias orales. En diversos escenarios los docentes están preocupados por proporcionar oportunidades que mejoren las habilidades de oralidad de los niños, promoviendo la comunicación con sus pares, ampliando su vocabulario y fomentando relaciones interpersonales basadas en la comunicación. En algunas instituciones la ausencia de espacios para mejorar estas competencias podría resultar en dificultades en el desarrollo del lenguaje de acuerdo con la edad, afectando el aspecto socioemocional y la adquisición de competencias escolares. Además, las debilidades de oralidad podrían generar problemas de autoestima al tener dificultades para expresarse como otros niños de la misma edad. Por esta razón, se considera crucial aplicar estrategias narrativas para estimular las competencias orales en los niños.
Para estimular en el estudiante sus competencias orales es necesario crear estrategias, y /o actividades que ejerciten la pronunciación y fluidez y acrecienten su vocabulario de acuerdo con su edad. Para ello, se han desarrollado investigaciones con programas o estrategias para lograr este fin. Tal es así, que el uso de títeres, conversaciones dialógicas, canciones infantiles, cuentos, pictogramas, adivinanzas, trabalenguas, lecturas dialógicas entre otros han logrado estimular las competencias orales en los niños pequeños. En este contexto, las estrategias narrativas cuentan con el respaldo legal en el artículo N° 40 de la ley orgánica de la educación inicial ecuatoriana 2 que busca promover el desarrollo integral de los niños de 0 a 5 años, incluyendo aspectos cognitivos, afectivos, psicomotores, sociales e identitarios. Estas tácticas también cuentan con respaldo psicológico, en las ideas de Bruner y Egan 3, quienes destacan la importancia de las estrategias narrativas en el desarrollo de las competencias orales y, en la teoría motora del habla de Liberman y Mattingly 4. Además, se respalda en estudios realizados por diversos autores que han demostrado la efectividad de estas estrategias 5.
Este estudio aborda una problemática de relevancia social que afecta a una parte significativa de la población escolarizada, caracterizada por dificultades en el lenguaje o competencias orales. La investigación adopta un enfoque práctico al diseñar sesiones que emplean estrategias narrativas con el fin de mejorar las competencias orales en niños, ofreciendo beneficios especialmente a los docentes que enfrentan estas dificultades en sus entornos escolares. Desde la perspectiva metodológica, se propone una intervención pedagógica junto con instrumentos validados para afrontar situaciones similares en la comunicación oral de los niños. Desde un punto de vista social, se resalta una situación preocupante para las autoridades educativas ecuatorianas, enfocándose en informar a estas sobre los descubrimientos obtenidos para que asuman responsabilidades en la resolución de este problema en el sistema educativo del país. Por tanto, la principal finalidad de este trabajo es implementar estrategias narrativas con el fin de estimular las competencias orales en los niños de preparatoria.
II. DESARROLLO
Fomentar el desarrollo de las competencias orales en los niños de corta edad es crucial para su éxito académico futuro, y recae en el docente la responsabilidad de diseñar actividades innovadoras y creativas. El uso de estrategias narrativas se presenta como una herramienta eficaz para crear un entorno en el cual el niño se sienta cómodo e interactúe, fortaleciendo así sus habilidades orales. En este contexto, los aportes analizados son los siguientes:
A. Competencias orales
Las competencias orales comprenden la capacidad de comprender y expresarse verbalmente a través de fonemas, facilitando la participación efectiva en diversas situaciones comunicativas. El desarrollo de estas habilidades en la infancia es fundamental, ya que influye en la adquisición exitosa de conocimientos futuros y en el desarrollo integral del niño, permitiéndole comunicarse, expresar pensamientos y establecer relaciones afectivas y sociales. Algunos autores 6 destacan que estas competencias abarcan aspectos lingüísticos como la pronunciación, vocabulario, gramática, así como conocimientos socioculturales y pragmáticos. En el contexto educativo, las competencias orales son esenciales para la comunicación en el aula y la interacción entre los niños. Las competencias orales implican el intercambio de información mediante procesos de ordenamiento, imaginación y regulación, adquiriéndose de manera natural a través de interacciones sociales. Además, estas competencias se desarrollan desde la infancia, inicialmente en el entorno familiar y luego en diversos ámbitos sociales, permitiendo un desenvolvimiento adecuado. El adquirir estas competencias implica un proceso complejo y sistémico, involucrando la recepción y emisión de información. En niños de tres años, se centra en aspectos fonéticos y fonológicos, morfosintaxis, semántica y pragmática, abarcando desde la pronunciación hasta la comprensión de textos y la interacción avanzada a través de diversas prácticas comunicativas 1,6.
Investigaciones anteriores 1,7; han corroborado que el desarrollo de las competencias orales a temprana edad tiene muchos beneficios porque no solo facilita la comunicación, sino que también influye positivamente en diversos aspectos del desarrollo integral de los niños, preparándolos para enfrentar con éxito los desafíos tanto académicos como sociales a lo largo de sus vidas. Por otra parte, la teoría cognitiva de Piaget respalda la variable de competencias orales, sosteniendo que el desarrollo del lenguaje en un individuo está vinculado a su capacidad intelectual. Para los niños, Piaget sugiere que los niños hablarán una vez que su capacidad cognitiva esté desarrollada y conectada con los procesos de lenguaje y pensamiento. La teoría destaca la influencia del entorno en las interpretaciones y expresiones de los niños, enfatizando la importancia de modelos y guías para la adquisición de lógica y madurez 7. En otro sentido, con respecto a la teoría constructivista de Vygotsky destaca que el pensamiento y las funciones cognitivas de un niño dependen del contexto en el que se desenvuelve. La interacción constante entre pensamiento, acción y lenguaje influye en la evolución del lenguaje, siendo la fase egocéntrica entre los tres y siete años 8. Por otro lado, la teoría motora del habla 9 sostiene que el desarrollo del lenguaje depende de la maduración cerebral, la experiencia del niño y su interacción con otros. En la referencia 10 se resalta la relación entre percepción y producción del lenguaje, confirmada por la Teoría de las "neuronas espejo," resalta el papel fundamental de la interacción en el desarrollo del lenguaje.
A los 5 años, los niños muestran un desarrollo integral en competencias orales, abarcando aspectos cognitivos, fonológicos, morfosintácticos y pragmáticos, destacando la importancia de un entorno enriquecido y experiencias comunicativas para fortalecer estas habilidades 11. En cuanto al desarrollo fonológico, los niños demuestran avances notables en la percepción y producción del habla desde temprana edad. Desde la emisión de ruidos y balbuceos, pasando por la producción de proto palabras a los 8-9 meses, hasta el desarrollo de vocabulario y la comprensión de conceptos abstractos a los 5 años, los niños muestran una progresión fonológica y semántica significativa 11.
En el ámbito morfológico y sintáctico, a los 5 años, los niños utilizan correctamente reglas gramaticales, plurales, pronombres y construyen oraciones más complejas con conectores. Su capacidad de comprensión auditiva mejora, y su vocabulario se enriquece con la adquisición de conceptos abstractos 11. En este sentido, resulta importante resaltar que el desarrollo pragmático a los 5 años se caracteriza por una comunicación más sofisticada y adaptativa. Los niños participan en conversaciones elaboradas, mantienen temas por más tiempo, formulan preguntas detalladas y expresan ideas con precisión. Desarrollan habilidades de escucha activa, ajustan su tono de voz y comprenden las instrucciones sociales. Además, utilizan el lenguaje no verbal, resuelven conflictos de manera constructiva y comprenden el humor social 11,3.
Las competencias orales abarcan tres dimensiones relacionadas con el lenguaje oral 4. La primera dimensión es la "forma", que incluye la fonética y la morfosintaxis. La fonética se refiere a los fonemas y sonidos que, al combinarse, forman palabras, involucrando tanto a los vocálicos como a los consonánticos. La morfosintaxis se centra en la estructuración interna de las palabras, que se configuran mediante la unión de morfemas con lexemas. La segunda dimensión es el "contenido", relacionado con el significado de las palabras y cómo son interpretadas. Destaca la importancia del léxico, adquirido por el individuo según su edad y su interacción con los demás. El léxico influye en la cantidad de palabras que maneja una persona. La tercera dimensión es el "uso", que se refiere al manejo que hace el individuo de sus competencias orales adquiridas. El uso del lenguaje está vinculado a la información que se desea transmitir, al destinatario, la forma de comunicar, el lugar y el propósito de la comunicación. Estos elementos determinan la eficacia de la comunicación oral.
B. Estrategias narrativas
Las estrategias narrativas son actividades que, al ser atractivas, facilitan aprendizajes significativos en los niños, permitiéndoles interpretar la realidad y transmitir significados promoviendo la capacidad de contar situaciones, realistas o imaginarias, con atención a personajes, lugar y tiempo, siendo motivadoras para el aprendizaje. Por tanto, son esenciales para la adquisición de competencias comunicativas y lingüísticas infantiles 2. En este sentido, las estrategias narrativas fundamentales incluyen el cuento, que contribuye al desarrollo integral de los niños al abrirles a la cultura, el habla y la comunicación, fomentando la reflexión, reconocimiento de emociones, empatía y resolución de conflictos. Los cuentos promueven la oralidad y la lectura, estimulando la interpretación de información 5. Bajo el mismo enfoque, en 12,13 se destaca su utilidad para elaborar inferencias y crear situaciones cognitivas y explican que los cuentos son intervenciones narrativas que impulsan la imaginación y competencias orales de los niños. Otra estrategia es la pictografía, que utiliza símbolos, letras o palabras con fines educativos, fomentando la imaginación y creatividad. Desarrolla habilidades comunicativas al combinar imágenes y textos. Los pictogramas, en blanco y negro, atraen la atención del niño, facilitando el aprendizaje. Tiene un potencial pedagógico al comunicar significados de manera sencilla 14.
Se utilizó un enfoque de investigación-acción para el diseño e implementación de la metodología de enseñanza de habilidades digitales. El estudio constará de 15 sesiones de capacitación, distribuidas en un período de tres semanas, con evaluaciones formativas y sumativas en tres momentos: inicio, desarrollo y cierre, para monitorear el progreso de los participantes. El estudio se desarrolló en base a una población de 73 docentes. La muestra se escogió por conveniencia, donde los criterios de inclusión y exclusión se pueden observar en la tabla 1. Al final se escogieron 30 docentes que cumplía con los criterios de selección.
Las estrategias narrativas como títeres, trabalenguas y canciones infantiles desempeñan un papel crucial en la educación infantil 15,16. Estas actividades no solo promueven el desarrollo del lenguaje y las habilidades interpersonales, sino que también mejoran la fluidez verbal y la expresión oral de los niños. Un programa bien diseñado de estrategias narrativas tiene como objetivo ampliar el vocabulario, mejorar la comprensión del lenguaje y fomentar la capacidad de organizar pensamientos de manera coherente 17. Además, estas actividades estimulan la creatividad al invitar a los niños a imaginar mundos y personajes, lo que les ayuda a pensar de manera innovadora. La narración de historias no solo fortalece la memoria y la atención, sino que también mejora el desempeño académico y la concentración en otras áreas. Además, estas iniciativas fomentan la empatía al presentar personajes con diversas emociones y situaciones, lo que contribuye al desarrollo de la comprensión emocional. La interacción social se ve impulsada a medida que los niños comparten sus narraciones, aprenden a escuchar y respetar las ideas de los demás, lo que a su vez mejora su confianza y autoestima. Además, estas actividades preparan a los niños para la lectura y la escritura al familiarizarlos con la estructura narrativa, lo que facilita la comprensión y producción de textos escritos en etapas posteriores de su educación 17.
METODOLOGÍA
En este trabajo se aplicó un conjunto de estrategias narrativas para motivar el lenguaje efectivo en niños de educación inicial. Se empleó la técnica de observación, y la recopilación de datos se llevó a cabo mediante una ficha de observación. Las estrategias desarrolladas se describen en la tabla 1, se observa que estas estrategias buscan incentivar el lenguaje, pero contribuyen a otros aspectos de la formación infantil que serán valiosos y relevantes para su desenvolvimiento en la vida cotidiana, estas incluyen la creatividad, el trabajo en grupos, la interacción social, la espontaneidad y la seguridad en sí mismos.
La dinámica realizada en esta investigación estuvo compuesta por los elementos descritos en la figura 1, donde se puede apreciar que el grupo de trabajo tuvo una primera evaluación para conocer la situación inicial de los niños y sus niveles de desarrollo lingüísticos, luego de aplicar las estrategias, se procedió a evaluarlos nuevamente, para medir la efectividad de dichas estrategias y conocer cuál de todas ofrece una mejor percepción en el grupo de estudio.
La ficha de observación utilizada para medir las habilidades lingüísticas se describe a continuación, en esta ficha se resumieron las principales características que debe sostener un niño para relacionarse efectivamente de forma verbal.
Habilidades de comprensión oral: en esta categoría se evaluaron las siguientes características:
Habilidades de expresión oral: en esta categoría se consideró la evaluación de:
Habilidades de interacción social: en esta categoría se tomaron en cuenta los siguientes aspectos:
IV. RESULTADOS
Al aplicar las estrategias narrativas se obtuvieron los hallazgos descritos en la tabla 2. Se observa que la actitud de los niños fue alta en casi todas las actividades realizadas, y solo obtuvieron una receptividad media en el juego de roles, posiblemente porque mantener la historia en este tipo de actividades no es algo tan sencillo para la edad de los niños, aun así, fue posible alcanzar los objetivos planteados, ya que, en todos los casos mostrados, el niño logró motivarse al mejoramiento verbal y la interacción lingüística.
Aplicando los mismos criterios para el grupo experimental, los resultados generales se resumen de la Tabla 4.
Al aplicar la ficha de observación antes y después de la intervención, se observaron los resultados mostrados en la tabla 3
Los resultados presentados en la tabla muestran un patrón general de mejora en las habilidades lingüísticas y sociales de los niños después de la implementación de las sesiones de estrategias narrativas. En términos de comprensión oral, se observa un avance notable en el seguimiento de instrucciones, la comprensión de historias y la identificación de imágenes y objetos. Estos resultados sugieren que las estrategias narrativas utilizadas durante las sesiones han contribuido positivamente al desarrollo de la capacidad de los niños para entender y seguir instrucciones, así como para comprender y analizar narrativas visuales y verbales.
En cuanto a las habilidades de expresión oral, aunque el progreso ha sido menos marcado que en la comprensión oral, se aprecia una mejora significativa en el vocabulario, la gramática y la narración de historias. Esto indica que las sesiones de estrategias narrativas han facilitado que los niños amplíen su vocabulario, mejoren su estructura gramatical y adquieran habilidades para narrar de manera más efectiva. En cuanto a las habilidades de interacción social, se destaca un progreso notable en la participación en conversaciones y el uso del lenguaje en el juego, lo que sugiere que las estrategias narrativas no solo han fortalecido las habilidades lingüísticas de los niños, sino también su capacidad para interactuar y comunicarse de manera efectiva con sus pares. En conjunto, estos resultados respaldan la eficacia de las estrategias narrativas como herramientas pedagógicas para promover el desarrollo integral del lenguaje y la comunicación en los niños en edad temprana.
A. Análisis estadístico
Los datos presentados muestran una clara mejora en las competencias orales de los participantes después de completar el programa. La estadística de muestras emparejadas con la prueba de rangos de Wilcoxon mostró el aumento significativo en el rango promedio de las competencias orales post-intervención en comparación con los rangos pre-intervención. La diferencia en el rango promedio entre las competencias orales pre y post es notable, con un aumento de 10 puntos en el rango promedio. Este resultado sugiere que el programa o intervención implementada ha tenido un impacto positivo en el desarrollo de las competencias orales de los participantes. Además, el valor Z obtenido (-4,491b) y la significancia asintótica (p-valor=0,000) también respaldan la mejora en las competencias orales después de la intervención. El valor Z negativo indica que la diferencia entre los rangos pretest y post test es estadísticamente significativa, lo que significa que es poco probable que se deba al azar. Además, el p-valor extremadamente bajo (0,000) indica una alta significancia estadística, lo que refuerza la confianza en la validez de los resultados observados. En conjunto, estos hallazgos sugieren que el programa o intervención ha sido efectivo en mejorar las competencias orales de los participantes y que esta mejora es estadísticamente significativa.
La prueba de Friedman se utilizó para comparar los puntajes pre y post de todas las habilidades simultáneamente. Los resultados mostraron una diferencia significativa en los puntajes pre y post (p < 0.05), lo que sugiere que hubo una mejora general en las habilidades lingüísticas y sociales después de la intervención. Para esto se utilizó el software estadístico SPSS versión 25. El estadístico de prueba obtenido fue χ² = 14,63 con 8 grados de libertad. Además, se verificó que se cumplieran los supuestos necesarios para la prueba de Friedman, incluida la independencia de las observaciones y la simetría de las diferencias entre los rangos de las habilidades pre y post. Por su parte, el coeficiente de correlación de Spearman se utilizó para examinar si existía una correlación entre el número de sesiones y el grado de mejora en cada habilidad. Los resultados mostraron una correlación positiva moderada entre el número de sesiones y la mejora en las habilidades lingüísticas y sociales (ρ = 0.5, p < 0.05), lo que indica que un mayor número de sesiones estuvo asociado con una mayor mejora en las habilidades.
CONCLUSIONES
Basado en los análisis y resultados obtenidos, se puede afirmar que el programa de enseñanza de competencias digitales mejorar las habilidades de los docentes en dicho ámbito, demostrado ser efectiva en la consecución de sus objetivos. A través de un enfoque estructurado y actividades específicas, se logró un notable aumento en las habilidades digitales del grupo experimental en comparación con el grupo de control. Esto indica que el plan de acción implementado fue exitoso en su propósito de promover el desarrollo de competencias digitales entre los docentes.
Es importante seguir realizando un seguimiento del progreso de los participantes y de adaptar el plan de acción según las necesidades específicas de cada grupo. Este enfoque flexible garantiza que la formación sea relevante y efectiva para los participantes, permitiendo así un aprovechamiento máximo de las herramientas y recursos digitales presentados.
Este estudio destaca la relevancia de invertir en el desarrollo de competencias digitales en el ámbito educativo, ya que estas habilidades son fundamentales para la enseñanza efectiva en la era digital. El éxito de esta intervención resalta la importancia de continuar explorando y promoviendo estrategias innovadoras para fortalecer las capacidades digitales de los educadores, lo que en última instancia contribuirá a mejorar la calidad de la educación ofrecida a los estudiantes.
Las habilidades digitales son fundamentales en la educación contemporánea, dada la imperiosa necesidad derivada de los avances tecnológicos y la creciente demanda en el ámbito laboral. A pesar de ello, la incorporación de estas competencias en los programas de formación docente enfrenta resistencia al cambio. No obstante, existen estrategias para superar este desafío, como el acceso a tecnología y recursos, el estímulo a la colaboración y el crecimiento profesional, así como la integración de habilidades digitales en los currículos de formación docente. Al fortalecer las habilidades digitales de los educadores, se puede impulsar una mayor participación estudiantil y mejorar los resultados de aprendizaje.