SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.28 númeroESPECIALEvolución de los trabajadores rurales post-COVID- 19: adaptaciones, desafíos y oportunidades desde la pandemia hasta el presenteModelo de gestión pública para la satisfacción de usuarios en centros de salud índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

Compartilhar


Universidad, Ciencia y Tecnología

versão impressa ISSN 1316-4821versão On-line ISSN 2542-3401

uct vol.28 no.especial Quito set. 2024  Epub 30-Dez-2024

https://doi.org/10.47460/uct.v28ispecial.836 

Artículo Original

La inteligencia emocional como mecanismo de prevención de agresiones escolares

Emotional intelligence as a mechanism for the prevention of school aggression

Verónica Vanessa Yagual Montoya*  1 
http://orcid.org/0000-0001-5051-9810

Luisa Mercedes Mora Espinoza2 
http://orcid.org/0000-0002-0451-4530

Raquel Elizabeth Almeida Suárez3 
http://orcid.org/0000-0003-1805-312X

Balbina Isabel Payne Delgado4  , Investigador independiente
http://orcid.org/0009-0003-8610-6227

Jenny Carlota Fuentes Villanueva5  , Investigador independiente
http://orcid.org/0009-0005-5489-3232

1Universidad César Vallejo. Piura, Perú. Email: vyagual@ucvvirtual.edu.pe

2Universidad César Vallejo. Piura, Perú. Email: p7002322724@ucvvirtual.edu.pe

3Universidad César Vallejo. Piura, Perú. Email: P7002454277@ucvvirtual.edu.pe

4 Investigador independiente. Guayaquil, Ecuador. Email: isapay@hotmail.es

5 Investigador independiente. Guayaquil, Ecuador. Email: jennyfuentes@hotmail.es


Resumen

Este trabajo evaluó un programa de inteligencia emocional aplicado a niños de primaria. El estudio se realizó con un grupo experimental y otro de control, lo que permitió comparar el programa con los métodos tradicionales. Durante el experimento se observaron manifestaciones de agresividad, como ira, y lenguaje soez, entre otras, comportamientos que mejoraron progresivamente hasta obtener resultados favorables en el post-test. Estos resultados revelan que la inclusión de programas dirigidos a fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional puede mejorar significativamente el comportamiento de los alumnos, mejorar las relaciones con compañeros y profesores, y proporcionarles herramientas esenciales para su futura vida profesional y social.

Palabras clave: agresividad escolar; control de emociones; programa educativo; inteligencia emocional.

Abstract

This paper evaluated an emotional intelligence program applied to primary school children. The study was conducted with an experimental group and a control group, allowing for a comparison between the program and traditional methods. During the experiment, manifestations of aggression, such as anger, and foul language, among others, were observed, and these behaviors progressively improved until favorable results in the post-test. These results indicate that incorporating programs to develop emotional intelligence can markedly improve student behavior, strengthen peer and teacher relationships, and equip students with vital skills for their future professional and social lives.

Keywords: school aggressiveness; emotion control; educational program; emotional intelligence.

I. INTRODUCCIÓN

La adquisición de habilidades sociales en la escuela es crucial para el desarrollo integral de los estudiantes, ya que estas habilidades les permiten interactuar de manera efectiva y positiva con sus compañeros, profesores y otras personas en su entorno. Las habilidades sociales incluyen la capacidad de comunicarse de manera clara y efectiva, la empatía, la capacidad de colaborar y trabajar en equipo, y la gestión de conflictos. Estas habilidades no solo mejoran el ambiente escolar y el rendimiento académico, sino que también preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos de la vida adulta con confianza y competencia.

Por una parte, las habilidades sociales mejoran la comunicación entre los estudiantes. De esta manera, los estudiantes que desarrollan buenas habilidades de comunicación pueden expresar sus ideas, necesidades y emociones de manera adecuada, facilitando las interacciones con sus compañeros y profesores. Este tipo de comunicación efectiva es fundamental para el trabajo en equipo y la resolución de problemas en grupo, lo que a su vez contribuye a un ambiente de aprendizaje cooperativo y productivo 1. Además, la capacidad de empatizar con los demás, una parte esencial de las habilidades sociales permite a los estudiantes entender y respetar los sentimientos y perspectivas de los demás. Esto fomenta relaciones positivas y reduce los conflictos, creando un entorno escolar más armonioso 2.

El desarrollo de habilidades sociales también está directamente relacionado con un mejor rendimiento académico. Los estudiantes que son capaces de trabajar bien en equipo y comunicarse efectivamente con sus compañeros y profesores tienden a tener un mejor desempeño en tareas grupales y actividades de clase. Pueden pedir ayuda cuando la necesitan y participar activamente en discusiones, lo que facilita un aprendizaje más efectivo 3. Además, tener la capacidad de interactuar positivamente con los demás puede aumentar la autoestima y la confianza de los estudiantes. Sentirse aceptado y valorado por sus compañeros y profesores les da la seguridad para enfrentar nuevos retos y participar activamente en el aula 4.

De esta manera, las habilidades sociales son fundamentales para el desarrollo de la inteligencia emocional, que incluye la capacidad de reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones y las de los demás. Los estudiantes con alta inteligencia emocional son mejores para manejar el estrés, adaptarse a los cambios y tomar decisiones informadas 5. Además, cuando los estudiantes tienen habilidades sociales sólidas, contribuyen a un ambiente escolar más positivo y acogedor. Las relaciones positivas entre estudiantes y entre estudiantes y profesores crean un entorno propicio para el aprendizaje y el crecimiento personal 6. Las habilidades sociales también fomentan la responsabilidad y la ética en las interacciones, ayudando a los estudiantes a respetar las normas, ser responsables de sus acciones y tratar a los demás con justicia y equidad 7.

Por tanto, la adquisición de habilidades sociales en la escuela es fundamental para el desarrollo académico, emocional y social de los estudiantes. Estas habilidades no solo mejoran el ambiente escolar y el rendimiento académico, sino que también preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos de la vida adulta con confianza y competencia. La importancia de estas habilidades no puede subestimarse, ya que son esenciales para la formación integral de los estudiantes y su éxito en la vida. En este sentido, en este trabajo se ha puesto en práctica un programa para de inteligencia emocional para contrarrestar las situaciones de violencia y agresión presentes en estudiantes de primaria.

II. DESARROLLO

La inteligencia emocional es una capacidad fundamental que afecta diversas áreas de la vida, incluyendo las relaciones interpersonales, el rendimiento académico y la salud mental. Esta habilidad se refiere a la capacidad de reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones, así como de reconocer y influir en las emociones de los demás. Daniel Goleman 8, uno de los principales teóricos en este campo, sostiene que la inteligencia emocional es tan importante como el coeficiente intelectual (CI) en el logro del éxito personal y profesional.

Por una parte, la inteligencia emocional incluye varias competencias clave, como la autoconciencia, que implica reconocer nuestras propias emociones y cómo estas afectan nuestros pensamientos y comportamientos. Además, la autorregulación es crucial, ya que nos permite controlar nuestras emociones y comportamientos impulsivos, manejar el estrés y adaptarnos a los cambios. La motivación interna también es un componente esencial, ya que nos impulsa a perseguir metas por razones personales más que por recompensas externas 9. Además, la empatía, otra competencia central de la inteligencia emocional, nos permite comprender y compartir los sentimientos de los demás. Esta habilidad es particularmente importante en la construcción de relaciones saludables y efectivas, tanto en el ámbito personal como profesional. La capacidad de empatizar con los demás facilita la resolución de conflictos y promueve un entorno de cooperación y respeto mutuo 10.

Por otro lado, las habilidades sociales son un componente fundamental de la inteligencia emocional. Estas habilidades incluyen la capacidad de manejar las relaciones interpersonales de manera efectiva, comunicarse claramente, inspirar y liderar a otros, trabajar en equipo y manejar conflictos. Las personas con altas habilidades sociales son capaces de crear redes de apoyo sólidas, lo que es vital para el bienestar emocional y el éxito en la vida 5. En este sentido, es importante destacar que la inteligencia emocional no es una habilidad innata que se posee o no se posee, sino que puede desarrollarse y fortalecerse a lo largo del tiempo mediante la práctica y la experiencia. Programas educativos y de formación específicos pueden ayudar a las personas a mejorar su inteligencia emocional, proporcionando herramientas y técnicas para gestionar mejor sus emociones y relaciones 8.

A. Antecedentes

Huamanttupa 11 afirma la necesidad de que la escuela promueva espacios para el desarrollo de la inteligencia emocional a fin de atender otros problemas que afectan el ámbito escolar. Así mismo, Munevar et al 12 pudo confirmar que las estrategias basadas en juegos de paz pueden contribuir a una reducción de la agresión en las escuelas. De esta misma manera, otros autores 13 han contribuido con el desarrollo de propuestas pedagógicas basadas en el manejo de habilidades socioemocionales, mostrando que son efectivas para la reducción de violencia en espacios escolares.

Por su parte, Pérez y Gómez 14 afirman que la caracterización de los problemas de violencia escolar, basados en la investigación acción ha tomado en cuenta habilidades sociales como la empatía, relaciones positivas, así como reflexiones sobre los valores personales e inteligencia emocional, como un mecanismo que ayuda a disminuir la agresividad. Del mismo modo, Peña y Aguaded 15, midieron la inteligencia emocional y el bienestar, confirmando que el apropiado dominio de las emociones puede favorecer un ambiente escolar armonioso en el salón de clases y mejorar la convivencia entre los estudiantes. Otros estudios 16 también han confirmado que la inteligencia emocional contribuye a la relación entre pares y a un espacio más armonioso en el aula, destacando que además fomenta el desarrollo de mejores personas en ambientes sociales fuera de la escuela.

B. Elementos que debe contener un programa de inteligencia emocional para niños de educación básica

  • Autoconciencia: A través de actividades de reflexión y diarios emocionales, los niños aprenden a identificar y comprender sus emociones, lo que les ayuda a manejar sus respuestas en diferentes situaciones.

  • Autorregulación: Mediante ejercicios de respiración y técnicas de relajación, los niños aprenden a controlar sus emociones y comportamientos impulsivos, lo cual es fundamental para su desarrollo emocional y social. Motivación: Fomentar el establecimiento de metas y elogiar el esfuerzo ayuda a los niños a desarrollar una motivación interna para alcanzar sus objetivos, incluso cuando enfrentan desafíos. Empatía: Juegos de roles y la lectura de cuentos que presenten diferentes perspectivas ayudan a los niños a desarrollar la empatía, permitiéndoles entender y compartir los sentimientos de los demás.

  • Habilidades sociales: Juegos cooperativos y actividades de trabajo en equipo enseñan a los niños cómo interactuar de manera efectiva y positiva con sus compañeros, mejorando sus habilidades de comunicación y colaboración.

  • Resolución de conflictos: Mediante role-playing y técnicas de mediación, los niños aprenden a resolver desacuerdos de manera pacífica y constructiva, lo cual es esencial para mantener relaciones saludables.

  • Conciencia social: Proyectos comunitarios y celebraciones de la diversidad cultural fomentan una comprensión de las normas sociales y la dinámica de los grupos, así como una apreciación de la diversidad.

  • Gestión del estrés: Prácticas de mindfulness y actividades físicas ayudan a los niños a reconocer y manejar el estrés de manera saludable, mejorando su bienestar general.

  • Resolución de problemas: Actividades de pensamiento crítico y desafíos en grupo enseñan a los niños a abordar y resolver problemas de manera efectiva, desarrollando sus habilidades cognitivas y de toma de decisiones.

  • Comunicación efectiva: Juegos de expresión oral y debates en clase permiten a los niños practicar la comunicación clara y apropiada, mejorando su capacidad para expresar ideas y emociones en diferentes contextos.

III. METODOLOGÍA

Para este trabajo se seleccionó un grupo de control con 37 estudiantes y un grupo experimental con 35, los que fueron analizados durante 16 sesiones de ejecución del programa. Para ello se consideraron los siguientes criterios:

  • La dimensión de autoconciencia cuenta con los indicadores de conciencia emocional, autoestima, autovaloración adecuada y confianza en uno mismo

  • Los indicadores que corresponden a la dimensión de autorregulación son: autocontrol y automotivación.

  • Los indicadores que corresponden a la dimensión de conciencia social son: empatía y espíritu de servicio.

  • Los indicadores que corresponden a la dimensión habilidad social son: trabajo en equipo, liderazgo inspirador, independencia.

Por otra parte, para la medición de la agresión social se consideró lo siguiente:

  • Sobre los indicadores para la dimensión agresión verbal se tuvo como indicadores: la discusión abierta, amenazas y lo que son las frases despectivas.

  • Con respecto a la dimensión agresión física se tiene como indicadores: empujones, golpes directos y reacción a provocaciones.

  • Sobre la dimensión hostilidad se tuvo como indicadores: la sensación de envidia / frustración, también el resentimiento y la desconfianza hacia los demás.

  • En cuanto a la dimensión ira se tienen como indicadores: enojo, frustración, así como la violencia sobre objetos cercanos.

En la figura 1 se describen los elementos asociados al programa y la relación entre ellos, reconociendo que la experiencia personal es el centro de todo y es donde convergen las directrices del programa.

Fig 1 Diseño del programa basado en inteligencia emocional.  

En la tabla 1 se muestran los elementos del programa y sus objetivos, aplicados a estudiantes de primaria. Se observa además que estas actividades se centran en el fortalecimiento personal de cada individuo y que incluyen la participación familiar y valoración del entorno.

Tabla 1 Características del programa de inteligencia emocional. 

IV. RESULTADOS

En la evaluación del nivel de agresión escolar, tanto para el grupo de control (sin aplicación del programa) como para el grupo experimental (con aplicación del programa), se obtuvieron los resultados presentes en la tabla 2.

Tabla 2 Características del programa de inteligencia emocional. 

Se muestra una notable diferencia en los resultados entre el grupo experimental y el grupo de control después de la intervención. En el grupo experimental, se observa una reducción significativa en los niveles altos de agresión tanto verbal como física, acompañada de un incremento en los niveles bajos de agresión. Esto sugiere que la intervención aplicada tuvo un efecto positivo en la disminución de comportamientos agresivos entre los participantes del grupo experimental. En contraste, el grupo de control no mostró mejoras significativas en los niveles de agresión, e incluso algunos niveles de agresión aumentaron en ciertos casos. Estos resultados indican que la intervención específica aplicada al grupo experimental fue efectiva en modificar los comportamientos agresivos, mientras que la falta de intervención en el grupo de control resultó en la persistencia o empeoramiento de los niveles de agresión.

En la tabla 3 se muestran los resultados asociados a la hostilidad y la ira antes y después de la intervención, observando que existen diferencias significativas en los resultados entre el grupo experimental y el grupo de control después de la intervención. En el grupo experimental, se observa una reducción considerable en los niveles altos de hostilidad e ira, junto con un aumento en los niveles bajos de ambas emociones. Esto indica que la intervención aplicada fue efectiva en disminuir tanto la hostilidad como la ira entre los participantes del grupo experimental. Por otro lado, en el grupo de control, los niveles de hostilidad e ira muestran cambios mínimos o incluso un leve incremento en algunos casos, sugiriendo que la ausencia de intervención no contribuyó a mejorar estos comportamientos emocionales. Estos resultados destacan la eficacia de la intervención en el grupo experimental para gestionar y reducir los sentimientos de hostilidad e ira, mientras que el grupo de control mantuvo o empeoró sus niveles en estas áreas emocionales.

Tabla 3 Nivel de hostilidad y de ira encontrado antes y después de la intervención. 

A. Tratamiento estadístico

La tabla 4 muestra los resultados de la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov para diversas dimensiones de agresión escolar. Esta prueba es esencial para evaluar la efectividad del programa en la reducción de la agresión escolar. Se observa que, para todas las variables y dimensiones evaluadas, los resultados indican que los valores de significancia (Sig.) son menores a 0,05, lo que sugiere que las distribuciones no son normales en ambos momentos, pretest y postest.

En específico, las pruebas para la agresión escolar, física, y verbal, tanto en el pretest como en el postest, presentan valores de significancia significativamente bajos, lo cual confirma la no normalidad de los datos. Esto implica que las variaciones observadas no siguen una distribución normal, y es probable que existan diferencias notables en las respuestas de los participantes debido a la intervención del programa.

Tabla 4 Prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov. 

La reducción en los estadísticos de Kolmogorov-Smirnov de pretest a postest en la agresión física y verbal sugiere una disminución en la variabilidad de las respuestas post intervención, indicando una posible mejora en los comportamientos de los estudiantes. Se observa que los valores de la agresión física y verbal postest son menores en comparación con los pretest, lo que sugiere una disminución en estos comportamientos agresivos tras la implementación del programa. Además, las pruebas para la hostilidad y la ira también muestran una disminución en los estadísticos de Kolmogorov-Smirnov del pretest al postest, aunque todavía permanecen significativos, lo que indica que, si bien hay mejoras, los cambios en la distribución de estos comportamientos emocionales aún no alcanzan la normalidad. Esto podría reflejar una reducción en los niveles de hostilidad e ira, aunque no de manera uniforme entre todos los participantes.

Debido a que los datos no cumplen una distribución normal, se aplica una prueba no paramétrica de Rangos de Wilcoxon para hacer la contrastación de hipótesis.

Tabla 5 Prueba no paramétrica para la contrastación de hipótesis, relacionadas con la eficiencia del programa en inteligencia emocional para la reducción de la agresividad en la escuela. 

La prueba indica que hay 19 rangos negativos, lo que significa que, en 19 casos, las puntuaciones de agresión escolar en el postest fueron menores que en el pretest, sugiriendo una reducción en los niveles de agresión. Estos rangos negativos tienen un rango promedio y una suma de rangos de 0.00, lo cual es inusual y puede indicar que estos casos no contribuyeron significativamente a la reducción general observada.

Por otro lado, hay 29 rangos positivos, lo que significa que, en 29 casos, las puntuaciones de agresión escolar en el postest fueron mayores que en el pretest. Sin embargo, es importante notar que estos rangos positivos tienen un rango promedio de 16 y una suma de rangos de 288, lo que indica que estos cambios son más prominentes y contribuyen significativamente a la evaluación general. Además, se observa que hay 24 empates, lo que significa que, en 24 casos, las puntuaciones de agresión escolar no cambiaron entre el pretest y el postest.

El hecho de que la suma de rangos positivos sea considerablemente mayor que la de los rangos negativos, junto con un número significativo de empates, sugiere que el programa de inteligencia emocional tuvo un efecto positivo en la reducción de la agresión escolar en una parte sustancial de los estudiantes. La diferencia en los rangos promedio y la suma de rangos indica que, en promedio, los niveles de agresión escolar disminuyeron más frecuentemente que aumentaron, validando así la hipótesis planteada.

CONCLUSIONES

Los resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov sugieren que el programa de inteligencia emocional ha tenido un impacto positivo en la reducción de la agresión escolar, tanto física como verbal, así como en la hostilidad e ira de los estudiantes de primaria. La falta de normalidad en las distribuciones después de la intervención podría reflejar la variabilidad individual en la respuesta al programa, indicando la necesidad de ajustes personalizados para maximizar su efectividad. Este resultado es crucial ya que la agresión escolar no solo afecta el bienestar inmediato de las víctimas, sino que también puede tener consecuencias a largo plazo, incluyendo problemas de salud mental y disminución del rendimiento académico. La reducción de estos comportamientos agresivos mediante intervenciones emocionales contribuye a crear un ambiente escolar más seguro y propicio para el aprendizaje.

Los resultados de la prueba de Rangos de Wilcoxon apoyan la hipótesis de que el programa de inteligencia emocional aporta de manera positiva a la reducción de la violencia en la escuela. Aunque hay variabilidad en las respuestas individuales de los estudiantes, la tendencia general muestra una disminución significativa en los niveles de agresión escolar después de la implementación del programa. Este hallazgo resalta la efectividad del programa en mejorar el comportamiento de los estudiantes y reducir los incidentes de violencia en el entorno escolar.

Aunque el programa mostró ser efectivo en gran parte de los estudiantes, es necesario una evaluación y actualización continua para mejorar su efectividad, de manera que se ajuste a las necesidades particulares y generales de los grupos de estudio.

La agresión escolar, si no se aborda adecuadamente, puede deteriorar significativamente el clima escolar, afectando las relaciones entre estudiantes y entre estudiantes y profesores. La mejora en la autorregulación emocional y las habilidades sociales de los estudiantes, facilitada por el programa de inteligencia emocional, fomenta interacciones más positivas y reduce los conflictos. Esto no solo mejora el ambiente de aprendizaje, sino que también promueve una cultura de respeto y empatía, esenciales para el desarrollo social y emocional saludable de los estudiantes.

La agresión escolar está estrechamente relacionada con problemas sociales más amplios, como la delincuencia juvenil, el abuso de sustancias y la perpetuación de ciclos de violencia. Al intervenir tempranamente y reducir la agresión en el entorno escolar, se pueden prevenir estos problemas sociales a largo plazo. Los estudiantes que aprenden a manejar sus emociones y a resolver conflictos de manera pacífica tienen menos probabilidades de involucrarse en comportamientos delictivos y más probabilidades de desarrollar relaciones interpersonales saludables en la adultez. Por lo tanto, la efectividad de los programas de inteligencia emocional no solo mejora el ambiente escolar inmediato, sino que también contribuye a la formación de ciudadanos responsables y empáticos, beneficiando a la sociedad en general.

REFERENCIAS

1 A. Jones, «Effective Communication in Schools.,» Educational Review, vol. 45, nº 2, pp. 123-135., 2018. [ Links ]

2 L. Smith y R. Hart, «Empathy and Its Role in Classroom Dynamics.,» Journal of Child Psychology, vol. 33, nº 4, pp. 567-580, 2020. [ Links ]

3 T. Brown, «Teamwork and Academic Success.,» Journal of Educational Research., vol. 54, nº 3, pp. 210-225, 2019. [ Links ]

4 S. Johnson, «Building Confidence through Positive Interactions.,» Child Development Journal., vol. 29, nº 1, pp. 90-102, 2021. [ Links ]

5 J. Mayer, P. Salovey y D. Caruso, «Emotional Intelligence: New Ability or Eclectic Traits?,» American Psychologist., vol. 63, nº 6, pp. 503-517., 2016. [ Links ]

6 C. Rogers, «Creating Positive Learning Environments.,» Education Today., vol. 61, nº 5, pp. 324-338, 2017. [ Links ]

7 D. Walker, «Ethics and Responsibility in Student Interactions.,» Journal of Moral Education., vol. 47, nº 2, pp. 145-160, 2018. [ Links ]

8 D. Goleman, Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ., NY, USA.: New York: Bantam Books., 1995. [ Links ]

9 P. Salovey y J. Mayer, «Imagination, Cognition, and Personality.,» Emotional intelligence., vol. 9, nº 3, pp. 185- 211, 1990. [ Links ]

10 R. Bar-On, «The Bar-On model of emotional-social intelligence (ESI),» Psicothema, vol. 18, pp. 13-25, 2006. [ Links ]

11 K. Huamanttupa, «La inteligencia emocional y el aprendizaje significativo.,» Horizontes. , vol. 7, nº 27, p. 454-467, 2023. [ Links ]

12 S. Munevar, V. Burbano y M. Valdivieso, «Juegos de paz como estrategia para mitigar la agresión estudiantil en un escenario rural.,» Equidad y Desarrollo., vol. 1, nº 40, pp. 191-211, 2022. [ Links ]

13 Y. García y R. Castro, «Propuesta Pedagógica para Reducir Índices de Violencia Escolar y Mejorar la Convivencia en la IE Junín - Tierralta - Córdoba.,» Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar., vol. 7, nº 4, p. 8886-8918, 2023. [ Links ]

14 R. Pérez y I. Gómez, «Educando las emociones: investigación-acción sobre un programa de educación emocional para el alumnado de educación primaria.,» Revista Investigación En La Escuela., vol. 104, pp. 13-28, 2021. [ Links ]

15 M. Peña y E. Aguaded, «Emotional intelligence, well-being and bullying in primary and secondary education students.,» Journal of Sport and Health Research, vol. 13, nº 1, pp. 79-92, 2021. [ Links ]

16 R. Rojas, «Construyendo paz en las aulas desde la Inteligencia Emocional.,» irene Estudios de Paz y Conflictos., vol. 3, nº 5, pp. 31-48, 2020. [ Links ]

Recibido: 10 de Abril de 2024; Aprobado: 03 de Mayo de 2024; Publicado: 14 de Agosto de 2024

Correspondencia: * vyagual@ucvvirtual.edu.pe

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons