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Educere

versión impresa ISSN 1316-4910

La Revista Venezolana de Educación (Educere) v.9 n.28 Meridad mar. 2005

 

Actualización y perfeccionamiento de docentes en servicio. Un compromiso académico de la universidad de los andes trece años de integración con el magisterio venezolano

Pedro José Rivas

Universidad de Los Andes - Escuela de Educación Mérida - Venezuela

El título que define esta reflexión retrospectiva se ubica en el contexto de la actualización y el perfeccionamiento de los docentes en servicio y en el compromiso académico que la Universidad de Los Andes ha asumido desde 1992 con el magisterio merideño y venezolano en general. En esta vivencia se exponen los resultados de la travesía académica acumulada durante trece años de trabajo ininterrumpido. Una iniciativa de educación permanente surgida al reclamo de la extensión universitaria y de las permanentes necesidades humanas y profesionales del docente en servicio, convertidas en exigencias, y poco oídas por los organismos públicos encargados de dirigir la educación, así como por las instituciones formadoras de docentes que se olvidan del destino de sus egresados.

El tema central de este discurso está anclado en el Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente, PPAD, instancia académica de la Escuela de Educación de la Universidad de Los Andes, ubicada en la ciudad de Mérida. Este programa fue creado en febrero de 1992 para ofrecerles a sus egresados universitarios y maestros de escuela los espacios para el encuentro pedagógico, la discusión sana y el estudio reflexivo sobre el fenómeno educativo y la actualización de sus conocimientos disciplinares y saberes escolares.

El PPAD, fundamentado en el principio de la autonomía universitaria, se lanzó al desafío de materializar esta concepción asumiendo la actualización del docente como un acto de interrogación permanente, de búsqueda de soluciones a los problemas de la comprensión del hecho educativo, para lo cual recurre a la autorreflexión y a la discusión como mecanismos para mantener viva la curiosidad, la superación constante y el compromiso político y académico con la escuela para la cual labora y donde, quizás, se forman también sus hijos. De allí que afirmemos, con la fuerza de la certeza y la convicción, que la actualización docente tiene que ser, necesaria y suficientemente, un acto consciente, deliberado, intencional y, sobre todo, agradable en el que los profesores nos sometamos a la prueba de la discusión pública sobre nuestra actuación, al estudio serio, y a la autoformación como herramientas para (re)construir aquello que no poseemos, para fortalecer lo bueno de nuestro ejercicio profesional y para enmendar las deficiencias presentes en nuestra práctica escolar. Solo así es posible apropiarse, solo o junto al otro, de los contenidos y espacios del marco reflexivo y operacional de la actuación pedagógica.

Esta concepción sobre la actualización del educador encuentra eco en una plataforma organizacional cuya estructura académica ha dado correlato al discurso y a la proposición sobre el mejoramiento profesoral y cuya operatividad se desarrolla gracias a que hemos conjugado exitosamente siete líneas que podrían ser consideradas como los pilares del modelo organizacional de nuestra experiencia.

1. Se parte del principio fundamental de la Autonomía Universitaria, y su instrumento, la libertad de cátedra, con la finalidad de orientar el pensamiento y la acción del trabajo sin las consabidas interferencias de los organismos oficiales como el Ministerio de Educación, las instancias burocráticas del estado regional e, inclusive, de la propia Universidad de Los Andes. Con esta práctica universitaria se busca la cooperación e integración de esfuerzos, sumando y multiplicando aportes y, especialmente, sorteando con habilidad de filigrana la esterilidad de lo intrascendente y la discusión mezquina siempre presente, para lo cual se ha echado mano del arma del trabajo efectivo, la perseverancia y la probidad en la administración y uso de los recursos financieros.

2. Asegurar la confianza y la credibilidad en el servicio académico ofrecido, nos ha obligado a disponer de una programación académica durante todo el año diseñada para estar en consonancia y sintonía con las necesidades del docente en servicio que busca respuestas, pero, que a la vez, proporciona soluciones a problemas de su escuela o liceo, donde generalmente se vive el aislamiento de la incomunicación porque el piso de la comunidad magisterial no existe en su naturaleza académica y social. Un buen motivo para aprender de la cultura escolar argentina.

3. Al adoptar la autogestión como mecanismo para generar los recursos financieros, garantizamos su normal funcionamiento sin depender del sinuoso y deficitario presupuesto ordinario que normalmente caracteriza a la universidad. De esta manera se pueden tomar decisiones rápidas y efectivas cuando se trata de disponer de recursos financieros, sin los cuales ninguna propuesta de este tipo podría funcionar. Esto es autonomía financiera desarrollada sobre la autonomía académica contemplada en al Ley de Universidades y en la novísima Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela.

4. Asumir la autonomía por contar con una planta profesoral altamente confiable, académicamente preparada y a disposición inmediata de nuestro llamado, fue posible gracias a que superamos de nuestros “pares académicos” la permanente excusa y la explicación esquiva a la convocatoria del trabajo solidario y cooperativo que pocas veces llega y que, cuando aparece, se reduce a un apoyo académico intermitente y de poco compromiso, no obstante contar con docentes universitarios comprometidos con el Programa.

5. Desarrollar una programación permanente de cursos, talleres y seminarios durante todo el año, implicaba disponer de espacios adecuados y oportunos. Esa condición se logró gracias al apoyo institucional de la Universidad y al empeño de directivos de Escuelas Básicas comprometidos con la propuesta. Además, la oportunidad de poseer una plataforma tecnológica de primera que está a disposición y al servicio “de los requerimientos de lo inmediato” y lo futuro, ha contribuido a consolidar esta experiencia. Todo el soporte tecnológico, mobiliario y recursos de apoyo han sido adquiridos con nuestros recursos financieros y con las donaciones recibidas. Asimismo, la cancelación de profesores y personal de apoyo secretarial y administrativo.

Resultado de este trajinar en el campo de la educación permanente es el mostrario de una zafra académica plasmada en la atención pedagógica directa a más de 24.000 docentes matriculados en 41 cohortes de participantes a quienes se les han ofrecido más de 1103 cursos y talleres, bajo la dirección de una planta profesoral superior a 200 instructores, que en condiciones laborales y contractuales convencionales la ULA nunca los hubiese podido asumir.

6. Así mismo, hemos definido con plena libertad una política editorial para apoyar el trabajo académico del programa y brindar apoyo al magisterio nacional, cuyos productos tangibles están representados en una publicación periódica de aparición trimestral, arbitrada, indizada nacional e internacionalmente, desde 1997 llamada, EDUCERE, la revista venezolana de educación, cuyas 27 apariciones consecutivas han servido para publicar 572 artículos arbitrados y cientos de texto breves.

Esta publicación es ubicada para su adquisición en la red de distribución y mercadeo formada por 79 puntos de venta en el país. Así mismo puede ser consultada en su versión digitalizada en el sitio Web: http://www.saber.ula.ve/educere/revista. Así mismo, es de su cosecha la publicación de dos libros de apoyo docente y la Colección Cuadernos EDUCERE contentiva de 5 números, 2 en imprenta y varios en preparación para su edición este año.

7. Finalmente, hemos garantizado lo más valioso: la confianza de los educadores participantes, norte de la actividad del programa; de los profesores de la universidad que nos acompañan en número reducido; de los profesores facilitadores de planta, buscados en la propia comunidad de egresados, y la anuencia de los organismos oficiales de la educación como legitimación de nuestras andanzas universitarias.

Como conclusión de esta experiencia de trece años de trabajo es que se ha posibilitado acumular los laureles del éxito con base en la constancia, sacrificio y credibilidad al ofrecer un servicio de educación permanente de calidad, pertinencia y responsabilidad y, sobre todo, al convertir el trabajo académico en una cultura del desarrollo profesional y crecimiento personal del educador y, especialmente, de respeto a su dignidad. Quizás, lo más silente de la propuesta, es nuestra actitud cara a cara frente a los problemas, las asechanzas, la inocultable envidia de los que nada hacen, como tambien frente a las dificultades propias que genera el trabajo y algunos obstáculos de origen extraño.

Esta jornada académica, que hoy exponemos en EDUCERE, la revista venezolana de educación, es la resultante de haber congeniado armoniosamente la dinámica de una estructura administrativa, a nuestro juicio, altamente funcional, con una concepción sobre la actualización docente que combate tenazmente la tendencia predominante de ofrecer cursos, talleres y seminarios atrapados en un paradigma transmisionista, de formulación de prescripciones normativistas para dirigir la labor pedagógica desde una concepción sobre el aprendizaje que ignora la construcción del conocimiento por el sujeto que aprende. Que se enfrentan, asimismo, a una práctica perversa, lamentablemente presente en un sector del magisterio, que denominamos “credencialismo”, producto de requerimientos administrativos que el Ministerio de Educación exige al docente para su calificación en el sistema de acreditación, ascensos y concursos para cargos de dirección institucional.

En un intento por luchar contra estas particulares expresiones deformantes, el PPAD, asume su praxis dentro del marco doctrinario de la cooperación, la interdisciplinariedad, el diálogo y el respeto recíproco entre todos, de favorecer la pedagogía de los proyectos, la planificación concertada o la propuesta preconcebida en el ámbito de la discusión con los maestros y profesores; la evaluación establecida como un proceso colectivo en el que todos son sujetos y objetos de ella; y que, además, toma en consideración el saber pedagógico y disciplinario de los educadores como insumos primarios valiosos para la construcción de los conocimientos, actitudes y valores, plataforma fundamental y complementaria del desarrollo de la dimensión humana donde se aloja la formación profesional de educador.

En síntesis, este trabajo está orientado bajo una concepción autonómica de la universidad, pensada para autogestionar y generar sus propios recursos económicos, concebido sin fines de lucro y administrada bajo la égida de una fundación creada especialmente para ello y registrada legalmente como entidad civil de naturaleza académica. Esta actividad, como es obvio, es respaldada por la Universidad de Los Andes, en tanto que institución que auspicia y avala académicamente sus propuestas y prácticas, y acredita sus resultados.

Como corolario de esta iniciativa de educación permanente, el Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente dispone de un escenario nacional recientemente creado en enero del 2004, denominado Seminario Venezolano de Educación Matemática cuya finalidad se orienta a abordar la Educación Matemática en los niveles de la Educación Preescolar o Inicial y Educación Básica desde distintos contextos ontológicos, culturales, epistemológicos, conceptuales, metodológicos, etc., con el propósito de desmitificar una enseñanza matemática que se fundamenta más en creencias, tabúes y prejuicios que en los aportes de la epistemología, la pedagogía y la psicología, afirmando que la orientación didáctica tradicional se convierte en un factor de deserción escolar temprana y exclusión social posterior.

Este seminario dispondrá de la primera revista electrónica en Educación Matemática del país dirigida a docentes de Educación Preescolar y Básica, consultable a partir del 11 de Marzo de 2005 en su dirección electrónica: http://www.actualizaciondocente.ula.ve/equisangulo

Finalmente, y conscientes de la factibilidad del perfeccionamiento de esta experiencia universitaria con maestros y profesores queremos señalar que en ésta, nuestra corta existencia, hemos concentrado toda la atención en erradicar aquellas prácticas negadoras de nuestro discurso, corregir errores y deficiencias detectadas a tiempo y neutralizar las voces agoreras que juegan al fracaso de las acciones adecuadamente planteadas. Quizás, nuestro modesto éxito se explica porque hemos sabido colocar el espejo retrovisor de nuestro andar en la dirección correcta para tener presente las equivocaciones del pasado y no repetirlas.

El PPAD es una práctica de actualización de educadores que desde la práctica de sus reflexiones y propuestas desea compartir su experiencia, éxitos y errores con el magisterio en ese propósito de seguir creciendo y aprendiendo de todos.

Bibliografía

1. PROGRAMA DE PERFECCIONAMIENTO Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE. Informe de Gestión Académica. 2002-2004. Universidad de Los Andes, Escuela de Educación, Mérida, diciembre 2004.         [ Links ]

2. RIVAS, Pedro José. Una experiencia de autogestión universitaria al servicio de la formación y actualización del docente: Propuesta para compartirla con el magisterio argentino. Ciudad Esquel. Provincia de Chubut. Patagonia. Argentina. Octubre 2004.         [ Links ]