El reconocimiento del otro dignifica el trabajo creador y profundiza la autoestima colectiva

Pedro José Rivas

Director editor Facultad de Humanidades y Educación. Universidad de Los Andes, ULA. Mérida-Venezuela rivaspj@ula.ve

I

Las organizaciones e instituciones, cualesquiera sea su tipo, mantienen su vigencia a través del tiempo si son capaces de traducir el rumbo más conveniente de quienes le constituyen o requieren de sus servicios. De allí la necesidad de dar siempre respuestas pertinentes a los requerimientos y, a la vez, estar más allá de las exigencias presentes. Prever es fotografiar el futuro y es la metáfora que define la planificación.

La política editorial de EDUCERE la revista venezolana de educación descansa justamente sobre estos dos conceptos: planificación y pertinencia, sin desconocer el efecto nocivo de aquellas fallas y defectos de los que estamos conscientes, y que seguramente el dios del tiempo nos permitirá superar. Gracias a los primeros y sin ignorar los segundos, hemos podido sortear muchos obstáculos e inconvenientes que, desafortunadamente, otras publicaciones, no han podido vencer al detener su aparición o encallar en el desinterés y la apatía institucional o en el abandono de sus forjadores.

La vitalidad de una publicación hemerográfica depende de muchos factores y variables, pero es indiscutible que su pulso editorial está supeditado al valor y a la fuerza que le imprimen los integrantes del “primer anillo de producción” al apropiarse consciente y deliberadamente del proceso intelectual de elaboración para sentirse involucrados en el acto de creación. Si esta cultura editorial de la apropiación del trabajo intelectual y físico no está presente en la edición de una revista, la continuidad de la misma y la regularidad en su aparición no están garantizadas.

Desde la inmadurez y la impericia propia de los inicios de un proyecto editorial que tiene por objeto desarrollar una revista académica, se cree a pie puntillas que los recursos financieros representan la condición sine qua non que garantizará automáticamente la vida del proyecto hemerográfico. Este supuesto es una verdad a medias; se requiere, además, el compromiso y la convicción de que el propósito es lograble si se endosa progresivamente al trabajo inicial el néctar vital de la cultura editorial que solo la praxis reflexionada provee y si se asimila en colectivo. Es de esta manera que se pueden ver los resultados al corto plazo, lo demás lo va generando la inercia de ver realizado el producto deseado, sin obviar el papel fundamental de una ética de la responsabilidad y la necesaria mirada del otro, quien es, a fin de cuentas, el que legitima nuestros actos socializados.

Esta reflexión viene a colación por dos hechos recientemente ocurridos que tienen para la dirección editorial de EDUCERE y de todos aquellos que están directamente involucrados en su producción y edición, una profunda significación personal y un valor profesional que fortalece la autoestima colectiva.

El primero de ellos, es el reconocimiento que el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, FONACIT, hiciera en el mes de julio de este año a veintidós (22) publicaciones especializadas del país. EDUCERE fue incluida por primera vez, en el “standing” de publicaciones científicas y tecnológicas del país, previa evaluación de su producción académica durante los años 2003 y 2004.

Reconocer a EDUCERE como una publicación “tipo A” en el concierto de las publicaciones del Área Humanística y de Ciencias Sociales es, sin duda alguna, un premio a la calidad del trabajo editorial realizado y una valoración a la importancia de los manuscritos que son enviados por nuestros colaboradores y luego arbitrados por nuestros evaluadores. Este estímulo nos obliga a seguir aprendiendo y mejorando, pero también, a exigirnos más en el mundo de la producción hemerográfica venezolana e internacional.

El segundo acontecimiento que dejó su impronta en EDUCERE fue el acto institucional que el 17 de julio pasado realizó la Universidad de Los Andes, promovido por el Vicerrectorado Académico y la Dirección de Computación Académica, para homenajear a los autores y publicaciones electrónicas más consultados en el Portal Saber-Ula el cual alcanzó los tres millones (3.000.000) de visitas a los documentos de la Base de Información.

En este acto académico que honra el trabajo meritorio universitario, nuestra publicación fue distinguida con cuatro diplomas e igual número de botones por su contribución al desarrollo del repositorio electrónico de la Universidad de Los Andes, que lo convierte en uno de los más importantes de América Latina.

De esta manera, EDUCERE, la revista venezolana de educación se constituye en la revista digitalizada de la Universidad de los Andes con más consultas al Portal Saber-Ula, registrando 230.786 visitas; más números publicados, con 28 para ese momento, y más artículos en la red con 576 entregas.

Asimismo, se recibe un segundo galardón en la categoría de los artículos más consultados. De diez artículos premiados, dos de ellos son de nuestra producción. El primero: Aportes de las teorías de Vigotsky, Piaget, Bandura y Bruner. Paralelismo en sus posiciones en relación con el desarrollo, fue escrito por las profesoras de la Escuela de Educación de la Universidad de Los Andes, Elma Vielma y María Luz Salas, el cual apareció en la edición correspondiente al Año 4; Nº 9, Junio/2000, registrando 6.433 consultas. El segundo: El Manual de publicaciones APA al alcance de todos, escrito por los docentes de la Facultad de Odontología: Ernesto Marín, Angel Romero y Oscar Morales, publicado en la edición Año 7, Nº 23, dic./2003 registró 4980 visitas y ocupó el décimo lugar.

Finalmente, al profesor Pedro Rivas de la Escuela de Educación de la Universidad de Los Andes, le fue reconocido el sexto lugar en la categoría de Los autores con más documentos electrónicos consultados con cuarenta y ocho (48), y un registro de 13.573 visitas al repositorio institucional.

En conclusión, estas dos distinciones representan evidencias de nuestra madurez editorial lo que nos compromete más con el devenir de esta publicación, que también es leída y consultada en su originaria versión impresa en papel y que recibe el beneplácito diario de aquel gran sector del magisterio nacional que no tiene, por ahora, acceso a Internet.

II

La edición trigésima de esta publicación académica presenta a nuestros lectores una entrega caracterizada por la diversidad de temáticas y enfoques sobre el acontecer del fenómeno educativo, no obstante observarse que subyacen varios ejes integradores que refieren a la práctica educativa, a su reflexión, así como a propuestas concretas.

El primer eje de integración temática se ubica en los contextos disciplinares de la enseñanza. Acá Clea Rojas con la propiedad de sus convicciones interroga al lector con la seriedad de su fina ironía, ¿Qué hay de nuevo, viejo?: la tragicomedia de cualquier docente de Literatura Grecolatina de la Universidad de Los Andes. Por su lado, Dignora Boada y José Escalona reflexionan y escriben sobre la Enseñanza de la Educación Ambiental en al ámbito mundial.

En otro orden de ideas se aborda el terreno de la palabra escrita como expresión del pensamiento y vehículo del conocimiento. Allí encuentran eco los trabajos presentados por Lourdes Díaz, “Redacción de textos expositivos: una propuesta pedagógica”; Oscar Morales y Norelkys Espinoza, “La revisión de textos académicos en formato electrónico en el ámbito universitario”; y, Kenia Lugo, con “El proceso de lectura de hipertextos. ¿Una nueva forma de leer?”

Si la palabra escrita, cualquiera sea su formato de impresión y edición, es una valiosa herramienta para el desarrollo del lenguaje y la comunicación, la investigación para un académico, representa el vehículo indagatorio para aproximarse a conocer la realidad. De allí que el manuscrito de Yajaira Romero referido a “La Formación de investigadores en la universidad: experiencia didáctica”, y los tres anteriores artículos complementan el valioso aporte que hace Paula Carlino en su trabajo trasvasado por EDUCERE el cual se titula: “¿Por qué no se completan las tesis en los postgrados? Obstáculos percibidos por maestrandos en cursos y magistri exitosos”.

Esta última referencia es la incisiva interrogante que sacude la realidad de los estudios de postgrado no finalizados que generan desconcierto y desazón en los estudiantes al quererse reincorporar nuevamente, para finiquitar los estudios de postgrado, después de ser victimas del síndrome “todo menos tesis”.

Otro eje organizador se expresa en cinco trabajos de interés pedagógico. El primero, de Maria Aiello, titulado: “Las prácticas de la enseñanza como objeto de estudio: una propuesta de abordaje en la formación docente”. El segundo, de Armando Santiago se denomina, “Hacia la renovación de la práctica pedagógica en el trabajo escolar cotidiano”. El tercero, se titula: “El aula de clase: contexto para la elaboración de la imagen”, fue escrito por Zully Camacaro. El cuarto, referido a “El aprendizaje en contextos reales: el caso de los estudiantes universitarios” es de la autoría de Mirna Sánchez. Finalmente, Luis Britto García cierra este eje integrador con una reflexión trasvasada por EDUCERE sobre las “Tareas escolares”.

La reflexión teórica y la globalización son abordados desde diferentes escritos y perspectivas por tres autores: Pablo Christian Aparicio, Ruth A. Yllada García. y Rigoberto Lanz, quienes desarrollaron tres valiosos aportes intitulados respectivamente: “Los jóvenes, educación y política de juventud en Argentina”; “Una universidad postmoderna con un enfoque sistémico”; y “El arte de pensar (la educación) sin paradigmas”.

Completan la edición de este número de EDUCERE, la conferencia “Cuestiones institucionales, de la educación y las escuelas y la Educación Matemática” de la profesora Lucía Garay de la Universidad Nacional de Argentina en el marco del II Encuentro Nacional y del I Foro Internacional del Seminario Venezolano de Educación Matemática celebrado en la ciudad de Mérida, Venezuela; y el trabajo de análisis sobre el pensamiento y la obra del prodigioso pensador, teórico y escritor francés Philippe Meirieu, escrito por la pluma de Armando Zambrano, colaborador granadino y profesor vinculado a esta revista.

Nuevamente, esperamos que esta entrega trimestral siga siendo de su entera satisfacción.