Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
-
Citado por SciELO
-
Accesos
Links relacionados
-
Similares en SciELO
Compartir
Educere
versión impresa ISSN 1316-4910
Educere v.11 n.36 supl.36 Meridad mar. 2007
El Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente: quince años de laboriosidad y perseverancia haciendo universidad
Pedro José Rivas
Director editor Facultad de Humanidades y Educación. Universidad de Los Andes, ULA. Mérida-Venezuela rivaspj@ula.ve
1
El aniversario es una actividad festiva destinada a celebrar un acontecimiento cargado de recuerdos, valores y sentimientos. Es oda a la vida llena de logros y satisfacciones. Es canto a la memoria lúcida que recuerda con gran facilidad la frescura de sus frutos y los sinsabores de los intentos fallidos. Igualmente, es un rito necesario que obliga a mantener viva la memoria de una existencia que da identidad y reconocimiento frente al otro. Es conjuro destinado a luchar contra el marasmo del olvido y la indiferencia que borra las líneas y el colorido que dibujan nuestra microhistoria.
En el Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente de la Facultad de Humanidades y Educación, desde 1992, en una suerte de ceremonial, subrayamos la importancia de evocar la obra para convencernos que lo importante no es lo realizado, sino lo que viene. Lo que dejamos atrás no fue otra cosa sino el andar que hizo camino, para seguir tributando nuestro compromiso con la educación venezolana.
A tres lustros de nuestra incursión en el trabajo de la actualización con docentes en servicio que laboran en las aulas del preescolar, en los ambientes educacionales de la escuela básica de tres etapas de escolaridad, en el liceo cargado de ilusiones y contradicciones, en las diferentes modalidades educativas y también con profesores del nivel de educación superior, podemos afirmar con orgullo, convicción y sin modestia alguna, que el trayecto recorrido está cargado de realizaciones académicas de gran valía que han dado lustro a nuestra Escuela de Educación, pequeño templo académico del saber pedagógico del olimpo universitario que es nuestra Universidad de Los Andes.
A quince años de su creación, el PPAD, como es conocido usualmente por sus siglas, es una institución reconocida por todos, justamente por su pertinencia social, su regularidad, la diversidad de sus propuestas y, particularmente, por su compromiso con un magisterio sin representación ni representantes.
Nacimos sintiendo la culpa sobre nuestras espaldas del pecado original de una institución universitaria, que una vez que formaba y titulaba a sus licenciados, se desvinculaba académica y profesionalmente de ellos. Incorporados éstos a la actividad docente ingresaban a la orfandad de un magisterio que era, igualmente, desatendido por su empleador legítimo.
Este círculo de proletarización académica inspiró a la Dirección de la Escuela de Educación, de entonces, a asumir la iniciativa de concebir una política de educación permanente, que abordase la actualización académica como una condición intrínseca a la formación docente del postgraduado y como un deber y una necesidad del sujetoenseñante.
En otros campos del saber, la actualización de los profesionales es vista como una obligación para mantenerse ética e idóneamente activo, véase con respeto el caso de los médicos, odontólogos, ingenieros, abogados, entre otros. ¿Por qué razón el educador, en su gran mayoría, se margina de su deber autoformativo y la universidad olvida el derecho que tiene con su propia y legítima comunidad?
Así se gesta y desarrolla la formación continua del egresado desde nuestra Escuela de Educación, concebida como un espacio de encuentros entre la institución universitaria y sus licenciados, pensado para reflexionar sobre el complejo fenómeno de la educación y sus diferentes expresiones, la búsqueda de nuevos horizontes conceptuales y teóricos para su comprensión, la intervención pedagógica mediadora basados en el respeto y la dignificación de los sujetos escolares, tomando como norte de su existencia formadora el fortalecimiento de una visión pedagógica que trascendiera la inmediatez de los aprendizajes puntuales y fragmentarios de un aula de clases casi siempre desconectada del sujeto aprendiente y de las referencialidades de su multiforme y rico entorno.
Esta cosmovisión de la educación permanente del Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente se alcanza con cierta madurez cuando se supera el estigma originario que condenaba exclusivamente a la escuela y a sus docentes del fracaso escolar, como si su génesis no tuviese otros determinantes causales primarios de naturaleza social, económica, cultural, histórica, política y, también, educativa. En este momento de despegue, suerte de redención académica y de inflexión epistemológica producto del debate, la discusión y la experiencia reflexionada, se asume la actualización docente como una responsabilidad institucional per se y no como una purga condenatoria sustantiva de la formación docente a la que estaríamos sentenciados por siempre.
La actualización y el perfeccionamiento son expresiones que nunca se separan de la formación docente. Siello llegare a ocurrir, entonces el docente quedaría como la mujer de Lot petrificada con su mirada atrapada en el atrás del tiempo.
Así, esta iniciativa, caminando de la mano de la función de extensión universitaria, asume el reto de abrir las puertas universitarias al verdadero encuentro con la realidad de la educación impartida desde la escuela, para observar con mirada autocrítica y prospectiva sus contradicciones, los procesos de gestión escolar, el rol de la supervisión, la participación de la comunidad, la evaluación formativa, el currículo, la planificación en contexto, el funcionamiento del sistema de ascensos y clasificaciones del personal docente y administrativo, y el espectro de valores que se proporcionan, fortalecen o ignoran desde el aula, etc.
Esta mirada auto-crítica también reflexiona y cuestiona la educación impartida desde las aulas universitarias, no siempre ejemplarizantes y doctas como debería ser, pues hay situaciones en las que el ejemplo y la rigurosidad dan paso a la lenidad y al “dejar pasar y dejar hacer” por ausencia de un compromiso institucional que la excluye de su papel rector de propulsor del saber y de los valores que definen la educación.
2
Estos ciento ochenta meses de paseo por el trayecto recorrido nos ofrecen un saldo académico tangible de realizaciones. Así, contar con una política de educación permanente explica que se hayan podido desarrollar cuarenta y ocho programaciones consecutivas de cursos y talleres de actualización docente y de crecimiento personal, dirigidas a igual número de cohortes, con un número de usuarios que supera los 26000 docentes matriculados, atendidos por más de 200 profesores y 614 programaciones específicas de saberes educacionales, sin contar la participación en 1996-1998, en dos operativos nacionales de implantación del diseño curricular de Educación Básica en el estado Mérida.
3
Desde esta concepción autogestionaria pudo crearse, afinarse y ejecutarse una política editorial de gran pertinencia educativa que ha permitido llevar al docente una literatura especializada sobre los más variados temas y problemas de la educación. Ese ha sido el contexto que ha dado vida a EDUCERE, la revista venezolana de educación. Durante nueve años y medio de trabajo se han llenado las expectativas y necesidades del lector nacional e internacional al considerarla una fuente de consulta básica para educadores y estudiantes universitarios en formación docente de pregrado y postgrado.
EDUCERE es una publicación de la Escuela de Educación excelentemente posicionada en diferentes ámbitos académicos nacionales e internacionales. Muestra tangible de pertinencia académica lo indica la regularidad de sus 36 números editados y de una reimpresión, que ha dado cabida a más de 700 artículos y temas cortos y variados de interés educacional, escritos por más de 400 plumas de docentes universitarios del país y del extranjero.
En su versión electrónica, EDUCERE disfruta el beneficio de ser la publicación más consultada del Repositorio Institucional SABER-ULA, desde el 2004. Al cierre de febrero de 2007, sobrepasó el millón cien mil consultas acumuladas. En la Red Latinoamericana y del Caribe, España y Portugal, REDALyC, de México, en el año 2006 fue la publicación con más descargas mensuales, manteniendo su posicionamiento en los meses de enero y febrero de 2007, con 79.806 visitas acumuladas. Es evidente que su gran circulación y visibilidad la ubican como una publicación académica de acceso abierto, consulta y descarga gratuita, de las más prestigiosas del mundo hispanoamericano.
El 17 de noviembre del pasado año, recibió del Centro Nacional del Libro, CENAL, y del Ministerio de la Cultura el Premio Nacional del Libro Venezolano 2005, como la mejor revista académica en la Ciencias Sociales y Humanas.
Esta política se rebostuce al fortalecer su concepción sobre el valor de la circulación del conocimiento y los saberes universitarios al disponer de un Fondo Editorial que, entre otras producciones, edita la colección seriada Cuadernos EDUCERE, libros de diferentes temas sobre el fenómeno educativo, y la Colección Cuadernos del Seminario “Notas los saberes matemáticos escolares”, de reciente creación.
4
El Seminario Venezolano de Educación Matemática es otro producto universitario de gran valía institucional generado desde el PPAD. Desde allí se contribuye a comprender el desperdicio pedagógico de una formación escolar, casi siempre desprovista de coordenadas lógico-matemáticas. Este problema ha sido abordado con seriedad desde una visión interdisciplinaria que ha dado vida a la reflexión y a propuestas de solución en tres encuentros nacionales y dos foros internacionales realizados en el mes de julio de los años 2004, 2005 y 2006. Actualmente, se prepara la edición 2007 para dar cabida al IV Encuentro Nacional y III Foro Internacional de Educación Matemática.
Desde este espacio académico se promueve el concurso Premio Nacional en Educación Matemática, creado para estimular los procesos de la investigación y la escritura reflexionada y propositiva sobre la enseñanza y el aprendizaje de los saberes matemáticos en los niveles de Educación Preescolar y Básica, bajo una concepción que ubica el problema de la enseñanza de los aprendizajes matemáticos en su génesis epistemológica, psico-socio-cultural y pedagógica.
El Seminario crea la segunda publicación del PPAD, EQUISÁNGULO, la revista electrónica iberoamericana de educación matemática, cuyo propósito es estimular al lector iberoamericano, especialmente al venezolano, acerca de la trascendencia que tiene una formación matemática solvente en los primeros años de escolaridad del niño, en el papel que juegan los saberes matemáticos escolares en la configuración del pensamiento y el lenguaje y en la comprensión de la realidad para luchar contra el marasmo de la exclusión escolar temprana.
Esta publicación digitalizada de aparición semestral, dirigida a educadores de Preescolar y Básica, es la primera del país en su tipo y en sus dos años de vida ha registrado cerca de 76.000 visitas. Un número relativo bajo de consultas, pero tratándose de una publicación que trata una disciplina escolar altamente rechazada por los docentes, es un dato importante que estimula a seguir fortaleciendo el estudio pedagógico de los saberes matemáticos escolares integrados, desafortunadamente muy comprometidos con el fracaso escolar. Para nuestra satisfacción ya empieza a ser reconocida por el mundo hispanolector.
5
Es oportuno señalar que en el PPAD la generación de sus propios recursos financieros, no solo ha posibilitado cubrir los costos de funcionamiento y gastos de personal, sino que ha permitido con su manejo efectivo, hacer inversión para crear desarrollos universitarios sui géneris que no hubiese sido posible concretarlos de otra manera. Su administración es solvente, contablemente verificable y auditable, a la vista de todos y publicados sus estados financieros por vía electrónica desde su sitio Web. La administración de sus ingresos propios se hace posible gracias a que cuenta con el apoyo administrativo y financiero de la Fundación para el Desarrollo de la Educación Permanente, FUNDEP, instrumento creado para garantizar la disponibilidad de los recursos de manera rápida y expedita. Otra historia diferente a la que hoy conocernos, se contaría de haber recurrido a otros mecanismos y procedimientos formales de la administración universitaria, casi siempre opuesta a cualquier proyecto pensado con visión heterodoxa que rompa con las convencionalidades de la cotidianidad establecida.
Nunca la autonomía universitaria tuvo una expresión a microescala en los planos académico, financiero y administrativo más evidente que la observada en esta experiencia de propuestas académicas que hoy festeja sus quince años de vida institucional.
6
Otros proyectos ya sembrados que germinarán este año para consolidar un PPAD cada vez más pertinente son las propuestas de creación del Observatorio Interdisciplinario de Análisis de Políticas Educativas “José Carlos Mariátegui”; la Unidad de Consulta Hemerográfica en Línea: “Maestro Prieto Figueroa”; la Unidad de Educación Permanente en Línea “Simón Rodríguez”; la Colección de Cuadernos del Seminario y la difusión de la Colección seriada de microprogramas radiofónicos “Educere en el aire” referida a la divulgación de temas educacionales de alto interés académico y popular.
Estas propuestas en acción ya señaladas y los proyectos a ser ejecutados, en lo inmediato, son el producto de una práctica académica que ha comprendido que la autonomía universitaria no es una retórica intelectualista para defender un tipo de trabajo ocioso e infértil, ni es un adorno discursivo oficialista para defender al gobierno universitario o estatal, tampoco es posición antigobierno, per se, sino que es una concepción profundamente humanista solidaria, creadora y libertaria del pensamiento que ofrece las condiciones y medios para promover el desarrollo integral del hombre y la mujer, y el crecimiento autosostenido de la institución, sin más limitaciones que las que cada quien posee como sujeto social.
7
Estos son algunos productos de nuestro patrimonio que dan visibilidad y respaldo a la palabra empeñada. Las dificultades propias del trabajo y los obstáculos intencionalmente creados por algunos sujetos de la picaresca universitaria que manejan los entreverados hilos de la telaraña del “poder ocasional”, nunca han podido mermar la disposición por el trabajo fecundo. La palabra descalificadora de estos espectros, ha sido enfrentada con la estrategia existencial de oídos sordos, tacto delicado, prudencia, tolerancia y templanza, suerte de remedios caseros que funcionan como escudos contra los espasmos de la esterilidad y el inmovilismo, antivalores que niegan la luz de la universidad.
8
Nuestro trabajo a lo largo de estos 15 años ha dado buenos resultados porque hemos seguido el ritmo del espíritu creador de la regularidad, la continuidad sin desmayo, el compromiso con la institución, la ética de la responsabilidad y sobre todo, dar sin esperar recompensa de nadie. Allí está el secreto del éxito de un programa que descansa sobre las espaldas de muchos hombres y mujeres silentes, profundamente laboriosos y emprendedores que no hacen trabajo presencial de oficina; pero la valía de su aporte es la que dispone de las agujas encargadas de enhebrar las hiladas y tramas del tejido académico que hoy exhibimos y, a la vez, nos cobija.
Profesores, egresados universitarios y personal técnico y administrativo, en alianza solidaria y creadora, hacen sonar la partitura de la educación permanente desde hace tres lustros, rotándose en una agenda que nunca cierra sus páginas para el trabajo cooperativo y prospectivo. Allí está en buena parte el éxito de una oficina que no posee una planta de personal fijo enredada en las espinas de la infértil burocracia.
De esta manera, celebramos al calor de los proyectos sin tiempo la preparación permanente del terreno universitario para sembrar nuevas iniciativas, cuyos productos siempre brotarán en el PPAD, que es terreno fértil donde todo nace porque la buena fe de sus promotores y la credibilidad de sus hacedores son abono fecundo para seguir cosechando universidad.
En un viejo afiche que adorna nuestra oficina, el viejo Luis Beltrán Prieto Figueroa dice: “Si tienes una idea ponla en el viento…” si ella cae en el PPAD, allí se fertilizará con el sudor del trabajo de su gente, le agrega quien escribe estas líneas desde la agenda de una travesía que iniciamos sin parar desde febrero de 1992. Al mirar el trayecto, solo vemos andar, tributo para seguir haciendo camino, como dice el poeta español.
* Miembro del personal docente y de investigación de la Escuela de Educación de la Universidad de Los Andes, desde Junio de 1975. Profesor Titular y docente activo de pregrado y posgrado. Coordinador del Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente y del Seminario Venezolano de Educación Matemática. Director-editor de las publicaciones: EDUCERE, la revista venezolana de educación, y EQUISANGULO, la revista Electrónica Iberoamericana de Educación Matemática, ambas de la Facultad de Humanidades y Educación.