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Educere

versión impresa ISSN 1316-4910

Educere v.11 n.39 Meridad dic. 2007

 

Estrategias educativas para la valoración del patrimonio cultural en la educación básica en Venezuela.

Zaida Samanta García Valecillo*

Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas Caracas - Venezuela

* Licenciada en Artes Plásticas. Magíster en Arte, mención Estética. Profesora de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas. Investigadora y Docente del Instituto de Patrimonio Cultural.

Resumen

Se plantea el uso de la Educación Patrimonial como enfoque para el desarrollo de la valoración del patrimonio cultural en estudiantes de Educación Básica venezolana. Para ello, se analizaron los diseños curriculares de este nivel educativo y su relación con el patrimonio cultural. El resultado de esta revisión permitió identificar contenidos y objetivos ya existentes en el currículo que permiten utilizar los bienes culturales locales como recursos para el desarrollo de proyectos pedagógicos. A continuación, se concibió una metodología para el diseño de proyectos pedagógicos por parte de docentes y estudiantes. Esto permitirá conocer el estado de conservación del patrimonio cultural local, planificar posibles acciones de conservación y valorar su importancia.

Palabras clave: patrimonio cultural, educación patrimonial, educación formal y proyectos pedagógicos

Educational strategies for valuating cultural patrimony in basic education in Venezuela

Abstract

The use of Patrimonial education is posed as an approach for the development of valuating cultural patrimony in Venezuelan Basic Education students. For that, curricular designs in this educational level and their relationship with cultural patrimony were analyzed. The result of this revision allowed indentifying contents and objectives already existing in the curriculum that allow using local cultural goods as recourses for the development of pedagogical projects. Following, a methodology was conceived for the design of pedagogical projects by teachers and students. This will allow knowing the conservation state of local cultural patrimony, planning possible conservation actions and value their importance.

Key words: cultural patrimony, patrimonial education, formal education and pedagogical projects

Fecha de recepción: 08-12-06 • Fecha de aceptación: 17-01-07

Tradicionalmente la gestión del Patrimonio Cultural (PC) se ha enfocado hacia la valoración y conservación de los bienes culturales tangibles de una nación o territorio particular, priorizando la restauración y protección de estos bienes. Por otra parte, para el Estado moderno el patrimonio cultural representó su principal estrategia en la creación y unificación de los símbolos de la identidad nacional. En este caso el PC permitió establecer unas políticas culturales dirigidas a darle un sentido de unidad histórica, cultural y social a la nación. Según García Canclini, (2000) cada Estado-Nación unificó la diversidad cultural existente en su territorio para mostrar una visión nacional: por una parte, a través de la exhibición de sus bienes patrimoniales en museos y otras instituciones culturales y, por otra, a través de los programas y textos escolares, los cuales reproducen esta visión de identidad nacional en todo su territorio. Bajo estas premisas, los aspectos educativos referidos al patrimonio se han orientado en dos direcciones: La primera, hacia la difusión de una identidad nacional y sus símbolos para dar un sentido de territorio unificado; la segunda, hacia la capacitación del personal técnico necesario para el desarrollo de los programas de conservación.

Desde mediados del siglo XX esta visión se ha venido transformando a partir de una serie de situaciones antagónicas y simultáneamente convergentes que han incidido sobre la percepción del PC en los diferentes países del mundo. Por una parte, se incorporó la idea del patrimonio como un recurso social que puede ser utilizado y disfrutado por una amplia variedad de públicos, más que como objetos de culto sólo presentes en los panteones de la nación. De esta manera, se incorporan a las áreas clásicas de gestión del PC nuevos campos que buscan la integración entre el patrimonio y las sociedades tales como el turismo, la sociología, la animación sociocultural, la interpretación del patrimonio y la educación, entre otros.

Por otra parte, la dinámica social en los últimos 50 años, tal como señalan Leguina y Baquedano (2000), tiende a privilegiar los valores individuales, la obsolescencia y la novedad, más que los valores del pasado, la cultura y la identidad de un colectivo. Estos procesos tienden a generar una percepción de mayor alejamiento entre las nuevas generaciones y los elementos patrimoniales que los rodean.

Frente a estas realidades, vienen surgiendo una serie de inquietudes sobre cómo establecer estrategias educativas que sirvan para potenciar la valoración, conservación y disfrute del PC desde una nueva óptica que tome en cuenta los nuevos elementos que han venido surgiendo. Según Fontal (2003) estas estrategias se concentran en el concepto de Educación Patrimonial (EP). La EP, a nuestro criterio, tiene como objeto de estudio diseñar estrategias y recursos educativos dirigidos a las personas que conviven con el PC. Por tal razón este campo educativo no se centra en los bienes patrimoniales, sino en la gente. En este contexto la EP no es una cátedra de historia, ni de historia del arte, ni de arqueología o multiculturalidad. Asimismo, puede actuar tanto desde la educación formal, como no formal. Simultáneamente, están surgiendo nuevos espacios para el aprendizaje, la apropiación social y la participación ciudadana en los temas de patrimonio impulsados a través de la propuesta de educación para la sostenibilidad.

Estos avances nos permiten pensar en una EP que actúe a partir de la memoria colectiva, estimulando nuevos significados de tal manera que promuevan el sentido de pertenencia y la consolidación de la diversidad cultural. Para ello, el patrimonio debe ser percibido como parte del contexto que le da sentido a la vida de las nuevas generaciones, más allá de su mera valoración histórica o artística.

Fundamentado en estas ideas consideramos que la EP debe comenzar a actuar desde las primeras etapas de la formación de los niños, pues desde estas etapas ellos pueden comenzar a establecer vínculos con los valores del pasado y conectarlos con su presente.

Fundamentado en esas ideas este trabajo se centró en la utilización del PC como un recurso didáctico dentro del diseño curricular de la Educación Básica venezolana; específicamente, como una herramienta para la planificación y ejecución de Proyectos Pedagógicos.

1. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de PC?

El término PC ha sufrido grandes transformaciones, desde el siglo XIX cuando algunos objetos y edificaciones comienzan a tener un valor conmemorativo, como una fuente de información y testimonio de la cultura europea (Riegl, 1987). Esta concepción se mantuvo más o menos intacta hasta la segunda mitad del siglo XX cuando los espacios culturales de Europa fueron recuperados de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Este enfoque centrado en la conservación de los bienes culturales representativos de una nación o cultura impulsó la creación de Declaraciones y Convenciones para la protección del Patrimonio Cultural.

En contraste con este enfoque “museístico”, en las últimas décadas el PC se incorpora al mercado global como parte de la dinámica de la sociedad posmoderna, a la vez que se comienza a plantear su uso como una herramienta para el desarrollo sostenible de las comunidades locales. Esto coloca al PC en un conflicto permanente, entre los valores históricos y artísticos del pasado y las necesidades económicas del presente.

El enfoque de sostenibilidad ha influenciado fuertemente la concepción de PC, el cual comienza a cobrar una dimensión cada vez más social, situación que se refleja en los procesos de gestión del mismo.

Como consecuencia de esos cambios se plantean nuevos enfoques para abordar los temas patrimoniales. En tal sentido, presentamos a continuación tres definiciones de PC que tienen en común ver los bienes desde una visión social.

Según la Junta de Andalucía (Sevilla, 1997), el PC es “el conjunto de elementos naturales o culturales, materiales o inmateriales, heredados del pasado o creados en el presente, en donde un determinado grupo de individuos reconocen sus señas de identidad” (Cursivas nuestras. Citado por Castro. M. 1998, p. 19)

Por su parte, el Convenio Andrés Bello establece que “El patrimonio no es referencia exclusiva del pasado y de lo monumental. Está asociado con la vida cotidiana, el presente, y el futuro de los pueblos, etnias, naciones y comunidades donde se crea y se sigue creando… Esto quiere decir que el patrimonio ha de ser generador de riqueza, no sólo en términos económicos sino como referente de identidad de individuo y de grupo social…”. (Cursivas nuestras. CAB, s/f).

Igualmente, Carlos Guzmán (1991) presenta al patrimonio “… como un lugar de complicidad social… como el conjunto de relaciones y prácticas que los individuos y grupos humanos efectúan para construir y modificar el entorno y elaborar las formas de autorepresentación de la sociedad…”. (Cursivas nuestras. p. 22). Cada uno de estas ideas considera al PC como un elemento aglutinador en la construcción de la convivencia social y de la sociedad. Desde este enfoque surge la inquietud de trabajar en espacios educativos la valoración del PC.

2. ¿Cómo vemos la EP en los primeros años de la educación formal?

Como lo señalamos anteriormente, la EP tiene como objetivo conocer el valor que los seres humanos le asignan al PC y el diseño de estrategias que reafirman ese valor. En tal sentido, la escuela debe propiciar en las nuevas generaciones el conocimiento, valoración y disfrute de la herencia del pasado como parte de su presente y su futuro. Por ello nos planteamos estudiar la inclusión del PC en los diseños curriculares en la I y II etapa de la Educación Básica venezolana a través de los proyectos pedagógicos. Creemos en la necesidad de que el niño aprenda a mirar a su alrededor con ‘ojos históricos’, e incluso a valorar críticamente el PC local. A verlo como objetos o acciones ligados a sus antepasados, como parte de su vida cotidiana y relacionarlo con sus anhelos y luchas.

En tal sentido, los primeros años de la educación formal (de 7 años a 13 años) pueden servir para comenzar a descubrir y trabajar el patrimonio cultural. En estas etapas el niño empieza a construir múltiples relaciones, que se centran en experiencias familiares, escolares y sociales que lo identifican y definen como miembro de una sociedad. Esta etapa la podríamos llamar de desarrollo social del niño. En ella se incorporan las características y valores de la sociedad a la que forma parte el niño, incluyendo el legado cultural (tangible e intangible) que va de generación en generación. En tal sentido, vemos una EP basada en la percepción y valoración del PC en forma concéntrica desde los bienes más inmediatos hasta el patrimonio mundial, tal como lo señala Fontal (2003) en su Modelo Integral para Enseñar y Aprender el Patrimonio, representado en el siguiente gráfico, el cual se adaptó a la organización político territorial de Venezuela.

escala de círculos concéntricos se puede aplicar en los distintos niveles de la educación formal, según las edades de los estudiantes. Entre 7 a 9 años (I etapa de la Educación Básica venezolana), es posible incorporar la idea de patrimonio como conjunto de bienes valiosos que identifican al niño, tales como: su entorno familiar y escolar, sus padres y familiares con sus bienes tangibles e intangibles, maestros, juguetes, libros, entre otros; para luego identificar el patrimonio de su localidad. Entre 9 y 13 años (II etapa de la Educación Básica venezolana) podemos abordar una valoración patrimonial geográficamente más amplia, donde se empleen elementos históricos, estéticos y sociales más complejos, que se escapan de un espacio inmediato y va hacia la identidad de un colectivo regional y nacional. Hasta llegar a una valoración que no sólo involucra al niño sino a todos los habitantes del planeta y la responsabilidad que tiene él en la conservación de todos los patrimonios.

Al plantearnos el uso del PC dentro del sistema educativo, surgen distintas alternativas en torno a los siguientes aspectos: Se justifica la incorporación de una asignatura de PC separada o se podrán utilizar los contenidos ya existentes del diseño curricular. Nos inclinamos por la última opción: abordar el patrimonio en forma integral bajo una visión multidisciplinaría a través de los proyectos pedagógicos.

La aplicación de este modelo, deberá tomar en cuenta que las últimas generaciones están representadas principalmente por una población nacida en la cultura de los medios masivos de comunicación. Esta manipula signos de identificación global los cuales representan un espacio importante en la construcción de su imaginario. Por lo tanto, para lograr la participación de los jóvenes en la valoración y conservación del PC se necesita crear nuevos valores que respondan a las culturas y necesidades locales. A la vez que se abandona el lenguaje academicista para asumir enfoques diálógicos, dinámicos y atractivos para ese grupo humano. (García, 2003)

El PC en la educación básica venezolana

Es indudable que todo ser humano posee referentes culturales, que se encuentran en una constante interacción entre él, su ambiente y el colectivo donde vive. Estos referentes se obtienen a través de la manipulación de objetos, ejecución de acciones, vivencias y creencias. A partir de estas premisas, el sistema educativo nacional venezolano puede intervenir en la construcción de esos referentes, para preservar los valores culturales representados por el PC. A continuación analizaremos el papel que puede tener el PC en dicho sistema en la I y II etapa de Educación Básica.

Tradicionalmente, el tema patrimonial se aborda en el sistema educativo a partir del estudio de los hechos de la historia nacional. El pasado sólo como idea abstracta sin reflejarse en un objeto, independiente de la noción de tiempo o su representatividad en la construcción del presente y sus creencias. (Ballart, 1997). Este enfoque conduce a la acumulación de gran cantidad de información queno se revierte en la valoración y conservación de los bienes culturales representantes de esa historia. Esta información acumulada se lleva al ambiente educativo a través de contenidos aislados y de forma memorística. Así se obvia las conexiones que tiene el estudiante con los valores culturales y sus significados. Por otra parte, ésta concepción educativa maneja la idea de un patrimonio nacional como un concepto alejado del contexto local del estudiante. (Ver gráfico 1)

Dentro de esta visión Academicista se deja a un lado las historias locales, así como el patrimonio arqueológico, paleontológico, vivo o intangible, los paisajes culturales locales. Por lo tanto, se corre el riesgo que los bienes no reconocidos por los especialistas y el Estado como patrimonio pierdan gradualmente su valoración dentro de la localidad y por lo tanto quede declarada su muerte social y finalmente su destrucción.

El PC desde el diseño curricular

En 1998, se implanta un nuevo Currículo Básico Nacional, vigente hasta la fecha.1 Éste abarca los seis primeros años de Educación Básica y se divide en I y II etapa. El mismo está sustentado en la transversalidad de los contenidos, la experiencia y el aprendizaje significativo. En este contexto se establecieron ejes transversales, cuya finalidad es “servir de herramienta didáctica que garantice la interacción o la interrelación de las diferentes áreas del currículo” (Ministerio de Educación, 1997). Según este lineamiento educativo cada eje transversal deberá ser desarrollado en todas las áreas y en todos sus contenidos. En la primera y segunda etapa de educación básica estos ej es son: “Lenguaje ”, “Desarrollo del pensamiento ”, “Valores”, “Trabajo” y “Ambiente” (este último eje sólo se utiliza en la segunda etapa). Por otra parte, el currículo estipula que los contenidos deben desarrollarse de forma integral, lo cual implica que el tema patrimonial puede ser transversal a través de los ejes y las distintas asignaturas y contenidos según las características de la audiencia, tal como se observa en el gráfico Nº 2. En este contexto, los ejes Valores y Ambiente resultan importantes para la EP ya que nos permiten trabaj ar la apropiación y sentido de pertenencia hacia el entorno natural y cultural de la localidad.

El eje Valores está dirigido a promover los valores de respeto por la vida y ciudadanía, el ejercicio de participación democrática, el sentimiento de pertenencia y su identidad cultural (Ministerio de Educación. 1997, 1998). Este eje busca consolidar las identidades locales y nacionales a través de la promoción de la valoración, la apropiación social, la corresponsabilidad, la valoración a las creencias locales, entre otros.

Por otra parte, el eje Ambiente busca la adquisición de conocimientos de la realidad ambiental a través de procesos sociales, históricos y ecológicos (Ministerio de Educación. 1997, 1998). Este eje reflexiona sobre las múltiples percepciones que se tienen de la relación hombre-naturaleza, sus significados e incidencia en la calidad de vida.

De igual forma, los ejes Lenguaje, Desarrollo del pensamiento y Trabajo vistos desde el patrimonio nos permitirán profundizar en la identificación, registro, documentación, diseño y ejecución de acciones orientadas a la conservación preventiva del bien patrimonial. En tal sentido, estos ejes van dirigidos a conocer, comprender e interpretar la importancia del patrimonio para la cultura venezolana en cada localidad. Cada uno tiene el potencial de explorar diferentes aspectos patrimoniales; por ejemplo: el eje “Lenguaje” puede trabajarse a través de técnicas investigativas y registro de testimonios; el eje “Desarrollo del pensamiento” permite explorar los hechos, objetos y manifestaciones que representan nuestro recorrido social e histórico de las comunidades y su incidencia en el presente; y, finalmente, el eje “Trabajo” nos conduce a plantearnos acciones reales y posibles estableciendo acción dentro o fuera del aula.

Si bien no todas las áreas tienen contenidos donde se señala el término “patrimonio”, si existen contenidos relacionados con el patrimonio natural y cultural. Como por ejemplo:

• Lengua y literatura:

- Interacción comunicativa oral (patrimonio intangible)

- Investigación (Dónde y cómo identificar fuentes de información del patrimonio local)

• Matemática

- Geometría (volúmenes y formas geométricas del patrimonio construido)

• Ciencias Sociales

- Historia, sociedad e identidad cultural (Todo tipo de bienes patrimoniales que den testimonio de los procesos históricos locales).

- Participación ciudadana (Apropiación de los valores patrimoniales).

• Educación Estética

- Arte como medio de expresión y comunicación. (Manifestaciones artísticas de la zona de carácter patrimonial)

- Producción artística (registro de las artes y artistas de la zona).

• Ciencias Naturales

- Educación ambiental (estrategias para la participación ciudadana, factores ambientales que inciden en la conservación)

• Educación Física:

- Vida al aire libre

- Expresión y comunicación corporal (Patrimonio vivo de la región: danzas, juegos, tradiciones, entre otros.)

El PC en los ejes transversales y contenidos del Currículo Básico Nacional

El análisis de los contenidos del Currículo Básico Nacional desde la óptica del patrimonio, nos condujeron a un proceso de investigación caracterizado por la fusión de la estructura curricular y las posibilidades académicas y sociales que encierra el PC. Esto implicó preguntarnos ¿Hasta qué punto los bienes patrimoniales contribuyen a desarrollar el diseño curricular y la construcción de un conocimiento más significativo? Para ello fue necesario analizar los ejes transversales y los contenidos de las asignaturas desde la óptica patrimonial. En principio, se estableció la relación entre las ideas que fundamentan cada ej e transversal y su ejecución a través del PC; de esta manera, se pudo delimitar el espacio de actuación de cada eje (Tabla Nº 1).

Podemos observar que en la Tabla Nº 1 se establecieron las dimensiones del área patrimonial que se abordan en cada eje, sus alcances e indicadores para lograr determinar las actitudes necesarias para que el estudiante registre, estudie y valore el bien patrimonial. Se pudo establecer que el PC responde a cada uno de los fines de los ejes; esto permite ver el PC de una manera integral y real, pues el estudiante podrá salir a identificar, investigar y valorar sus patrimonios desde su contexto inmediato, lo cual contribuye a que el proceso de aprendizaje se haga más dinámico y significativo.

Esta etapa nos permitió decidir cuáles podrían ser los contenidos necesarios para el desarrollo de proyectos pedagógicos a partir del PC. El siguiente paso fue identificar en cada asignatura los contenidos que son susceptibles de ser desarrollados a través del patrimonio y analizar sus posibilidades frente al PC. Luego se analizaron los contenidos de las asignaturas donde el PC puede ser utilizado efectivamente como objeto de estudio (tabla Nº 2). En tal sentido, se propone asumir el PC de forma integral donde el patrimonio es el producto de las transformaciones que ha tenido y continúa teniendo la sociedad donde se encuentra.

3. Identidades locales y valores patrimoniales a través de los proyectos pedagógicos

Dentro de este marco de ideas, creemos factible el diseño de los Proyectos Pedagógicos como un vehículo para el conocimiento y valoración del PC. Esta estrategia abre la posibilidad de trabajar el ámbito patrimonial utilizando como modelo el esquema de “Círculos Concéntricos de Identidad” antes presentados.

En este enfoque partimos del hecho de que el patrimonio no se puede ver exclusivamente desde las vidrieras de los museos, alejado de las percepciones, vivencias y valoraciones de los habitantes de la localidad. (Prats, s/f). Pues la valoración del patrimonio está sujeta al uso, vivencias y apropiación que hacen los habitantes en cada generación. Asimismo, esta valoración no se puede decretar ni condicionar, por lo que será necesario ayudar a la gente a interpretar su entorno natural y cultural de tal manera de descubrir el significado y las interrelaciones ecológicas, sociales y culturales existentes entre los componentes presentes en ese entorno y entre ellos y las personas.

Como se señaló anteriormente el Currículo Básico Nacional se sustenta en la integración de asignaturas y ejes transversales. Este mismo estableció el desarrollo de Proyectos Pedagógicos como estrategia de articulación e integración curricular. Estos Proyectos están concebidos como trabajos educativos más o menos prolongados y realizados conjuntamente entre los alumnos y los docentes, dirigidos a la consecución de resultados propios mediante los cuales los alumnos establecerán un contacto directo con el objeto de estudio (Currículo Básico Nacional. 1997).

Si esto lo llevamos al estudio de los bienes patrimoniales, los Proyectos Pedagógicos se podrían centrar en el valor de los espacios locales con valor patrimonial (naturales y culturales), manifestaciones culturales, personajes, entre otros. Se trata de lograr que los estudiantes puedan construir su conexión y espacio con la identidad local y nacional a partir de sus patrimonios más inmediatos y a partir de ese conocimiento comenzar a aprender a darle significado y valoración a los otros niveles del Patrimonio (Municipal-Estadal-Nacional-Mundial).

Lamentablemente, debemos destacar tres grandes limitaciones a las cuales nos enfrentamos: La falta de preparación de los docentes frente al tema patrimonial, la escasez de material divulgativo para público no especialista (mucho menos para público escolar), el limitado acceso a centros de información a nivel nacional y, en particular, la poca preparación de los docentes con respecto a la manera de cómo planificar y ejecutar efectivamente los proyectos pedagógicos. Aun cuando todas estas situaciones tienen una gran importancia, consideramos que la falta de preparación y orientación de los docentes en materia de planificación de los proyectos pedagógicos es el factor más importante de ellos. En tal sentido, será necesario diseñar estrategias capaces de proporcionarle a los docentes las herramientas necesarias para solventar esta situación.

A continuación proponemos un esquema para facilitar el diseño de estos proyectos:

I FASE. Trabajemos desde lo que vemos

• Vamos de visita. El docente y sus estudiantes harán un recorrido por su localidad. Entre todos deberán identificar los bienes (tangibles o intangibles) con valor patrimonial dentro de la comunidad.

• La selección es muy importante. Los estudiantes seleccionarán un bien según su importancia para la localidad o sus intereses.

II FASE. Se inicia la red de conexiones

¿Cómo es el PC? Realizar una descripción de los bienes seleccionados.

Si son bienes tangibles:

¿Cuánto mide?

¿De qué materiales esta hecho? ¿Cuál es su forma?

¿Cómo es su estado de conservación? … Si puede tómale una foto

Si son bienes intangibles:

¿Cuál es la actividad?

¿Dónde se realiza la actividad? ¿Cuáles son sus características?

¿Cuáles son los instrumentos y materiales empleados? ¿Quiénes organizan la actividad? ¿Cómo es su estado de conservación? … Si puede, tómele una foto

• Recolección de datos en torno a la historia del bien, técnicas, materiales, personas destacadas vinculadas al bien, su importancia, estado de conservación, entre otros aspectos.

• ¿Qué está pasando? Se elaborará un diagnóstico de la situación de los bienes seleccionados.

• ¿Cuáles son las asignaturas y contenidos se pueden articular a través de los bienes seleccionados? Identificar dentro del diseño curricular los contenidos que se ajustan a los temas manejados en el proyecto.

III FASE. ¿Qué podemos hacer, aquí y ahora? Establecer posibles acciones

• Sueños reales. Se establecerán, conjuntamente con sus alumnos, metas alcanzables.

• Cómo se va a lograr. Determinar estrategias y actividades necesarias para el alcanzar el objetivo.

• ¿De cuánto tiempo disponemos? Establecer los lapsos necesarios.

• ¿Cuánto tenemos? Identificar el recurso humano, material y económico que se requiere. Cuáles de ellos se tienen y cuáles se deberán buscar.

IV FASE. Qué estamos esperando. ¡Luego es tarde!

• Organización de los grupos y sus actividades

• Ejecución de actividades

V FASE. Saber lo que hicimos. Si no evaluamos no lo sabremos

• Evaluar las acciones realizadas en el Proyecto

• Hacer de los triunfos y fracasos un insumo para los demás proyectos.

• Difundir los resultados.

A través de cada una de las fases se espera que el docente en conjunto con sus alumnos pueda descubrir los valores patrimoniales de sus localidades. Simultáneamente estimular la creación de una conciencia comunitaria dirigida a valoración y la conservación del PC. Por otra parte, el desarrollo de proyectos pedagógicos referidos al PC, plantea la posibilidad de investigar una problemática que forma parte de su presente como ciudadano y de su cultura. El patrimonio está vivo en la medida que forma parte de la identidad individual y colectiva. Trabajar el patrimonio desde el aula no tiene como objetivo privilegiar la difusión de los bienes patrimoniales que el Estado declara. Por el contrario, se trata de valorar los patrimonios más próximos a las personas. Descubrir, a través de los proyectos pedagógicos, que el patrimonio no es cosa del pasado, sino del futuro. En tal sentido, la labor de la EP apenas esta comenzando, falta ver baj o que bases educativas se diseñan los caminos para hacerla posible, falta trabajar el PC para y con los docentes. Pero, sobre todo, falta disfrutar de los conocimientos y el placer estético que produce descubrir quienes somos.

Agradecimientos: Aunque toda la responsabilidad de los errores cometidos en este trabajo es del autor, resulta imprescindible reconocer de todo corazón la contribución de la Dra. Ángela Calzadilla (UPEL), la Dra. Olaia Fontal (Universidad de Valladolid) y el Dr. Alejandro Álvarez, por sus aportes y críticas realizadas a una versión inicial.

Notas

Hasta el momento de hacer este artículo, se sabe que el Currículo Básico Nacional se encuentra en un proceso de reforma. Sin embargo, se desconoce su estructura oficial.

Elaboración propia a partir de los contenidos del Currículo Básico Nacional de I Etapa (1997) y II Etapa (1998).

Elaboración propia a partir de los contenidos del Currículo Básico Nacional de I Etapa (1997) y II Etapa (1998).

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