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Salus
versão impressa ISSN 1316-7138
Salus vol.18 no.2 Valencia ago. 2014
Una perspectiva axiológica del cuerpo humano sin vida
Napoleón Tocci D.1, Cira Bracho L.2, Jesús Leal G.3
1 Departamento Clinico Integral de la Costa. Universidad de Carabobo. Valencia. Estado Carabobo. Venezuela.
2 Escuela de Enfermería. Doctorado en Ciencias Médicas. Universidad de Carabobo. Valencia. Estado Carabobo. Venezuela.
3 Doctorado en Ciencias Médicas. Universidad de Carabobo. Valencia. Estado Carabobo. Venezuela.
Correspondencia: Napoleón Tocci. E-mail: napoleontocci@hotmail.com
RESUMEN
La muerte está constituida por una sucesión de fases de desestructuración rápida y progresiva del funcionamiento integrado del organismo, como unidad biológica. Bajo este paradigma biomédico, el cuerpo sin vida de una persona sigue siendo visto como un objeto, al igual como se percibe desde la mirada cartesiana. Al ver como día a día los cuerpos humanos sin vida, son irrespetados, degradados y vistos como simples objetos; nos motivamos a realizar este trabajo, cuyo objetivo general fue interpretar el significado asignado al fenómeno desde la perspectiva de los sujetos del estudio. Este estudio se realizó bajo la matriz epistémica fenomenológica. Se utilizó el diseño de Herbert Spiegelberg y la entrevista a profundidad a siete sujetos vinculados al fenómeno, seleccionados de manera intencional. Ellos describieron el fenómeno desde sus propias experiencias, y a través del procesamiento de la información emergieron tres categorías: cuerpo humano sin vida, trato al cuerpo humano sin vida, y la muerte. De allí surgió la teoría emergente: Al cuerpo humano sin vida, le fueron asignados valores inherentes a su condición humana como el amor, el respeto y la dignidad, los cuales tienen trascendencia más allá de la muerte física de las personas, e implican un trato con consideraciones propias del derecho natural a morir dignamente. Esa visión de preservación de la condición humana, como un estado transitorio entre la vida y una existencia póstuma en un territorio desconocido, refleja una prolongación de la vida, como también ocurre con el sentimiento de no abandonar el recuerdo de la persona fallecida.
Palabras clave: Trabajadores de la salud, cuerpo humano sin vida, fenomenología.
Axiological perspective of lifeless human body.
ABSTRACT
Death occurs in a succession of stages of rapidly and progressive destructuration of the integrated functioning of the body, as biological unit. Under this biomedical paradigm, lifeless body of a person is still seen as an object, just as it is perceived from the Cartesian view. By seeing that everyday lifeless human bodies are disrespected, degraded and viewed as mere objects, we motivated ourselves to carry out this work, whose objective was to interpret the meaning assigned to the phenomenon from the perspective of the study subjects. This study was guided under the phenomenological epistemic matrix. Herbert Spiegelberg design was used and depth interview to seven subjects linked to the phenomenon; intentionally selected. They described the phenomenon from their own experiences, and through information processing emerged three categories: lifeless human body, treatment of lifeless human body, and death. From here, it arouse the emerging theory: values inherent in the human condition were assigned to the lifeless human body as love, respect and dignity, which have significance beyond the physical death of people, and involve a treatment with considerations inherent in the right to die with dignity. That vision of preserving human condition as a transitional state between life and a posthumous existence in an unknown territory reflects a prolongation of life, just as the feeling of not leaving the memory of the deceased.
Key words: Health workers, lifeless human body, phenomenology.
Recibido: Octubre 2013 Aprobado: Mayo 2014
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia de la ciencia occidental, el desarrollo de la biología ha sido paralelo al de la medicina. Es natural, por tanto, que la visión mecanicista de la vida, una vez establecida firmemente en el campo de la biología, haya dominado también la actitud de los médicos ante la salud y la enfermedad. De la influencia del paradigma cartesiano en el pensamiento médico resultó el llamado modelo biomédico, que constituye la base conceptual de la medicina científica moderna, la cual ha dominado también otras áreas de ciencias de la salud. El cuerpo humano es considerado una máquina que puede analizarse desde el punto de vista de sus partes (1).
La visión biologicista, reduce al hombre a lo meramente físico o biológico, dejando a un lado lo específicamente humano. Biológicamente, el cuerpo es el conjunto de estructuras armónicamente integradas en una unidad morfológica y funcional que constituye el soporte físico de nuestra persona durante la vida, específicamente diferenciado en dos únicos
tipos, masculino y femenino. Como cuerpo físico que es, supone una masa que ocupa un volumen, está limitado en el espacio e impresiona nuestros sentidos (2).
A pesar que esta concepción cartesiana ha sido la dominante en el mundo occidental, para la realización de
este trabajo investigativo se abordó al cuerpo humano, no desde el punto de vista biológico, sino desde el punto de vista axiológico, con una visión más amplia y humana, tomando en cuenta su dignidad, que perdura en todo instante desde su concepción, hasta más allá de la muerte; la cual es vista como un estado transitorio entre la vida y una existencia póstuma en un lugar del que no se tiene imagen.El cuerpo humano no es un objeto, no es un instrumento, es la vida misma en acción; donde éste se exhiba, estará
siempre insinuado el eterno e inabarcable dilema de opciones entre la vida y la muerte, entre el ser y el no ser. Donde hubo un cuerpo hubo un alma, donde hubo un alma hay un sentimiento de esperanza abierto a la trascendencia (3).En otra dimensión de la realidad de estudio, la violencia reinante en Venezuela, es compañera silenciosa de los innumerables cuerpos sin vida que ingresan a las distintas morgues, siendo catalogados en muchas ocasiones como un número o una estadística más, pareciera que se desvalorizara su ser. Los cuerpos sin vida son tratados de las más diversas formas por funcionarios públicos, de organismos policiales y funerarios y algunos miembros del equipo de salud, sin que medie el valor innato que tienen esos cuerpos pertenecientes a seres humanos. Guido Berra refiere "¿Acaso se conoce a alguna persona sin cuerpo humano? Se es persona por el alma humana y por el cuerpo humano. Sin embargo, pareciera ser que
cuando alguien fallece o deja de existir el cuerpo humano pierde ese valor innato regalado, que hemos adquirido por la gracia de Dios y de la evolución humana" (4).Todo lo anteriormente expuesto permite plantearse las interrogantes: ¿Qué significado tiene el cuerpo humano sin vida para los sujetos actores del estudio? ¿Qué valor le asignan los sujetos actores de estudio a la dignidad humana en un cuerpo sin vida?
El objetivo del estudio fue interpretar los significados asignados al fenómeno, desde la perspectiva de los sujetos del estudio. El fin último es comprender el significado que tiene el cuerpo humano sin vida para miembros del equipo de salud y otros funcionarios públicos de organismos policiales y servicios funerarios, que tienen vivencias de trato al cuerpo humano sin vida, en su experiencia laboral.
El presente estudio se justifica y tiene importancia, porque permitió abrir espacios de reflexión, sobre la condición humana y el valor que tiene el cuerpo sin vida de una persona, como parte de la estructura del ser persona y de la dignidad del humano. Los hallazgos representan oportunidades de reflexión para el personal que de una u otra manera está en contacto con el cuerpo humano sin vida, como es el caso del personal de salud, policial y funerarios. Además, constituyen un aporte teórico sobre la materia y dan lugar a nuevas líneas de investigación.
METODOLOGIA
Esta investigación tiene un abordaje fenomenológico hermenéutico, racionalidad interpretativa, lenguaje cualitativo (5). El método utilizado fue el de Herbert Spiegelberg, el cual nos permitió explorar el campo de la conciencia de los sujetos de estudio, sus noemas, con respecto al fenómeno (vivencias, sentimientos, creencias, valores, significados) partiendo de la experiencia vivida en su contexto laboral y familiar (morgues de hospitales,
funerarias, cuerpos policiales y sitios del suceso). La validez del estudio fue en términos de coherencia, consistencia y poder interpretativo.En la Fenomenología se busca estudiar el campo de la
conciencia de los sujetos de estudio, con respecto al fenómeno. Se trata de explorar precisamente eso que es dado, la cosa misma en que se piensa, de lo que se habla, en síntesis, de la constitución de la conciencia (6). Se intenta recuperar el sujeto racional que está detrás de todo hecho y que directamente se pone como razón, pero ésta no se deriva de nada, es absoluta, desligada, no depende de hechos. Tampoco la vida subjetiva con sus modos de experiencia puede ser derivada de los hechos del mundo, sino al revés, éstos toman su sentido en aquélla (7).Por lo tanto, en este trabajo interesa la interpretación y la comprensión en contraste con la explicación, por la búsqueda del significado de las experiencias vividas para cada uno de los sujetos de estudio que participaron en esta investigación. Bajo este enfoque fenomenológico se intenta interpretar y comprender el significado que el cuerpo humano sin vida
tiene para estas personas.Las cinco fases del método de Spiegelberg permitieron la estructuración del fenómeno:
En la fase I: Descripción del fenómeno, se realizó la descripción eidética, de la realidad de estudio con los sujetos que intervienen en ella. Es decir, el ser situado en una realidad específica, contextualizada y geográficamente identificada.
En la fase II: Búsqueda de múltiples perspectivas, a través de entrevistas abiertas o a profundidad, aplicando la epojé o actitud libre de juicios, se exploró el contenido de la conciencia de cada uno de los siete sujetos de estudio, buscando los significados de sus vivencias y experiencias en
relación con el fenómeno, sus noemas, los cuales afectan sus noesis o comportamientos.En la fase III: Búsqueda de la esencia y la estructura,
se procesó la información en filtros epistemológicos que contienen una columna con trozos del discurso transcrito de las grabaciones de las entrevistas. De cada texto emergieron conceptos o códigos que reflejan de quién o de qué se habla y en la columna de al lado aparecen las propiedades o características que se dicen acerca de los códigos. La siguiente columna contiene categorías que agrupan a códigos vinculados entre sí.La fase IV: Constitución de la significación, refleja en una columna de un filtro epistemológico la esencia o significado obtenido de cada una de las categorías para cada uno de los sujetos de estudio. Luego, en una matriz de triangulación de fuentes contrastamos la información y constituimos la significaciones particulares y luego la significación global.
La fase V: Interpretación del fenómeno, es la traducción que se realizó, del significado que le asignan los sujetos de estudio a cada una de las categorías, preservando el sentido o intencionalidad de ellos, posteriormente se llevó a cabo la interpretación global.
En el proceso de constitución de la significación e interpretación del fenómeno para su compresión se distinguieron dos momentos: el primero referido a cada uno de los sujetos o fuentes de información, y en el segundo momento, mediante la contrastación o triangulación de significados o esencias particulares se obtuvo el significado global por categoría.
Del procesamiento de las entrevistas emergieron las categorías: a) cuerpo humano sin vida, b) trato al cuerpo humano sin vida, y c) la muerte. Todo este proceso estuvo presidido por la epojé o suspensión de juicio por parte del investigador (8).
La selección de los sujetos de estudio de manera intencionada, mediante entrevistas a profundidad a siete sujetos de estudio: 01 médico patólogo, 01 auxiliar de autopsia, 01 enfermero, 01 funerario, 01 agente policial, y 02 familiares de difuntos. Los criterios de selección de los sujetos de estudio fueron: que tuvieran contacto con el cuerpo humano sin vida dentro de sus experiencias laborales sin importar el tiempo que llevan laborando, participación voluntaria mediante la obtención del consentimiento informado, y que estuviesen sensibilizados con el fenómeno de estudio. Asimismo , la disponibilidad de tiempo suficiente para la realización de las entrevistas, y que permitieran la grabación de la información suministrada por ellos.
Como técnica de recolección de la información utilice la entrevista abierta o en profundidad, siendo mi función básica como investigador la de estimular al sujeto de estudio para que diera respuestas de acuerdo a sus vivencias en relación con el fenómeno (8). Se dejó la apertura a una expresión libre y espontánea. La duración de las entrevistas previo acuerdo de sitio y momentos de encuentros, osciló entre 30 a 60 minutos, buscando en todo momento que los participantes se sintieran en libertad de expresar sus emociones y sentimientos. Kvale, señala que gracias a estas entrevistas se obtienen descripciones del mundo vivido por las personas entrevistadas (9). Dichas entrevistas fueron grabadas, desgravadas y transcritas.
Entre los aspectos éticos, cabe mencionar que además de la solicitud de autorización a los directivos de los contextos laborales, se obtuvo el consentimiento voluntario oral y escrito de los sujetos de estudio, previo a cada entrevista después de clarificarles los objetivos del estudio, así como la utilización que se haría de los resultados y garantizarles la confidencialidad y la discreción en el manejo de la información ofrecida.
Para el procesamiento de la información obtenida a través de las entrevistas en profundidad, trabaje manualmente comenzando con la codificación y categorización de los datos, lo que nos permitió constantemente diseñar y rediseñar conceptos integrando y reintegrando el todo y las partes a medida que se revisa el material y van emergiendo los significados (10). Posteriormente, se realizó la estructuración de los datos a través del proceso de integración de categorías menores en categorías más generales y comprensivas, seguidamente contraste y triangule la información buscando intersecciones, coincidencias y discrepancias a partir de las diversas apreciaciones de los sujetos de estudio. Obtuve significados particulares para cada categoría y posteriormente significados globales, los cuales fueron interpretados para comprender el fenómeno, proceso que evidenció, la confiabilidad, validez y verificabilidad de la información.
HALLAZGOS
Una vez finalizadas las entrevistas en profundidad y luego de hacer la categorización, estructuración, contrastación y triangulación de la información, interpretamos los hallazgos, encontrándonos que las categorías emergentes obtenidas en el procesamiento de la información fueron: a) Cuerpo humano sin vida, b) trato al cuerpo humano sin vida y c) la muerte; y procedimos a la constitución de la esencia o significación global del fenómeno desde las perspectivas de los sujetos de estudio expresadas en la significaciones particulares para cada categoría, la cual se refiere a la aprehensión del contenido de la conciencia. A continuación se muestran las matrices de triangulación de significados o esencias particulares de los sujetos de estudio por categorías.
En la tabla 1 se aprecia como categoría central al cuerpo humano sin vida, mostrando los diversos significados particulares para cada uno de los sujetos de estudio y el significado global para esa categoría.
En la tabla 2 se aprecia como categoría central, al trato al cuerpo humano sin vida, mostrando los diversos significados particulares para cada sujeto de estudio y el significado global para esa categoría.
En la tabla 3 se aprecia como categoría la muerte, mostrando los diversos significados particulares para cada sujeto de estudio y el significado global para esa categoría.
INTERPRETACIÓN DEL FENÓMENO
El significado que tiene el cuerpo humano sin vida para los sujetos de estudio incluye valores inherentes a la condición humana como el respeto, el amor, el cariño, los cuales tienen trascendencia más allá de la muerte física de las personas, y el trato brindado implica consideraciones propias al hecho de ser persona humana. Estos hallazgos se contraponen con el paradigma biomédico, bajo el cual el cuerpo humano deja de funcionar con la muerte y se convierte en una cosa, en una máquina que ya no sirve.
La dignidad propia del hombre es un valor singular que fácilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los demás. Pero no podemos otorgarlo, ni está en nuestra mano retirárselo a alguien. Es algo que nos viene dado (11). La dignidad humana trasciende la muerte. La dignidad humana es aquella condición especial que reviste todo ser humano por el hecho de serlo y lo caracteriza de forma permanente y fundamental desde su concepción hasta su muerte (12).
Desde la perspectiva de los sujetos de estudio, a pesar de que ese cuerpo ya no muestra signos de vida porque está frío, inerte, no siente nada y no sabe lo que sucede a su alrededor; debe ser tratado con dignidad humana. Así mismo, se visualiza coincidencia en la triangulación de los datos con respecto a que el cuerpo humano sin vida no debe ser maltratado, burlado ni manipulado como un objeto o una cosa. Todos los sujetos de estudio coinciden en el derecho que tienen las personas fallecidas de ser tratadas con cariño, amor, respeto y preservación de su intimidad como cuando estaban vivas. Estas apreciaciones encajan con el pensamiento de Sartre (filósofo, escritor y dramaturgo francés) quien sostiene que la condición humana es el conjunto de los límites a priori que bosquejan su situación fundamental en el universo. Referidos a los siguientes puntos: estar arrojado al mundo, tener que trabajar, vivir en medio de los demás y ser mortal, por lo tanto la muerte está implícita en la condición humana (13).
Refiriéndose al trato del cuerpo humano sin vida, Salazar considera que éste es templo de Dios y que debe ser tratado con respeto y dignidad a pesar que ya no tenga movimiento ni vida, porque fue recipiente del espíritu y debe venerarse hasta más allá de la muerte (14). Sin embargo, en la categoría Trato al Cuerpo Humano sin Vida, los significados reflejan que los sujetos de estudio reconocen maltratos físicos y verbales, encontrándose discrepancia en los sentimientos de los sujetos de estudio y sus percepciones acerca del fenómeno.
Con respecto a la muerte, Hegel sostiene que "es lo más terrible" y que su apreciación es "lo que exige mayor fortaleza". Dice, además, que el "entendimiento demanda esta aceptación". Por otra parte, el esteta, el romántico y el místico, introducen la idea de la muerte y la entronizan, pero también la instalan más allá de lo sensible en un ámbito desconocido (15).
La muerte del hombre es su muerte, es decir, algo que le es propio y le pertenece, y por consiguiente puede ser conocida, querida o negada por él. El hombre es el único capaz de querer la infinitud y la inmortalidad de lo que es finito y mortal (16).
La muerte es un fenómeno común a todos los seres vivos, incluidos los humanos, pero ella y el proceso que en ella culmina son eventos variables en cada ser humano (17).
La división fundamental entre el alma y el cuerpo ha sido una herencia cartesiana que persiste en nuestros días e impide comprender al ser humano como una totalidad orgánica y lo ve como una máquina. Esta visión cartesiana influencia el desarrollo de algunas disciplinas que fundamentan sus bases conceptuales en los modelos biologicistas y mecanicistas de la medicina, la fisiología y la física, centrando la comprensión del humano en su hacer, desligándolo del ser (18).
Desde la perspectiva de los sujetos de estudio la muerte implica el cese de la vida o terminación de una fase terrenal, donde ocurre la separación del alma del cuerpo, sin menoscabar la dignidad del ser.
Las consideraciones acerca de la muerte son muy anteriores a la aparición del pensamiento filosófico. El surgimiento de la filosofía como forma sistemática y lógica de la expresión de las ideas no desplaza ni monopoliza las reflexiones esporádicas y espontáneas del pensamiento común acerca de la muerte. El pensamiento mítico, mágico y religioso revive también y continúa tratando de responder a estos problemas de los orígenes y últimos fines (19).
El desarrollo posterior del pensamiento científico, en particular de la biología y la medicina, arrojan una nueva luz sobre este oscuro tema. Sin embargo, la muerte continúa siendo una incógnita no resuelta y son válidas muchas de las preguntas más antiguas y originarias, los cuales ocupan un importante lugar en la vida de los hombres (19).
Síntesis de la interpretación global del fenómeno
Desde la perspectiva de los sujetos de estudio, el cuerpo humano sin vida tiene valores inherentes a la persona humana, revestida de la dignidad que le es propia como condición especial que lo caracteriza desde la concepción hasta más allá de su muerte, en una existencia póstuma desconocida y mantenido en el recuerdo por siempre. En ese contexto el cuerpo humano sin vida a pesar de que no siente y no sabe lo que sucede a su alrededor, debe ser tratado dignamente, preservando su intimidad y su derecho natural a una muerte digna.
TEORÍA EMERGENTE
La teoría emergente del fenómeno de estudio basada en la información recabada de los sujetos de estudio permite contribuir a la comprensión del fenómeno y a la síntesis interpretativa de los significados que los actores asignan al fenómeno desde la perspectiva de las temáticas y categorías incluidas en la matriz de análisis teórico.
Al cuerpo humano sin vida le fueron asignados valores inherentes a su condición humana como el amor, el respeto y la dignidad, los cuales tienen trascendencia más allá de la muerte física de las personas e implican un trato con consideraciones propias del derecho natural a morir dignamente. Esa visión de preservación de la condición humana, como un estado transitorio entre la vida y una existencia póstuma en un territorio desconocido, refleja una prolongación de la vida, como también ocurre con el sentimiento de no abandonar el recuerdo de la persona fallecida.
Esta visión del fenómeno de estudio exige una concepción holística por parte del equipo de salud y otros funcionarios públicos, no sólo para comprender el fenómeno del trato al cuerpo humano sin vida, sino para promover la reflexión sobre sus noemas y noesis.
REFERENCIAS
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7. Lyotard, J.F. La fenomenología. España: Ediciones Paidós; 1989. p.11.
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