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Salus
versión impresa ISSN 1316-7138
Salus vol.19 no.2 Valencia ago. 2015
Esclepios (Esculapio) y su familia en la mitología y la medicina occidental.
José E. González L., Zoraida V. Camejo M
Departamento de Salud Mental, Escuela de Salud Pública, Facultad de la Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Campus Bárbula. Naguanagua. Carabobo. Venezuela.
Autor de correspondencia: José E. González L. E-mail: jgonzallez@yahoo.es
RESUMEN
La práctica médica en el imaginario de la mitología ha formulado las características que encontramos todavía hoy día en la práctica médica científica de la medicina occidental. Además del famoso y conocido Asclepios, llamado por los romanos Esculapio, y de las deidades primigenias mitológicas de la medicina (Apolo y Quirón), tenemos a los descendientes del dios Asclepios y su esposa mortal Epione, cinco (5) hijas inmortales: Higia, Aceso, Yaso, Eglee y Panacea; y dos (2) hijos mortales Macaón y Podalirio. A través de la adoración que los padecientes de enfermedades (suplicantes) hacían en los distintos santuarios de los dioses Asclepíades, templos de Asclepio y sus hijos, se cantaban himnos corales (peanes) dedicados a estas deidades, para poder realizar las solicitudes de curación. Ya, desde el ámbito de lo mitológico, se esboza la forma organizativa de la práctica médica occidental actual, de carácter naturalista, donde los griegos consideraban como dioses protectores de las áreas quirúrgicas a Aceso, Asclepios y Podalirio; a Yaso y Macaon como las deidades bajo cuya égida están el trabajo de los médicos clínicos; la importante área de los cuidados humanos (enfermería), prácticas de programas sanitarios e higiene, y áreas de apoyo al diagnóstico y tratamiento (radiología, técnicos biomédicos, etc.) a la más famosa hija de Asclepios, Higia. Los romanos le llamaban Salus; de su nombre derivan los términos de Salud e Higiene. Eglee es la diosa que confiere el prestigio social de los médicos y el derecho a los honorarios; y Panacea, es la que todo lo cura. Queda claro que siempre lo mitológico guarda una esencia de tipo filosófico, y lo filosófico de lo mitológico.
Palabras clave: Dioses de la salud, historia de la medicina, mitología y medicina, simbología médica.
Esclepios (Aesculapius) and his family in mythology and Western medicine.
ABSTRACT
Medical practice in the imagination of Greek mythology developed characteristics that still can be found today in the scientific medical practice of Western medicine. In addition to the famous Asclepius, called by the Romans Aesculapius, and the mythological primordial deities of Medicine (Apollo and Chiron), we have the descendants of the God Asclepius and his mortal wife Epione, five (5) immortal daughters: Hygeia, Aceso, Yaso, Eglee and Panacea; and two (2) mortal sons, Machaon and Podalirius. Through the worship practiced by the sick (supplicants) in the different shrines of the gods Asclepiads, temples of Asclepius and his children, choral hymns were sung (peanes), dedicated to these deities, to make healing pleas. From the mythologic realm, the outlines of the organizational form of current Western medical practice could already be appreciated, with a naturalistic character, where the Greeks considered Aceso, Asclepius and Podalirius as the gods protectors of surgical domains; Yaso and Machaon, under whose aegis is the work of clinicians; the important area of human care (nursing), practices of health programs and hygiene, and areas supporting diagnosis and treatment (radiology, biomedical technicians, etc.) were attributed to Hygeia, the most famous daughter of Asclepius; the Romans called her Salus. From her name the terms health and hygiene derive. Eglee, is the goddess who gives doctors the social prestige and the right to charge fees; And Panacea, the one who heals everything.
It is clear that mythology contains an essence of philosophy, and philosophy of mythology.
Key words: Health gods, history of medicine, medical symbols, mythology and medicine.
INTRODUCCIÓN
Asclepios, dios de la medicina en la mitología griega, fue honrado en sus diversos santuarios: Epidauro, Delfos, Pireo, Atenas, Pérgamo, Oropo, Corinto, entre otros, como ningún otro dios. Durante cientos de años se le entregaron los enfermos en espera de curación, lisiados que esperaban la restitución de sus movimientos y los ciegos que vinieron para recuperar la luz. Allí rezaban y ofrecían sacrificio y después se iban a dormir en el abatón (pórtico), donde se daba la curación a través de un proceso de incubación, se decía, una curación a través de un sueño sagrado. Durante el sueño el dios médico les revelaría si podrían curarse o no, cómo se curarían y cuánto tiempo debían permanecer en el santuario para lograrlo. Los pacientes eran atendidos por servidores o sacerdotes del dios Asclepios, llamados therapeutai (terapeutas) y se acostaban en camas parecidas a divanes, denominadas kline, de donde seguramente proviene el término clínico (1) Asclepios es uno de los pocos dioses de la mitología griega que muestra gran piedad y preocupación por el bienestar de los hombres. A diferencia de Quirón y Apolo, que se encargaban de cuidar más a los guerreros heridos en batalla, Asclepios muestra interés antropofílico de cuidador de todos los hombres (guerreros o no, adultos o niños, hombres y mujeres, etc.) Así se promueverá, desde lo mitológico, que el quehacer médico es de una cobertura muy amplia e ilimitada de acción profesional, que se deberá regir a lo largo de todos los tiempos por una dedicación legitimada por el amor a los hombres. Por lo que la práctica médica no puede ser ejercida bajo cohesión o con limitaciones discriminatorias de los pacientes a ser atendidos, o de la manera que se le deben ser prestado los servicios médicos, sin importar ocupación, sexo, edad, condición socioeconómica o cultural, filiación política o credo religioso etc.
Esta desmedida dedicación a los mortales e inmortales que padezcan de dolencias, males o heridas, le impide a este dios seguir los pasos hedonistas y con tendencia al descontrol de los impulsos (toxicomanía, promiscuidad, ludopatía, violencia en batalla, etc.) que realizarían la mayoría de los dioses grecolatinos y por lo que suelen descuidar u olvidar a los mortales. Asclepios contraría el estilo de vida del resto de los dioses al sublimar todas estas pulsiones telúricas y teomórficas en su trabajo como médico y en la conformación de una familia y de una relación monogámica con su amada mujer. Procrea varios hijos (mortales e inmortales), que junto a sus padres cumplen acciones de cuidado, prevención, promoción y asistencia de los enfermos. Todos aceptan las enseñanzas y directrices de Asclepios y lo acompañan en su trabajo diario, sin quejarse ni cansarse, originándose de esta manera la sagrada familia mitológica de la medicina occidental. Cada uno de los miembros de esta familia teológica de la salud y curación de la enfermedad se ocupan de áreas diferentes y específicas de la medicina. Esta versatilidad de la posibilidad del accionar médico y de los otros profesionales del campo de la salud, viene a constituir ya desde la antigüedad y desde el terreno mitológico una anticipación premonitoria de la especialización ineludible que vemos en la medicina contemporánea.
La familia sagrada mitológica de la medicina occidental. Asclepios con su esposa Epione (mortal) tiene varios hijos: dos (2) varones (Macaón y Podalirio) que nacieron de naturaleza mortales, y cinco (5) hijas inmortales (Higia, Yaso, Eglee, Aceso y Panacea (2). Esta familia se denomina Asclepíades. Cuando se unía un mortal y un inmortal, podían tener hijos mortales o inmortales. En este caso parece seguir un patrón hereditario ligado al sexo, donde los varones expresan fenotípicamente la mortalidad y las mujeres son portadoras de esta corta longevidad para descendientes varones de próxima generación, mientras ellas son inmortales.
Macaón y Podalirio están mencionados en la Ilíada de Homero, en la Periégesis o Descripción de Grecia de Pausanias, en la Biblioteca de Apolodoro, en las Fábulas de Higino, en la Eneida de Virgilio, en la Biblioteca histórica de Diodoro de Sicilia, y en las Pos homéricas de Quinto de Esmirna y en El saco de Troya de Arctinio; tal como vamos a ir dando cuenta, en las siguientes páginas, de cada uno de estos héroes y estas deidades médicos mitológicos.Existen unos himnos corales de la poesía lírica griega arcaica, que van desde el siglo V. a. C, denominados peanes en honor a Apolo, que originariamente recibía el nombre de Peón o Peán y que en Atenas continúo con este apelativo. Homero en la Ilíada, también lo denomina así (3.a y 3.b). Eran cantados por corales de hombres en las ceremonias de los santuarios de Asclepios. En el peán segundo de una inscripción del siglo IV. a. C, de la ciudad de Eritrias, que era cantado en los rituales del culto al Asclepios y toda su familia: Corónides, Epione, Macaón, Podalirio, Egleé, Higia, Panacea y Yaso, no se menciona a la diosa Aceso. Pero, en el peán ateniense de Macedonio a Apolo y Asclepios, del siglo IV. a. C, menciona a toda la descendencia que tuvo Asclepios con su esposa Epione, incluyendo a Aceso (4).
Epione. Fue la única esposa de Asclepios, con quien tuvo todos sus hijos y que con Asclepios forman la Familia Sagrada Mitológica de la Medicina en la Grecia Clásica. No se le asignó ningún papel relevante en el área de la Salud, más allá de ser la madre de Macaón, Podalirio, Higia, Aceso, Yaso, Eglee y Panacea.Epione significa la que alivia el dolor. Era la princesa de Cos. Aunque no se encuentran mitos que destaquen su participación, se registró su existencia mitológica en el famoso santuario de Epidauro erigido a Asclepios, donde Pausanias describió la existencia de dos estatuas de mármol al aire libre, una de Asclepios y la otra de su esposa Epione (5.a). Existía, además del santuario, un templo a la diosa Artemisa, hermana gemela de Apolo, que era protectora de los animales, de los niños y de la lactancia materna. Además, otorgaba la facultad de la fertilidad. En este templo se encontraba una estatua de su cuñada Epione, (5.b).
Epione es mencionada en los peanes de los santuarios de las ciudades de Eritras de Atenas (3). Al igual que sus hijos varones (Podalirio y Macaón), Epione es de naturaleza mortal, por lo que, quizás, ninguno de los tres son invocados en el Juramento Hipocrático (6). Los griegos sólo juraban por los dioses.
Macaón. Fue un médico aqueo que tuvo destacada participación durante la Guerra de Troya. Acudió con su hermano Podalirio a la guerra desde sus reinos de Tesalia: Tricca, Itome y Ecalia (3.c), al mando de nueve naves desde Tricca (7.a), respondiendo el llamado de Menelao, rey de Esparta, a quien París (príncipe de Troya) raptó a su esposa, Helena. Este rapto fue la causa de que los aqueos (espartanos y atenienses) iniciaran la guerra contra Troya. Macaón curó a Menelao de la herida recibida por Pándaro, hijo del Rey Licaón de Celea (3.d). Este acudir a la guerra y brindar asistencia médica ocurre, a pesar que Macaón y Podalirio fueron pretendientes de Helena, quien terminó escogiendo como esposo a Menelao; con lo que demostraron alto sentido patriota y profesional (7.b). El médico y el militar deben colocar de lado sus sentimientos personales en pos de atender intereses más elevados: los enfermos y la patria. Macaón se casó con Anticlea, hija del Rey Diocles de Feras y engendró a Górgaso (sucesor de Diocles) y Nicómaco, también mortales. Ninguno de los dos hijos ejerció papel alguno en el ámbito de la medicina (8.a).
Durante la Guerra de Troya Macaón fue herido por una flecha de París, y fue cuidado por la esclava Hecamede (esclava de Aquiles y después de Nestor), como lo cuenta Homero en la Iliada (3.e). Se destacó como uno de los guerreros que entró en Troya, escondido en el vientre del caballo de madera, según Virgilio en la Eneida (9). Esto lo confirma Higino en su Fábula (7.b) Por lo que se convierte, junto con su hermano, en los primeros médicos asimilados a los militares, por lo menos en el imaginario de la mitología.Macaón es el médico que cura al famoso Filoctetes, por mandato de Aquiles. Filoctetes, guerrero amigo de Hércules, que hereda su arco y flecha, por ayudar a éste para alcanzar la inmortalidad, cuando encendió, en el monte Eta, una pira funeraria para el héroe de héroes, (7.c). Durante la Guerra de Troya, Ulises (u Odiseo) capturó a Heleno, hermano gemelo de Casandra, con quien compartía el don de la adivinación y que se encontraba en rebeldía contra su padre Priamo (Rey de Troya). Por ello les reveló que los griegos le ganarían a Troya si recuperaban el carjaj y las flechas de Hércules, en poder de Filoctetes. Este valioso guerrero, en viaje a Troya, fue abandonado por orden de Agamenón (líder aqueo), debido al mal olor de una herida por mordedura de una serpiente enviada por Hera (esposa de Zeus) en venganza por haber ayudado a su hijastro bastardo Hércules. A Ulises y Diomedes se les encomienda el papel de mediadores, por lo que parten a la isla de Lemnos, y logran persuadir a Filoctetes para ir a Troya (10.a). Allí da muerte a París. Existe también la versión de que fue Filoctetes mismo quien se hirió accidentalmente con las flechas de Hércules, envenenadas con la sangre de la hidra de Lemna (10.b). Otros autores señalan como culpable del abandono del leal Filoctetes en la Isla de Lemnos a Aquiles, directamente (11.a) Se le ofrece, durante su rescate, que Macaón le curaría la herida. Macaón con ayuda de su abuelo, el dios Apolo, quien lo duerme mientras le realiza tratamiento médico (7.d).
Según la versión de Apolodoro, Macaón murió a manos de la amazona Pentesilea (10.c). Para Quinto de Esmirna en la Pequeña Iliada o Pos homéricas le da muerte Eurípilo, hijo de Telefo, durante la Guerra de Troya y en víspera de la masacre final de Troya. Esta es su versión mitográfica:
..se lanzó contra Macaón y rápidamente lo hirió con su muy larga y pesada pica en la ingle derecha. Más éste no reculó hacia atrás ni rehuyó a su atacante, aun cuando seguía brotando su sangre: antes bien, tras levantar con presteza una descomunal piedra, la arrojó sobre el magnánimo Teléfida; su casco de inmediato lo protegió de la desgracia de una muerte luctuosa. Entonces el héroe Eurípilo se irritó con ese fuerte varón y, muy indignado en su ánimo, hundió su veloz pica en el pecho de Macaón: la sangrienta punta llegó hasta la espalda (11.b) Su amigo Nestor intenta rescatarlo y lo monta en su carro y lo lleva hacia las naves, donde, en vano, intenta curarlo al extraer la saeta y espolvorear benignas medicinas (3.f).
Sus cenizas fueron trasladadas y enterradas por Néstor, quien erigió, supuestamente, un santuario de Gerenia, de Laconía. Los enfermos peregrinaban a este santuario buscando su curación, a pesar de no ser un dios (5.c).Papilio Machaon, es el nombre que el famoso Linneo, naturalista sueco que ideó la clasificación taxonómica de los seres vivos, le puso a una mariposa de la especie de lepidóptero, en 1758, en honor a este guerrero mitológico. Se encuentra en zonas templadas de América del Norte, África y Asia; y de casi toda Europa, excepto Irlanda e Inglaterra. Esta mariposa, tal como la serpiente pitón (símbolo de la medicina) es de color amarillo, pero de tonalidad clara (color crema), con un ocelo rojo. Sus alas presentan aspecto de cuadros de color blanco y amarillo crema. Posee alas anteriores y posteriores. Su cola se pliega sutilmente, con un gran parecido a la golondrina. Es frecuente verla cerca del hinojo (12).
Podalirio. Hermano de Macaón, lucha en el bando de los aqueos junto con él en la Guerra de Troya, donde participó con 30 naves (7.a) que vinieron desde sus reinos de Ittome y Ecalia, de Tracia (3.c). Igual que Macaón, tampoco tuvo reparo en ser colaborador con Menelao, esposo de Helena (7.b), a pesar de haberla pretendido cuando estaba soltera. También se desempeña como un soldado destacado, mientras asiste con mucho éxito a los guerreros heridos en batalla. Aunque Virgilio señala a Macaón como uno de los integrantes del caballo de Troya (9), Quinto de Esmirna, señala que fue Podalirio quien se encontraba en el vientre del caballo (11.c). Diodoro de Sicilia (o Sículo) en su obra Biblioteca Histórica, nos informa que Macaón y Podalirio:En la guerra prestaron grandes servicios a los griegos al cuidar a los heridos con gran experiencia, y por estos beneficios fueron objeto de una gran consideración por parte de los griegos, y se liberó de los peligros del combate y otras obligaciones públicas, en reconocimiento de la extraordinaria contribución de sus curaciones (13).
Este comentario del historiador, en relación a eximir de las tareas militares a los médicos, se basa en la experiencia que observa él en los ejércitos en su época, donde acudió como estudioso de la historia, en el siglo I. a. C, por lo que en sus escritos ensalza al médico, al ser testigo del quehacer de éstos en los campamentos militares. Sin embargo, Homero en la Iliada (siglo VIII. a. C) no nos habla que los aqueos hayan exonerado a estos famosos médicos de sus deberes militares.
Podalirio hizo famosas intervenciones médicas, tales como la curación de las heridas que le propinaron a dos famosos guerreros aqueos, durante la Guerra de Troya: Acamante (hijo del famoso héroe Teseo) y Epeo, hijo de Panopeo y constructor del famoso caballo de Troya. (8.b) Ellos se enfrentaron en un combate pugilístico en un toneo en memoria de Aquiles, muerto en batalla. Estos juegos fúnebres tenían la intención de aplacar el alma del muerto y congraciarse con él. Podalirio se encarga de atender, tanto a Acamante como a Epeo, sin realizar ningún tipo de distinción, después de terminada la contienda deportiva (11.d).
Ya desde el siglo VIII a. C se realiza una diferenciación entre los médicos que emplean artes quirúrgicas de los que solo utilizan las artes médicas (medicamentos en forma de polvos o ungüentos). Carlos García Gual en la Introducción de los Tratados Hipocráticos, nos habla de un poeta épico Arctino que en su poema El saco de Troya, nos habla de Macaón y Podalirio, como hijos de Poseidón (dios de los mares), a diferencia de Homero, que nos lo refiere como hijos de Asclepios. Este poeta es el primero en referir una distinción especializada en el tipo de procedimiento (médico o quirúrgico) empleado por los distinguidos hermanos médicos, entre el médico que asiste a su paciente sin introducir sus manos en el interior de su cuerpo y el médico que, avezado, se atreve a hacerlo. Podalirio se destaca como cirujano y Macaón como médico internista. Arctinio (6) recita, al respecto:Su padre, el ilustre sacudidor de la tierra, les concedió sus dones a ambos, pero a uno lo hizo más glorioso que al otro.
A uno lo dotó de manos más ligeras para sacar los dardos de la carne, y para cortar y aprontar remedios a todas las heridas. Al otro le infundió en el pecho todo lo preciso para reconocer lo escondido y para curar lo incurable Quinto de Esmirna describe la curación practicada por Podalirio, de carácter quirúrgico, a los guerreros Epeo y Acamante, de la siguiente manera:A su alrededor, Podalirio curó con mucho cuidado todos los desgarros producidos por los golpes; para ello, él en persona primero succionó la sangre, y luego suturó esas heridas hábilmente con sus manos y aplicó encima aquellos remedios, que antaño su padre le confió (11.d) Parece, entonces, que Podalirio tiende más a ser médico que emplea técnicas quirúrgicas que procedimientos médicos, como Macaón. Se delimita, en el ámbito de la mitología, en su visión médica, las áreas clínicas, de las quirúrgicas,. Son dos áreas diferentes, pero que conforman las competencias esperables de los médicos. Sin embargo, Homero en la Ilíada no hace esta distinción. Sólo refiere que ambos hermanos extraen las saetas y espolvorean benignas medicinas (3.f).
Otro famoso personaje curado por Podalirio fue Filoctetes. Aunque Higino da como versión la asistencia de este personaje por Macaón (7.d). Algunos otros mitógrafos le asignaron la curación de éste guerrero a Podalirio. Según Sófocles, en su obra Filoctetes, nos cuenta como Odiseo (Ulises) junto a Neptólemo (hijo del famoso Aquiles) rescatan a Filoctetes que, en viaje hacia la Guerra de Troya, resulta herido por la mordedura de una serpiente en la isla de Lemnos y fue dejado abandonado por Ulises y sus hombres. Filocteles ante la aparición del fantasma de Heracles que le ordena participar en la guerra, obedece y es llevado a Troya, previamente curado por Apolo y Esculapio y sus hijos, Macaón y Podalirio (14), y luego Filoctetes hiere en batalla con sus flechas a París, príncipe de Troya.
Apolodoro en su libro Biblioteca también nos habla del rescate de Filoctetes de la isla de Lemnos, pero por Odiseo y Diomedes, quienes después de adueñarse del arco y las flechas mediante engaños, lo convencen para que navegase a Troya, donde es curado por Podalirio (10.a) pero no señala que procedimiento médico utilizó. Quinto de Esmirna en su obra Pos homéricas, señala también, que fue Podalirio quien sanó las heridas de Filóctetes, pero sin realizar ninguna acción quirúrgica.
Al verlos, todos sin excepción, se compadecían de ese arquero, atormentado por nefasta herida. Más le restauró su fuerza y su salud, con mayor rapidez que la del veloz pensamiento, Podalirio, el igual a los celestiales, derramando para su bien muchos remedios sobre esa herida, e invocando para su bien el nombre de su padre; de inmediato prorrumpieron en aclamaciones, todos los aqueos, glorificando a la par al hijo de Asclepios. Y, con gran solicitud, lo lavaron y ungieron de aceite (11.e). Por la manera que es descrita la curación de Filoctetes por Quinto de Esmirna, parece tener un carácter más de terapéutica médica. Podemos concluir que, ya que ningún autor clásico le asignó el empleo de artes quirúrgicas a Macaón, el se constituye como el primer médico internista, en el plano mitológico. Su hermano Podalirio es señalado por algunos autores como portador de artes quirúrgicas y por otros como empleador de artes médicas. Podemos deducir también, con respecto al caso de Filóctetes, según la obra teatral de Sófocles del mismo nombre, quien es recuperado de la acción de un veneno (de una serpiente), por lo que su recuperación se debe haber basado en un tratamiento mixto (quirúrgico y farmacopeo) porque se trata de una herida ulcerada y crónica, que debe haber requerido, como mínimo, debridación y limpieza, además de medicación cicatrizante y aliviadora del dolor. Todos los autores que narran la epopeya de Filoctetes, refieren que fue rescatado de la isla diez años después de haber sido abandonado (casi el mismo tiempo que duró la Guerra de Troya) Por lo que podríamos pensar más en un tratamiento restitutivo y rehabilitador de su miembro inferior que de extracción de veneno. Por lo que se puede catalogar a Podalirio, como el primer cirujano mortal prominente en la literatura mitológica.
Apolo, Asclepios y Quirón son también cirujanos, pero el primero es un dios y los otros semidioses que terminan siendo inmortales. Por otra parte, Homero en la Ilíada nos habla de que mientras Macaón yace herido, Podalirio está luchando en el campo de batalla, por lo que no lo puede asistir (3.g). Podalirio, cuando se enteró de la muerte de su hermano Macaón, queda desolado y se suscitan en él ideas suicidas. Su amigo Nestor impide que se tome un veneno, lo acompaña en todo momento durante su duelo y le brinda apoyo emocional, ya que le brinda cálidas palabras de apoyo (11.f). Por lo que esto puede considerarse la primera referencia al apoyo psicoterapéutico en caso de duelo, en el ámbito mitológico. Podalirio sobrevivió a la guerra y se asentó en Caria (5.c). Tuvo un famoso santuario en Drío, Italia (10.d). Según Estrabón eran dos santuarios, uno a los pies del monte Drío, consagrado a Podalirio, y otro, en la cima, fundado por Podalirio pero dedicado a Calcante, el adivino, nieto de Apolo, que manda a construir el caballo de Troya; y se decía que quienes durmieran en estos santuarios sobre una piel de carnero, tendrían sueños curativos o proféticos, respectivamente (15). Según Apolodoro después de Troya, y por indicación del oráculo se establece en Quersoneso cárico (10.e) Podalirio también quedo inmortalizado en el campo de la zoología: ya que existe una mariposa de nombre Iphiclides Podalirius, llamado comúnmente Podalirio o chupaleche. Es una mariposa lepidóptera, que Linneo (1758) le adjudicó el nombre del famoso héroe y médico griego. Sus alas presentan franjas amarillo crema que se alternan con negro. Es de color amarillo, tal como el color asignado a la Medicina, y es muy parecida a la de la especie Papilio Machaon (12).
Higia (Higea o Higeia): diosa de la salud. Era médica como su padre, a quien acompañaba siempre y se encargaba del cuidado de los pacientes y de cumplir las prescripciones terapéuticas o de higiene (8.c). Se creía que aparecía en los sueños, junto con su padre Asclepio y su hermana Yaso o Panacea, para otorgarle la cura o referirle al paciente (suplicante), la prescripción medicinal que lo curaría o salvaría. Previamente habían recibido de los servidores (terapeutas) de los santuarios, una pócima que les inducía el sueño (1).
Higia siempre acompañaba fielmente a su padre médico y lo ayudaba en la recuperación del paciente. Por lo que representaría hoy en día, la diosa de los cuidados humanos (Enfermería), y bajo su égida estarían las áreas de apoyo al diagnóstico o tratamiento médico (Bioanalisis, Técnico Cardiopulmonar, Citotecnología, etc.), y prácticas preventivas o higiénicas (Salud Pública). Los romanos la
denominaban Salus. El término higiene proviene de su nombre.
Es confundida con Atenea, que también le gustaba cuidar de la salud y porque ambas se encuentran coronadas por laureles, planta preferida de Apolo (8.c). Atenea (diosa de la sabiduría) recibió varios sobrenombres, como Hefestia, Areia y Ergane. Ergane era el nombre que se le daba para destacarla como diosa de las artes manuales o divina artesana, por lo que protegía desde los herreros hasta las hilanderas y tejedoras. De aquí, la confusión con la diosa Higia como dadora de cuidados médicos a través de sus manos (16).
Pausanias habla de Higia como hija de Asclepios y Atenea y que existía una escultura de ella y de su padre Asclepios en la Acrópolis de Atenas (5.d). En el templo de Zeus en la Acrópolis de la ciudad de Megara, existen estatuas de Asclepios e Higea, realizadas por el escultor Brixias (5.e). También en Corinto existió un templo compartido para el culto de Asclepios e Higea (5.f). Casi siempre cerca de la estatua de Esculapio está la de Higia, tal como se observa en la ciudad de Sición, donde según Pausanias no se podía ver bien su escultura, por la cantidad de cabello que algunas mujeres han hecho votos por un sacrificio (5.g).
También fue adorada en los santuarios de Asclepios de Epidauro, Pérgamo y Cos.Se suele representar de pie, con una serpiente en su regazo, que le cuelga del brazo hasta los pies, y en la mano izquierda un recipiente donde intenta beber la serpiente las preparaciones medicinales. Es insuperable el cuadro que sobre la magnanimidad de esta diosa realizo el famoso pintor Gustave Klimt; pero en el cuadro que le hizo el pintor Rubens, representa a la diosa de la Salud, introduciéndole un antídoto a la serpiente que lleva en su mano, para luego emplearla como herramienta medicinal .
Es mencionado en los peanes que se le cantaban a Asclepios en las ciudades de Atenas y Eritras (4). Arifrón, un poeta de la ciudad de Sición, del siglo IV. a. C, escribió un famoso himno en honor de la diosa de la Salud, recogido en El banquete de los eruditos de Ateneo (17).Akeso o Aceso. Akeso o Aceso (la sanadora) es hija de Asclepios y Epione. Tenía el don de curar introduciendo sus manos en el cuerpo del paciente. Bajo su égida se encuentran las prácticas quirúrgicas. Inspira a los médicos temerarios que se atrevían a realizar cirugías más allá de suturar las heridas externas. Se encarga además de supervisar la cicatrización de las heridas.
No haré uso de bisturí ni aun con los que sufren del mal de piedra; dejaré esta práctica a quienes la realizan es prometido en el Juramento Hipocrático (6). Por eso es posible que no sea invocada en este conocido Juramento, ya que, con esta premisa, queda claro que se prohibían las prácticas quirúrgicas profundas. Tal vez, Hipócrates y sus discípulos hayan observado muchas complicaciones y estragos que padecían aquellos pacientes que fueron intervenidos por litiasis renal por médicos atrevidos no hipocráticos o hipocráticos desacatados. También puede ser debido a que ya existiese una distinción clara entre médicos de accionar clínico versus quirúrgico, o porque el trabajo de cirugía se consideraba socialmente inferior. Hay que recordar que los griegos no disponían de técnicas de asepsia-antisepsia, no poseían ningún tipo de medicación antimicrobiana; y no tenían conocimientos anatómicos (ya que era prohibitiva por la religión oficial la profanación de cadáveres). La escuela de medicina de Cos ocurre en el siglo V a. C, pero debemos esperar a Galeno (II siglos d. C) para iniciarse los primeros conocimientos anatómicos, al permitirse diseccionar cadáveres, ya que la religión pagana ya está en decadencia.
Aceso representa el proceso de curación, es decir, el uso de la técnica o proceso terapéutico, más que la curación misma. No se encuentran narraciones sobre ella. Sólo es invocada en el peán del santuario de Asclepios en Atenas (4).
Iasó o Yaso. Iasó o Yaso (la curación) representa la hija de Asclepios que se encarga de curar sin introducir las manos en el cuerpo del paciente. Bajo su potestad estaría la inspiración de los procedimientos médicos clínicos. Se aparecía en los sueños de los suplicantes (enfermos que buscan ayuda) de los santuarios de Asclepios, acompañando a su padre y su hermana Higia o Panacea.
Se le identifica con la diosa romana Meditrina. De ahí proviene el término medicina. Tenía una estatua en Oropos, entre Ática y Beocia, donde compartía el templo de Asclepios con sus hermanas Higia y Panacea (5.h). Es mencionada en los peanes de los santuarios de Eritrias y Atenas (4).
En la obra teatral Pluto de Aristofanes, Carion y su esclavo Cremilo, salen del Templo de Delfo, a perseguir a un ciego, atendiendo a las órdenes del oráculo de Apolo de que al salir, siguiera al hombre que iba delante de ellos. Este ciego resulta ser el dios Pluto (dios que otorga la abundancia), que termina concediéndosela a Carion, tras este convencerlo de dejarse curar de su ceguera, por Asclepios y sus hijas Yaso y Panacea. Carion nombra a ambas diosas y refiere un eisodio jocoso, donde a estas diosas les toca oler los gases (flatos) que él expulsa en el templo; y la diosa Yaso se ruboriza por esto. Se dan detalles de la ceremonia y rituales de la curación de Pluto en el santuario de Delfos (18).
Egleé o Egle. Egleé o Egle (la brillante) era hija de Asclepios y Epione, según la Suda (19). Su nombre puede hacer referencia a la buena salud, cuando se mantiene el orden de los elementos que conforman nuestro cuerpo, se mantiene el equilibrio de los humores. Pero también hace referencia a la validación o prestigio social del médico. Es la fuerza inspiradora social que le abre las puertas a sus hijos médicos, por su profesión o prestigio profesional adquirido, más que por la clase social a la que pertenezca u otras consideraciones socioculturales. También nos brinda la aceptación social que los médicos reciban honorarios profesionales.
En el peán de Isilo del santuario de Epidauro a Asclepios, le da el sobrenombre de Egleé a Corónides, madre de Asclepios. Es solamente mencionada, como hija de Asclepios, en el peán dedicado a su padre y sus hijas del templo de Atenas (4). No se han encontrado narraciones de mitos que incluyan a esta deidad, ni tampoco es mencionada en el Juramento Hipocrático. Sólo en el santuario de Atenas se hicieran mención de Egleé y su hermana Aceso, en los himnos liricos corales, pero Pausanias no refiere la existencia de ninguna escultura de ella en el santuario de Atenas.
Panacea (la que todo lo cura) es la hija menor de Asclepios y Epione, y se encarga de ayudar a su padre y hermanas en el proceso de curación de los enfermos en los santuarios donde acudían (19). El término panacea se utiliza hoy día para denotar algún tratamiento que fraudulentamente se promocione como remedio para todo tipo de enfermedades.Pausanias nos indica que en la ciudad de Oropo existió un santuario erigido por Anfiarao de Tebas dedicado a varios dioses: Heracles, Zeus, Hestia, Hermes, Atenea Peonía (peonía significa que cura), Apolo, Asclepios y sus hijas Yaso, Panacea, Higia y esto nos habla de la importancia que se le dada en esta ciudad cercana a Atenas a la familia sagrada de la medicina (5.h).
Es mencionada en la poesía lirica coral, en los peanes de los santuarios de Atenas y Eritrias (4). En la obra de Aristofanes Pluto, Panacea se aparta tapándose las narices, cuando Carión descarga sus gases en presencia de Asclepios en su santuario de Delfos (18).
REFLEXIONES FINALES
La sagrada familia médica de la mitología grecolatina nos muestra el carácter versátil de acción de los médicos y los otros profesionales del área de la salud. Ya entonces se vislumbran los diferentes campos de atención preventiva (Higia), diagnóstico y terapéutica médica de carácter clínico (Asclepios, Macaón, Yaso y Panacea) y quirúrgico (Podalirio, Apolo, Quirón y Akeso) y áreas de cuidad humano y asesoramiento diagnóstico y terapéutico (Higia y Epione). El diagnóstico y la terapéutica sigue siendo hoy día potestad y responsabilidad principal de los médicos; compartiendo responsabilidad profesional con otros profesionales de la salud (técnicos universitarios en fisioterapia, citotecnología, imagenología, cardiovascular, bioanalistas, enfermería y farmacia, etc.), que le brindan apoyo en los niveles de promoción y prevención de la salud, cuidado humano y asesoría en diagnóstico y tratamiento de los enfermos o de la población en general.
Lo mitológico guarda una esencia de lo filosófico y lo filosófico de lo mitológico. Toda esta familia sagrada mitológica cuya preocupación se centra en el proceso salud enfermedad, constituye no sólo una anticipación arquetípica de la medicina occidental actual, sino también son representaciones sociales de las amplias posibilidades de interacción médico paciente según el tipo de práctica médica requerida: técnicas (asistencial clínica, quirúrgica o cuidado humano) o humanas o sociocultural (prevención, promoción de la salud, apoyo psicoterapéutico especifíco o no específico, y educación de la salud, etc.).
La metáfora de la Familia teológica de la Salud nos muestra simbólicamente, la importancia del trabajo en equipo, y la importancia de cada uno de los integrantes del equipo multidisciplinario de salud. Recordar que Asclepios no actúa sólo, siempre es acompañado por sus hijas Yaso, Panacea y Higia, cuando acude a los templos de los santuarios en su nombre, durante el proceso de incubación (curación) de los pacientes que asisten a ellos (suplicantes)
Lo mitológico representa una sabiduría milenaria presente en todos los pueblos del mundo y que constituye una anticipación de la cultura que se desarrollar posteriormente en los siguientes siglos, es decir, más allá de los creadores de los mitos primigenios. La mitología griega marca no sólo muchas de las concepciones y prácticas de los médicos hipocráticos, sino también del quehacer médico actual occidental hasta nuestros días, signando la filosofía que sustenta nuestra práctica profesional, lo simbolismo que perduran en nuestro atuendo e iconos, y las consideraciones éticas médicas que regulan la relación médico paciente que prevalece actualmente. Por lo que es ineludible identificar la relación perdurable del imaginario mitológico de la Antigua Grecia en la práctica médica contemporánea.
REFERENCIAS
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