SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 número1Globalización y envejecimiento índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Venezolana de Endocrinología y Metabolismo

versión impresa ISSN 1690-3110

Rev. Venez. Endocrinol. Metab. v.7 n.1 Mérida feb. 2009

 

Editorial

Retos para el endocrinólogo en el siglo XXI

Claudio Urosa

Presidente Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo

El XVII Congreso Panamericano de Endocrinología y XI Congreso Venezolano de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo va a tener lugar en la ciudad de Porlamar, Estado Nueva Esparta del 22 al 25 de abril del presente año, al cual asistirán endocrinólogos y profesionales afines de todo el continente americano así como invitados internacionales de otras latitudes.

Se ha elaborado un extenso programa científico que abarca áreas de nuestra especialidad procurando una actualización en el conocimiento del “estado del arte” así como en los avances de ciencias básicas que tienen una influencia en la práctica endocrinológica diaria. No hay duda de que el siglo XXI, del cual hemos recorrido casi una década, plantea una serie de retos y exigencias a la comunidad endocrinológica y al endocrinólogo en particular, para las cuales hemos de prepararnos y mantenernos al día, así como para formar a las generaciones venideras. La pandemia de obesidad, síndrome metabólico y diabetes mellitus, (con todas sus complicaciones) que azota a un número enorme de personas en el mundo, nos impulsa a que no sólo los endocrinólogos sean formados sólidamente en este campo, sino que los médicos internistas, pediatras, médicos de familia y médicos generales, se entrenen para poder atender a la población. No sólo debemos de ser simples receptores pasivos del conocimiento, sino que también debemos participar activamente en la investigación clínica y básica.

La población de pacientes con alteraciones tiroideas es cada vez mayor, aunque se hacen esfuerzos para prevenir y controlar el bocio endémico. Si sumamos las personas afectadas con los diversos trastornos tiroideos tendremos un número que supera al de personas con diabetes mellitus.

En un mundo con una población de adultos mayores en ascenso y por lo tanto con enfermedad metabólica ósea (osteopenia, osteoporosis, déficit de vitamina D), así como un aumento en la incidencia de hiperparatiroidismo primario asintomático, es necesario que tanto el endocrinólogo general como el internista se preparen adecuadamente para la prevención, pesquisa, diagnóstico y tratamiento de estas condiciones. Sabemos que aproximadamente el diez por ciento de las neoplasias intracraneales diagnosticadas durante la vida son adenomas hipofisiarios de cuya patogénesis tenemos cada vez un mayor conocimiento gracias a los progresos en biología molecular, inmuno-histoquímica, citogenética y farmacología. Las opciones terapéuticas con nuevas técnicas quirúrgicas, el uso de drogas como los análogos de la somatostatina y las drogas dopaminérgicas, antagonistas del receptor de la hormona del crecimiento y el uso de la radioterapia o la cirugía estereotáxica con el uso del bisturí gamma), han permitido mejores posibilidades de curación o de remisión y control de enfermedades como la acromegalia y los tumores productores de prolactina.

Junto con el reto anterior, está la necesidad de formar un mayor número de endocrinólogos para atender las necesidades del país; de allí la importancia de promover la endocrinología entre los médicos jóvenes como una especialidad que ofrece enormes posibilidades y amplios horizontes para el desarrollo profesional. También es necesario incorporar a profesionales de ciencias de la salud a este apasionante mundo de la endocrinología: biólogos, farmacéuticos, nutricionistas, bioanalistas, enfermeras, quienes en el campo de la investigación básica y clínica, de la educación y de la atención médica contribuyan a impulsar la especialidad en nuestro país. De allí la necesidad de aumentar el número de postgrados y de residentes en formación. También es un cometido para los próximos años el aporte de nuestra Sociedad en la formación integral desde el pregrado así como en los cursos de postgrado de Medicina Interna, Pediatría, Ginecología, influyendo en nuestras Facultades de Medicina para que se dé una educación sólida, integral y actualizada de áreas como la biología molecular, fisiología, farmacología, métodos de diagnóstico por imágenes y el desarrollo de habilidades para la educación de la comunidad.

Hoy en día se espera de una organización como la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo una amplia y profunda proyección a la comunidad a través de cursos, medios de comunicación, educando en temas de interés como la obesidad, la diabetes mellitus el uso y abuso de tratamientos no ortodoxos, abuso de esteroides, etc.

Finalmente, pero no por ello menos importante, se plantea la urgente necesidad de una formación muy sólida en el campo de la bioética, imprescindible para todos los profesionales de la salud y particularmente los endocrinólogos; aunque éste es un aspecto descuidado durante mucho tiempo, tal vez es el más importante pues se dirige a la correcta actuación de acuerdo a unos valores objetivos. Temas como el uso de células madres, la endocrinología reproductiva, crecimiento y desarrollo, la identificación sexual, la investigación básica y clínica, la relación médico-paciente, los derechos del paciente, entre otros, afectan puntos medulares de la persona y de la vida humana. Es necesario que ahondemos con urgencia en la bioética, sus fundamentos filosóficos, con la misma intensidad con la que estudiamos la biología molecular, la epidemiología clínica, la genética o la farmacología. Esta aproximación a la ética debe girar en torno a la noción de persona humana, con todos sus valores, de nuestros pacientes, quienes han de ser considerados siempre como sujetos y no como objetos, con un profundo respeto a su dignidad de persona. De esta manera en una relación médico-paciente adecuada, vemos al paciente con Acromegalia o con cáncer de tiroides, no como “casos” o “enfermedades”, sino como personas con una enfermedad, esto favorecerá una actuación médica exitosa.

Si sabemos enfrentar los retos anteriormente mencionados, estoy seguro que nuestra Sociedad y la actuación personal de cada uno de sus miembros responderán a las expectativas del siglo XXI.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons