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Comunidad y Salud

versión impresa ISSN 1690-3293

Comunidad y Salud vol.12 no.2 supl.Supl Maracay dic. 2014

 

Participación Social y Ecosalud.

Social Participation in Ecohealth.

El carácter integrador e integral del enfoque ecosalud ofrece las posibilidades reales de darle una mirada holística y sistémica a las situaciones sociales, que transcienden el sector salud, para ser aplicados en forma conjunta y coordinada en otros sectores como vivienda, educación, infraestructura, entre otros. Pero las acciones intersectoriales por si mismas no bastan, es necesario asegurar la sostenibilidad de las mismas, lo cual no depende solo del análisis de las situaciones, sino también de las metodologías y estrategias con las que seran enfrentadas, evitadas y/o prevenidas.

Parte de esas estrategias y metodologías descansan en uno de los principios del enfoque ecosalud. Los principios del enfoque como la participación social, la transdisciplinariedad, el abordaje sistémico, la equidad social y de género, la investigación para la acción, y la sostenibilidad son las piezas de un rompecabezas que perfectamente ensambladas le dan a los actores el andamiaje, que usado adecuadamente, contribuyen al bienestar y a unas mejores condiciones y calidad de vida en las comunidades. Aquí nos referiremos específicamente a la participación social, haciendo una abstracción de ella para comprenderla, por cuanto es difícil y también inadecuado, referirse solo a la participación social, sin vincularla con el resto de los principios, dado el carácter holístico e integrador del enfoque, ya mencionado al comienzo.

Para comprender la participación como proceso, hay que analizarla en sus múltiples dimensiones, esto es, social, política, cultural…, y esas dimensiones, a su vez, mirarlas en el marco de una democracia, cuya doctrina permite a las personas elegir quienes serán sus gobernantes, nacionales y locales, lo que les confiere su carácter de ciudadanos bajo el cumplimiento de deberes y exigencia de derechos. En las comunidades, esta expresión de ciudadanía es posible ejercerla a través de una de las formas de actuación, como es la organización social.

En tanto formas organizativas, con valores y estrategias diferenciadas de acuerdo a las expresiones culturales, la participación se convierte en una construcción social e individual, en una estrategia para que las personas y los grupos materialicen sus demandas, intereses, expectativas y necesidades. Desde el punto de vista social, la participación se materializa en el ejercicio de ciudadanía en democracia; desde el punto de vista individual depende de los factores psicosociales en la formación de valores éticos, morales y políticos, así como sobre la percepción de las personas sobre la eficacia política de sus gobernantes.

No obstante, al referirnos a la participación social, no hacemos referencia sólo a las comunidades, o la organización comunitaria. Una de las antiguas controversias y discusiones en el ámbito de las ciencias sociales ha sido el carácter polisémico del término. Todos reconocemos la importancia de la participación para el desarrollo de los procesos sociales, pero no queda claro, ni explícito si nos estamos refiriendo al mismo significado. Para el enfoque ecosalud, existen unos elementos claves que deben considerarse en la concepción de participación: es un proceso, es inclusivo, involucra a varios tipos de actores, con intereses, expectativas y recursos y fortalece capacidades.

De allí que en un proceso de participación social, bajo el enfoque ecosalud, participan las comunidades, pero también los gobernantes como funcionarios públicos, tomadores de decisiones u operativos, participan los representantes de las empresas privadas, participan los investigadores. Participan todos aquellos que estén involucrados e interesados en las situaciones abordadas. Pero participar desde su experiencia y conocimientos tanto teóricos como prácticos, transdisciplinariamente; las situaciones no se ven desde la perspectiva de un actor, si no desde la construcción colectiva que todos hacen de ella, aprenden colaborativamente para hacerla visible, comprensible y abordable para garantizar el cumplimiento de deberes y derechos. Por supuesto, que como proceso no es fácil, porque implica la presencia de diversos intereses, que pueden generar conflictos, dificultades o resultados no esperados para algunos; pero también es cierto que propicia la integración, la cooperación y el consenso, si se tiene la voluntad. Se trata de una relación ganar-ganar para todos.

En este sentido, las metodologías y estrategias que se empleen para incentivar la participación de los actores, son importantes en todo proceso de investigación-intervención, ya que su adaptabilidad a los contextos culturales, sociales, geográficos, antropológicos y políticos que envuelven a los problemas sociales, permite alcanzar acercamientos y resultados contundentes y sostenibles.

La experiencia presentada aquí, en torno al trabajo con jóvenes, con promotores comunitarios, y otras formas de organización social, de forma integrada, con criterios de igualdad social y de género, bajo el enfoque ecosalud, muestran la importancia y ventaja de promover el concurso y la participación de todos los actores, para emprender acciones que no sólo garanticen la salud de las comunidades, sino también calidad de vida y desarrollo local, como un reto en el presente y el futuro.

Olga Avila Fuenmayor1

1 Laboratorio de Ciencias Sociales (LACSO). Universidad Central de Venezuela. Caracas. Correspondencia: olgavila@gmail.com