1. Introducción
La conceptualización de los procesos migratorios, según la Organización Internacional sobre Migración (OIM, 2022), engloba las acciones emprendidas por individuos al desplazarse fuera de su residencia habitual, ya sea dentro de un país o cruzando fronteras internacionales, de manera temporal o permanente, y por diversas motivaciones. Este término se asocia con categorías jurídicas y sociales, tales como trabajadores migrantes, migrantes víctimas de tráfico humano, y estudiantes internacionales. Los procesos migratorios, en consecuencia, carecen de homogeneidad, siendo influenciados en ocasiones por factores económicos, geográficos y demográficos, lo que trae como resultado la formación de corredores migratorios hacia naciones con economías sólidas, de acuerdo con las aspiraciones de los migrantes.
La OIM (2022) informa que en 2020 se estimaba la existencia de 281,7 millones de migrantes internacionales, lo cual representa el 3,6 % de la población mundial. Estos datos, contrastados con los 272 millones de migrantes en 2019 (equivalentes al 3,5 % de la población mundial), sugieren que, a pesar de la influencia de los procesos migratorios en la estructura jurídica y social de los países receptores, la gran mayoría de la población (96,4 %) opta por no migrar. Cabe destacar que estas cifras están condicionadas por los impactos del COVID-19, que provocaron restricciones en las fronteras internacionales.
Este artículo tiene como objetivo explorar la migración desde una perspectiva amplia y comprehensiva, alejándose de la atención tradicional que se centra en cuestiones de seguridad y control fronterizo, aspectos omnipresentes en las discusiones políticas y mediáticas sobre migración. De hecho, el presente trabajo busca analizar las estrategias inclusivas empleadas por las Educadoras de Párvulos en jardines infantiles para atender a niñas y niños migrantes haitianos de segunda generación.
En el contexto de Chile, se observa un aumento en el número de niños nacidos de padres extranjeros en este país. Esta dinámica cobra relevancia al considerar la definición de la segunda generación de migrantes, según Cabrera (2020), la que comprende a aquellos individuos descendientes de migrantes o nacidos en la sociedad de destino de sus progenitores. Las niñas y niños nacidos en Chile de padres extranjeros forman parte de esta segunda generación. El Ministerio de Educación de Chile (Mineduc, 2018) aborda temas que responden a nuevos requerimientos para la formación y el desarrollo integral de la niñez, incluyendo la diversidad cultural asociada a la migración.
Persisten dudas sobre la condición de migrantes para las niñas y niños chilenos nacidos de padres migrantes, a pesar de la declaración de la Constitución Política de la República de Chile (1980) sobre la chilenidad de los nacidos en territorio chileno, siguiendo el principio del ius soli. Elementos identitarios, según Ibáñez (2020), pueden llevar a considerar a los niños como "migrantes por su sangre, costumbres, forma de hablar e incluso color de piel" (p. 148), manteniendo una conexión cultural con la herencia de sus padres.
Debido al creciente fenómeno migratorio, se vuelve imperativo abordar la cuestión de la inclusión, dada la nueva diversidad cultural y social en el ámbito nacional. A pesar de la limitada investigación centrada en la inclusión social de migrantes de "segunda generación" en el ámbito educativo, se destaca el trabajo de Estalayo et al. (2021), quienes identifican obstáculos para la implementación plena de políticas públicas destinadas a fomentar la inclusión social de niñas, niños y jóvenes migrantes en diversas partes del mundo.
Pávez-Soto et al. (2021) mencionan tensiones y barreras que dificultan la integración de migrantes en el sistema educativo chileno, las cuales generan prácticas discriminatorias y situaciones de violencia en las comunidades donde residen. En relación con la percepción de los equipos educativos sobre la diversidad cultural de niñas y niños, Valdés y Veloso (2019) señalan sesgos que generan discriminación no intencionada, afectando el proceso educativo.
La migración de segunda generación representa un fenómeno complejo, ubicando a estos migrantes en un espacio intermedio entre la herencia de la condición migratoria de sus padres y una plena socialización en Chile. Esta situación genera, por un lado, un interés particular en comprender cómo estas niñas y niños migrantes interactúan en relación con las prácticas, trayectorias y roles de sus progenitores, y, por otro lado, un interés en cómo se adaptan a las normas y costumbres de la sociedad receptora. Este enfoque es esencial para discernir si los posibles obstáculos en la movilidad social de esta niñez se deben principalmente a la discriminación racial sistemática o a factores transversales que afectan a todos los migrantes.
En cuanto a la definición de migraciones, el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE, 2019) las describe como cambios de residencia que cruzan fronteras geográficas; por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2019) las define como los movimientos de personas fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de fronteras internacionales.
El aumento de la migración en América Latina ha llevado a Chile a convertirse en un destino importante para migrantes de diversos países, tales como Haití, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, y República Dominicana, quienes buscan una mejor calidad de vida debido a la estabilidad política, social y económica que ofrece Chile (Rivera, 2020). Este flujo migratorio incluye la migración infantil, donde las niñas y niños son migrantes involuntarios debido a las decisiones tomadas por los adultos a su cargo. Esto ha dado lugar a una nueva generación de migrantes: los migrantes de segunda generación. Aravena y Barrios (2021) destacan el aumento de la natalidad de madres extranjeras en Chile en los últimos años, lo cual ha contribuido al crecimiento demográfico, reflejando una nueva realidad cultural.
Cabrera (2020) amplía la definición de migrantes de segunda generación a los descendientes de inmigrantes nacidos en el lugar de destino o que llegan allí durante su infancia. Aunque no son formalmente inmigrantes por haber nacido en el lugar de destino de sus padres, aún comparten aspectos culturales con su herencia migratoria. Cabe destacar que la legislación chilena establece que los niños nacidos en el país son considerados chilenos, independientemente de la condición migratoria de sus padres, excepto en el caso de extranjeros sin residencia en el país.
Aproximarse el tema migratorio en el ámbito educativo implica adoptar una visión intercultural que reconozca y aborde los imaginarios culturales de los migrantes de primera y segunda generación. Las estrategias educativas deben considerar las complejas interacciones culturales que influyen en el proceso migratorio, con el fin de hacerse cargo de las discontinuidades culturales que afectan a la población inmigrante, incluyendo cuestiones como el racismo, la precariedad habitacional, la explotación laboral y la exclusión social (Baleriola et al., 2022).
Desde la perspectiva de las familias migrantes, una preocupación importante es la posible pérdida de la identidad cultural de sus hijos, quienes tienden a adaptarse rápidamente a los modelos culturales de acogida (Valdés y Veloso, 2019). Para enfrentar esta preocupación, las instituciones educativas deben considerar las particularidades de cada familia y sus necesidades dentro del contexto migratorio, con el objetivo de proporcionar un apoyo constructivo que facilite su integración.
La legislación nacional e internacional protege los derechos de la niñez migrante y de aquellos que son hijos de padres migrantes, garantizando su acceso a una educación de calidad. La inclusión de estudiantes migrantes en el sistema educativo chileno ha encontrado diversos obstáculos, como la falta de comprensión institucional, problemas legales y barreras lingüísticas, entre otros. Es fundamental garantizar el pleno acceso a la educación de esa niñez migrante, reconociendo su condición de sujetos de derecho. La Ley de Inclusión Escolar (2015) busca eliminar la discriminación en los centros educativos, fomentando la inclusión de estudiantes de diversas condiciones socioeconómicas, culturales, étnicas, de género, de nacionalidad o de religión. La educación inclusiva se basa en normas que respaldan los derechos humanos, promoviendo actitudes y políticas que fomentan la igualdad y la participación de todos las niñas y niños (Mineduc, 2018).
En el ámbito de la Educación Parvularia, la llegada de personas extranjeras a Chile ha generado una nueva realidad en el sistema educativo. Las instituciones responsables de la Educación Parvularia deben adaptarse a esta diversidad cultural, asegurando un trato igualitario y respetuoso para todos las niñas y niños en el entorno educativo. En el año 2017, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) estableció un convenio con el Ministerio del Interior para facilitar el acceso de hijos de familias inmigrantes y refugiados a programas de Educación Parvularia. A través de esquemas como el llamado Vía Transferencia de Fondos (VTF), las instituciones promueven la inclusión de niños migrantes de segunda generación, enriqueciendo la diversidad cultural en las aulas.
En el año 2018, el Ministerio de Educación actualizó las Bases Curriculares de Educación Parvularia, incluyendo orientaciones valóricas que enfatizan el respeto por la diversidad cultural y los derechos de los niños. En este proceso, las Educadoras de Párvulos desempeñan un papel fundamental, garantizando que todos las niñas y niños, independientemente de su origen o particularidades individuales, tengan acceso a una educación de calidad. En el aula se requiere la implementación de estrategias educativas inclusivas para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje y garantizar la participación de todos las niñas y niños. Estas estrategias deben adaptarse a diferentes estilos de aprendizaje y contextos educativos, respondiendo a la diversidad presente en las aulas y promoviendo la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes.
Por consiguiente, la inclusión de niñas y niños migrantes de segunda generación en el sistema educativo chileno es un desafío que requiere el compromiso de las instituciones educativas, los profesionales de la educación y la sociedad en su conjunto. Solo mediante políticas y prácticas educativas inclusivas se podrá garantizar el pleno ejercicio de los derechos de la niñez, independientemente de su origen o condición migratoria.
2. Método
Siguiendo las pautas sugeridas por Piza et al. (2019), esta investigación adoptó un enfoque cualitativo de tipo descriptivo para recopilar datos de los participantes y para comprender el significado que construyen a partir de sus propias experiencias. Este enfoque requiere que el investigador cualitativo posea características que le permitan reflexionar de manera crítica, ser flexible y estar abierto a la crítica constructiva. Además, debe demostrar sensibilidad hacia las palabras y acciones de los participantes, así como también tener un férreo compromiso con el proceso de investigación.
Desde una perspectiva paradigmática, se adoptó un enfoque interpretativo respaldado por el método fenomenológico. Según Finol y Vera (2020), el método no solo implica la realización de pasos específicos en la investigación, sino también una estructura sistemática propia que debe estar en sintonía con la perspectiva paradigmática. El método fenomenológico, que se centra en las experiencias vividas por un individuo en relación con un fenómeno, como describe Castillo (2020), se basa en el estudio de las experiencias cotidianas desde la perspectiva del sujeto, con el objetivo de comprender la esencia y autenticidad del fenómeno.
Una característica fundamental de la fenomenología es la capacidad de obtener información sobre las vivencias a través de relatos y experiencias personales, como menciona Castillo (2021). Se centra en el cómo una persona vive una experiencia en lugar de limitarse a conocer sus creencias sobre ella.
En el contexto de esta investigación, el método fenomenológico se consideró adecuado para comprender las estrategias educativas implementadas por las educadoras de párvulos en respuesta al fenómeno migratorio de niñas y niños haitianos de segunda generación, y para entender el enfoque que ellas le dan a la inclusión en el ámbito educativo. Este método permitió explorar el significado de las experiencias vividas por las profesionales de Educación Parvularia y sus interpretaciones sobre el papel de la inclusión en la educación.
El diseño fenomenológico constó de tres etapas, a saber: la delimitación del fenómeno de interés, la recolección de datos e interpretación, y el análisis de la información por categorías. Estas fases se llevaron a cabo con el objetivo de comprender las experiencias individuales de los participantes y para identificar elementos comunes en sus relatos, siguiendo un enfoque sistemático respaldado por la metodología fenomenológica.
2.1. Escenario e informantes clave
Se trabajó con cuatro jardines infantiles pertenecientes a la Fundación Integra y a JUNJI, ubicados en la ciudad de Osorno. Estos establecimientos tienen una matrícula notoria de niñas y niños migrantes haitianos, y de chilenos con padres haitianos. A su vez, en pos de obtener mejores resultados, se aplicó un instrumento al grupo de estudio perteneciente a las Educadoras de Párvulos, quienes son informantes clave en esta investigación. Se seleccionaron siete educadoras de párvulos que laboran en las Salas Cunas y Jardines Infantiles de esa ciudad.
2.2. Técnicas e instrumentos para recoger la información
En la recopilación de datos en esta investigación se emplearon técnicas e instrumentos específicos diseñados para obtener resultados significativos. La técnica seleccionada para este propósito fue la entrevista en profundidad. Esta entrevista consta de seis preguntas cuidadosamente elaboradas, con el objetivo de recopilar y analizar la información proporcionada por el sujeto de estudio. Es importante destacar que esta guía de entrevista fue sometida a un proceso de validación por parte de tres expertos en el campo de estudio, garantizando así su idoneidad y relevancia para la investigación.
2.3. Procedimientos para la interpretación de los hallazgos
A través de la configuración del método fenomenológico fue posible describir e interpretar el fenómeno de estudio desde la percepción de los sujetos, lo que supone que la experiencia consciente busca explorar la manera en que los sujetos viven sus experiencias, tanto en su aspecto físico como en términos de interacción social y emocionalidad.
Para su compresión se idearon tres etapas:
Fenomenológica previa: clarificación de los presupuestos con los cuales parte esta investigación. En la misma se presenta la primera reducción fenomenológica que implica la suspensión de juicios, “poner entre paréntesis” o hacer epojé de las teorías previas sobre el objeto de estudio.
Fenomenológica descriptiva: donde el proceso anterior (la clarificación de los presupuestos) permitió establecer las bases para el momento fenomenológico- psicológico que distingue a esta etapa. La información que se obtuvo es producto de la psique de los informantes, y es un reflejo de la realidad vivida por ellos con respecto a estrategias para lograr la inclusión de migrantes de segunda generación.
Fenomenológica estructural: consiste en el análisis de las descripciones protocolares o contenidos de conciencia de los informantes. El momento fenomenológico es la lógica del significado.
Los temas anteriores, a su vez, se agruparon por la similitud del contenido, y fue aquí donde emergieron las categorías fenomenológicas esenciales individualmente sintetizadas.
3. Resultados
A continuación, se exponen los resultados derivados del procesamiento, análisis e interpretación de los datos obtenidos desde la población en estudio, la que está compuesta por Educadoras de Párvulos que desempeñan sus funciones en Jardines Infantiles de la Fundación Integra y de JUNJI.
3.1. Proceso de categorización e interpretación de los hallazgos
Premisa 1: ¿Cuál es la prioridad otorgada a la inclusión educativa en el ámbito de la migración en las aulas?
Es relevante recordar que el jardín infantil es una entidad que, según Matamala y Oyarzo (2022), no debe establecer discriminaciones al recibir a las niñas y niños. Asimismo, la Universidad Internacional de la Rioja (2020) resalta el desafío de los docentes al crear ambientes de aprendizaje inclusivos donde todos los y las estudiantes, independientemente de su origen, sientan que se les respeta. En cuanto al énfasis en la inclusión educativa respecto de la migración, algunos de estos establecimientos subrayan la importancia de dicha inclusión al considerarla como un pilar fundamental dentro de su Proyecto Educativo Institucional (PEI), abordándola como un elemento esencial, tanto en el aula como en el contexto educativo en general.
La Educadora 6 resalta que, en la Fundación Integra, el enfoque está firmemente arraigado en el ámbito educativo, que es inherentemente inclusivo. Su enfoque en la inclusión no se limita únicamente a la recepción de niñas y niños con habilidades distintas, sino que también abarca la integración de diversas culturas, como es el caso de las familias haitianas. Para las educadoras de párvulos, esto implica la adaptación de estrategias educativas a estas nuevas diversidades dentro del aula, lo que enriquece el proceso de enseñanza y aprendizaje, tal como destaca la Educadora 4 en relación con los aspectos pedagógicos.
Premisa 2: ¿Qué medidas se implementan con las familias haitianas para promover la inclusión, teniendo en cuenta sus distintas prácticas culturales?
Cuando se trata de fortalecer la inclusión y considerar las diversas costumbres de las familias haitianas, es esencial que el equipo pedagógico brinde una recepción cálida a estas familias y fomente una comunicación efectiva y respetuosa. Este proceso incluye el conocimiento y respeto de los variados contextos familiares a través de entrevistas generales que se realizan sin importar su origen, cultura o nivel social, asegurándose de que todas las familias sean tratadas de manera equitativa.
La Educadora 8 subraya que las entrevistas personales involucran a la familia, haciéndola sentir parte integral del proceso y reconociendo su papel como el primer agente educativo en la vida de sus hijos e hijas. Esto implica que la educación no se basa exclusivamente en las creencias de los educadores, sino que también se tiene en cuenta lo que las familias esperan para el desarrollo de sus crías.
Premisa 3: ¿Existen barreras que impidan lograr una educación inclusiva para las niñas y niños provenientes de familias migrantes haitianas, y cuáles son estas barreras?
Si bien, de acuerdo con Valdés y Veloso (2019), el sistema educativo de Educación Parvularia, a través de las definiciones institucionales de JUNJI e Integra, no establece barreras de acceso para las niñas y niños en contextos migratorios, aún existen obstáculos que pueden dificultar una inclusión efectiva de los niños de familias migrantes haitianas. Principalmente, se menciona la barrera idiomática, la cual requiere estrategias para garantizar una comunicación efectiva con las familias, como buscar apoyo entre los apoderados que hablen mejor el idioma o utilizar páginas de traducción del español al creole.
En lo que respecta a los niños, en general no enfrentan dificultades significativas en cuanto al idioma, ya que suelen hablar español con fluidez. Sin embargo, se mencionan experiencias en las que algunos pequeños utilizan ambos idiomas: español y creole. Esto se ilustra en los testimonios de las educadoras participantes en la investigación. Por ejemplo, la Educadora 2 relata una actividad donde un niño utilizó el inglés para expresarse, demostrando comprensión de la experiencia educativa. La Educadora 8 menciona un caso donde un niño tiene dificultades en la adquisición del lenguaje debido a que en su hogar se habla creole, mientras que en el jardín infantil se utiliza el español. Este niño está siendo evaluado por un profesional que sugiere no comunicarse con él en el idioma de sus padres.
Premisa 4: ¿Qué iniciativas se implementan en los establecimientos para involucrar a las familias de migrantes haitianos?
El Mineduc (2018) destaca la importancia de la Educación Parvularia inclusiva como un proceso que debe desarrollarse en colaboración con las familias y toda la comunidad educativa. En esta línea, los jardines infantiles han emprendido acciones para fomentar la participación activa de las familias migrantes haitianas en el aprendizaje de sus hijos e hijas. Estas acciones incluyen la invitación a las familias a ser parte de las actividades en el aula, donde pueden presenciar las experiencias educativas de sus niñas y niños. Además, se proporciona material en su idioma para facilitar la comunicación eficaz sobre el progreso de sus retoños.
La Educadora 4 subraya que se invita a las familias a participar en diversas experiencias, no limitándose únicamente a la Semana de la Multiculturalidad, sino que también incorporándolas en actividades que les permitan acompañar a sus hijos en su proceso de aprendizaje. Por otro lado, la Educadora 8 destaca la importancia del buen trato y el reconocimiento hacia las familias como elementos relevantes para el éxito de estas iniciativas. No obstante, existe una discrepancia en las respuestas, ya que la Educadora 7 sostiene que las acciones son iguales para todas las familias, sin hacer distinciones.
Premisa 5: ¿Cuáles son las estrategias educativas que se aplican para promover la inclusión de los niños migrantes en el entorno de Educación Parvularia?
En lo que respecta a las estrategias educativas aplicadas en el aula para fomentar la inclusión de la niñez migrante, las educadoras hacen referencia a actividades relacionadas con la interculturalidad. Por ejemplo, la Educadora 2 menciona la celebración intercultural de países que se lleva a cabo en octubre, momento en que se destaca el país de Haití. Además, se reconoce la importancia de comprender tanto los estilos de crianza de las familias migrantes como su cultura para que ocurra de manera auténtica una integración al ambiente de aprendizaje.
La Educadora 8 enfatiza la necesidad de apropiarse de la cultura, ritmos y tradiciones de estas familias para incluirlos en el aula de manera genuina. En general, las educadoras entrevistadas mencionan estrategias centradas en la pertenencia cultural de las familias de las niñas y niños, incorporándolas en el diseño del entorno de aprendizaje y realizando saludos en creole (como decir ¡"bonjour!"), además de llevar a cabo bailes y otras acciones relacionadas con su cultura. Sin embargo, la Educadora 7 sostiene que no se aplican estrategias diferentes, ya que todas las familias son tratadas por igual en un programa de inclusión integral.
Premisa 6: ¿Existen experiencias diarias relacionadas con la cultura haitiana durante la jornada escolar?
Dentro de las actividades diarias, se pueden observar experiencias relacionadas con la cultura haitiana en algunos momentos. Por ejemplo, el saludo matutino incluye un saludo en creole, como señala la Educadora 7. Además, la Educadora 4 menciona la reproducción de música haitiana en el nivel de sala cuna, aunque reconoce que puede ser un desafío incorporar estas experiencias en ese nivel. Sin embargo, se destaca que estas prácticas suelen centrarse en los momentos de saludo, y no se implementan de manera extensiva en otras actividades diarias.
La Educadora 5 señala que, dado que los niños son nacidos en Chile, las experiencias relacionadas con la cultura haitiana se llevan a cabo con menos frecuencia, ya que se considera que todos los niños, independientemente del origen de sus padres, son chilenos y deben recibir una educación chilena.
4. Discusión
Los resultados revelan una serie de estrategias educativas implementadas en el entorno del aula para promover la inclusión de niñas y niños migrantes haitianos de segunda generación en los jardines infantiles chilenos. En consonancia con estudios previos (Matamala y Oyarzo, 2022; Universidad Internacional de la Rioja, 2020), se observa un enfoque institucional centrado en la creación de ambientes educativos inclusivos, donde se valora la diversidad cultural y se fomenta el respeto hacia todos los estudiantes.
Es notable que las estrategias implementadas se dividen en dos categorías principales: aquellas de períodos constantes, como el saludo en creole como parte de la bienvenida diaria; y las de períodos variables, como las actividades planificadas en fechas específicas relacionadas con la diversidad cultural. Estas últimas, que corresponden al "Encuentro de los Dos Mundos" y a la "Semana de la Multiculturalidad", son especialmente relevantes para promover la inclusión y validar la cultura de los niños haitianos en el entorno educativo.
La comunicación efectiva con las familias migrantes haitianas surge como un elemento relevante para facilitar la inclusión de las niñas y niños en el proceso educativo. Se destaca la importancia de valorar la doble pertenencia cultural de las niñas y niños, y la de promover la participación activa de las familias en el aprendizaje de sus hijos e hijas. Este enfoque, respaldado por el Ministerio de Educación (Mineduc, 2018), busca crear una continuidad entre el entorno familiar y el escolar, facilitando la adaptación de los niños a su nuevo contexto educativo.
A pesar de los esfuerzos por promover la igualdad y la inclusión en el aula, se reconoce la existencia de diversidades dentro de las aulas de jardines infantiles, lo que resalta la importancia de acoger y respetar las distintas necesidades y particularidades culturales de los estudiantes y sus familias. Este reconocimiento es fundamental para garantizar que todos las niñas y los niños tengan igualdad de oportunidades en su proceso educativo.
Cabe resaltar que las estrategias implementadas por las Educadoras de Párvulos en colaboración con las familias de niños migrantes haitianos de segunda generación contribuyen significativamente a la promoción de una educación inclusiva en el contexto chileno. Estas estrategias, clasificadas en tres categorías según su naturaleza y propósito, reflejan un compromiso compartido por parte de las instituciones educativas y las comunidades escolares para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto a la diversidad cultural en el sistema educativo.
5. Conclusiones
Los resultados de este estudio relevan que el compromiso de los profesionales de la educación para erradicar la discriminación y la exclusión social comienza con su percepción sobre la inclusión. Es esencial reconocer la doble pertenencia cultural como un enriquecimiento en la diversidad cultural del aula. A pesar de que la noción de inclusión ha disminuido las barreras, aún persisten factores como la comunicación, la identidad cultural y los prejuicios que obstaculizan la plena inclusión de las niñas y niños con herencia cultural de sus padres, incluso si han nacido en Chile.
Por consiguiente, se hace necesario implementar estrategias educativas que faciliten la inclusión de las niñas y niños migrantes de segunda generación. Esto va más allá de la simple integración, ya que cada niña y niño es un individuo único con características individuales. Es importante tener en cuenta constantemente el entorno familiar en el que están inmersos, reconociendo que estas niñas y niños comparten tanto la cultura chilena absorbida en el jardín infantil como la cultura de origen de sus familias en sus hogares.
En relación con las estrategias educativas, se observó que, aunque no se realizaban experiencias educativas enfocadas en la diversidad cultural en la rutina diaria, las educadoras de párvulos implementaban regularmente estrategias simples de acogida, saludo y ambientación, con la intención de validar las diferentes culturas en el aula. Además, se subrayó la importancia de involucrar a las familias, las que desempeñan un papel central en el proceso de aprendizaje de las niñas y niños.
Este estudio ha arrojado nueva luz sobre una realidad emergente en las aulas de Educación Parvularia, revelando una diversidad cultural más amplia que trasciende las etnias presentes en Chile. En la actualidad, la migración haitiana en Chile se ha convertido en un tema de gran importancia, presentando desafíos tanto para la sociedad como para el Estado. La literatura sugiere que los migrantes haitianos a menudo enfrentan barreras para acceder a servicios médicos adecuados. Si bien la migración haitiana no es un fenómeno nuevo, en las últimas décadas, los destinos preferidos por los haitianos han variado, en respuesta a las políticas antimigratorias presentes en la República Dominicana, Estados Unidos, y Francia.
En Chile, la migración haitiana ha aumentado debido a las políticas de integración de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Como resultado, es posible observar dificultades para acceder a viviendas adecuadas. Debido a los problemas derivados de una verdadera inclusión, Chile ha promulgado leyes y decretos relacionados con la migración, buscando una gestión ordenada y segura a partir del Decreto 776, basado en el "interés nacional" de tener una migración regular y segura.
Finalmente, abordar la migración haitiana en Chile es importante para garantizar los derechos y la dignidad de los migrantes, así como para fomentar una sociedad inclusiva y justa. La solución a estos desafíos llevará tiempo, pero es esencial trabajar en conjunto para lograr un enfoque humano y equitativo.