INTRODUCCIÓN
Sin lugar a duda, la universidad ha sido, es y será una institución de promoción de cambios sociales. A raíz de la COVID-19 se tuvo que trasladar el trabajo educativo a la modalidad remota, porque la universidad nunca detuvo sus actividades; por el contrario, fue capaz de adecuar sus procesos a esta nueva realidad. Ahora que se ha vuelto a la presencialidad se requiere de un redireccionamiento en los roles sociales, entre estos, el de la universidad como institución transformadora del contexto sociocultural en el que desarrolla sus actividades. (Naciri et al. 2021).
En el escenario universitario, existen una serie de necesidades que requieren ser satisfechas, sobre todo, aquellas que tienen que ver con los desafíos que impone la sociedad global del siglo XXI (Lugo-Muñoz y Lucio-Villegas, 2022). La perspectiva de la universidad no debe orientarse en monopolizar esta situación, y abordarla desde un punto de vista tecnocrático, económico y político, ya que la universidad debe dar respuestas claras a las expectativas de la sociedad mediante mecanismos que la transformen en favor de los individuos que la habitan.
Por otro lado, Vallaeys (2014) afirma que la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) ha permitido el desarrollo de una crítica integral frente al reduccionismo del concepto de la extensión universitaria en el ámbito de Latinoamérica; no obstante, se debe considerar que la responsabilidad social va más allá del compromiso solidario con las poblaciones vulnerables o el compromiso de velar por su problemática interna, sea esta administrativa o académica. En esta crítica se tiene en cuenta que la gestión universitaria responsable debe ubicar la problemática social en el centro del quehacer universitario y resolverlo a través de proyectos sociales utilizando metodologías como el aprendizaje servicio, en la enseñanza basada en proyectos; solo así la extensión universitaria dejará de ser lo último que se piense en la universidad (Narayanan et al., 2023).
En los últimos tiempos, el Aprendizaje Servicio (ApS) ha ido generando mucho interés en el ámbito universitario y en los otros niveles del sistema educativo, por cuanto se propone una formación en valores y ciudadanía en una propuesta que integra la educación formal y el compromiso social. Esta metodología logra la integración del aprendizaje de las aulas con el servicio comunitario, convirtiendo a los alumnos en protagonistas activos de sus propios aprendizajes, pero también de su compromiso con la sociedad en la que se desenvuelven.
Se entiende que, en el nivel de educación superior, los estudiantes van forjando una carrera profesional, pero también van consolidando sus valores de ciudadanía, por lo que la tarea de la universidad no debe entenderse como una mera formación técnica, sino que se orienta también a convertirlos en personas con valores, con cultura y con capacidad crítica (Moreno-Doña y Rivera-García, 2021). El mercado laboral de estos tiempos valora mucho aquellos profesionales que han desarrollado sus competencias dentro del área profesional que se formaron en la universidad; sin embargo, también exige el desarrollo transversal de habilidades blandas con las que pueden adaptarse con facilidad a los grandes cambios de esta sociedad del conocimiento, de la información y de la digitalización (Flores-Fernández et al., 2022).
Vista de esta manera, la universidad se presenta como una institución para la formación de los profesionales del futuro, preparados y comprometidos con la sociedad en la que viven, con un alto espíritu de investigación y de transformación social, pero sobre todo como personas con un marco axiológico que le permita convertirse en ciudadanos del mundo (Mayor-Paredes y Guillen-Gómez, 2021). En este contexto, las universidades consideran ahora la responsabilidad social como una de las funciones fundamentales de la educación superior generadora del cambio social. La universidad elegida para el estudio considera como eje curricular la Responsabilidad Social Universitaria; sin embargo, aún no se logra consolidar por el deficiente manejo metodológico, por lo que se planteó un modelo basado en el ApS que viabilice los procedimientos pedagógicos con el propósito de promover la RSU en este nivel del sistema educativo.
En este sentido, se planteó el problema de investigación siguiente: ¿Cuál es el impacto de la aplicación de un modelo basado en la metodología del aprendizaje servicio para promover la responsabilidad social en estudiantes de una universidad privada de Trujillo, 2023?
Se planteó como objetivo determinar el impacto de un modelo basado en la metodología de aprendizaje servicio para promover la responsabilidad social universitaria.
MÉTODO
La investigación desarrollada fue de enfoque cuantitativo y de diseño cuasiexperimental con dos grupos: control y experimental (secciones asignadas a la docente) a quienes aplicó un pretest (Cuestionario tipo Likert) compuesto por 20 ítems relacionados a la RSU desarrollada en la universidad.
La población estuvo constituida por 225 estudiantes relacionados a la promoción de la responsabilidad social universitaria.
El grupo experimental desarrolló un modelo basado en el aprendizaje servicio para promover la RSU en los estudiantes universitarios, conformado por 10 sesiones cuya secuencia metodológica del modelo comienza con el diagnóstico de la realidad problemática de la zona de intervención, la selección de un problema, la toma de decisiones para elaborar el plan de intervención, la socialización de los resultados; finalmente, la evaluación del impacto del modelo. La intervención se realizó en una zona de influencia, es decir, en entornos vulnerables de la localidad de Trujillo a los cuales los estudiantes, organizados en equipos, tuvieron acceso y pudieron gestionar los permisos correspondientes para realizar el trabajo.
Proceso de investigación
Diagnóstico de la realidad problemática. Los estudiantes, organizados en equipos, eligen entornos vulnerables, en su mayoría, de la periferia de la ciudad a los cuales pueden acceder mediante la gestión de ellos mismos. Estos contextos deben reunir ciertas características como estar organizados, tener un grupo de personas de, por lo menos, 10 integrantes, disponibilidad para reunirse en horarios pertinentes y predispuestos al trabajo colaborativo. A esta población se les aplica una ficha de diagnóstico para identificar los diversos problemas que presentan.
Selección del problema. De todos los problemas identificados mediante la ficha de diagnóstico, los estudiantes eligen uno, el más significativo tanto para ellos como para la población, que sea viable y accesible para todos los involucrados. En este sentido, no hay problemas únicos, puesto que las realidades presentan características y necesidades diversas.
Plan de intervención. Se diseña a partir de la realidad detectada y está compuesto por una serie de actividades, por lo general, charlas y talleres, modelados en un cronograma asignando responsabilidades entre los integrantes de los equipos de trabajo. Las actividades de intervención que debe modelar cada grupo no deben ser menor de cuatro.
Desarrollo de las actividades de intervención. Los estudiantes intervienen de manera directa o indirecta, invitando especialistas sobre la materia. Se trata de que estas actividades sean vivenciales de tal manera que involucren a los pobladores, los sensibilicen y los convenzan de que son parte del problema, pero que también son parte de la solución. Las actividades del plan de intervención se modelaron en días y horarios pertinentes y son monitoreadas por el docente del curso.
Socialización de los resultados. En un primer momento, cada equipo de trabajo se organiza con el grupo de pobladores con los que trabajaron en sus territorios, quienes invitan a otros vecinos a la socialización de los resultados obtenidos al finalizar la intervención, con la finalidad de sensibilizar y dejar abierta la posibilidad de otras intervenciones en el futuro.
En un segundo momento, los resultados son socializados en el aula de clase, en un modelo especial dirigido por los estudiantes, donde se invita a docentes y estudiantes de otras aulas de la universidad para compartir los resultados del trabajo desarrollado durante el ciclo académico.
Evaluación del impacto. En una sesión posterior, el docente y los estudiantes del grupo que desarrolló el modelo, evalúan los resultados, los pros y los contra de la aplicación del modelo basado en aprendizaje servicio para promover la responsabilidad social universitaria.
Finalmente, se aplicó el post test de la investigación, tanto al grupo control como al grupo experimental, cuyos resultados se verán en la sección siguiente.
RESULTADOS
Se presentan los resultados de la investigación:
Tabla 1 Distribución de estudiantes del grupo control y experimental en la promoción de la responsabilidad social.
Grupo control | Grupo experimental | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Pre test | Postest | Pre test | Postest | ||||||
N° | % | N° | % | N° | % | N° | % | ||
Gestión organizacional | Bajo | 10 | 22.2 | 8 | 17.8 | 23 | 51.1 | 0 | 0.0 |
Medio | 35 | 77.8 | 37 | 82.2 | 22 | 48.9 | 0 | 0.0 | |
Alto | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 45 | 100.0 | |
Gestión académica | Bajo | 24 | 53.3 | 17 | 37.8 | 21 | 46.7 | 0 | 0.0 |
Medio | 21 | 46.7 | 28 | 62.2 | 24 | 53.3 | 5 | 11.1 | |
Alto | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 40 | 88.9 | |
Gestión en investigación | Bajo | 20 | 44.4 | 20 | 44.4 | 11 | 24.4 | 0 | 0.0 |
Medio | 25 | 55.6 | 25 | 55.6 | 34 | 75.6 | 4 | 8.9 | |
Alto | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 41 | 91.1 | |
Gestión participación social | Bajo | 6 | 13.3 | 6 | 13.3 | 10 | 22.2 | 0 | 0.0 |
Medio | 39 | 86.7 | 39 | 86.7 | 35 | 78.8 | 0 | 0.0 | |
Alto | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 45 | 100.0 | |
Responsabilidad social | Bajo | 17 | 37.8 | 12 | 26.7 | 36 | 80.0 | 0 | 0.0 |
Medio | 28 | 62.2 | 33 | 73.3 | 9 | 20.0 | 0 | 0.0 | |
Alto | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 0 | 0.0 | 45 | 100.0 |
Elaboración: Los autores.
La tabla 1, presenta la distribución de los estudiantes según la promoción de la responsabilidad social universitaria, teniendo en cuenta los niveles alcanzados tanto en el pre test como en el postest, es decir, antes y después de la aplicación del modelo de aprendizaje servicio, cuyos resultados tienen una diferencia significativa en ambos momentos de la aplicación del modelo de aprendizaje servicio.
Tabla 2 Evaluación del avance del grupo control y experimental en la promoción de la responsabilidad social.
Prueba de Wilcoxon | Pre test - Pos test Grupo control | Pre test - Pos test Grupo experimental |
---|---|---|
Z | -3.683 | -5,846 |
Sig. asintótica(bilateral) | ,000 | ,000 |
Elaboración: Los autores.
En la tabla 2, se puede verificar que tanto en el grupo control como el grupo experimental, presentan diferencias significativas (sig<0.05) entre el pre test y post test; observando en el grupo control el estadístico Z de -3.683; mientras que, en el grupo experimental, presenta un valor Z de -5.846; determinándose que, ambos grupos han mejorado la promoción de la responsabilidad.
DISCUSIÓN
En la sociedad global que se vive en la actualidad, la universidad ha adquirido, como nunca, un rol protagónico, por las funciones que cumple como formadora de profesionales que constituyen agentes de cambio social. A las funciones tradicionales de generación de conocimiento, investigación y proyección social, en esta última se viene dando mucha fuerza a la responsabilidad social, es decir, el vínculo de la universidad con su entorno socio cultural; sin embargo, en nuestro país aunque existe una normativa sobre este tema, aún no se aborda en su real dimensión por diversos factores; entre estos la escasa aplicación de estrategias metodológicas que generen experiencias de aprendizaje que coadyuven a la resolución de problemas del entorno, donde los protagonistas sean los estudiantes y los miembros de la comunidad guiados por los docentes.
El ApS coloca a los universitarios como protagonistas, como agentes de sus propios aprendizajes, pero no en el aula sino en la realidad misma, además promueve el desarrollo de otras habilidades como pensamiento crítico, comunicación efectiva, liderazgo, trabajo colaborativo, consideradas como las competencias que todo profesional de este siglo debe poseer para lograr el éxito, en cualquiera de los campos profesionales donde se desenvuelva. Esta metodología es la que se aplicó en esta investigación y constituyó la variable independiente de nuestro trabajo.
Este trabajo planteó como propósito identificar el impacto de la aplicación de un modelo basado en la metodología de Aprendizaje Servicio (ApS), en la promoción de la responsabilidad social en estudiantes universitarios de Trujillo, 2023.
El resultado de esta investigación determinó que existe un alto impacto en la promoción de la responsabilidad social universitaria en el grupo experimental, ya que se obtuvo diferencias significativas entre los resultados del pre test y el post test, en términos porcentuales, pasaron de estar ubicados en un nivel bajo y medio (100%) antes de la aplicación del modelo basado en el ApS, a un nivel alto (100%), luego de la aplicación del modelo.
Es preciso anotar que el aprendizaje servicio es una metodología innovadora que interrelaciona procesos de aprendizaje y de servicio a la sociedad, mediante proyectos articulados, en los cuales los protagonistas, en este caso los estudiantes, se organizan para realizar un trabajo sobre necesidades concretas del entorno, con el propósito de mejorarlo (Mayor-Paredes y Guillen-Gómez, 2021). Por otro lado, la responsabilidad social universitaria es un mecanismo que sirve para fortalecer la identidad de las instituciones de educación superior, ya que generan cambios en el entorno mediante compromisos, de tal manera que promuevan el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos (Vallaeys, 2018).
Cabe precisar que las actividades de la metodología de aprendizaje servicio, para este estudio, fueron insertadas en la experiencia curricular denominada Constitución y Derechos Humanos, cuya naturaleza en la universidad es teórico práctica y de carácter electivo, por pertenecer al área de Estudios Generales; lo que demuestra lo planteado por (Bär y Puig, 2019) en su artículo denominado cada curso, un aprendizaje servicio, quien propone el desarrollo de, por lo menos, una sesión de clase basada en la metodología del aprendizaje servicio en cada una de las asignaturas de su modelo educativo, demostrando que la implementación integral del ApS ha generado grandes cambios en los centros académicos donde se realizó la investigación, permitiendo el mejoramiento de sus resultados y el aumento de la satisfacción de la plana docente y discípulos.
En cuanto al impacto de la aplicación de un modelo basado en la metodología de ApS, en la gestión organizacional de responsabilidad social, el resultado arroja que sólo el grupo experimental mejoró significativamente la gestión de organización. Es preciso anotar que la gestión organizacional debe entenderse como la política de gestión de la universidad vinculada al entorno universitario, para ello la institución debe aplicar estrategias y diferentes mecanismos de gestión para la conservación del buen clima laboral en la comunidad universitaria (Vallaeys y Álvarez-Rodríguez, 2019).
Por su parte, Bolio-Domínguez y Pinzón-Lizarraga (2019) sostienen que el primer estadio se da en el interior de la institución, en el cual los estudiantes se van formando en valores humanos que implican solidaridad y los principios de convivencia, proyectándose hacia una conciencia social orientada hacia la ayuda para los más vulnerables, por lo que este proceso vincula a la plana jerárquica, alumnos, docentes y administradores; por otro lado, hay que considerar que la acción pedagógica del ApS requiere de organización porque en educación nada debe dejarse al azar y, en este caso, se van a integrar con otros los sujetos y su reflexión a interactuar mutuamente desarrollando una retroalimentación de los procesos, tanto en la planificación, como el ejecución de las actividades que se implementan (Mayor y Rodríguez, 2018a).
En lo que respecta a la gestión académica, el resultado arroja que el grupo experimental ha mejorado significativamente. En este sentido hay que considerar que, en cuanto a la gestión académica, en lo referido a la responsabilidad social, la universidad debe tener un currículo pertinente a las necesidades del entorno y este debe ser elaborado de manera integral, con la intervención de los grupos de interés basándose en la ciencia, la tecnología y la normativa vigente, con el fin de atender las demandas y necesidades de la sociedad (Vallaeys y Álvarez-Rodríguez, 2019).
Estos resultados se pueden corroborar en el estudio de Maldonado-Rojas y Toro-Opazo (2020) quienes plantean como conclusión que mediante el ApS, se logra el mejoramiento de la adquisición de saberes propios de los módulos de las disciplinas, fortaleciendo el compromiso social de los futuros profesionales; asimismo, esta metodología constituye una herramienta didáctica que está orientada a tres perspectivas diferentes: una académica; otra que contribuye a solucionar la problemática de la comunidad y, por último, la formación de valores cívicos y ciudadanos en los estudiantes.
En lo concerniente al impacto en la gestión investigativa arroja que el grupo experimental ha mejorado significativamente. La investigación en la universidad orienta el trabajo al cumplimiento de uno de sus máximos fines, a través del análisis de la fenomenología social y la transferencia de tecnología para poder transmitir lo que se hace y se construye dentro la universidad; una buena gestión en investigación está orientada a la promoción de estudios inter y transdisciplinarios; para ello debe establecer políticas transversales en la comunidad y con esta; asimismo, debe establecer estrategias que busquen cooperar con otras instituciones o con comunidades de alta vulnerabilidad, cuyos resultados deben orientarse a la generación de políticas públicas de Estado (Vallaeys, 2014).
El aprendizaje servicio promueve en una de sus dimensiones la investigación, puesto que contribuye a las prácticas, ya que a través de esta actividad se van consolidando datos para la configuración del diagnóstico, identificando la problemática de las comunidades intervenidas. Esta capacidad de análisis y comprensión de la realidad social intervenida desarrolla la capacidad crítica y el compromiso social a través de la reflexión sobre lo que podría suceder si se pretende el mejoramiento de alguno de los aspectos observados (Ruiz-Corbella y García-Gutiérrez, 2020).
Finalmente, el impacto de la participación comunitaria arroja que el grupo experimental ha mejorado la gestión de participación comunitaria, luego de aplicar el modelo de aprendizaje servicio. En este sentido hay que entender que el aprendizaje servicio tiene a su vez una dimensión que tiene que ver con la acción, la cual se debe entender en la complejidad de las actividades que promueven las conexiones con otras dimensiones específicas como, por ejemplo, el nexo entre la teoría y la práctica o entre la reflexión y la acción o entre la cognición y la emoción; la universidad y la realidad o entre la formación y la responsabilidad social (López-de-Arana Prado et al., 2023).
En el campo pedagógico, se puede ubicar a la acción en medio de dos enfoques pedagógicos contemporáneos: el aprender haciendo y la acción transformadora de Freire. Por su parte, en lo que concierne a la responsabilidad social, estos resultados son respaldados por Bolio-Domínguez y Pinzón-Lizarraga (2019), quienes sostienen que el segundo estadio se orienta al exterior mediante actividades que requieren conocimientos, información y trabajo, respetando las diferencias culturales y costumbristas del entorno, utilizando de manera adecuada los recursos y la preservación del ecosistema.
Estos resultados pueden corroborarse con lo que encontró Ruiz-Corbella y García-Gutiérrez (2020), quien afirma que las experiencias de aprendizaje-servicio son fáciles de identificar, aunque es un poco más complejo ir formulando una conceptualización a partir de la praxis metodológica. En los diversos contextos en los que se trabaja con esta metodología ha sido implementada, de acuerdo con la capacidad de adecuación variada de acuerdo con la voluntad y al conocimiento sobre esta. No se pretende, de ninguna manera, plantearla como la panacea, sin embargo, sí como una alternativa muy poderosa que permita contribuir con la formación de los profesionales de las universidades, vista desde diferentes perspectivas, pero que a la vez puedan recoger los elementos necesarios para lograr una total comprensión y aplicación en este ámbito académico (Culcasi et al. 2021).
CONCLUSIONES
El resultado de esta investigación determinó que existe un alto impacto en la promoción de la responsabilidad social universitaria, a través la aplicación de un modelo basado en la metodología de aprendizaje servicio (ApS); evidenciándose que presentan diferencias significativas (sig.<0.05) entre el pre test y post test; observando en el grupo control el estadístico Z de -3.683; mientras que, en el grupo experimental, presenta un valor Z de -5.846, lo que significa un mayor impacto, corroborando la hipótesis planteada.
La aplicación del modelo basado en la metodología de aprendizaje servicio (ApS) permitió, asimismo, promover otras competencias como el liderazgo, la comunicación efectiva, el trabajo colaborativo y el pensamiento crítico, tan necesarias en los profesionales de esta sociedad globalizada.