INTRODUCCIÓN
El hecho educativo supone un sistema de formación integral conformado por recursos humanos, materiales y tecnológicos, que requieren ser mejorados a medida que se evidencian transformaciones sociales. Esta realidad demanda profesionales con buena preparación, entusiasmo y motivación al trabajo. Al respecto, Goulard et al. (2021) expresan que:
La búsqueda de profesionales comprometidos con el trabajo y que sepan establecer relaciones personales saludables y productivas constituye el gran desafío actual de los sectores de gestión de personas, que necesita inversiones cada vez más en el desarrollo humano y en la calidad de las interacciones profesionales. (p. 1)
Para ello, la función docente juega un rol primordial, por cuanto se constituye como un eje central del fomento de una cultura vocacional que vele por las exigencias del entorno, y se preocupe tanto por la formación individual como colectiva de los estudiantes. A través de la interacción con otros, se construyen las habilidades sociales requeridas para el logro de un aprendizaje integral (Aldana Zavala, 2021).
En este sentido, Fernández y Montero (2016) expresan que “la labor de los maestros y maestras no es solo la trasmisión de conocimientos académicos, sino la de guiar a nuestros alumnos y alumnas para que vivan la experiencia del aprendizaje para la vida de manera enriquecedora e innovadora”. De este modo, el docente debe ser ayudado desde sus inicios por otros profesionales con experiencia “para que se socialice e integre de manera natural en el contexto profesional y participe de las relaciones que se establecen en él” (Herrera et al., 2011, p. 9) Lo anterior, da lugar al desarrollo de habilidades sociales adecuadas para la generación de un clima institucional armónico y efectivo para el proceso educativo.
Vale decir que el tema de las habilidades sociales ha ganado notoriedad en el ámbito profesional, puesto que el desarrollo de estas habilidades permite hacer un uso correcto de los sentimientos y actitudes, los cuales son transmitidos hacia otras personas en pro del fomento de un ambiente laboral favorable para las instituciones educativas. En correspondencia con lo expuesto, vale afirmar que cuando las organizaciones conceden importancia a las habilidades mencionadas, se promueven mejores lugares de trabajo influyendo en su clima y permitiendo el alcance de comportamientos adecuados entre sus miembros por medio de la cordialidad y el respeto entre ellos, Domínguez et al. (2011) proponen lo siguiente:
La mejora de las prácticas docentes depende de la cultura que se genera en las aulas. Por ello, si convertimos cada aula en un ecosistema de reflexión y mejora continua del proceso de enseñanza-aprendizaje, contribuimos a reforzar las bases para innovar en el diseño y desarrollo curricular. (p. 63)
Por ende, es importante que las instituciones educativas propicien una buena gestión institucional, a fin de contribuir con el mantenimiento de un clima laboral y formativo adecuado para todos los miembros de la comunidad educativa, con el fin de incentivar al trabajo en equipo y al logro de metas a partir de sus compromisos y su identificación con el entorno (Rugel et al. 2023).
Ante esto, se considera primordial que los docentes puedan establecer interacciones afectivas con los miembros que integran los contextos en los que actúa. En tal afectividad, la posesión de habilidades sociales juega un papel importante, dada su influencia positiva en las interacciones con los estudiantes, los colegas, la familia y la comunidad. Estos aspectos conducen a considerar lo socioemocional dentro de sus habilidades personales, por cuanto de esta forma, podrían llevar a cabo una acción educativa holística con miras al avance progresivo (Mena et al., 2020).
En este orden de ideas, los docentes deben asumir la responsabilidad de identificar cómo se encuentran sus habilidades sociales, cómo están enfrentando ciertas situaciones que generan estrés, y si estas repercuten de forma propicia u obstaculiza las buenas relaciones con sus colegas, impidiendo mantener un clima institucional agradable; por este motivo, el docente tiene que desarrollar competencias integrales en beneficio de su labor profesional, Cajas et al. (2020) manifiestan que dentro del desempeño del individuo como ente social, “la comunicación es un proceso necesario porque permite interactuar, sobrevivir, crecer y aprender de puntos de vista diferentes para vivir en armonía, compartiendo experiencias, fomentando la cohesión social”. (p. 78) En este marco, Repetto y Pena (2010) sugieren que:
…Tomar conciencia de cuáles son nuestras emociones es la llave que nos permite desarrollar el resto de competencias socio-emocionales clave para cualquier proceso de desenvolvimiento personal. De esta suerte, se transforma en un requisito para gestionar nuestras emociones y las de los que nos rodean, sentir empatía con ellos, ser capaz de motivarnos a nosotros mismos y a los demás y, sobre todo, mejorar nuestra asertividad y colaborar más eficazmente con los otros. (p. 88)
Por consiguiente, el docente debe iniciar por su propio desarrollo emocional; es decir, estar bien consigo mismo para luego brindar su mano ayuda a los demás atendiendo a cada individualidad, Sandoval (2014) argumenta que:
En las relaciones sociales, dentro y fuera del aula, se encuentran mundos diversos sustentados en experiencias y vivencias personales, alimentados por capitales culturales que interactúan recíprocamente; en suma, se produce una amalgama entre la cultura nacional, local, de las familias y de la institución educativa. Esta interacción socioeducativa es el núcleo del trabajo pedagógico. (p. 155)
De acuerdo con lo mencionado anteriormente, el tema de investigación es relevante y vigente, ya que nos encontramos en una situación de constantes cambios que desequilibran nuestra tranquilidad, aumentando la preocupación, el estrés y el descontrol de emociones, las cuales son difíciles de sobrellevar si no se cuenta con un adecuado desarrollo de las habilidades. “Es por esto que es imperante potenciar las capacidades del profesorado para que promuevan su autoestima y la de sus estudiantes, lo que permita el reconocimiento de sus capacidades y habilidades, emociones y juicios, mejorando así la comunicación” (Fernández et al., 2022, p. 281). Para tal fin, el docente puede contar con el apoyo de sus pares, sus estudiantes, la comunidad y, por último, pero no menos importante con la familia, ya que Esteves et al. (2020), demostraron en su estudio que “existe correlación positiva entre las variables (habilidades sociales y funcionamiento familiar) …” (p. 24)
Retomando el ámbito educativo, es esencial acotar que la construcción de un entorno favorable y armónico es relevante para el desarrollo integral de los estudiantes y docentes; por ende, el término "clima institucional" abarca la percepción colectiva de los miembros de una institución educativa en relación con el ambiente de trabajo y de aprendizaje que los rodean. Cuando se cultiva un clima organizacional positivo, se establece una base sólida para la calidad educativa, la motivación y el bienestar de todos los involucrados en pro de lograr un aprendizaje significativo. A este respecto, Guamán y Venet (2019) expresan que “la teoría del aprendizaje significativo, considera el aprendizaje como un proceso según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o información con la estructura cognitiva del que aprende de forma no arbitraria y sustantiva”. (p. 219) Además, los autores citados agregan que: “En este proceso los nuevos contenidos adquieren significado para el sujeto produciéndose una transformación de su estructura cognitiva, que resultan así progresivamente más diferenciados, elaborados y estables”. (p. 219)
El presente artículo se adentra en el apasionante mundo del clima institucional y armónico dentro el contexto educativo, con el fin de preparar a los miembros de las instituciones educativas para enfrentar desafíos cada vez más complejos, como la diversidad estudiantil, las demandas cambiantes de la sociedad y la rápida evolución de la tecnología, comprendiendo y promoviendo un clima óptimo como prioridad fundamental. Fragoso (2015) precisa lo siguiente: “organismos como la UNESCO y la OCDE enfatizan que, para enfrentar con éxito el mercado laboral, es necesaria una formación integral que englobe conocimientos académicos y habilidades socio-afectivas.” (p. 110) Con la influencia de tales habilidades, se persigue una formación integral y un desempeño docente cada vez mejor y más comprometido con las transformaciones sociales. En esta línea, Luy (2019) a continuación declara:
Las exigencias del contexto nacional e internacional de formar recursos humanos que se encuentren preparados para enfrentar las nuevas necesidades del mercado laboral y el contexto globalizado y multicultural de nuestras sociedades, implican una educación integral, no solamente como la encargada de impartir instrucción o transmitir conocimiento, sino una educación que favorezca el desarrollo de todas las capacidades para la realización del proyecto personal de vida y como un medio para transformar la realidad. (p. 354)
En esta exploración, se analiza la importancia de las habilidades sociales en el clima institucional de los centros educativos, destacando su influencia en las habilidades personales, interpersonales y grupales para el bienestar emocional de los docentes. Además, se establece una visión global de las estrategias efectivas para fomentar un ambiente armónico en las escuelas y universidades, incluyendo la promoción de la comunicación efectiva, la construcción de relaciones sólidas y la implementación de políticas inclusivas. Para García et al. (2016):
Cuando se habla de educación inclusiva se piensa en sociedades inclusivas, en una sociedad que valoriza la diversidad humana y fortalece la aceptación de las diferencias individuales. Una sociedad en la que se pueda aprender a convivir, a contribuir y a construir juntos un mundo de oportunidades reales. (p. 119)
Tal apreciación conduce a la promoción del clima institucional y armónico en el contexto educativo. Por ende, se planteó como propósito analizar la influencia de las habilidades sociales en el clima institucional en los docentes de educación, con el objeto de describir cómo un ambiente positivo puede influir en el desarrollo académico y personal de todos los actores educativos y, a su vez, cómo puede contribuir al logro de los objetivos educativos en un mundo en constante cambio y evolución.
MÉTODO
El trabajo de investigación se llevó a cabo desde un enfoque cuantitativo, bajo un diseño no experimental y correlacional causal. La muestra estuvo conformada por 107 docentes del nivel inicial. El instrumento de habilidades sociales y clima institucional fueron validados por 8 expertos, con una validación de Aiken de 9.98 y 1, y una confiabilidad de 9.92 y 9.20, respectivamente, indicando así que los instrumentos son altamente confiables, siendo estos procesados a través del SSPS versión 25 en la cual se detallan los datos. Para recopilar los datos sobre el clima institucional, se utilizaron cuestionarios estandarizados que evaluaron la percepción de los participantes en relación con diferentes dimensiones del ambiente educativo. Estos cuestionarios fueron distribuidos electrónicamente y se administraron de manera anónima.
Por medio de la metodología empleada, se pudo lograr una comprensión holística y detallada de los factores que influyeron en el clima institucional de los centros educativos. También se hizo una revisión teórica de estudios previos que permitieron complementar el tema.
RESULTADOS
Los resultados que a continuación se explican constituyen una visión general de la opinión docente sobre los factores influyentes en el desarrollo de las habilidades sociales y el clima institucional.
Tal como se puede evidenciar en la tabla 1, con respecto a las habilidades sociales y el clima institucional, se pudo notar un resultado de R² 42.2%, lo cual permite afirmar que existió una influencia significativa entre ambas variables. Por otra parte, la dimensión de habilidades personales obtuvo un R² de 63.8%, lo cual se interpreta también como una influencia significativa. De igual forma, en cuanto a la dimensión de habilidades interpersonales, se apreció un R² de 51.5%, lo cual implica que la influencia fue significativa. Finalmente, la dimensión de habilidades grupales obtuvo un R² de 37.9%, cuya influencia fue igualmente significativa. Luego de detallar los resultados, se procede a exponer de forma cualitativa, una sinopsis representativa de los datos obtenidos.
Tabla 1 Prueba de relación e influencia entre las variables habilidades sociales y clima institucional.
Prueba de relación e influencia entre las variables habilidades sociales y clima institucional | ||||
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Relación de variables | RHO DE SPEARMAN | PROBABILIDAD (P-VALOR) | R² | Significancia |
Habilidades sociales y clima institucional | 0.537 | 0.000<0.05 | 42.2% | Influencia significativa |
Relación de las dimensiones de las variables habilidades sociales con la variable clima institucional | ||||
Dimensión habilidades personales | 0.424 | 0.000<0.05 | 63.8% | Influencia significativa |
Dimensión habilidades interpersonales | 0.461 | 0.000<0.05 | 51.5% | Influencia significativa |
Habilidades grupales | 0.426 | 37.9% | Influencia significativa |
Elaboración: Los autores.
Los datos antes descritos en la figura 1, suponen una visión holística de los beneficios que proporcionan las habilidades sociales armónicas dentro del clima institucional. Tales resultados conducen a aseverar que, si dentro del contexto educativo se establecen buenas relaciones interpersonales, se podrá llevar a cabo un proceso educativo efectivo no solo para el docente sino para el estudiante y la colectividad en general. Vale decir que las habilidades personales obtuvieron un porcentaje considerable, lo cual constituye un resultado óptimo, por cuanto se cumple lo expuesto por Repetto y Pena (2010) quienes declaran que cuando una persona se siente bien consigo misma, es capaz de desarrollar habilidades sociales con facilidad.
DISCUSIÓN
En esta sección, se analizan e interpretan los resultados de la investigación y se discuten las implicaciones de estos hallazgos en relación con el clima institucional del contexto educativo.
Los resultados de este estudio indican una percepción generalmente positiva del clima institucional en los centros educativos. Los docentes destacaron la presencia de factores que contribuyen a un ambiente armónico, como una comunicación efectiva, relaciones interpersonales sólidas y un liderazgo comprometido. Esto respalda la idea de que un clima institucional saludable puede tener un impacto significativo en la calidad de la educación y en el bienestar de todos los involucrados.
Otro de los hallazgos destacados que se observó al momento de desarrollar la investigación, lo constituyó la relación positiva entre el clima institucional y el compromiso de los docentes. Los docentes que percibieron un clima más armónico y positivo en la institución educativa mostraron un mayor nivel de satisfacción laboral y un compromiso más sólido con su trabajo. Esto sugiere que la promoción de un ambiente de trabajo positivo puede tener un impacto directo en la calidad de la enseñanza y la relación entre docente-docente y docente-estudiante.
Los resultados también indicaron que un clima institucional positivo está vinculado al bienestar emocional de los docentes. Los maestros que informaron de un ambiente más armónico y favorable en la institución educativa reportaron niveles más altos de satisfacción con su experiencia educativa. Esto puede tener implicaciones importantes para despertar aún más su motivación a la enseñanza.
Los resultados descriptivos revelaron varios factores que contribuyeron al clima institucional positivo, los cuales incluyeron una comunicación abierta y transparente entre los miembros de la comunidad educativa, la promoción de la participación y del trabajo en equipo, y un liderazgo que respalda a docentes y estudiantes. Estos factores pueden servir como guía para la mejora continua del clima institucional.
Este estudio subraya, además, la importancia de la gestión activa del clima institucional en las instituciones educativas. El liderazgo educativo desempeña un papel fundamental en la promoción de un ambiente armónico y positivo. Asimismo, se destaca la necesidad de políticas y prácticas que fomenten la inclusión, la equidad y la participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa.
Para Guamán y Venet (2019) “En la planificación didáctica se observan limitaciones e inexactitudes que inciden negativamente en el logro de un aprendizaje significativo…” (p. 219) De acuerdo con este autor y según lo manifestado en el presente estudio, es importante reconocer que se percibieron ciertas limitaciones dentro del clima institucional entre las que resaltaron las siguientes: discrepancia en opiniones diversas; sin embargo, estas pueden ser superadas cuando se establece un consenso entre las partes; docentes con personalidades introvertidas y egocéntricas, quizás noveles, que requieren ser integrados con el personal de planta. Esto es cónsono con lo expresado por Herrera et al. (2011) quien destaca que cuando se inicia la labor docente, existen distintas dificultades que requieren ser atendidas para que el maestro desempeñe su rol con entusiasmo y contribuya de forma óptima con el proceso según sus concepciones y formas de trabajo.
En este sentido, para superar la introversión y el egocentrismo, se sugiere la realización de reuniones y talleres con dinámicas de socialización para la integración de todos los miembros de la institución.
El problema de la comunicación efectiva aún se evidencia, por tal motivo, se recomienda realizar foros relacionados con el compartir de saberes como medio para motivar a los docentes a ser partícipes de encuentro comunicativo enfocado en la comunicación asertiva. Para Mena et al. (2020) “El proceso comunicativo adquiere especial importancia para el desempeño del profesional de la educación, en tanto constituye herramienta que posibilita el adecuado cumplimiento de las funciones asignadas por la sociedad”. (p. 348)
En cuanto a la enseñanza efectiva, según Sandoval (2014) expresa que: “a pesar de todos los cambios experimentados en las últimas décadas se sigue esperando que la escuela (los profesores/as) les enseñen a sus estudiantes y a su vez los/las estudiantes, aprendan de ellos/as”. (p. 155) Es allí donde la comunicación juega un rol importante porque es a partir de ella que se puede alcanzar una integración en pro del beneficio del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Cabe agregar que futuras investigaciones podrían ampliar el alcance y explorar el clima institucional en base a las limitantes aquí planteadas. También es necesario seguir investigando las estrategias efectivas para la mejora del clima institucional en las instituciones educativas.
En resumen, este estudio destacó la importancia del clima institucional en el contexto educativo, mostrando su influencia positiva en el compromiso docente, el bienestar de los estudiantes y la calidad de la educación. Promover un ambiente positivo en las instituciones educativas es esencial para el éxito y el desarrollo integral de todos los involucrados en el proceso educativo.
CONCLUSIONES
En este estudio se propuso como primer objetivo, explorar el clima institucional de las I.E. polidocentes del nivel inicial, Virú-2023, lo que permitió determinar que existía la necesidad de realizar un estudio como aporte significativo a la institución.
Como segundo objetivo, se propuso realizar una revisión bibliográfica sobre este tema, a objeto de reunir las bases teóricas que sustentarían el recorrido investigativo a realizar.
Como tercer objetivo, se planteó la necesidad de estudiar a profundidad una realidad educativa donde se percibiera de qué manera se llevaban a cabo las habilidades sociales y cómo era su clima institucional, objetivo que se cumplió al establecer contacto con las vivencias de los docentes.
Posteriormente, se logró el objetivo general, el cual consistió en analizar la influencia de las habilidades sociales en el clima institucional en los docentes de educación, permitiendo así comprobar que entre ambas variables existe una relación significativa.
Se concluyó que las habilidades sociales influyen significativamente en el clima institucional de las I.E. polidocentes del nivel inicial, Virú-2023, lo cual se verificó aplicando la prueba de Spearman= 0,537. Así también se aplicó el coeficiente determínate R2 demostrando que el 42,3% de la variable habilidades sociales impacta en el clima institucional.
Se demostró que la dimensión habilidades personales influyen significativamente en el clima institucional de las I.E. polidocentes del nivel inicial, Virú-2023, para lo cual se empleó la Rho de Spearman= 0,424. Asimismo, se aplicó el coeficiente determínate representado por R2 demostrando que el 63.8% de la variable habilidades sociales impacta en el clima institucional.
La aplicación de las habilidades interpersonales influye significativamente en el clima institucional de las I.E. polidocentes del nivel inicial, Virú-2023, para lo cual se trabajó con la prueba de Rho de Spearman= 0,424. De igual manera, para hallar el impacto, se aplicó el coeficiente determínate R2, demostrando que el 51.8% de la variable habilidades sociales influye en el clima institucional.
Las habilidades grupales influyen significativamente en el clima institucional de las I.E. polidocentes del nivel inicial, Virú-2023, para lo cual se utilizó la prueba Rho de Spearman= 0,426. Además, para hallar el impacto, se aplicó el coeficiente determinante R2 demostrando que el 37.9% de la variable habilidades sociales, influye en el clima institucional.
En un mundo en constante cambio y con crecientes demandas sobre la calidad de la educación, el clima institucional y armónico en las instituciones educativas emerge como un factor crítico para el éxito y el bienestar de todos los actores educativos. A través de este estudio, se exploró en profundidad la percepción y el impacto del clima organizacional en un contexto educativo específico, destacando su importancia en el compromiso de los docentes, el bienestar de los estudiantes y la calidad de la enseñanza.
Los hallazgos de este estudio revelaron que un clima institucional positivo, caracterizado por la comunicación efectiva, relaciones interpersonales sólidas y un liderazgo comprometido, es fundamental para fomentar la satisfacción y el compromiso de los docentes. Docentes satisfechos y comprometidos están mejor posicionados para brindar una educación de calidad y para promover un ambiente de aprendizaje estimulante.
Además, este estudio muestra que un clima organizacional positivo también tiene un impacto en el bienestar emocional de los estudiantes, destacando que los estudiantes que perciben un ambiente armónico en su institución educativa tienen una experiencia más gratificante y motivadora. Esto, a su vez, puede influir en su rendimiento académico y en su deseo de aprender.
La gestión activa del clima institucional se erige como una responsabilidad crucial para los líderes educativos. Fomentar una cultura de comunicación abierta, promover la inclusión y la equidad, y respaldar tanto a docentes como a estudiantes son elementos fundamentales para cultivar un ambiente armónico en las instituciones educativas.
En última instancia, este estudio enfatiza que el clima institucional no es un objetivo en sí mismo, sino un medio para lograr una educación de calidad y un ambiente de aprendizaje enriquecedor. Para abordar los desafíos actuales y futuros en el ámbito educativo, es esencial que las instituciones prioricen la creación y el mantenimiento de un clima organizacional positivo.
Es de suma importancia, además, tomar como base el desarrollo de las emociones a nivel social para cumplir con lo expuesto por (Fernández et al., 2022, p. 282), quien manifiesta que “…el desarrollo de la educación socioemocional en los procesos de enseñanza y aprendizaje permite que los estudiantes desarrollen la capacidad de autorregularse, generando autoconciencia, mejorando las relaciones interpersonales, y fortaleciendo su autoestima y motivación”. Esto no sólo aplica para los estudiantes sino también para los maestros quienes deben mostrar sus mejores actitudes para, a su vez, ayudar a los estudiantes a desempeñarse con confianza y seguridad dentro de una institución educativa.
El docente debe considerar la horizontalidad en todo momento, a fin de tratar con familiaridad a los demás y propiciar un proceso de comunicación asertivo tanto con sus colegas como con sus estudiantes y la comunidad.
Ser asertivo en la comunicación beneficia no sólo la relación docente-alumno sino también el trato con la familia y la sociedad en general; para ello, el docente debe poseer habilidades personales fundamentadas en la ética, la tolerancia y la afabilidad, con el propósito de crear un clima de confianza que fortalezca la interacción con sus pares y mejore cada día más la concordia con quienes hacen vida en el entorno institucional.
Si bien este estudio proporciona una visión profunda de un contexto específico, es importante reconocer que la gestión del clima organizacional es una consideración relevante en todos los niveles y tipos de instituciones educativas. Las investigaciones futuras deberían continuar explorando este tema en diversas situaciones educativas y expandir las nociones sobre las estrategias efectivas para mejorar el clima organizacional en la educación.
En resumen, el clima institucional y armónico en el contexto educativo es un factor esencial para el éxito de docentes, de estudiantes y del sistema educativo en su conjunto. Fomentar un ambiente positivo en las instituciones educativas no solo es beneficioso, sino también esencial para el logro de los objetivos educativos y el bienestar de la comunidad educativa.