INTRODUCCIÓN
Las enfermedades renales son unos de los principales problemas de salud pública a nivel mundial. Se entienden por enfermedades renales un gran número de patologías que engloban signos y síntomas determinados. Los riñones son órganos que se encargan de filtrar los productos de desecho de la sangre y el exceso de agua.
Aquellas personas con diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedad cardíaca previa y antecedentes de enfermedad renal son más propensos a sufrir enfermedades renales 1, La insuficiencia renal aguda se entiende por el deterioro abrupto de la función renal, dando lugar a retención de urea y productos nitrogenados y a una disregulación del volumen extracelular y de electrolítos.
Puede acompañarse o lo de oliguria. Para una adecuada función renal son imprescindibles tres aspectos: una apropiada perfusión sanguínea renal, un parénquima renal íntegro y unas vías excretoras urinarias permeables. Cualquier tipo de alteración súbita de uno de los aspectos mencionados, provocará un deterioro agudo de la función renal. Para clasificar la IRA, también se basan los criterios según el elemento alterado, si falla la perfusión renal podremos clasificarla como prerrenal, si la estructura del parénquima renal está alterada será parenquimatosa y si se interrumpe el flujo urinario se tratará de una IRA obstructiva o posrenal 2.
Según el panorama mundial de la IRA, se describe que es la causante de complicaciones en el estado de salud en más del 5% de ingresos hospitalarios y hasta una tercera parte de pacientes ingresados en unidades críticas 3. La insuficiencia renal aguda (IRA) es una condición médica caracterizada por la pérdida repentina de la función renal, lo que puede desencadenar complicaciones graves si no se trata de manera oportuna.
Los pacientes que presentan IRA requieren una atención médica exhaustiva que incluye monitoreo, tratamiento farmacológico y, en muchos casos, intervenciones de soporte vital como la diálisis. En este contexto, el personal de enfermería desempeña un papel terapéutico clave, ya que se encarga no solo de ejecutar las indicaciones médicas, sino también de brindar apoyo emocional y educación a los pacientes y sus familias.
Este artículo tiene como objetivo revisar la literatura disponible acerca del rol terapéutico de la enfermería en el manejo de pacientes con insuficiencia renal aguda, enfocándose en el monitoreo clínico, manejo de líquidos y electrolitos, prevención de complicaciones, y la coordinación con el equipo multidisciplinario 4.
MATERIAL Y MÉTODOS
La presente investigación estuvo enfocada en la búsqueda y revisión de literatura académica analizada y seleccionada cuidadosamente, en diferentes bases de datos como PubMed, Scopus, ELSEVIER, Dialnet, entre otras. Se incluyeron en su estructura artículos publicados en los últimos cinco años (2019-2024) relacionados al tema de Insuficiencia Renal Aguda, Diagnóstico de Insuficiencia Renal Aguda, Tratamiento de Insuficiencia Renal Aguda y Pronóstico de Insuficiencia Renal Aguda. La información obtenida en la búsqueda fue clasificada por criterios de idiomas español, la relevancia y relación con el tema. La elaboración del mismo incluyó títulos de artículos científicos, libros, tesis de grado, posgrado y doctorado, entre otros documentos e información de relevancia científica y académica.
RESULTADOS
La finalidad del trabajo realizado por el profesional de enfermería debe enfocarse en una atención integral, el uso del pensamiento crítico, la toma de decisiones clínicas y la defensa de los pacientes 5.
Al comprender la relación entre el pensamiento crítico y el proceso de cuidado de enfermería, se establece un modelo lógico y comprensible para los cuidados que facilita su aplicación, permitiendo, tras evaluar la atención brindada, demostrar a la sociedad el aporte de la enfermería a los cuidados de salud 6.
En este contexto, el proceso de cuidado de enfermería, considerado como un método organizado y sistemático para proporcionar atención, se orienta a resolver los problemas detectados en la valoración inicial del paciente. Esto facilita la creación de planes de cuidado (PAE) que, aunque estandarizados, son también personalizados, y permite ajustar los procedimientos y protocolos asistenciales según la evidencia científica disponible 7. El cuadro clínico de un paciente con insuficiencia renal presenta características propias de la falla renal, como retención de azoados, hipercalcemia, acidosis metabólica, alteraciones en la coagulación, hipervolemia y complicaciones relacionadas con el tratamiento.
El monitoreo clínico constante se identificó como una de las intervenciones más importantes que realiza el personal de enfermería 8. Esto incluye la vigilancia de los signos vitales y parámetros bioquímicos como los niveles de electrolitos, la creatinina y el volumen urinario, el manejo de líquidos y electrolitos también fue un hallazgo clave en la revisión.
El control del balance hídrico es esencial para evitar complicaciones como la hipercalcemia, la hiponatremia o la sobrecarga de volumen. El personal de enfermería juega un papel fundamental en la administración adecuada de soluciones intravenosas y diuréticos, lo que ayuda a mantener un equilibrio adecuado y previene la progresión de la insuficiencia renal 9
Ejecución de los cuidados
Una vez que se ha seleccionado el plan más adecuado para abordar las necesidades o problemas del paciente, se procede a la implementación del plan de cuidados de enfermería. Esta fase implica la ejecución o delegación de las actividades necesarias para alcanzar los objetivos establecidos en el plan de atención 10. Las acciones realizadas deben estar fundamentadas en principios científicos, garantizando así una atención de calidad. En esta etapa, se toma la decisión sobre la mejor forma de llevar a cabo la intervención.
Para tomar esta decisión, la enfermera deberá hacer elecciones autónomas, estableciendo las condiciones necesarias para implementar el plan de atención de manera eficaz 11. De este modo, la enfermera podrá utilizar tanto sus propias capacidades como las de otros profesionales de la salud.
Durante la implementación, todo el personal de enfermería debe colaborar para alcanzar los objetivos establecidos, lo que requiere que se definan claramente los niveles de práctica y se promuevan métodos para asignar las responsabilidades adecuadas a cada nivel del personal. La enfermera profesional debe ser capaz de analizar los problemas, determinar las acciones necesarias y organizar los esfuerzos y recursos disponibles para lograr el resultado esperado 12.
Al asegurarse de que las acciones planificadas se lleven a cabo, la enfermera profesional garantiza la máxima efectividad del plan de atención, evitando su aplicación incompleta. Es importante destacar que, si la implementación se realiza utilizando el método científico y considerando las alternativas de ejecución que el paciente requiere, aprovechando al máximo el personal y los recursos disponibles, y anticipando posibles crisis y complicaciones, se optimiza el proceso de atención.
Prevención de complicaciones
El personal de enfermería es crucial en la detección y manejo de condiciones como acidosis metabólica, hipercalcemia y edema pulmonar. Además, los pacientes que presentan IRA severa pueden requerir terapia de reemplazo renal, como la diálisis, coordinación con el equipo multidisciplinario, y finalmente, la revisión subraya el apoyo emocional y educativo que brinda el personal de enfermería a los pacientes y sus familias 13.
Evaluación de los cuidados
La aplicación de los planes de cuidados a los pacientes y su posterior evaluación utilizando indicadores como los NOC proporciona evidencia sobre la “manera de hacer” de la práctica clínica de enfermería. Esto permite ofrecer cuidados de mayor calidad y seguridad a los pacientes. La relevancia de los cuidados durante la estancia del paciente se respalda mediante la obtención de resultados y niveles de calidad adecuados al entorno.
La calidad en la asistencia sanitaria se define como aquella que es segura, adecuada, efectiva, eficiente, justa y centrada en el paciente 14. El uso de indicadores ha demostrado ser útil como herramienta para medir las prácticas habituales y evaluar la efectividad de las medidas implementadas para mejorar la atención, permitiendo además identificar y difundir las mejores prácticas.
Los estudios mostraron que aquellos pacientes que reciben información clara sobre su condición y las opciones de tratamiento, así como un apoyo emocional adecuado, presentan menores niveles de ansiedad y una mejor adherencia a los tratamientos indicados, lo que contribuye a mejores resultados a largo plazo 15.
CONCLUSIÓN
El rol del personal de enfermería en la atención a pacientes con insuficiencia renal aguda es multidimensional e indispensable. A través de la monitorización constante, la administración adecuada de tratamientos, la educación al paciente y la prevención de complicaciones, los profesionales de enfermería contribuyen de manera significativa al manejo de esta compleja afección. Su intervención no solo impacta directamente en la recuperación física del paciente, sino que también juega un papel crucial en el apoyo emocional, el cual es vital para la adaptación del paciente y su familia a esta condición de salud desafiante.
La insuficiencia renal aguda (IRA) representa una condición de gran relevancia, no solo debido a su alta incidencia y los costos asociados a su tratamiento, sino también por el riesgo de evolucionar hacia una enfermedad renal crónica. Destacar la importancia de diagnosticar precozmente la insuficiencia renal resulta crucial, ya que dicho diagnóstico no solo mejora el pronóstico, sino que también impacta en la gestión a largo plazo del paciente.
Ante la sospecha de esta enfermedad, es imperativo realizar análisis de sangre y orina, así como, en ocasiones, recurrir a estudios adicionales como ecografías abdominales o incluso biopsias renales para identificar la causa subyacente de la IRA. El personal de enfermería es esencial para el monitoreo constante del paciente con insuficiencia renal aguda. La vigilancia continua de los signos vitales, el balance de líquidos y los parámetros renales permite la detección temprana de complicaciones y ajusta los tratamientos de manera oportuna, son responsables de asegurar la correcta administración de líquidos intravenosos, fármacos (incluyendo diuréticos y antibióticos) y de asistir en los procedimientos de diálisis cuando son necesarios. Además, deben monitorear la respuesta del paciente a los tratamientos y actuar rápidamente ante cualquier complicación. El trabajo en equipo es crucial en el manejo de la insuficiencia renal aguda. Los enfermeros actúan como coordinadores entre los distintos miembros del equipo de salud, lo que asegura una atención integral y permite ajustar el tratamiento según las necesidades del paciente. La colaboración efectiva con médicos, nutricionistas y otros profesionales es esencial para un enfoque multidisciplinario que maximice la recuperación del paciente.