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Revista Tecnológica-Educativa Docentes 2.0

On-line version ISSN 2665-0266

Revista Docentes 2.0 vol.17 no.2 Barquisimeto Dec. 2024  Epub Apr 14, 2025

https://doi.org/10.37843/rted.v17i2.537 

Artículos

Debilidades Identificadas por Adolescentes que son Factores que Incrementan su Vulnerabilidad para ser Víctimas de Violencia

Weaknesses Identified by Adolescents as Factors that Increase their Vulnerability to become Victims of Violence

María de los Ángeles Salinas-Cardona1 
http://orcid.org/0009-0000-3954-3043

1Universidad Privada San Francisco de Asís - SEPAMOS, Bolivia. E-mail: ma.salinas@usfa.edu.bo


Resumen

La adolescencia es una etapa de la vida con alta incidencia de cambios físicos, psicológicos, fisiológicos y emocionales, involucra la transición entre la infancia y la vida adulta. El presente estudio buscó identificar las debilidades que los adolescentes perciben en sí mismos, analizar su recurrencia y evaluar su impacto en la vulnerabilidad a la violencia. La investigación está orientada dentro el modelo sociocultural; desde el paradigma pragmático, método analítico-sintético, enfoque mixto y diseño concurrente de triangulación. La muestra no probabilística comprende 42 grupos de adolescentes entre 12 y 15 años de tres unidades educativas de El Alto, Bolivia. La metodología se basa en el aprendizaje cooperativo y utiliza la herramienta didáctica "Siluetas". Se identificaron un total de 52 debilidades, 6 presentes en las tres unidades educativas, 10 en dos y 46 en una. El análisis reveló cómo estas debilidades pueden incrementar la vulnerabilidad de los adolescentes a ser víctimas de violencia, destacando la necesidad de programas de fortalecimiento personal y social. Los hallazgos subrayan la importancia de abordar la percepción de debilidades en adolescentes, promoviendo una autoestima positiva y resiliente como herramienta preventiva contra la violencia. Se requieren intervenciones educativas y formativas que orienten a los adolescentes en este sentido.

Palabras claves: Adolescencia; debilidades personales; factores de riesgo; vulnerabilidad; violencia sexual infantil

Abstract

Adolescence is a stage of life with a high incidence of physical, psychological, physiological, and emotional changes; it involves the transition between childhood and adulthood. The present study sought to identify the weaknesses adolescents perceive in themselves, analyze their recurrence, and evaluate their impact on vulnerability to violence. The research is oriented within the sociocultural model, from the pragmatic paradigm, analytical-synthetic method, mixed approach, and concurrent triangulation design. The non-probabilistic sample includes 42 groups of adolescents between 12 and 15 years old from three educational units in El Alto, Bolivia. The methodology is based on cooperative learning and uses the didactic tool "Silhouettes." 52 weaknesses were identified: 6 in the three educational units, 10 in two, and 46 in one. The analysis revealed how these weaknesses can increase the vulnerability of adolescents to being victims of violence, highlighting the need for personal and social strengthening programs. The findings highlight the importance of addressing the perception of weaknesses in adolescents and promoting positive and resilient self-esteem as a preventive tool against violence. Educational and training interventions are required to guide adolescents in this regard.

Keywords: Adolescence; personal weaknesses; risk factors; vulnerability; child sexual violence

Introducción

La adolescencia es una etapa de la vida con alta incidencia de cambios físicos, psicológicos, fisiológicos y emocionales, es una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta que establecerá puntos determinantes para su vida futura. Los diversos entornos, sean estos familiares, sociales, culturales incluidos los entornos virtuales en los que se desenvuelven, ejercen gran influencia en sus acciones y en las decisiones que toman. La lucha interna que desarrollan en su búsqueda de identidad y de aceptación permanente entre sus pares y en su entorno se ve contrarrestada o mermada por una falta de validación por parte de la familia, que muchas veces está centrada en un adultocentrismo autoritario, ignorando la participación y necesidades de los adolescentes, minimizando sus intereses, inquietudes y problemas.

Los adolescentes son una población susceptible y vulnerable a caer en situaciones de violencia, justamente porque se encuentran en una etapa de transición en la que quieren tomar sus propias decisiones, sin embargo, la falta de madurez y experiencia les imposibilita hacerlo de la manera más acertada impidiendo proteger sus propios intereses; muchas veces al mostrar su valía toman riesgos innecesarios que ponen en peligro su integridad, exponiéndolos frágiles en el entorno. Por otra parte, estudios realizados demuestran que los niños, niñas y adolescentes que viven en contextos conflictivos, con carencias afectivas son propensos a desarrollar una baja autoestima, por ende, son más vulnerables a sufrir cualquier tipo de violencia o violencia sexual infantil. De acuerdo con la página del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2022), en Bolivia se han registrado 1035 casos de denuncias de violencia contra niñas y niños entre 0 y 12 años y 1034 casos de adolescentes entre los 13 y 17 años en la gestión 2022.

Cada situación o acontecimiento nuevo que aparezca en la vida del adolescente tendrá una repercusión emocional en ella o él. Tanto desde la teoría del aprendizaje como desde las teorías intersubjetivas se ha considerado que los vínculos afectivos tempranos sanos constituyen la base de un desarrollo saludable (Potocnjak, 2011). La implementación de programas de fortalecimiento de las habilidades psicosociales dirigido a adolescentes puede ser una estrategia fundamental para prevenir de manera oportuna conductas de riesgo. De acuerdo con Florenzano (2014) son como “recursos personales, sociales e institucionales que promuevan el desarrollo exitoso del adolescente o que disminuyen el riesgo de que surja un desarrollo alterado” (p. 3). SEPAMOS (2021) es una institución que trabaja la prevención de la violencia y la violencia sexual infantil a través de su programa de prevención y fortalecimiento realiza acciones de intervención buscando identificar y atacar las causas que generan situaciones no deseadas, como es el caso de la presente investigación.

En este marco, la investigación registró fortalezas y debilidades que los adolescentes de las tres unidades educativas reconocen en sí mismos, el objetivo de la presente investigación es identificar las debilidades que más veces han sido señaladas por los involucrados, observar elementos comunes en más de una o dos unidades educativas y finalmente establecer puntos comunes, comparativos y analíticos de cómo estos elementos pueden convertirse en factores de quiebre que pongan en riesgo la integridad de los adolescentes. Lo que lleva a las siguientes preguntas: ¿Qué debilidades perciben los estudiantes de sí mismos y consideran que los hace vulnerables en su entorno?; ¿Qué debilidades identificadas se repiten en una o más unidades educativas?; ¿Es posible que las debilidades identificadas, sean factores de riesgo y, sin establecer generalizaciones los hace vulnerables para ser víctimas de violencia o violencia sexual infantil

Metodología

Para alcanzar el objetivo planteado, la investigación se enmarcó en el paradigma pragmático, bajo el supuesto basado en el utilitarismo, valor práctico y sentido común (Fidias, 2020), desarrollado bajo el método analítico - sintético, permitiendo estudiar los hechos descomponiendo las partes para su análisis conceptual individual, posteriormente integradas observadas de manera holística reconociendo las relaciones y diferencias (Rodríguez, 2007). Enfoque mixto, buscando una perspectiva complementaria, integrando los datos en el análisis e interpretación (Mendizábal, 2018), de tipo concurrente ya que la información cuali-cuantitativa se obtuvo al mismo tiempo, con diseño de triangulación concurrente, porque recolecta los datos de manera sincrónica, interpretando, explicando, correlacionando los mismos (Pereira, 2011). De corte transversal ya que la recolección de datos se obtuvo en un solo momento.

La población observada está conformada por adolescentes entre 12 y 15 años de edad que están cursando primero y segundo de secundaria en tres unidades educativas, ubicadas en los distritos 1, 4 y 12 de la ciudad de El Alto. El tipo de muestra corresponde a una muestra no probabilística, es decir que los sujetos son grupos conformados que responden a las características e intereses de la investigación (Hernández et al., 2010).

La técnica utilizada está orientada dentro de un aprendizaje cooperativo, los estudiantes trabajan con la finalidad de alcanzar los objetivos de la tarea designada, asegurándose la participación activa de todos los miembros del grupo (Johnson et at., 1999). Los instrumentos utilizados son el registro de observación y un cuestionario abierto adaptado a una herramienta didáctica denominada “Siluetas”; ejercicio de autoconocimiento y reflexión personal y grupal sobre identidad, para identificar fortalezas y debilidades de sí mismo/a, generando un diálogo para rescatar elementos comunes que identifiquen al grupo conformado y ser finalmente socializados en clase. La información se obtuvo de fuente directa a partir de la conformación de 42 grupos afines de estudiantes, cada uno integrado por 4 a 6 estudiantes.

Resultados

En el ejercicio realizado con los adolescentes a través de la estrategia didáctica “Siluetas”, en la que los adolescentes debían dotar de identidad a una figura identificando sus fortalezas y debilidades, se pudo observar que varios estudiantes tienen mayor facilidad para identificar y señalar sus debilidades y mayor dificultad para encontrar sus fortalezas, en algunos casos incluso desconocen “fortaleza” como un atributo personal positivo, dentro de algunos argumentos rescatados señalan: “¿qué son fortalezas?”, “yo no tengo ninguna fortaleza, profe”, “no soy bueno para nada en específico”, “no sabría decir para qué soy bueno”, entre otros. El hecho que las y los estudiantes no puedan decir o reconocer atributos personales positivos constituye un supuesto de que no se está desarrollando una autopercepción adecuada, construyendo una autoestima debilitada que puede afectar el desarrollo psicosocial e impactar de manera negativa en cualquier ámbito de sus vidas y en los diversos entornos en los que se desenvuelven incrementando su vulnerabilidad.

A continuación, se presentan los resultados encontrados estableciendo un análisis de organización y comparación de los datos cuantitativos, y un análisis reflexivo y crítico de lo que representan los datos cualitativos, los mismos que podrán orientar y determinar las futuras prácticas y acciones de intervención.

Análisis de Datos

Los resultados descritos a continuación están sistematizados de acuerdo con los registros obtenidos por lo descrito en los 42 grupos formados en las tres unidades educativas. Para la interpretación de los datos es importante mencionar que unidad educativa se abreviará con UE y que cada una llevará un código para su identificación:

Tabla 1 Unidades Educativas Participantes en el Estudio. 

Unidad Educativa Código
Unidad Educativa Distrito 1 UE 2RB
Unidad Educativa Distrito 4 UE 1LP
Unidad Educativa Distrito 12 UE 3PI

Nota. Tres unidades educativas participaron en el estudio, elaboración propia (2023).

Nota. Gráfico comparativo de las debilidades identificadas y el número de veces que han sido mencionadas, elaboración propia (2023).

Figura 1 Debilidades Identificadas por Adolescentes entre 12 y 15 Años de las tres Unidades Educativas. 

La Figura 1 muestra el total de debilidades identificadas y el número de veces que cada una de ellas ha sido señalada en los diversos grupos, en ese sentido se observa un total de 52 elementos. La timidez y el enojo han sido las debilidades más veces señaladas por 9 grupos; la impaciencia es identificada por 8 grupos; la flojera y la inseguridad por 7 grupos; la falta de control de emociones por 6 grupos; la ansiedad y la poca sociabilidad por 5 grupos; la falta de confianza, la irresponsabilidad y la inatención por 4 grupos; seguidos por otros que han sido señalados en 3, 2 y 1 grupo, como se puede observar en el gráfico.

Nota. Gráfico comparativo de las debilidades identificadas en las 3 unidades educativas. elaboración propia (2023).

Figura 2 Debilidades Comunes Identificadas en las Tres Unidades Educativas. 

En la Figura 2 se establece una comparación entre las debilidades que han sido identificadas de forma común en las tres unidades educativas. En tal sentido se puede observar que 6 de las 52 debilidades identificadas, en mayor o menor número, están presentes en la percepción de los grupos de las tres. La timidez, por ejemplo, ha sido identificada como una debilidad en 6 grupos de la UE 1LP, 2 grupos de la UE 2PI y un grupo de la UE 3RB; la impaciencia identificada por 4 grupos de la UE 1LP, 2 grupos de la UE 2PI y 2 grupos de la UE 3RB; la flojera identificada por 4 grupos de la UE 1LP, 1 grupo de la UE 2PI y 2 grupos de la UE 3RB; así continuamente con los datos señalados en la figura.

Nota. Gráfico comparativo de las debilidades identificadas en 2 unidades educativas, elaboración propia (2023).

Figura 3 Debilidades Comunes Identificadas en Dos Unidades Educativas. 

En la Figura 3 se establece una comparación entre las debilidades que han sido identificadas de forma común en dos de las tres unidades educativas. En tal sentido se puede observar que 10 de las 52 debilidades identificadas en mayor o menor número, están presentes en la percepción de los grupos de dos unidades. 4 grupos de la UE 1LP y 1 grupo de la UE 3RB, identifican que el ser poco sociable es una debilidad; el ser inseguro es identificado por 4 grupos de la UE 1LP y 3 grupos de la UE 2PI; el ser bipolar es identificado por 1 grupo de la UE 1LP 2 grupos de la UE 2PI; la falta de confianza por 3 grupos de la UE 1LP y 1 grupo de la UE 2PI; el ser celoso por 1 grupo de la UE 1LP y 1 grupo de la UE 3RB; así continuamente con los datos señalados en el gráfico.

Análisis de Resultados

Las y los adolescentes han identificado un total de 52 debilidades, sin embargo, se han marcado 6 como las más señaladas por la mayor parte de los grupos, al ser consideradas como una constante presente en más de uno de los grupos de trabajo, se puede observar que es muy susceptible a repetirse en otros ámbitos y contextos de pares, por ello, se procede primero a mostrar en la Tabla 2 el resumen y posteriormente a realizar un análisis de las características principales de cada una de estas debilidades.

Tabla 2 Tabla Resumen de los Factores de Riesgo más veces Señalados. 

Factores de Riesgo Cantidad Número
Tímido/a IIIIIIIII 9
Enojón/a IIIIIIIII 9
Impaciente IIIIIIII 8
Flojera IIIIIII 7
Inseguro/a IIIIIII 7
No controla emociones IIIII 6
Ansiedad IIIII 5
Poco sociable IIIII 5
Falta de confianza IIII 4
Malcriado- irrespetuoso IIII 4
Inatento/a - distraído/a IIII 4
Bipolar III 3

Nota. Resumen de las debilidades más de 2 veces señaladas, elaboración propia (2023).

A partir de la reflexión se puede comprender mejor la naturaleza de los componentes para poder establecer acciones o proyectar programas de acción, en tal sentido, se considera fundamental establecer un análisis de cada una de las 6 debilidades mencionadas en la Tabla 1; entender sus significancias e implicancias para proponer posibles alternativas y propuestas que permitan generar contenidos y espacios de diálogo que fortalezcan a los individuos, principalmente en esta etapa de crecimiento; de no ser debidamente abordados y trabajados pueden representar un riesgo en el proceso formativo madurativo de los adolescentes, exponiéndolos a ser posibles víctimas de violencia o de violencia sexual.

La debilidad más veces identificada ha sido la timidez, el hecho de ser poco sociable o tímido significa el temor o la dificultad para relacionarse con las personas, por lo tanto, puede representar una gran limitación para interactuar con sus compañeros o en sus entornos próximos. En una edad en la que es fundamental sentirse parte y pertenecer a un grupo social limita el campo de acción y la capacidad para expresar los sentimientos y las emociones. Otros factores identificados, muy vinculados a la timidez, son la inseguridad y la falta de confianza, debilidades que generan duda permanente, incapacidad para poder tomar decisiones y sentir la necesidad de buscar una validación constante. Se entiende que la adolescencia es una etapa crítica que se caracteriza por una serie de procesos complejos y momentos centrados en la búsqueda de identidad y aceptación por el entorno, principalmente el de los pares.

Esta búsqueda se ha tornado más compleja y se ha contaminado por los múltiples contextos y las nuevas tendencias a los que se encuentran expuestos, por ejemplo, la información recopilada de los medios de comunicación y principalmente de las redes sociales son un factor determinante que ha restado fuerza y valía a los valores impartidos por la estructura familiar, lo que genera mayor riesgo en el proceso de construcción de la identidad, viciado por esa búsqueda constante de aceptación que impide el desarrollo de una autonomía plena y confianza en sí mismo.

La ansiedad es un sentimiento intenso, desagradable e incontrolable que impacta de diversas maneras en el individuo, acarrea una sensación de impotencia frente a situaciones que aparentemente se salen de control y puede ser una consecuencia de todos estos factores identificados y otros aquí no desarrollados, pero que también han sido mencionados en menor escala. La ansiedad puede generar altos niveles de estrés y miedo, acompañados de los cambios propios de la edad y pueden decantar en un estado de tristeza e incluso depresión.

Otra de las debilidades que mayor número de grupos han identificado es el enojo, estado emocional que puede variar de intensidad, generalmente se manifiesta por un estado de irritabilidad que puede oscilar desde estados leves hasta estados de irritación y pérdida de control desencadenando situaciones violentas. La imposibilidad de controlar o gestionar el enojo, al igual que las otras emociones, es parte de otra de las debilidades identificadas como es la falta de gestión de las emociones, ello involucra un proceso de autoconocimiento y la adolescencia no es precisamente la mejor etapa, por los cambios físicos y fisiológicos que están atravesando, los mismos que alteran permanentemente los estados emocionales.

Incluso muchos adultos presentan gran dificultad para manejar determinados eventos emocionales, principalmente estados de enojo y rabia, las circunstancias pueden incurrir en sucesos violentos que pueden llegar a los gritos y peleas, incluso a las agresiones físicas, por lo tanto, la gestión emocional es un proceso que involucra la historia personal, es decir que requiere de herramientas que se han brindado y desarrollado en la infancia que permitan al individuo desenvolverse adecuadamente en determinadas circunstancias.

De acuerdo con el modelo de las competencias emocionales de Goleman (2002) existe una serie de habilidades que permiten manejar las emociones, menciona que en una primera instancia se debe tener un conocimiento de lo que se está sintiendo, una vez identificada la emoción se da un autocontrol para manejar los impulsos y estados, en una tercera etapa se da una conciencia social que permite reconocer los sentimientos y emociones de los demás o de la otra persona y finalmente habilidad para manejar bien las relaciones.

Otra debilidad identificada ha sido la impaciencia, involucra un estado de permanente intranquilidad, inquietud, muchas veces hasta puede tornarse irascible. Estudios demuestran que en la actualidad la tecnología, de la mano con las redes sociales y los juegos en red, la diversidad y cantidad de información buena o mala que se puede encontrar en el internet, al solo movimiento de los pulgares, ha generado un mundo en el que se quiere las cosas de manera inmediata, violenta; acostumbrando al cerebro a niveles de estrés cada vez más altos, ocasionando en el comportamiento poca tolerancia a la frustración y como respuesta al entorno impulsividad y actitud desafiante.

La pereza o “flojera” como señalan los estudiantes, ha sido identificad como debilidad por 7 grupos, se caracteriza por una falta de motivación, falta de interés para realizar algún tipo de esfuerzo en función de conseguir situaciones esperadas, se manifiesta en un descuido para cumplir con las cosas que se deben realizar. Se observa la apatía para participar en diversas actividades, tanto de la escuela como de la dinámica familiar, mostrando poco involucramiento. Todo ello puede repercutir en una pérdida de elementos fundamentales e imprescindibles a la hora de alcanzar objetivos o de establecer proyectos de vida. La flojera ligada a la impaciencia comparte ese gusto facilón por la inmediatez, la búsqueda de resultados rápidos, “buenos” en poco tiempo y con el mínimo esfuerzo, parece ser un síntoma y una sensación común en la percepción de adolescentes.

La última debilidad más veces identificada es la bipolaridad, algunos estudiantes refieren que se consideran bipolares por los cambios permanentes de humor que presentan y que afectan sus relaciones con los amigos, la familia, la escuela generando una incapacidad para pensar con serenidad y claridad. Ahora bien, es importante diferenciar que estos cambios como altibajos que sufren los niños y adolescentes no son lo mismo que lo que es un trastorno bipolar de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental (2020):

El trastorno bipolar es un trastorno mental que hace que las personas experimenten cambios evidentes, a veces extremos, en el estado de ánimo y el comportamiento. A veces, los niños con trastorno bipolar se sienten muy felices o “animados” y son mucho más enérgicos y activos de lo habitual. Esto se llama un episodio maníaco. Otras veces, los niños con trastorno bipolar se sienten muy tristes o “abatidos” y son mucho menos activos de lo normal. Esto se llama episodio depresivo. (p. 2)

Discusiones

Cada uno de los elementos mencionados es el resultado de un proceso desarrollado a partir de la implementación de la estrategia didáctica “Siluetas”. Las y los estudiantes identificaron de manera grupal fortalezas y debilidades de sí mismos, las debilidades suman un total de 52 elementos, 6 debilidades registradas en las tres unidades educativas, 10 en dos unidades educativas y 46 en solo una, pero en algunos casos por más de un grupo. Tras el registro y la socialización, se ha observado que los estudiantes tienen dificultad para reconocer o identificar sus fortalezas, en contraposición no les es tan complicado identificar sus debilidades.

Lo que sugiere, que los adolescentes no están desarrollando adecuadamente la percepción que tienen de sí mismos, ni reconociendo atributos personales, desvalorizando su potencial, imposibilitando de esta manera la construcción de autoconcepto y autoestima sólida y resiliente que les permita atravesar sin dificultad los riesgos a los que puedan estar expuestos., Por otra parte, a pesar de que la actividad se ha desarrollado en contextos diferentes, se observan elementos comunes identificados en grupos de las tres unidades educativas, el hecho de trabajar en equipos afines ha permitido generar un ámbito colaborativo y de reconocimiento mutuo entre pares por lo que se puede derivar que la percepción de las y los grupos de estudiantes en ese rango de edad tienen similares necesidades y carencias, y experimentan las mismas emociones.

Un estudio realizado por Páramo (2011) con diferentes grupos de adolescentes en el que se establecieron mesas de discusión para identificar factores de riesgo propios de la edad, muestra que el grupo de adolescentes de 15 años mencionaron factores de consumo adictivo de alcohol, cigarrillo y drogas, en nuestro contexto uno solo de los grupos mencionó el vicio como debilidad. En otros grupos mencionaron las malas relaciones familiares, los problemas relacionados con el desarrollo de la personalidad, la discriminación entre otros. Otro estudio realizado por Krauskopof (1999) señala que dentro las preocupaciones identificadas en adolescentes entre 14 y 16 años, señalan principalmente aspectos en relación a la afirmación personal y social, la aceptación de los pares que ayudan a la afirmación personal y social en la adolescencia, todos estos elementos encontrados por la autora, guardan similitud con los hallazgos identificados en la investigación. Otros aspectos señalados destacan las vivencias del amor y la canalización de los impulsos sexuales, mismos que no se han mencionado en nuestro contexto.

El análisis de los datos cuantitativos permiten brindan un panorama importante de qué aspectos son importantes atender en el pensar y sentir de los adolescentes, del mismo modo el análisis reflexivo de los datos cualitativos muestra cómo cada una de las debilidades identificadas por los adolescentes en sus grupos representa para ellos factores de riesgo en el proceso de consolidación de la identidad y de la autoestima y sus componentes, generando vulnerabilidad de su integridad frente a situaciones de riesgo en el entorno. Lo que reafirma una vez más la importancia de implementar programas didácticos, lúdicos y vivenciales en los que se aborden los aspectos del desarrollo personal, social y se enseñen los mecanismos de autocuidado, autoprotección y prevención frente a la violencia y la violencia sexual.

Conclusiones

La experiencia ha sido muy significativa, permitiendo que grupos de adolescentes tengan un espacio de diálogo y reflexión para identificar elementos personales e intereses comunes. La importancia de identificar las fortalezas, necesidades y debilidades que tienen los adolescentes permite establecer rutas de acción oportunas y pertinentes en la elaboración de programas de protección, prevención y autocuidado para el fortalecimiento de las habilidades psicosociales de los involucrados. Este documento ha realizado un análisis cualitativo de las debilidades más veces señaladas, buscando comprender la naturaleza y el origen del problema, este hecho brinda mayores oportunidades para la compresión cabal de las implicancias y la búsqueda de respuestas en acciones futuras.

Por el contrario, desconocer las necesidades de los adolescentes es dejarlos solos en una etapa iracunda de la vida, es importante considerar que detrás de cada acción y decisión que tome un adolescente existe una cadena de sucesos, que puede impactar positiva o negativamente en el resultado, ayudarlos a desarrollar y fortalecer su autopercepción aportará a formar adolescentes más asertivos y menos vulnerables. Observar que en muchos casos los estudiantes tienen mayor facilidad para identificar sus debilidades y mayor dificultad para identificar sus fortalezas, teniendo que recurrir a los compañeros para recibir una percepción externa, es un factor poco favorable para su desarrollo psicosocial. Este elemento debe llamar la atención a educadores y entidades protectoras a reconocer las falencias y carencias por las que se está atravesando en los ámbitos educativos.

Se sugiere replicar este ejercicio o similares en otras aulas y contextos con adolescentes de la misma edad, con el fin de generar una investigación más profunda y que permita establecer si estas debilidades identificadas son generalizables a otros contextos para elaborar programas y propuestas que puedan contrarrestar los posibles entornos vulnerables en adolescentes. Es responsabilidad de la sociedad, como garantes de derecho, procurar que los adolescentes crezcan en entornos sólidos y confiables. Principalmente dentro de la familia se debe trabajar por consolidar su autoestima, resguardando de esta manera su vulnerabilidad a ser víctimas de violencia y violencia sexual infantil. Los entornos educativos deben ahondar en investigar este tema para establecer futuras acciones que permitan, por un lado, contrarrestar el impacto negativo de la percepción que muchos adolescentes desarrollan de sí mismos y por otro, ayudarlos a percibir mayores fortalezas y consolidar las ya identificadas, así formar personas más capaces, más seguras y libres de vulnerabilidad ante los riesgos de sus entornos.

Referencias

Fidias, O. (2020). El paradigma pragmático de la investigación mixta. Revisión sistematizada. DOI: 10.54753/eac.v12i2.2020 [ Links ]

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Recibido: 12 de Marzo de 2024; Aprobado: 15 de Julio de 2024; Publicado: 29 de Noviembre de 2024

Declaración de Conflictos de Intereses

La autora declara no tener ningún conflicto de interés.

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