Introducción
La formación en ciudadanía debe ser considerada una prioridad en el mundo debido a la globalización. Tal es el caso de los países asiáticos, Japón y Filipinas, que han implementado el departamento de estudios sobre ciudadanía global que se encarga de formar mujeres con perspectivas globales con una educación multicultural (Pinillos, 2018). El objetivo principal del presente ensayo es identificar los principales desafíos para la formación ciudadana en la sociedad actual, debido a que el avance tecnológico que crece vertiginosamente y está cambiando constantemente, ha impactado en los docentes y en las pedagogías, por eso, en la actualidad el docente debe desarrollar diversas competencias tecnológicas (Guerrero et al., 2012). Así, el ejercicio de ciudadanía sumado a los avances científicos y tecnológicos permite el diálogo intercultural con los aprendizajes (Anaya et al., 2021).
Por lo tanto, es importante educar ciudadanos desde las aulas porque así se están formando personas, y en esa línea se encuentra el proyecto Noria que fue diseñado y aplicado en países como Nicaragua, Uruguay, Colombia, México, Brasil, España y otros, que mediante la aplicación de la filosofía lúdica y en comunidad están formando ciudadanos creativos, críticos y éticos desde las aulas (Lucas, 2012). Además, en Colombia existen proyectos educativos relacionados con la ciudadanía creativa, porque no se puede hablar de ciudadanía sin filosofía, cuya concepción lúdica promueve desde temprana edad a futuros ciudadanos (García et al., 2022).
En Chile la formación ciudadana se ha vuelto un desafío, porque existe prioridad en el fortalecimiento de la democracia y se desarrolló un análisis de las iniciativas políticas y las prescripciones oficiales en 61 escuelas. Asimismo, otro estudio señaló la importancia de ejercer la formación ciudadana para la democracia en las aulas (Delbury & Cárcamo, 2020; Ruiz & Herrera, 2021). En el Perú, la formación ciudadana y cívica se cimienta en la sociedad y está dirigida desde el sistema educativo, esto conlleva a convivir socialmente en la escuela (Solís, 2022). Además, un país que no ejerce su ciudadanía activamente se deja llevar por opiniones infundadas, por ello, practicar la democracia desde las aulas ayudaría a los ciudadanos a tomar mejores decisiones, sobre todo, en las elecciones (Huanca-Arohuanca & Barria-Asenjo, 2022).
Por ende, el presente ensayo se fundamentó el paradigma interpretativo, con enfoque cualitativo, de tipo, con un diseño narrativo de tópico. La investigación se sustenta con diversas teorías, como la constructivista, la conectividad, la teoría de Dewey, Kohlberg y el Modelo de la ciudadanía multicultural. A través de un análisis exhaustivo de experiencias en diversos contextos educativos, se enfatiza que la ciudadanía debe ser entendida como un ejercicio activo y responsable, que requiere la adquisición de conocimientos sobre derechos y deberes, así como el respeto por los demás
Desarrollo
La primera acción es establecer una definición de ciudadanía en la que se considere el desarrollo del término, enfatizando la posibilidad que le otorga a la persona para ejercer el poder ciudadano. En ese sentido, la ciudadanía es más un ejercicio que una característica, es decir, no implica ser moral o político, implica participar en comunidad de manera responsable por convicción (Guerrero et al., 2012; Martínez de Padrón, 2016). Adicionalmente, para Lizcano (2012) la participación debe estar influenciada por el respeto a los derechos humanos y el bienestar común bajo una mirada informada y crítica.
Entonces, el concepto de ciudadanía es ambivalente, debido a que no ofrece una definición específica, sino que, por la descripción de las acciones mismas del ciudadano, se construye en la misma sociedad. Asimismo, está relacionada con aspectos jurídicos, políticos y éticos que conducen las propuestas, planes y visiones para cada país. De ahí la necesidad de una formación en ciudadanía que incluya: a) el conocimiento de los derechos y deberes ciudadanos, incluyendo los derechos fundamentales; y b) la educación como resultado del ejercicio histórico del ciudadano por conseguir mejores condiciones y un mayor acceso tanto de manera individual como colectiva (Castillo & Sánchez, 2003; Mendoza, 2020).
En ese sentido, entender que la ciudadanía es la práctica activa y responsable de los derechos y deberes dentro de la comunidad y que, lo poco o mucho que se ha conseguido en el ámbito educativo, es consecuencia del ejercicio ciudadano motivado por el bienestar y el respeto, que permite identificar aquellos desafíos pendientes como la falta de formación ciudadana, la deficiente formación de los docentes y, principalmente, la ausencia de políticas nacionales orientadas a la formación de ciudadanía (ver Tabla 1). Por ello, con base en estas deficiencias se ha desarrollado esta investigación.
Tabla 1 Desafíos y Teorías en la Formación Ciudadana
Desafíos | Teorías que sustentan |
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Formación ciudadana en el siglo XXI | Modelo de la ciudadanía multicultural / Teoría del conectivismo |
Formación ciudadana para la democracia | Teoría de John Dewey ciudadanía y democracia |
Desafío en la formación moral y ética | Teoría de la Moral de Kholberg y Teoría de la ética mínima Adela Cortina |
Nota. Así, en la Tabla 1 se observan las proposiciones que se trabajan en la argumentación de los principales desafíos que se consideran para la presente investigación; por ello, se establecen los desafíos y las teorías como Dewey, Kholberg y Cortina, enfoques y modelos que se encuentran vigentes en el contexto actual, a fin de responder cada uno de ellos y asociarlo con la revisión teórica.
Fuente: Elaboración propia (2024).
Formación Ciudadana en el Siglo XXI
Los cambios políticos, económicos, tecnológicos y culturales están redefiniendo la formación en ciudadanía. Esta nueva perspectiva no se limita al Estado-nación lo que da una posibilidad amplia para entender identidades nacionales, locales y regionales utilizando el término “glocal”. Así, países como Chile, Colombia y Argentina van camino a esa nueva formación en ciudadanía (Delbury & Cárcamo, 2020; Ruiz & Herrera, 2021; Mastache, 2022).
En este sentido, los enfoques locales y nacionalistas de formación cultural de los niños, adolescentes y jóvenes de este siglo deben ir dando pasos hacia el conocimiento y la comprensión del mundo que les rodea. Por ello, es preciso resignificar el aprendizaje de la historia, la geografía, las ciencias naturales y las políticas en función de develar las interconexiones que existen entre los problemas de la localidad y nación con los hechos, fenómenos y proceso mundial (Martínez & López, 2022).
Otro punto por considerar es la importancia de la formación de docentes con perfil 4.0, es decir, en el uso de las tecnologías que es una herramienta indispensable para el desarrollo de clases en el aula, porque permite interactuar a través del aprendizaje colaborativo (Iglesias et al., 2013). Si bien entre los docentes el uso de herramientas digitales no es una novedad, si lo es su uso aplicado a la enseñanza.
No obstante, el uso de las herramientas digitales induce a la sociedad actual a la no interacción en comunidad y, por ende, dificulta que las personas logren observar los asuntos públicos que existen en el país y se involucren en la solución comunitaria; por lo contrario, ello puede generar desinterés y poca participación ciudadana en los problemas locales. Por ello, se requiere darle sentido a ese imperativo tecnológico para que realmente exista una mejora de la humanidad y se puedan solucionar los problemas globales que competen a todos, o los locales que afectan a comunidades específicas (Trujillo, 2022).
Por esta razón, la teoría del conectivismo enfatiza en el valor de la interrelación entre pares para el desarrollo de habilidades cognitivas y el desarrollo del uso del internet como constructo que permite comprender el aprendizaje desde la era digital unida a la pedagogía y al currículo, lo que implica estar en constante cambio cuyo aprendizaje ocurre a través de la conexión y la interacción con redes de información y personas (Ortiz & Corrêa, 2020).
Formación Ciudadana para la Democracia
La formación ciudadana puede garantizar que existan sociedades democráticas capaces de impulsar luchas y mejoras en la sociedad, como la buena convivencia, la interculturalidad y otros (Mastache, 2022). Sin embargo, aún es una tarea pendiente la democratización de las estructuras e instituciones de todos los países desarrollados y en desarrollo, a fin de garantizar sociedades iguales e inclusivas (Cardenal, 2013).
En esa línea, la teoría de Dewey destaca la importancia de la formación ciudadana en una sociedad democrática y aboga por una educación que promueva la participación y la reflexión crítica (Castillo & Sánchez, 2003). De igual manera, la teoría de Freire en el diálogo, como un elemento importante, destaca la comunicación igualitaria para que existan sociedades democráticas; así se expresa el diálogo y la resolución de conflictos, desde un lenguaje cuidadoso, en procesos educativos y cooperativos en la construcción de personas que interactúan con la sociedad (García & García, 2022).
Por esta razón, se busca de la formación en ciudadanía que desarrolle entre las diversas personas, competencias, conocimientos, actitudes y valores necesarios para la transformación de su condición humana; por lo que esto implica ver las necesidades sociales y buscar resolverlas, como son los delitos, la inseguridad y, sobre todo, la violencia (Tovar, 2022).
Desafío en la Formación Moral y Ética
En la formación ciudadana existen varios autores que han trabajado en teorías sobre la moral y los valores éticos, como Kohlberg conocido por su teoría del desarrollo moral que aborda cómo los individuos adquieren y desarrollan su sentido de la moralidad. Además, su enfoque se centra en el razonamiento moral y los niveles de desarrollo moral (ver Tabla 2) que atraviesan las personas a lo largo de su vida (Elorrieta-Grimalt, 2012). Asimismo, la teoría de la ética mínima como manual para la convivencia en un mundo donde cada vez tolerarse es un desafío para las personas (Cortina, 2017).
Tabla 2 Niveles por la que pasa el Desarrollo Moral según Kolberg.
Niveles | Etapas |
---|---|
Preconvencional | Castigo y obediencia Recompensa |
Convencional | Orientación hacia derechos individuales |
Posconvencional | Orientación hacia principios |
Nota. En la Tabla 2 se observan los niveles del desarrollo moral propuesto por Kolberg, quien señala tres niveles: Preconvencional, Convencional y Posconvencional. Además, según la revisión no todas las personas alcanzan el nivel posconvencional, y algunas pueden permanecer en un nivel en particular durante toda su vida.
Fuente: Elaboración propia (2024).
Asimismo, se encuentra que en el enfoque economicista de las capacidades de Nusbaum, el autor sostiene la necesidad de encontrar una política que mejore la condición humana de todos los ciudadanos (Fraile, 2006). No obstante, las personas deben enfrentarse a sus propios vicios como el egoísmo e individualismo que conducen, en mayor escala, a actos de corrupción que representan un verdadero problema público, político y social (Sánchez, 2017; Martuccelli, 2018).
De esta manera, tanto la implicancia moral, así como la necesidad de consensos mínimos permiten lograr la convivencia social; por eso, el fomentar las capacidades para ser más igualitarios debe entenderse desde el enfoque de la teoría constructivista, por la cual mediante la formación ciudadana contempla todos estos aspectos a través del diálogo como recurso (Martínez de Padrón, 2016).
Asimismo, el análisis conduce al investigador hacia una propuesta de una ciudadanía mundial, multicultural o global que permite tomar distancia sobre la realidad local para tener una mirada más amplia y compleja de la situación en la que están inmersas las distintas personas. Ello implica mantener un equilibrio entre la realidad local y la realidad global, aquella que resulta más lejana y apartada de la cosmovisión personal. Entonces, se debe replantear la mirada y guardar este equilibrio, a fin de convertir al ciudadano en un agente de transformación en los diferentes planos de la realidad (Medina, 2020).
Conclusiones
Luego de la exhaustiva revisión de literatura científica entre informes y artículos sobre formación en ciudadanía, se identifican los principales desafíos para la formación ciudadana en la sociedad actual. Por eso, la formación ciudadana en la sociedad peruana es un proceso que debe seguir fortaleciendo la participación, así como promover los valores democráticos y construir una sociedad más justa y equitativa. Además, es importante la educación cívica, porque forma la ciudadanía y debe ser una prioridad del sistema educativo peruano.
Por ello, se considera que el mundo es cada vez más complejo y que esta complejidad debe generar conciencia colectiva, que aun cuando se vive con constantes crisis políticas y medioambientales, la educación es fundamental para afrontar estas situaciones de manera adecuada. En consecuencia, la falta de ciudadanía produce malas elecciones, como en el caso de la elección de políticos que carecen de esta formación ciudadana.
También, se debe brindar a los estudiantes, desde un nivel primario, los conocimientos, habilidades y valores pertinentes para comprender el funcionamiento de la estructura democrática, conociendo los derechos y responsabilidades ciudadanas, a fin de evitar que crezcan con valores nulos sobre esta importante realidad. Asimismo, se debe fomentar en ciudadanía a las personas; ya que esto permite reconocer sus propias diferencias y puede mejorar la convivencia dentro de una determinada comunidad.