INTRODUCCIÓN
En la actualidad la modalidad de estudio ha dado un giro radical tomando su rumbo hacia la virtualidad, apartándose de los métodos convencionales de estudio presencial. La educación online se ha convertido en un elemento esencial en la enseñanza demostrando que la educación presencial es una parte de todo lo que conlleva el proceso educativo. Esta modalidad de educación ha permitido ampliar el alcance a las personas; dando como consecuencia impartir clases sincrónicas y asincrónicas en distintas partes del mundo, de tal manera la expansión del conocimiento se desplaza de forma global. Al instaurarse estas dos alternativas de estudio en las instituciones educativas; facilitan a las personas en general a elegir la modalidad de estudio acorde a las necesidades de cada una (Ibáñez, 2022).
Como señala Álvarez et al. (2020) en cuanto a la educación online misma que genera flexibilidad, comodidad y por ende accesibilidad; por el contrario, la presencialidad establece un ambiente de carácter autoritario en la enseñanza como en el aspecto socio-emocional. Pues, la enseñanza de múltiples disciplinas y los cambios que hoy en día influyen en muchos institutos de formación académica ha llevado a implementar nuevos métodos y rediseñar una nueva forma de aprendizaje. Si bien es cierto, estas formas de impartir la enseñanza tienen aspectos positivos, también existen desventajas en cuanto a las condiciones en las cuales se implementa el método de enseñanza tradicional como es el presencial o enseñanza online. Ahora bien, las personas que opten por la educación virtual obligatoriamente deben tener un medio electrónico y acceso a internet. La desigualdad que transcurre en el ámbito virtual y presencial, tienen un por detrás de correlaciones con el sistema pedagógico y la vida universitaria en general (Villa, 2020).
El salto que ha dado la educación hacia la implementación de la tecnología empezando como apoyo académico a ser parte de las actividades diarias de docentes con estudiantes; la virtualidad se ha integrado a la enseñanza con el objetivo de expandir y promover el conocimiento a través de las fronteras; utilizando las herramientas necesarias y competentes en el área para ofrecer una educación oportuna a la sociedad. Por ejemplo, Sangrá (2001) considera que en los entornos virtuales debe existir un espacio de comunicación formado por las instituciones con el objetivo de crear un entorno de comunicación entre estudiantes, profesores y otros miembros que formen parte de la institución u organización. Por otro lado, se ha demostrado que la educación virtual trae consigo la ventaja del trabajo asincrónico, lo que implica la asignación de trabajos a los estudiantes sin que el profesor y alumno estén conectados al mismo tiempo, puesto que existen los medios necesarios para alternar la comunicación entre las personas manteniendo el contacto y el espacio de privacidad del docente (Juanes et al., 2020). Desafortunadamente, en la educación virtual surgen obstáculos para aquellas personas que no poseen acceso de un dispositivo esencial con buena conexión a la internet. Por otro lado, Alghamdi (2021) resalta en su investigación que hay un déficit de diferentes tipos de recursos tecnológicos cuando un estudiante enfrenta la educación virtual ya que existe limitaciones que desde cierto modo han preexistido por un largo periodo de tiempo y por ende gran mayoría entorpece en parte el proceso educativo (Alghamdi et al., 2021).
La decisión de estudiar de forma presencial u online es un proceso que debe llevar a la reflexión de cada persona analizando algunos aspectos relacionados directamente e indirectamente por lo que son necesidades inherentes al momento de estudiar. Sangrá (2001) indica que el entorno de enseñanza y aprendizaje durante la virtualidad es decisión tomada por estudiantes e instituciones. Respecto a los estudiantes, su decisión dependerá de sus necesidades de vida cotidiana, así como si hubiera la disponibilidad de escoger. Y referente a las instituciones educativas, la decisión por seguir la modalidad virtual dependerá de la infraestructura, personal capacitado y necesidades de la demanda. En contraste a la educación presencial, esta requiere de espacios físicos aptos para la impartición de clases sobre todo en una universidad pública que maneja miles de estudiantes, este podría ser un reto. En cambio, la educación online si bien es cierto da un aliciente en espacio físico, contacto y calidez humana se puede ver mermada a través de una pantalla (Sangra, 2021)
Este artículo tiene la intención de revisar las perspectivas que existen sobre la educación online y presencial, tomando en cuenta sus puntos a favor o en contra tanto en estudiantes como en docentes. Es oportuno llevar a cabo un estudio sobre las impresiones dadas por estos métodos de enseñanza. La integración de la modalidad presencial y online en las instituciones educativas generan mayor apertura al acceso a la información. Incluso si ocurren inconvenientes en adaptarse a uno de estos entornos pedagógicos, la decisión de estudio va acorde a las oportunidades, deseos o metas que posee la población. Por lo tanto, este estudio llevó a cabo la siguiente pregunta de investigación:
• ¿Cuáles son las percepciones sobre la enseñanza presencial y virtual por parte de estudiantes?
REVISIÓN DE LITERATURA
Referente a los entornos virtuales y presenciales, su incorporación en la educación ha armonizado hábitos formativos proporcionando variedad de metodologías en el aprendizaje; la apropiada distribución de estas prácticas de formación funciona independientemente de forma individual (Gros, 2018).
La incorporación forzosa de la educación online en instituciones que anteriormente eran plenamente presenciales por el motivo principal que fue la pandemia, impulso a aquellas a transformarse y acoplarse a la nueva realidad. Las metodologías de evaluación aplicadas anteriormente no garantizan autoría en actividades; por lo tanto, aumenta la complejidad de evaluación y exige mayor tiempo docente en aquellas tareas más que las actividades expositivas (Del Castillo Olivares, 2021).
Como expresa Bejar (2022) con respecto al intercambio de mensajes y formas de comunicación de los estudiantes con medios de uso general dejan de lado el aula virtual y sus mecanismos de contacto que por otra parte son utilizados específicamente con docentes u autoridades de la institución. Por supuesto, el aprendizaje y la comunicación tanto en el aula o después de clases sigue siendo elemental en el desarrollo estudiantil.
Desde otro enfoque, el profesorado ha experimentado cambios desde impartir clases de forma presencial a adaptarse a una nueva educación online la cual ha requerido de esfuerzo personal, sus medios y competencias para lograr cumplir con aquello que no había sido parte de sus labores cotidianas; en cambio, las apreciaciones de los estudiantes sobre los cambios ejercidos por la tecnología, manifiestan que los materiales didácticos destinados a su enseñanza no cuentan con una adaptación apropiada a la modalidad de estudio (Del castillo-Olivares, 2021b).
Tal como indica Ramírez (2020) los resultados de la educación virtual en los estudiantes dejan aun insatisfacción a causa de varios factores económicos, escasa conectividad, las metodologías de enseñanza no acorde a la educación virtual y también los medios en que es concedida la información. Un estudio desarrollado en la Universidad de San Pedro Sula (USAP) ha puesto en evidencia que la virtualización forzada a llevado a crear un modelo pedagógico, por ende, han descubierto que el 60% de los docentes y el 45,7% de los estudiantes son adeptos para prolongar esta práctica. Desde el punto de vista científico establecen la hipótesis que sustenta la adaptación ágil a las clases online por aquellas instituciones que precedentemente había trabajado con infraestructura tecnológica en conjunto a las clases dictadas presencialmente (Ramírez, 2020).
Zhu (2020) menciona que a través de implementar nuevos cursos utilizando sistemas online han revelado un aumento de participación en comparación a las clases presenciales; sin embargo, persisten los obstáculos por lo que se requiere de infraestructura digital y plataformas para el aprendizaje, que además la limitada conectividad a internet presiona a los estudiantes a desarrollar su capacidad a un aprendizaje activo auto disciplinado y autodirigido; al mismo tiempo la capacitación de docentes debe alcanzar un formidable desarrollo profesional ante las demandas didácticas.
Ciertamente, la modalidad presencial acarrea ventajas sobre la socialización y el contacto humano donde concurren conceptos, procedimientos, actitudes entre maestros y estudiantado; sobre todo, la evolución de las destrezas sociales de los estudiantes que conducen diariamente en círculos familiares, amistosos y por ende profesional, por lo que el acoplamiento futuro al mercado laboral se ha visto con notables cambios e incertidumbre (Gil et al., 2021). En otro orden de situación sobre el aprendizaje online y con base a un estudio elaborado por el mismo Gil (2021) en la Universidad de Almería en España, los estudiantes alegan buena disposición a la modalidad virtual que les permite realizar con normalidad trabajos autónomos mas no aquellos que se exigen con un carácter colaborativo o grupal, asimismo expresan la sobre exigencia que existe en las clases online frente al sistema presencial.
De acuerdo con Quintana (2020) quien señala que la modalidad online dispone de la herramienta de búsqueda como una biblioteca digital brindada por las instituciones académicas, alumnos señalan la escasez de literaturas en estos medios y principalmente la desigualdad para con los estudiantes que poseen insuficiencia visual lo cual conduce a la toma de medidas inclusivas.
Acorde el criterio de García (2018) la convergencia de modalidad presencial y online han venido convergiendo desde los años 60 cuando la educación a distancia estaba en su apogeo, conociéndose en la actualidad como blended-learning= aprendizaje mixto. Adicional, la modalidad más reciente flipped classroom-aula invertida, misma que parte del aprendizaje mixto. El estudio puntualiza, que existiendo varias modalidades en el presente; es responsabilidad de las instituciones educativas buscar el equilibrio en el proceso de enseñanza donde los recursos, tecnología, metodologías, estrategias y técnicas funcionen armónicamente para una enseñanza que beneficie a la audiencia que le compete en tiempo y espacio.
Varas-Meza (2020) expone en su investigación la expansión de la educación virtual la cual está basado en cuatro factores: socioeconómicos; sociopolíticos; socioculturales y socio tecnológicos. Este estudio concluye que los factores mencionados responden a la necesidad de internacionalización de la educación por lo que las instituciones no sólo deben adoptarlas sino también exponerse al escrutinio de valoración para mejoras; siendo que en América Latina la educación online es considerada de segunda clase (Varas et al., 2020, p.25)
En efecto, la educación atraviesa variaciones constantes frente a los influyentes cambios de la tecnología, la cual no solo actúa en la forma de transmisión de la información sino también crea impacto sobre los múltiples medios de alcance hacia el alumnado. En vista que la desigualdad esta intrínseca en varios aspectos que perjudican a la enseñanza, concretamente en el reducido acceso a materiales de aprendizaje, insumos de cómputo, internet, y el bajo poder económico de las familias; al menos que se adopte incentivar y capacitar a aquellos que conforman las instituciones académicas como autoridades, docentes y estudiantes con el objetivo de optimizar el sistema educativo que precedentemente enfrentaban obstáculos en la presencialidad (Quintana, 2020).
METODOLOGÍA
Esta investigación se basó en un estudio descriptivo aplicando un método mixto de información cuantitativa y cualitativa, la cual, se estableció tres variables una como independiente: esta representa las percepciones del estudiantado y dos dependientes: con enfoque a la educación online y presencial. La variable de percepción es como los estudiantes perciben una experiencia en un entorno específico, es decir, es de mayor agrado y calidad tener un aprendizaje en clases presenciales o virtuales. Tomando en cuenta que esta variable independiente es inherente a la personalidad de cada individuo. Con respecto a la educación online, se pretende tener en cuenta que esta modalidad requiere del uso demandante de recursos tecnológicos sin la presencia del docente y estudiantes en un aula física. Se pretende estudiar y analizar desde la propia experiencia de los estudiantes como ellos perciben y aceptan el aprendizaje de manera virtual. Por otra parte, se considera la variable de educación presencial la cual es donde el docente y estudiantes comparten enseñanza - aprendizaje en un espacio físico, se aspira recoger datos perceptivos basada en la experiencia de los estudiantes, siendo esta aplicada con mayor demanda antes de la pandemia.
Se recolectaron datos mixtos a través de dos encuestas en línea siendo la primera para medir percepciones de modalidad virtual y la segunda modalidad presencial. Ambas encuestas poseen componentes cuantitativo y cualitativo. Cada encuesta tiene preguntas cuantitativas y cualitativas. En las encuestas se tomaron en cuenta factores emocionales (pensamientos y sentimientos), pedagógicos (metodología de enseñanza y recursos), y experiencias personales.
La población finita fue de N=415, misma que se calculó con un nivel de confianza del 95% representado como Z=1,96 en la fórmula, P es la probabilidad que ocurra el evento y Q la probabilidad de que no ocurra el evento por lo que se estimó un 50% para cada una, finalmente el nivel de error estipulado por los investigadores fue del E=5%. El proceso de cálculo se realizó por medio de Excel utilizando la siguiente fórmula:
Al dividir el numerador 398,566 y denominador 1,9954; la muestra resultante fue de 200 estudiantes de nivel universitario perteneciente a distintas carreras de la Universidad Técnica de Babahoyo. El 60% de la muestra es femenino y el 40% masculino. El proceso de selección se hizo por el muestreo de conveniencia: esta tiene un rango de edad de 18 a 35 años, y nivel socioeconómico: alto (15%), regular (15%), medio (45%), bajo (25%).
Con relación a los instrumentos aplicados fueron dos encuestas previamente detalladas. La encuesta sobre percepciones de educación online presentó un Alfa de Cronbach de 0,905 y la encuesta sobre percepciones de educación presencial de 0,901. Las encuestas constaron de 10 elementos, los cuales fueron agrupados en: aspectos emocionales, habilidades, recursos y pedagogía. Los ítems de las 9 en ambas encuestas fueron establecidos mediante distintos tipos de escalas, y preguntas abiertas; de modo que se lograba conocer las razones de las repuestas sobre las percepciones por parte de estudiantes sobre la enseñanza presencial y virtual. Por último, el análisis de datos obtenidos de la encuesta fue tabulados en una hoja de cálculo de Excel, las respuestas se agruparon con respecto a las similitudes en las percepciones y, finalmente organizados por frecuencias.
RESULTADOS
Las siguientes gráficas muestran que la población tiene una inclinación a las clases presenciales sumando un 70% de preferencia mientras que la online tiene un 50%.
Inicialmente se observa en la Figura 1 que resultados obtenidos en la encuesta que el 30%, 25% y 20% muestra una similitud, es decir, que estos porcentajes no muestran una satisfacción alta por parte de los estudiantes en recibir sus clases de manera virtual, por lo que el 30% siendo el mayor resultado representa que algo los motiva al recibir sus clases online, el 25% equivale a la opción casi nada y nada los motiva al tener clases virtual, y solo el 20% del total de los encuestados se motivan a tener clases online.
Según resultados de la Figura 2, resultados del 40% equivale a que muchos estudiantes si les emociona más cuando tienen clases presenciales que virtuales, el 30% equivale a la opción algo lo cual indica bajo grado de satisfacción por parte de los estudiantes, el 20% de los encuestados muestra que casi nada los motiva el tener clases presenciales y el 10% equivale a la opción nada. En conclusión, el 20% y 10% muestra que son pocos los estudiantes que prefieren las clases presenciales.
En la Figura 3 se exhibe una estadística clara basado en el aspecto emocional referente a la educación virtual, lo cual refleja que el porcentaje más alto como es el 40% expresa que los estudiantes no están totalmente motivados cuando reciben sus clases virtuales, el 15% refleja un estado normal por parte de los estudiantes, el 20% da entender que si están motivados y solo el 25% del total de los encuestados están muy motivados. Resultados finales comunican que los estudiantes no tienen mayores preferencias en recibir clases online.
En esta Figura 4 se evidencia que el 50% de los estudiantes encuestados están altamente motivados porque la mayor parte del tiempo reciben clases presenciales, el 30% de ellos se sienten motivados, y el 10% indican que los estudiantes muestran una normalidad y no motivación por tener clases presenciales. En conclusión, el tener clases presenciales tiene mayor aceptación por parte de los estudiantes según encuesta.
Según resultados de la Figura 5 se revela que el 50% de los estudiantes consideran que su nivel de atención referente a las clases virtuales es bajo, el 15% es regular, el 20% es medio y solo el 15% de los encuestados es alto. Esto quiere decir, que la virtualidad les resta el nivel de atención requerida durante el proceso de aprendizaje.
Según la Figura 6 de los resultados se indica que el 55% de los encuestados consideran que el nivel de atención en una clase presencial es alto, el 25% de atención es media, el 15% de atención es regular y solo el 5% de su nivel de atención es baja. Tales porcentajes, revelan que los estudiantes logran mayor concentración cuando están aprendiendo dentro de un espacio físico en presencia con los docentes y compañeros de clases.
De acuerdo a la estadística de la Figura 7, tales resultados se reflejan que el 30% de los estudiantes consideran tener su nivel de destreza tecnológica baja, el 35% de ellos representa al parámetro regular, el 20% de ellos es alta y solo el 15 % es muy alta.
En la Figura 8 se plasma resultados del 45% de los estudiantes quienes muestran que su destreza de interacción durante las clases presenciales es muy alta, el 25% de ellos señalan que su nivel es alto, el 20% representa a regular y solo el 10% señala que su interacción en clases presenciales es baja. En resumen, tales resultados reflejan que el nivel de interacción por parte de los estudiantes tiene mayor aceptación en clases presenciales.
Los resultados según la Figura 9 se refleja que el 35% de los encuestados se consideran aprendices parcialmente dependientes, el 25% de ellos piensan que son totalmente dependiente y también el 25% son parcialmente autónomos, y solo el 15% indican que son totalmente autónomos durante sus aprendizajes.
De acuerdo a la Figura 10 sobre la interrogante si los estudiantes tienen facilidades tecnológicas el 35% de ellos se muestra que algo tienen de facilidad, el 25% de ellos equivale a mucho, el 25% casi nada tienen de facilidades y el 15% equivale a que ellos no tienen nada de facilidades con el tema a la tecnología. En conclusión, los estudiantes se inclinan más por preferir las clases presenciales.
Según resultados de la interrogante sobre cuál es su nivel de aprendizaje en modalidad virtual plasmada en la Figura 11, se revelan que el 40% de los encuestados equivale a la opción mala, el 25% corresponde a la opción regular, el 20% a la opción buena y solo el 15% pertenece a la opción muy buena. En consecuencia, desde la propia perspectiva de los estudiantes notan que su nivel de aprendizaje en clases virtuales es más malo que buena.
En la Figura 12 se revela resultados entre altos y bajos con respecto a la interrogante sobre si el nivel de aprendizaje de los estudiantes en modalidad presencial es muy buena, buena, regular y mala. El 40% de los encuestados pertenece a la elección de muy buena es el nivel de aprendizaje, el 30% equivale a buena, el 10% a la opción regular y el 20% a mala.
En la Figura 13 se plasma porcentajes en relación a la interrogante sobre si la metodología pedagógica estuvo alineada a la modalidad virtual, lo cual se indica que el 40% pertenece a la elección parcialmente en desacuerdo, el 30% de los encuestados se inclinaron por la opción totalmente desacuerdo, el 20% de ellos estuvieron parcialmente de acuerdo y solo el 10% estuvieron totalmente de acuerdo.
Según resultados en la Figura 14, se visualiza que el 35% de los estudiantes se encontraron parcialmente de acuerdo sobre si la metodología pedagógica estuvo alineada a la modalidad presencial, el 30% de ellos estuvieron totalmente de acuerdo, mientras que el 20% estuvo parcialmente en desacuerdo y el 15% de ellos totalmente en desacuerdo.
Con respecto a resultados de la Figura 15, se evidencia que el 35% de los encuestados se encontraron parcialmente en desacuerdo en cuanto a los recursos utilizados por el docente en la modalidad virtual, el 25% de ellos reflejan un totalmente de acuerdo y también el 25% de ellos muestran totalmente en desacuerdo, y, por último, el 15% de los encuestados se encontraron parcialmente de acuerdo. Se concluye, que los estudiantes consideran que los docentes no hacen frecuentemente del uso de los recursos tecnológicos.
Finalmente, en la Figura 16 se asegura que el 40% de los encuestados optaron por la elección parcialmente de acuerdo sobre el uso de recursos utilizados en modalidad presencial, el 30% estuvo totalmente de acuerdo, el 20% parcialmente en desacuerdo y solo el 10% de ellos presentaron un totalmente desacuerdo. En resumen, se observa que los estudiantes tienen mayor consentimiento en recibir clases presenciales con el tema de los recursos.
DISCUSIÓN
Las percepciones de los estudiantes sobre la educación virtual no son satisfactorias, debido a varios factores, de los cuales destacan el económico, destrezas tecnológicas y pedagogía aplicada. Siendo que la mayoría de la población (70%) de este estudio tiene un nivel socioeconómico de bajo a medio, incide en que apenas el 60% tiene facilidades mínimas de tecnología, y a su vez; resultando en una destreza tecnológica ineficiente. Los datos en el constructo pedagógico demostraron que los docentes tienen mayor preparación en su cátedra de forma presencial por lo que estudiantes percibieron sus clases virtuales como mejor estructuradas. En cuanto a los recursos de enseñanza provistos, los estudiantes percibieron falta de autenticidad y engranaje para obtener los resultados de aprendizaje adquirido. Según señala Álvarez (2020) la educación online debe promover flexibilidad, comodidad y accesibilidad; componentes que según los datos no se cumple. Así mismo, se rectifica la brecha que existe entre ambas modalidades en estudiantes de diferentes niveles socio-económicos como lo describió (Villa et al., 2020) la desigualdad es algo que persiste en la vida universitaria.
Según el estudio desarrollado en la Universidad de San Pedro Sula (USAP) dónde la virtualidad se vio forzada, los estudiantes prefirieron procrastinar sus estudios. De acuerdo a Acosta, (2020) las instituciones que tenían cierto tinte tecnológico en sus procesos de enseñanza los estudiantes tuvieron mejor predisposición para la educación netamente online, dejando entrever que los estudiantes de este estudio no fueron sometidos a dicho contexto por lo que su enseñanza se da más de forma dependiente y tradicional; como señalan los datos de este estudio.
Como indica Gil (2021), la modalidad presencial promueve el afecto social del contacto humano directo, mismo que se ha probado ser un gran aliciente para el aprendizaje efectivo por lo que en este estudio los participantes que expresaron tener mayor grado de socialización física son aquellos que determinaron y sintieron tener un mayor grado de aprendizaje en la modalidad presencial.
CONCLUSIONES
Una vez obtenidos los resultados de esta investigación sobre la percepción que tiene los estudiantes frente a las dos modalidades de estudio: virtual y presencial. Se concluye que una instrucción virtual debe cumplir con ciertos requisitos entre estos tener muy buena accesibilidad, el uso de recursos óptimos, comunicación efectiva; métodos y técnicas pedagógicas para un buen desarrollo de aprendizaje y rendimiento académico.
La accesibilidad no es inherente a las instituciones, sino al estado socio-económico global de un país, sin embargo; la academia puede amortiguar los desfases de su comunidad educativa con la construcción de planes educativos que converjan a los objetivos de aprendizaje, a su modalidad de estudio y a los recursos académicos que concierne a la modalidad virtual. Con el único fin de que la modalidad virtual sea de mayor aceptación y motivación por los estudiantes.
Por último y no menos importante, se destaca que la adaptabilidad por parte de los estudiantes y docentes a una nueva modalidad de estudio concierne a un proceso que conlleva a superar retos, eliminar barreras, y aprovechar el tiempo. Del mismo modo que la educación presencial la virtualidad debe fundamentarse en planes y programas bien estructurados, construidos con la experiencia académica para así cambiar de forma positiva la mentalidad de los estudiantes y lograr que ellos se conviertan en aprendices autónomos con una alta motivación y deleite por el aprendizaje auténtico y veraz.