INTRODUCCIÓN
Los factores socioeconómicos son elementos clave que influyen en la configuración de la sociedad y el nivel de bienestar de las personas (Muelle, 2020). Estos factores abarcan aspectos económicos y sociales que mantienen una interacción recíproca y permanente. Una distribución desigual de los ingresos puede conducir a brechas sociales y limitar el acceso a recursos y oportunidades (Ponce et al., 2020).
Factores como el desempleo, el nivel de ingreso económico, el acceso a servicios básicos o la movilidad social pueden ser un condicionante en el nivel de bienestar de las personas (Castellano & López, 2021). La disponibilidad de los factores socioeconómicos puede contribuir al desarrollo de desigualdades generando tensiones sociales que podrían incrementar el ciclo de la pobreza de manera significativa.
Todas estas problemáticas se ven incrementadas dentro del área rural al presentar particularidades propias que van desde la falta de infraestructuras básicas para la movilidad, hasta la limitación de oportunidades de desarrollo para sus habitantes (Orellana et al., 2021). Además, la dependencia a la agricultura y la actividad agropecuaria puede generar vulnerabilidad económica, ya que están sujetos a factores climáticos, fluctuaciones de precios y políticas agrícolas (Suárez et al., 2022).
En las zonas rurales el acceso a la educación se convierte en uno de los principales desafíos (Herrera & Rivera, 2020). Las diferentes universidades e institutos de educación superior se ubican en las principales ciudades, obligando a los estudiantes rurales a enfrentar dificultades para desplazarse largas distancias (Véliz & Zambrano, 2019). Los altos costos de transporte y alojamiento suponen una barrera adicional, limitando la posibilidad de acceder a la educación superior y dejando a muchos jóvenes sin alternativas viables.
Las múltiples problemáticas socioeconómicas que se presentan en el área rural limitan a los estudiantes que buscan acceder a una educación superior (Peralta et al., 2020). Para muchos jóvenes resulta más viable abandonar prematuramente su formación educativa que buscar oportunidades laborales que les permitan contribuir de manera limitada a los ingresos familiares (Herrera & Rivera, 2020). Esta situación perpetúa el ciclo de pobreza y limita las perspectivas de desarrollo de los individuos y las comunidades rurales.
En el cantón Salitre, ubicado en la provincia de Guayas, Ecuador, no es una excepción a esta realidad. La limitación de alternativas de acceso a estudios superiores deja a los jóvenes sin alternativas para continuar su formación académica produciendo una barrera que afecta el desarrollo profesional que ofrece la educación universitaria. El presente estudio plantea como objetivo principal analizar y comprender los factores socioeconómicos que influyen en el acceso a la educación superior en la zona rural del cantón Salitre, Guayas, Ecuador.
Esta investigación ubica a la educación superior como un elemento esencial en la formación personal de las personas, así como para el progreso económico de la comunidad. El abordaje de este estudio permitirá comprender la realidad del contexto convirtiéndose en un fundamento para el diseño de estrategias y políticas que impulsen mejores posibilidades de acceso a los jóvenes que buscan estudios superiores.
Marco teórico
Los siguientes párrafos presentan una revisión literaria referente a los principales factores socioeconómicos que influyen en el acceso a la educación superior. Estos factores abarcan aspectos que van del estatus socioeconómico de los individuos, hasta la disponibilidad de recursos y oportunidades educativas en el área rural.
Factores socioeconómicos en la zona rural
Los factores socioeconómicos pueden ser entendidos como las interacciones dinámicas y complejas que influyen en la configuración de oportunidades, capacidades y relaciones humanas. De acuerdo a un informe de la CEPAL propuesto por Pontarollo et al, (2019) los factores socioeconómicos son aquellos elementos que combinan aspectos sociales y económicos y que tienen un impacto directo en el crecimiento y nivel de vida de las personas. Estos factores abarcan diversas dimensiones, como la distribución del ingreso, el acceso a la educación, empleo y otros aspectos relacionados con el bienestar de la población.
La OIT (2020) aborda los factores socioeconómicos desde una perspectiva laboral comprendiéndolos como aspectos fundamentales para asegurar la justicia social, la equidad y la protección de los derechos de los seres humanos. Según esto los factores socioeconómicos son fundamentales para la erradicación de la pobreza y la promoción de un crecimiento social inclusivo y sostenible.
Estos factores hacen referencia a las variables y condiciones que influyen en la actividad económica, el desarrollo, la dispersión del ingreso y la eficiencia de los sistemas económicos (Bacigalupe et al., 2022). La importancia de estos factores radica en la comprensión del funcionamiento de la economía, así como el desarrollo de políticas que promuevan el crecimiento sostenible, la eficiencia y la equidad.
El análisis de los factores socioeconómicos resulta significativo en la generación de oportunidades para las personas (Canelos, 2019). Por ejemplo, la distribución desigual del ingreso puede generar brechas sociales y económicas, afectando el acceso a oportunidades y recursos básicos (Enriquez, 2020). Esto puede resultar en la marginalización de ciertos grupos de la población.
Del mismo modo, el acceso a una buena educación, así como la capacitación adecuada son determinantes para el crecimiento profesional (Timarán et al., 2019). La falta de acceso a la educación puede limitar las oportunidades de empleo y perpetuar la desigualdad social (Romualdo, 2020). De esta manera, los factores socioeconómicos juegan un papel crucial en la formación superior, convirtiendo las desigualdades económicas y sociales en barreras significativas.
En el marco de la ruralidad, los factores socioeconómicos se desarrollan a través de una serie de procesos interrelacionados que pueden variar según la ubicación geográfica y las características específicas de cada comunidad (Freire et al., 2019). Estas áreas, a menudo caracterizadas por una mayor dependencia de la agricultura, enfrentan desafíos particulares que influyen en su dinámica socioeconómica (Suárez et al., 2022). Aspectos como la disponibilidad de recursos naturales se establecen como condicionantes para la producción agrícola y ganadera, y su escasez o deterioro pueden tener un impacto negativo en su productividad y por ende los ingresos económicos de la ruralidad.
Las escasas oportunidades de empleo y la baja remuneración son también desafíos socioeconómicos en las zonas rurales (Morales & Mideros, 2021). La dependencia de la agricultura puede generar estacionalidad laboral y fluctuaciones en los ingresos, lo que dificulta la planificación y el desarrollo sostenible (Suárez et al., 2022). La falta de diversificación económica y la ausencia de inversiones en sectores no agrícolas limitan las opciones de empleo y la movilidad social en las comunidades rurales.
Además, la infraestructura juega un papel crítico en las zonas rurales (Pérez, 2020). La falta de carreteras adecuadas, sistemas de transporte eficientes y servicios básicos, como electricidad y acceso a internet, obstaculiza el acceso a la disponibilidad de servicios educativos, de atención médica, así como oportunidades laborales (Díaz, 2019). La carencia de infraestructura también dificulta la diversificación económica y la integración de las comunidades rurales en la economía nacional.
En cuanto a las afectaciones de estos factores socioeconómicos en las personas, se observa una mayor incidencia de pobreza, desigualdad y exclusión social en las zonas rurales (Díaz, 2019). Las personas que viven en estas áreas a menudo afrontan desafíos para cubrir sus requerimientos básicos y disfrutar de oportunidades de desarrollo (Orellana et al., 2021). Esto afecta negativamente en su desempeño físico y emocional, así como en su sentido de pertenencia y participación en la sociedad.
Para abordar estas problemáticas y mejorar las condiciones socioeconómicas en las zonas rurales, es fundamental adoptar una visión a futuro que promueva el desarrollo sostenible y la equidad (Pérez, 2020). Esto implica no solo invertir en infraestructura básica, como carreteras y servicios de energía, para mejorar la conectividad y el acceso a servicios, sino también en ampliar las oportunidades para fortalecer el desarrollo profesional rural brindando recursos adecuados que se alineen con las necesidades locales y las oportunidades económicas.
Acceso a la educación superior en zonas rurales
La educación superior puede definirse como el nivel educativo que se alcanza después de la educación secundaria y que ofrece oportunidades de aprendizaje más especializadas y avanzadas (Mila et al., 2020). En el Ecuador, la educación superior ha pasado por cambios significativos en las últimas décadas realizando esfuerzos para ampliar y mejorar el acceso a través de políticas públicas y programas específicos (Burneo & Yunga, 2020). La creación de universidades y la expansión de la oferta educativa han sido parte de este proceso.
Las condiciones de ingreso a las universidades en el Ecuador están determinadas por una serie de requisitos y procesos establecidos por cada institución educativa (Latorre, 2020). Estas condiciones varían dependiendo de la carrera o programa académico al que se desee acceder, así como de las políticas y regulaciones establecidas por el sistema de educación superior (Burneo & Yunga, 2020). Se podría decir que el principal requisito es la obtención del título de bachillerato, que se obtiene al finalizar la educación secundaria, de manera que los estudiantes deben haber completado y aprobado satisfactoriamente los estudios de bachillerato para poder aplicar a la educación superior.
Luego de esto, los estudiantes deberán de inscribirse en el registro nacional del Senescyt con la finalidad que puedan elegir la institución de su interés, así como la carrera a la que aspiran (Mendieta et al., 2023). Actualmente, son las universidades e institutos las que administran la evaluación, postulación y posterior asignación a un cupo en la carrera escogida, por lo que resulta necesario que los estudiantes posean los conocimientos necesarios para cumplir con el puntaje mínimo requerido en cada caso.
Es importante destacar que, aunque existen condiciones generales para el ingreso a las universidades en Ecuador, cada institución tiene autonomía para establecer sus propios criterios y procesos de admisión (Mila et al., 2020). Esto significa que las condiciones de ingreso pueden variar entre universidades y programas académicos, lo que implica que los estudiantes deben informarse y cumplir con los requisitos específicos de la institución y la carrera a la que deseen ingresar.
Sin embargo, las posibilidades de ingresar a una carrera universitaria no son iguales en todos los casos ya que las zonas rurales suelen enfrentar desafíos significativos en este sentido (Herrera & Rivera, 2020). Uno de los principales es la falta de infraestructura educativa, tomando en cuenta que no existen centros de educación superior dentro de comunidades rurales del Ecuador (Peralta et al., 2020). Esto dificulta su acceso físico, tomando en cuenta que la distancia geográfica y la falta de transporte adecuado dificultan el desplazamiento de los estudiantes hacia las instituciones ubicadas en áreas urbanas. Esto no solo implica mayores costos, sino también un mayor problema al equilibrar las obligaciones personales y familiares que a menudo existen en entornos rurales.
Además, la brecha económica es otro condicionante importante (Canelos, 2019). Las familias de zonas rurales suelen tener menores ingresos y recursos destinados a aspectos educativos (Véliz & Zambrano, 2019). Los altos costos de matrícula, los gastos de manutención y la necesidad de cubrir los gastos adicionales asociados, como libros y materiales, representan una carga financiera significativa para las familias rurales, lo que limita el acceso a la universidad.
Otro factor que influye en las posibilidades de ingresar a una carrera universitaria es la desigualdad de la calidad de la educación (Herrera & Rivera, 2020). Las escuelas rurales a menudo enfrentan desafíos en términos de infraestructura, recursos educativos y capacitación docente (Sánchez et al., 2019). Esta disparidad en la calidad educativa desde las etapas iniciales puede afectar negativamente la preparación académica de los estudiantes rurales, dificultando su ingreso y éxito al momento de rendir las pruebas correspondientes.
Además, la falta de información y orientación vocacional en las comunidades rurales contribuye al limitado conocimiento de instituciones cercanas y alternativas profesionales (Peralta et al., 2020). Muchos estudiantes rurales pueden carecer de información sobre los procesos de admisión, becas y apoyos financieros, lo que dificulta su acceso y participación en la educación superior.
Otro desafío es la desconexión digital. Las zonas rurales a menudo carecen de acceso confiable a internet, afectando el uso de recursos digitales así como la participación en programas de educación a distancia (Quimis et al., 2021). Esto limita las opciones educativas disponibles para los estudiantes rurales, ampliando significativamente la disparidad tecnológica entre áreas urbanas y rurales.
El desafío que implica el acceso a los estudios universitarios se convierte en un gran problema para la ruralidad convirtiéndose en un aspecto que debe abordarse de manera prioritaria (Herrera & Rivera, 2020). La educación superior es un motor de desarrollo y movilidad social, y es fundamental garantizar que todos los jóvenes, independientemente de su ubicación geográfica o su situación socioeconómica, tengan igualdad de oportunidades para acceder a ella.
METODOLOGÍA
Se consideró un diseño no experimental basado en un enfoque cuantitativo con alcance descriptivo y correlacional buscando establecer si existe una relación significativa entre los factores socioeconómicos y el acceso a la educación superior. La población integró a jóvenes de 18 a 29 años que residen en la zona rural del cantón Salitre, los mismos que según su Plan de Ordenamiento Territorial suman un aproximado de 8346. La muestra se tomó a través de un muestreo probabilístico aleatorio dando como resultado 384 sujetos.
Para la recolección de los datos se diseñó una encuesta integrada por diez preguntas de tipo cerradas con la finalidad de agilitar el proceso de recolección de información y facilitar su posterior procesamiento. Para garantizar la eficiencia del instrumento propuesto se realizó una prueba piloto a 20 personas obteniendo como resultado un Alfa de Crombach de 0.92. Respecto al análisis de datos, este se direcciono a determinar si existe una correlación entre las variables de investigación, para lo cual se utilizó el estadístico de correlación de Pearson mediante el programa SPSS.
RESULTADOS
A través del análisis descriptivo se logró conocer más de cerca las perspectivas que poseen los jóvenes acerca de la temática planteada. Para esto se consideraron las respuestas de 384 jóvenes de las diferentes parroquias rurales del cantón Salitre, con una participación de 116 sujetos de Junquillal, 138 de Vernaza y 130 de Victoria (Tabla 1).
Tabla 1 Participación por parroquia.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Junquillal | 116 | 30,21% |
Vernaza | 138 | 35,94% |
Victoria | 130 | 33,85% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes.
Respecto al nivel de ingresos se observó una tendencia negativa de respuesta, tomando en cuenta que el 28,65% y el 31,77% de los jóvenes indicó que es muy alto y alto el nivel de influencia que ejercen los ingresos familiares en la posibilidad de acceso a la educación superior. Por su parte un 3,91% señala que es regular, mientras un 27,78% y un 9,90% lo establecen como una influencia baja y muy baja respectivamente (Tabla 2).
Tabla 2 Influencia del nivel de ingresos familiares.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy alto | 110 | 28,65% |
Alto | 122 | 31,77% |
Regular | 15 | 3,91% |
Bajo | 99 | 25,78% |
Muy bajo | 38 | 9,90% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes.
En torno a la disponibilidad de recursos económicos, el 32,29% y el 20,05% indican que es muy baja y baja al momento de costear gastos educativos como matrícula en el caso de las instituciones privadas, así como libros o transporte. Un 17,97% indicó que estos son regulares y una minoría del 27,60% y 2,08% señaló que es alta y muy alta tomando en cuenta que cuentan con las posibilidades de cubrir estos gastos (Tabla 3).
Tabla 3 Disponibilidad de recursos económicos.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy alto | 8 | 2,08% |
Alto | 106 | 27,60% |
Regular | 69 | 17,97% |
Bajo | 77 | 20,05% |
Muy bajo | 124 | 32,29% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes.
Referente al acceso a servicios básicos, el 3,65% y el 26,56% de los jóvenes están de acuerdo y muy de acuerdo en que el limitado acceso a servicios como la electricidad y conectividad influyen en la posibilidad de acceder a la educación superior; un 20,31% se mostró neutral, por su parte el 35,42% y el 14,06% indicó estar en desacuerdo y muy en desacuerdo con este ítem (Tabla 4).
Tabla 4 Acceso a servicios básicos.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy de acuerdo | 14 | 3,65% |
De acuerdo | 102 | 26,56% |
Neutral | 78 | 20,31% |
En desacuerdo | 136 | 35,42% |
Muy en desacuerdo | 54 | 14,06% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes.
Sobre el nivel educativo de los padres, los jóvenes encuestados indicaron en un 4,17% y un 15,89% que este puede ser muy influyente e influyente al momento de tomar una decisión respecto a acceder a la educación superior. Un 50,26% indicó que esta influencia puede ser moderada, mientras un 23,70% y un 5,99% señalaron que es poco influyente y nada influyente respectivamente (Tabla 5).
Tabla 5 Nivel educativo de los padres.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy influyente | 16 | 4,17% |
Influyente | 61 | 15,89% |
Moderado | 193 | 50,26% |
Poco influyente | 91 | 23,70% |
Nada influyente | 23 | 5,99% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
En el caso de la percepción de disponibilidad de becas y disponibilidad de apoyo económico para estudiantes de la zona rural el 5,99% y el 29,69% señaló que es muy suficiente y suficiente respectivamente; un 22,14% se mostró neutral mientras que el 38,02% y el 4,17% indicaron que son insuficientes y muy insuficientes (Tabla 6).
Tabla 6 Disponibilidad de becas y programas de apoyo.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy suficiente | 23 | 5,99% |
Suficiente | 114 | 29,69% |
Neutral | 85 | 22,14% |
Insuficiente | 146 | 38,02% |
Muy insuficiente | 16 | 4,17% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
Respecto al nivel de conocimiento respecto a las instituciones de educación superior más cercanas a la zona rural donde reside el 5,99% y el 25,78% indicaron que es muy suficiente y suficiente respectivamente; un 17,71% mencionó que su nivel de conocimiento es neutral haciendo referencia a las instituciones más reconocidas; por otro lado, un 20,05% y un 30,47% mencionaron que el nivel de información que poseen es insuficiente y muy insuficiente en cada caso (Tabla 7).
Tabla 7 Instituciones de educación superior cercanas.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy suficiente | 23 | 5,99% |
Suficiente | 99 | 25,78% |
Neutral | 68 | 17,71% |
Insuficiente | 77 | 20,05% |
Muy insuficiente | 117 | 30,47% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
El 35,94% y el 14,06% de los encuestados señalaron que la distancia que existe entre la zona rural y las instituciones de educación superior posee una influencia muy alta y alta en la toma de decisiones al momento de aceptar un cupo en alguna universidad; el 12,24% señaló que esta influencia es regular, mientras el 22,35% y el 3,91% indicó que la influencia de este aspecto es baja y muy baja (Tabla 8).
Tabla 8 Distancia entre zona rural e instituciones de educación superior.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy alto | 138 | 35,94% |
Alto | 54 | 14,06% |
Regular | 47 | 12,24% |
Bajo | 130 | 33,85% |
Muy bajo | 15 | 3,91% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
El 14,32% y el 32,03% de los encuestados señalaron estar muy de acuerdo y de acuerdo respecto a que la falta de información sobre los procesos de admisión y los requisitos para acceder a la educación superior se convierte en un obstáculo para los estudiantes de la zona rural: un 37,50% se mostró neutral, mientras que un 13,28% y un 2,86% consideró estar en desacuerdo y muy en desacuerdo en torno a lo propuesto en esta pregunta (Tabla 9).
Tabla 9 Falta de información.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy de acuerdo | 55 | 14,32% |
De acuerdo | 123 | 32,03% |
Neutral | 144 | 37,50% |
En desacuerdo | 51 | 13,28% |
Muy en desacuerdo | 11 | 2,86% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
En torno al nivel de preparación para el acceso a la educación superior el 3,91% y el 28,88% de los encuestados indicaron que se encuentran muy preparados y preparados para superar las pruebas de ingreso a la universidad; el 20,05% se mostró neutral frente a esta pregunta; sin embargo, la mayoría correspondiente al 24,22% y el 29,95% señalaron encontrarse poco preparados y nada preparados respectivamente.
Tabla 10 Nivel de preparación para acceso a la educación superior.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy preparado | 15 | 3,91% |
Preparado | 84 | 21,88% |
Neutral | 77 | 20,05% |
Poco preparado | 93 | 24,22% |
Nada preparado | 115 | 29,95% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
Sobre las medidas que se han tomado para impulsar un mayor acceso a la educación superior en la zona rural el 2,86% y el 16,93% indicaron estar muy de acuerdo y de acuerdo con estas, haciendo referentes a diferentes programas que se han desarrollado en los últimos años. Un 16,93% se mostró neutral sobre esta pregunta, mientras que la mayoría correspondiente al 44,27% y el 9,90% menciono estar en desacuerdo y muy en desacuerdo aduciendo que no se han tomado medidas para este problema que afecta a miles de jóvenes (Tabla 11).
Tabla 11 Medidas para impulsar un mayor acceso a la educación superior.
Descripción | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Muy de acuerdo | 11 | 2,86% |
De acuerdo | 65 | 16,93% |
Neutral | 100 | 26,04% |
En desacuerdo | 170 | 44,27% |
Muy en desacuerdo | 38 | 9,90% |
Total | 384 | 100,00% |
Nota: Datos obtenidos a través de la encuesta a jóvenes
Con la finalidad de establecer si existe una relación entre la variable factores socioeconómicos y la variable acceso a la educación superior se realizó la prueba de R de Pearson, la misma que dio como resultado ,854 es decir un nivel de correlación muy alta además de una significancia de ,000 que evidencia que si existe una relación efectiva entre ambas variables (Tabla 12).
Tabla 12 Correlación de Pearson.
Factores Socioeconómicos | Acceso a la Educación Superior | ||
---|---|---|---|
Factores Socioeconómicos | Correlación de Pearson | 1 | ,854** |
Sig. (bilateral) | ,000 | ||
N | 384 | 384 | |
Acceso a la Educación Superior | Correlación de Pearson | ,854** | 1 |
Sig. (bilateral) | ,000 | ||
N | 384 | 384 |
Nota: **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
DISCUSIÓN
Los resultados revelados en relación al nivel de ingresos como factor que afecta el acceso a la educación superior en la zona rural del cantón Salitre, Guayas, Ecuador, ponen de manifiesto una preocupante disparidad en términos de igualdad de oportunidades educativas. La tendencia negativa observada identifica el nivel de influencia de los ingresos familiares como "muy alto" en su acceso a la educación superior. La capacidad económica de muchas las familias de la ruralidad desempeñan un papel predominante en la posibilidad de continuar con la formación académica de los jóvenes (Díaz, 2019).
La brecha en la disponibilidad de recursos económicos entre los jóvenes de la zona rural traduce en una desigualdad palpable en términos de acceso a la educación superior (Véliz & Zambrano, 2019). La mayoría de los encuestados señala que enfrentan dificultades económicas para costear aspectos cruciales como la matrícula en instituciones privadas, libros y transporte. Estos resultados resaltan la necesidad urgente de implementar estrategias concretas para mitigar esta disparidad y garantizar que todos los jóvenes cuenten con las mismas posibilidades para acceder a una educación superior de calidad.
Una vía para abordar esta situación sería a través de la colaboración entre el gobierno local, las instituciones educativas y otros actores relevantes. Las políticas y programas diseñados para este propósito deberían centrarse en crear programas que no estén limitados a circunstancias económicas, permitiendo que todos los jóvenes tengan la oportunidad de perseguir sus aspiraciones educativas y profesionales sin obstáculos financieros insuperables (Peralta et al., 2020).
A través de la percepción de los jóvenes en cuanto al acceso a servicios básicos como la electricidad y la conectividad y su influencia en el acceso a la educación superior se pueden determinar las problemáticas que enfrenta la zona rural del cantón Salitre. Para un grupo representativo de jóvenes, el acceso limitado a servicios básicos como la electricidad y la conectividad puede influir en su capacidad para acceder a la educación superior. La falta de electricidad y conectividad puede obstaculizar el acceso a recursos educativos en línea y a herramientas tecnológicas que son cada vez más necesarias en la educación moderna (Burneo & Yunga, 2020).
En relación con el nivel educativo de los padres y la influencia que tiene sobre la decisión de los jóvenes de acceder a la educación superior, se puede observar cómo las aspiraciones educativas pueden estar moldeadas por el entorno familiar y las experiencias previas. En muchos de los casos los padres suelen minimizar la importancia de una carrera universitaria basado en sus experiencias personales, más aún si depende de ellos el coste de los recursos económicos (Canelos, 2019). Esto puede indicar que estos jóvenes sienten una cierta presión o expectativas de sus padres para seguir una trayectoria educativa similar o superior. La comprensión de estas dinámicas es esencial para desarrollar estrategias que apoyen y fomenten el ingreso equitativo a una carrera universitaria.
La percepción de los jóvenes respecto a la disponibilidad de becas y apoyo económico en la zona rural del cantón Salitre es fundamental para entender cómo las oportunidades financieras influyen en su acceso a la educación superior percibiendo que existe una disponibilidad muy suficiente o suficiente de becas y apoyo económico. Esto sugiere que algunos jóvenes sienten que hay opciones financieras viables que podrían ayudar a mitigar las barreras económicas para acceder a estudios superiores. En los últimos años se han impulsado el programa de becas y créditos universitarios a través de los cuales los jóvenes pueden recibir apoyo para poder cubrir los gastos adicionales que implica el acceso a la educación superior (Mendieta et al., 2023). Sin embargo, aún existe un porcentaje significativo de personas que no conocen los requisitos que se requieren para acceder a estos beneficios, convirtiéndolos en un proceso poco viable.
Sobre el nivel de conocimiento respecto a las universidades más cercanas, en gran parte los jóvenes percibieron que es insuficiente lo cual podría considerarse como un obstáculo en su proceso de toma de decisiones educativas, al perder la oportunidad de acceder a instituciones adecuadas para sus objetivos y aspiraciones. Abordar la disparidad en el nivel de conocimiento es crucial para crear un sistema educativo más equitativo y accesible (Burneo & Yunga, 2020). Resulta esencial que los jóvenes tengan una idea clara de las instituciones que se encuentran más cercanas de manera que puedan evaluar las posibilidades de ingreso en cada una de ellas logrando acceder a la más adecuada.
Otro aspecto importante en la toma de decisiones es la distancia que existe entre las zonas rurales y las instituciones universitarias. Es preocupante observar que un porcentaje considerable de jóvenes considera que la distancia entre la zona rural y las instituciones de educación superior tiene una influencia significativa en su decisión de aceptar un cupo en una universidad. La accesibilidad geográfica es una preocupación significativa para muchos jóvenes y podría estar limitando sus opciones educativas (Romualdo, 2020).
La falta de transporte, costos adicionales asociados con el desplazamiento y la posibilidad de quedarse lejos de sus familias pueden ser factores que pesan en la decisión de los jóvenes (Romualdo, 2020). La inversión en infraestructura de transporte, así como el incremento en las tecnologías de aprendizaje en línea podrían contribuir a reducir la barrera de la distancia y permitir que más jóvenes accedan a oportunidades educativas que de otra manera podrían haber descartado debido a esta limitación.
Así mismo, existe una limitada información respecto a los procesos de admisión, así como los requisitos para acceder a la educación superior. Los resultados evidencian una falta de claridad sobre los procesos y requisitos pueden estar afectando negativamente las posibilidades de cursar una carrera universitaria. La falta de información podría limitar sus oportunidades y hacer que se sientan desmotivados o perdidos en el proceso (Quimis et al., 2021). Resulta esencial brindar una información clara y completa que permita que los estudiantes puedan acceder a tiempo a los procesos de admisión universitarios.
En el caso del nivel de preparación se determinó que la mayoría de los jóvenes no se preparados para superar las pruebas de ingreso a la universidad. Esto podría reflejar una falta de confianza en sus habilidades académicas o una percepción de que no han tenido acceso a los recursos o la preparación adecuada para enfrentar con éxito los exámenes de ingreso. La limitada de preparación se convierte en un gran obstáculo en la búsqueda de acceder a la educación superior (Timarán et al., 2019).
Acerca de las medidas para impulsar el acceso a la educación superior en la zona rural, la mayoría de los encuestados indicó estar en desacuerdo mostrando que no se está abordando adecuadamente los desafíos que existen al momento de asegurar opciones educativas equitativas para los residentes de estas áreas. El limitado acceso a la educación superior al que se enfrentan las zonas rurales no solo afecta las posibilidades de crecimiento personal y profesional de sus habitantes sino también que puede generar un impacto negativo en el desarrollo económico de la localidad.
CONCLUSIONES
En relación con el estudio realizado se pueden establecer las siguientes conclusiones:
La falta de recursos económicos, evidenciada por la percepción de altos niveles de influencia de los ingresos familiares y la dificultad para costear gastos educativos, constituye un obstáculo significativo para muchos jóvenes. Esta desigualdad financiera limita las opciones y perpetúa una brecha educativa.
La distancia entre la zona rural y las instituciones educativas se destaca como un factor determinante en la decisión de aceptar un cupo en una universidad. La falta de electricidad y conectividad también afecta el acceso a recursos educativos en línea, resaltando la necesidad de mejorar la infraestructura y los servicios básicos para garantizar igualdad de oportunidades.
El nivel educativo de los padres ejerce una notable influencia en las aspiraciones educativas de los jóvenes. La percepción de que el nivel educativo de los padres influye en sus decisiones resalta la importancia de los antecedentes familiares en la toma de decisiones educativas, lo que puede generar presiones y expectativas específicas.
La falta de información sobre procesos de admisión y requisitos, así como la percepción de falta de preparación para superar pruebas de ingreso, emergen como desafíos clave. Esta falta de claridad y confianza impacta negativamente en las oportunidades de acceso a la educación superior.
A pesar de algunos esfuerzos, la mayoría de los jóvenes no considera que se hayan tomado medidas efectivas para impulsar el acceso a la educación superior en la zona rural. La falta de programas y políticas adecuados para abordar las barreras económicas y de información destaca la necesidad de acciones concretas y colaborativas entre gobiernos, instituciones educativas y otros actores.