INTRODUCCIÓN
El síndrome de Fournier, una enfermedad devastadora y potencialmente mortal, representa un desafío clínico significativo para los profesionales de la salud en todo el mundo. Este trastorno, caracterizado por una fascitis necrosante de los tejidos perineales, se manifiesta con una rápida progresión y una alta tasa de mortalidad si no se trata de manera adecuada y oportuna. A pesar de ser una condición relativamente rara, su impacto devastador en la calidad de vida y la salud de los pacientes lo convierte en un tema de interés primordial en la comunidad médica (Planelles et al., 2006).
En este contexto, es crucial realizar un análisis exhaustivo de la literatura existente sobre el síndrome de Fournier, con el objetivo de comprender plenamente sus aspectos clave, incluida su presentación clínica, etiología, factores de riesgo, opciones de tratamiento y pronóstico. Este análisis no solo proporcionará una visión integral de la enfermedad, sino que también servirá como base fundamental para mejorar la detección temprana, el manejo clínico y los resultados para los pacientes afectados.
El tratamiento quirúrgico del síndrome de Fournier, es un tema de gran relevancia en la actualidad. A pesar de los avances en la cirugía y la atención médica, esta afección aún presenta desafíos significativos en términos de diagnóstico temprano, manejo óptimo y resultados a largo plazo.
La gangrena de Fournier, que fue descubierta por primera vez por el médico venereólogo francés Jean-Alfred Fournier en 1883 al identificar un caso de gangrena inexplicada que se desarrolló de repente en un hombre joven previamente sano, es una enfermedad poco común, representando menos del 0.02% de todos los ingresos hospitalarios (Horta et al., 2009).
Aunque puede afectar a ambos sexos, suele manifestarse en hombres con una proporción de 10 a 1 en comparación con las mujeres. Esto se debe en parte al hecho de que el drenaje venoso y linfático del periné se produce a través de la vía vaginal en las mujeres (Horta et al., 2009).
Se considera una emergencia médica y quirúrgica debido a su rápida progresión, avanzando a una velocidad de 2 a 3 centímetros por hora. La gangrena de Fournier se caracteriza por ser una forma extremadamente agresiva de fascitis necrosante tipo 1 que afecta la región perineal, genital y perianal, y se asocia con una alta morbimortalidad, que en la literatura se ha informado que llega hasta el 80% en ausencia de un tratamiento oportuno. Durante mucho tiempo se consideró una condición idiopática, pero como describen Singh y sus colegas y Chernyadyev y su equipo, en la mayoría de los casos se ha identificado una infección subyacente que puede originarse en la región anorrectal (30-50%), la región urogenital (20-40%), o en la piel de los genitales externos (20%). También se ha señalado que los traumatismos en estas áreas pueden predisponer a la enfermedad (Flores et al., 2021).
Varios factores predisponentes están relacionados con la gangrena de Fournier, y la mayoría de ellos están vinculados a alteraciones en el sistema inmunológico que crean un ambiente propicio para las infecciones, como la diabetes (la más común), el alcoholismo crónico, la desnutrición, la inmunosupresión (causada por quimioterapia, esteroides, malignidades), la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, los síndromes linfoproliferativos, entre otros (Medina et al., 2008).
La literatura actual muestra una falta de consenso en cuanto a las mejores prácticas para el tratamiento quirúrgico de Fournier. Se necesitan investigaciones adicionales para determinar las estrategias quirúrgicas más efectivas y los enfoques de manejo perioperatorio.
A pesar de la cirugía y la terapia antibiótica, los pacientes con síndrome de Fournier a menudo enfrentan complicaciones graves y secuelas, como disfunción sexual, incontinencia urinaria y trastornos psicológicos. Se requieren estudios para comprender mejor estas complicaciones y desarrollar estrategias de atención a largo plazo.
La cirugía mínimamente invasiva y las tecnologías de imagen avanzadas han evolucionado significativamente en los últimos años. Se necesita investigación para evaluar cómo estas nuevas herramientas pueden mejorar la precisión del diagnóstico y el tratamiento de Fournier.
Patofisologia del síndrome de Fournier
La patofisiología del síndrome de Fournier, también conocido como gangrena de Fournier, es un proceso médico complejo que involucra una infección grave y rápida de los tejidos blandos en el área genital y perineal. Aunque la patofisiología exacta puede variar según el caso, generalmente implica los siguientes aspectos:
Infección Inicial: La mayoría de los casos de síndrome de Fournier comienzan con la introducción de bacterias patógenas en los tejidos a través de una lesión, un traumatismo, una cirugía o una infección primaria en el área genital o urinaria. Las bacterias más comúnmente involucradas son Escherichia coli, Streptococcus, Staphylococcus y anaerobios (Vargas et al., 2019).
Propagación Rápida: Una vez que las bacterias ingresan a los tejidos, se multiplican rápidamente debido a la disponibilidad de nutrientes y la falta de respuesta inmunológica eficaz en la región genital y perineal. Esto conduce a la formación de abscesos y la necrosis (muerte de tejido) en el área afectada (Vargas et al., 2019).
Compromiso Vascular: La infección y la inflamación resultantes pueden dañar los vasos sanguíneos locales, lo que reduce el flujo sanguíneo y la capacidad del sistema inmunológico para llegar al sitio de la infección. Esto empeora la situación y contribuye a la necrosis tisular (Camargo & Garcia, 2015)
Difusión a Tejidos Adyacentes: La infección puede extenderse a tejidos adyacentes, incluyendo músculos, fascias y tejido subcutáneo. Esto se debe a la falta de barreras naturales en esta región y a la rápida propagación de las bacterias (Escudero et al., 2022).
Diagnóstico del síndrome de Fournier
El diagnóstico del síndrome de Fournier, también conocido como gangrena de Fournier, se basa en una combinación de hallazgos clínicos, evaluación de los antecedentes médicos del paciente y pruebas de laboratorio y de imagen. Dado que esta es una afección médica grave que requiere tratamiento urgente, es importante que los profesionales de la salud realicen un diagnóstico rápido y preciso. A continuación, se describen los principales componentes del diagnóstico:
Evaluación Clínica: El médico realizará una evaluación clínica completa del paciente, prestando especial atención a los síntomas y signos característicos del síndrome de Fournier (Castillo et al., 2015).
Estos pueden incluir:
Dolor intenso en el área genital o perineal.
Inflamación y enrojecimiento en el área afectada.
Fiebre y otros signos de infección sistémica.
Supuración o secreción de pus.
Necrosis de los tejidos, que puede manifestarse como piel oscura o negra en el área afectada.
Crepitación subcutánea, que es un crujido palpable debido a la acumulación de gas en los tejidos.
Antecedentes Médicos: El médico recopilará información sobre los antecedentes médicos del paciente, como enfermedades crónicas, inmunosupresión, cirugías recientes, traumatismos o condiciones que puedan aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome de Fournier.
Pruebas de Laboratorio:
Análisis de Sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para evaluar los niveles de glóbulos blancos (leucocitos), la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR), que son indicadores de la inflamación y la infección.
Cultivo de Muestras: Se pueden tomar muestras de tejido o pus para cultivo bacteriano, lo que permite identificar las bacterias responsables de la infección y determinar su sensibilidad a los antibióticos.
Estudios de Imagen: Las pruebas de imagen son fundamentales para evaluar la extensión de la infección y planificar la intervención quirúrgica. Estas pueden incluir:
Tomografía Computarizada (TC): La TC puede proporcionar imágenes detalladas de los tejidos afectados, identificar la extensión de la infección y guiar la planificación quirúrgica.
Ecografía: La ecografía puede utilizarse para evaluar la presencia de abscesos y colecciones de líquido en el área afectada.
Seguimiento y calidad de vida del síndrome de Fournier
El seguimiento y la calidad de vida en el síndrome de Fournier son aspectos fundamentales en la atención a pacientes que han sobrevivido a esta enfermedad potencialmente grave. Después de recibir tratamiento, es importante realizar un seguimiento a largo plazo para evaluar la recuperación y abordar cualquier complicación o secuela que pueda surgir (Díaz et al., 2021).
Algunos puntos clave relacionados con el seguimiento y la calidad de vida en el síndrome de Fournier:
Seguimiento Médico Regular: Los pacientes que han superado el síndrome de Fournier deben someterse a un seguimiento médico regular con un equipo multidisciplinario que incluya cirujanos, urólogos y otros especialistas según sea necesario. Esto es esencial para detectar cualquier signo de recurrencia de la enfermedad o complicaciones a largo plazo.
Evaluación de Complicaciones: Durante el seguimiento, se debe prestar especial atención a posibles complicaciones, como disfunción sexual, incontinencia urinaria, trastornos emocionales o psicológicos, y problemas de cicatrización de heridas. Se deben realizar pruebas y evaluaciones clínicas para abordar estas complicaciones de manera efectiva.
Atención Integral: Los pacientes deben recibir una atención integral que incluya la rehabilitación física y emocional. Los servicios de apoyo psicológico y emocional son esenciales para ayudar a los pacientes a enfrentar el trauma físico y emocional que pueden experimentar.
Educación del Paciente: Es importante brindar educación a los pacientes sobre cómo cuidar adecuadamente de sí mismos después del tratamiento. Esto puede incluir consejos sobre el manejo de heridas, cuidado de la piel y cambios en el estilo de vida para mejorar la calidad de vida.
Rehabilitación Sexual y Urológica: Para aquellos que experimentan disfunción sexual o incontinencia urinaria, se deben ofrecer opciones de rehabilitación y tratamientos específicos. Esto puede incluir terapia sexual, fisioterapia del suelo pélvico y otros enfoques terapéuticos.
Apoyo Psicosocial: El apoyo de grupos de pacientes, terapeutas y consejeros puede desempeñar un papel importante en la recuperación emocional y psicológica de los pacientes. La atención a la salud mental es crucial para mejorar la calidad de vida.
Prevención de Recurrencias: Se deben implementar estrategias de prevención para reducir el riesgo de recurrencia del síndrome de Fournier. Esto puede incluir el control de la diabetes, el manejo de factores de riesgo y la promoción de prácticas higiénicas adecuadas.
METODOLOGÍA
En el presente artículo, se embarca en un estudio exhaustivo de la literatura relacionada con el síndrome de Fournier, una enfermedad rara pero grave que afecta los tejidos genitales y perineales. La metodología utilizada se enfoca en proporcionar una revisión sistemática y completa de la investigación existente en este campo médico (Hernández & Baptista, 2014).
Se desarrolló una lista de términos clave y palabras relacionadas con el síndrome de Fournier. Estos términos se utilizan para diseñar una estrategia de búsqueda efectiva en las bases de datos bibliográficas seleccionadas. La estrategia de búsqueda se construye cuidadosamente utilizando operadores booleanos para combinar términos de manera adecuada.
El proceso de búsqueda abarca varias bases de datos médicas de renombre, como PubMed, MEDLINE, Scielo, garantizando la recopilación de una amplia gama de fuentes y estudios relevantes.
Para garantizar la calidad y relevancia de la información obtenida, se establecen criterios de inclusión y exclusión de estudios. Estos criterios se aplican durante la selección de estudios, lo que permite la incorporación de investigaciones que cumplan con los estándares de calidad requeridos.
La síntesis de la literatura implica organizar y resumir los hallazgos clave de los estudios seleccionados. El autor busca patrones, tendencias o discrepancias en la investigación existente y analiza críticamente los resultados para proporcionar una visión completa de la literatura disponible.
Esta metodología permite al autor ofrecer una revisión integral y actualizada de la literatura sobre el síndrome de Fournier, lo que contribuye al avance del conocimiento en este campo médico y proporciona una base sólida para futuras investigaciones y prácticas clínicas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Diversidad en la Presentación Clínica:
El síndrome de Fournier puede manifestarse de diversas maneras, lo que lo hace un desafío diagnóstico como indica (Montoya et al., 2009). Algunos pacientes pueden experimentar dolor localizado y aumento de la temperatura en la zona genital o perineal, mientras que otros pueden presentar síntomas más graves como fiebre, crepitación subcutánea (un crujido palpable debido a la acumulación de gas en los tejidos) y gangrena. La variabilidad en la presentación clínica subraya la importancia de una evaluación exhaustiva y una alta sospecha clínica.
Etiología y Factores de Riesgo:
La infección bacteriana, generalmente causada por bacterias del tracto gastrointestinal, es la causa principal del síndrome de Fournier. Los factores de riesgo incluyen diabetes mellitus, enfermedades urológicas preexistentes (como la obstrucción urinaria), inmunosupresión, cirugías previas en el área genital y traumatismos locales. Estos factores predisponen a los pacientes a una mayor susceptibilidad a la infección y la progresión del síndrome.
Tratamiento Urgente:
El tratamiento quirúrgico inmediato es crucial para detener la propagación de la infección y prevenir complicaciones graves. (Calderón et al., 2021) Señalaron que la debridación quirúrgica, que implica la eliminación de tejido necrótico y la apertura de abscesos, es esencial. Además, se prescribe terapia antibiótica de amplio espectro para abordar la infección. El retraso en la intervención quirúrgica puede tener consecuencias devastadoras.
Seguimiento a Largo Plazo:
Aunque los pacientes pueden sobrevivir al síndrome de Fournier después de un tratamiento exitoso, muchos enfrentan complicaciones a largo plazo. Estas pueden incluir disfunción sexual, incontinencia urinaria y trastornos psicológicos debido al trauma físico y emocional experimentado. Por lo tanto, es esencial proporcionar un seguimiento continuo y una atención integral a estos pacientes para abordar estas secuelas.
Nuevas Tecnologías y Tratamientos:
La investigación ha explorado enfoques innovadores para el tratamiento del síndrome de Fournier. Uno de los ejemplos notables es la terapia con oxígeno hiperbárico, que implica la administración de oxígeno puro a presiones elevadas. Se ha demostrado que esta terapia mejora la oxigenación de los tejidos, reduce la carga bacteriana y promueve la cicatrización de heridas. Estos avances tecnológicos pueden mejorar la eficacia del tratamiento y los resultados de los pacientes.
Diagnóstico Temprano y Tratamiento Urgente:
La rapidez en el diagnóstico y el tratamiento es crítica en el síndrome de Fournier debido a su rápida progresión. (Urdaneta et al., 2007) concluyeron que los médicos deben mantener una alta sospecha clínica, especialmente en pacientes con factores de riesgo, y realizar una evaluación exhaustiva para un diagnóstico temprano. La intervención quirúrgica urgente, incluida la desbridación y el drenaje, debe llevarse a cabo sin demora.
Atención Multidisciplinaria:
Dado que el manejo del síndrome de Fournier a menudo implica múltiples especialidades médicas, la coordinación interdisciplinaria es esencial. La colaboración entre cirujanos generales, urólogos, intensivistas y otros profesionales de la salud garantiza una atención integral y una mejoría en los resultados del paciente.
Énfasis en la Prevención:
Dado que existen factores de riesgo bien identificados, la prevención es clave. La educación del paciente sobre la importancia del control de la diabetes, la atención urológica y la prevención de traumatismos locales puede ayudar a reducir la incidencia del síndrome de Fournier.
Necesidad de Investigación Continua:
A pesar de los avances en el conocimiento y el tratamiento del síndrome de Fournier, persisten preguntas sin respuesta y áreas que requieren investigación adicional. Se necesita investigación continua para mejorar la comprensión de la patofisiología, la identificación de mejores enfoques terapéuticos y la atención a largo plazo de los sobrevivientes de esta enfermedad.
Mortalidad Significativa:
Azolas M (2011) indico tras su estudio que el síndrome de Fournier es una enfermedad potencialmente mortal. La mortalidad asociada a esta afección varía según diversos factores, como la gravedad de la infección, la edad y la salud general del paciente, y la rapidez con que se inicia el tratamiento. Las tasas de mortalidad pueden oscilar entre el 20% y el 40% en casos graves y no tratados.
La sepsis es una de las principales causas de muerte en pacientes con síndrome de Fournier. La rápida propagación de la infección a través de los tejidos y el sistema circulatorio puede desencadenar una respuesta inflamatoria sistémica que lleva al choque séptico y a la disfunción orgánica múltiple.
Microorganismos Causales:
(García et al., 2010) tras analizar 34 casos indicaron que las bacterias aeróbicas y anaeróbicas son los patógenos más comunes asociados con el síndrome de Fournier, se ha observado una variabilidad considerable en los microorganismos identificados en diferentes casos. En algunos casos, se han identificado hongos, como Candida spp., como agentes causales.
Además, se han informado casos raros de síndrome de Fournier causado por microorganismos atípicos, como Mycobacterium spp. y Clostridium difficile. Esto subraya la importancia de realizar cultivos y pruebas microbiológicas para identificar el agente causal específico y determinar la susceptibilidad a los antibióticos.
Factores de Pronóstico:
Varios factores influyen en el pronóstico de los pacientes con síndrome de Fournier. La gravedad de la enfermedad en el momento del diagnóstico es un factor determinante, ya que los casos más avanzados y graves tienden a tener peores resultados.
La rapidez con que se inicia el tratamiento es crítica. Los pacientes que reciben atención médica inmediata, incluida la cirugía de desbridación y terapia antibiótica, tienen mejores perspectivas de recuperación que aquellos cuyo tratamiento se retrasa.
La presencia de comorbilidades, como la diabetes mellitus, puede empeorar el pronóstico. Los pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones y pueden requerir un manejo más intensivo.
Recurrencia:
Aunque es poco común, se han documentado casos de recurrencia del síndrome de Fournier después de un tratamiento inicial exitoso. La recurrencia puede ocurrir meses o años después y puede ser causada por una nueva infección o una persistencia de la infección original.
La recurrencia subraya la importancia de un seguimiento a largo plazo y una vigilancia continua de los pacientes que han sobrevivido al síndrome de Fournier, especialmente aquellos con factores de riesgo persistentes.
Efectos Psicológicos:
El síndrome de Fournier puede tener un impacto psicológico significativo en los pacientes. La experiencia de una enfermedad grave, la cirugía reconstructiva y la adaptación a cambios en la función genital pueden causar estrés postraumático, ansiedad y depresión.
Es importante reconocer y abordar los aspectos psicológicos de la recuperación de los pacientes con síndrome de Fournier. La atención psicológica y el apoyo emocional son componentes cruciales en la atención integral.
Papel de la Terapia con Oxígeno Hiperbárico:
La terapia con oxígeno hiperbárico (TOHB) ha mostrado beneficios potenciales en el tratamiento del síndrome de Fournier. La TOHB implica la administración de oxígeno puro a presiones elevadas en una cámara hiperbárica.
Se ha observado que la TOHB mejora la oxigenación de los tejidos, reduce la carga bacteriana y promueve la cicatrización de heridas. Puede ser especialmente beneficiosa en casos graves y refractarios al tratamiento convencional.
DISCUSIÓN
El síndrome de Fournier presenta una diversidad notable en su presentación clínica, lo que plantea un desafío diagnóstico para los profesionales de la salud. Esta variabilidad se manifiesta en una amplia gama de síntomas y signos que van desde manifestaciones locales leves hasta cuadros clínicos graves y potencialmente mortales. Este hecho subraya la necesidad de una evaluación exhaustiva y una alta sospecha clínica en pacientes con factores de riesgo.
La primera variabilidad en la presentación clínica se relaciona con los síntomas locales. Algunos pacientes pueden experimentar dolor localizado en la zona genital o perineal, a menudo acompañado de un aumento de la temperatura local. Estos síntomas pueden ser inespecíficos y fácilmente confundidos con otras afecciones menos graves, lo que puede llevar a un retraso en el diagnóstico y el tratamiento.
Por otro lado, existen casos en los que el síndrome de Fournier se presenta en su forma más grave y fulminante. Estos pacientes pueden desarrollar fiebre alta, crepitación subcutánea (un crujido palpable debido a la acumulación de gas en los tejidos) y gangrena de los tejidos afectados. La crepitación subcutánea es un hallazgo clínico alarmante y sugiere la rápida propagación de la infección, lo que requiere una atención inmediata.
La etiología del síndrome de Fournier, en su mayoría, está relacionada con la infección bacteriana. Las bacterias del tracto gastrointestinal, como Escherichia coli, Streptococcus spp. y Bacteroides spp., son los microorganismos más comúnmente implicados. Sin embargo, lo que es notable es que, a pesar de la presencia común de estos patógenos, la respuesta individual del paciente a la infección puede variar significativamente. Esto puede explicar parte de la diversidad en la presentación clínica.
Los factores de riesgo desempeñan un papel crítico en la predisposición de un individuo al síndrome de Fournier. La diabetes mellitus, en particular, se ha identificado como uno de los principales factores de riesgo, ya que la hiperglucemia crea un ambiente propicio para la proliferación bacteriana. Además, las enfermedades urológicas preexistentes, como la obstrucción urinaria, también pueden contribuir al desarrollo de la infección. La inmunosupresión, ya sea debido a enfermedades subyacentes o tratamientos, aumenta la susceptibilidad del paciente a las infecciones graves. Las cirugías previas en el área genital y los traumatismos locales, como lesiones por accidentes, son factores adicionales que pueden predisponer al síndrome de Fournier.
El tratamiento del síndrome de Fournier es una cuestión urgente y crítica. La cirugía de desbridación, que implica la eliminación quirúrgica del tejido necrótico y la apertura de los abscesos, es una intervención esencial para controlar la propagación de la infección. El retraso en esta intervención puede tener consecuencias devastadoras y aumentar significativamente el riesgo de complicaciones graves y la mortalidad.
El uso de terapia antibiótica de amplio espectro es otro componente fundamental del tratamiento. Esto ayuda a combatir la infección bacteriana subyacente y a prevenir la propagación de los patógenos. La elección del antibiótico se basa en la susceptibilidad de los microorganismos identificados en cultivos.
Una vez que se ha controlado la infección aguda, es crucial abordar las complicaciones a largo plazo que pueden afectar a los pacientes que sobreviven al síndrome de Fournier. Estas complicaciones pueden incluir disfunción sexual, incontinencia urinaria y trastornos psicológicos. La atención integral y el seguimiento a largo plazo son esenciales para abordar estos problemas y mejorar la calidad de vida de los sobrevivientes.
Además, se han investigado enfoques innovadores para el tratamiento del síndrome de Fournier, como la terapia con oxígeno hiperbárico. Esta terapia ofrece beneficios potenciales al mejorar la oxigenación de los tejidos, reducir la carga bacteriana y promover la cicatrización de heridas. Si bien se necesita más investigación para confirmar su eficacia en diferentes casos, representa un ejemplo de cómo la ciencia médica sigue evolucionando para abordar los desafíos clínicos.
CONCLUSIONES
El síndrome de Fournier se presenta con una amplia diversidad en su manifestación clínica, desde síntomas locales leves hasta formas graves y potencialmente mortales de la enfermedad. Esta variabilidad en la presentación clínica enfatiza la necesidad de una evaluación minuciosa y una elevada sospecha clínica por parte de los profesionales de la salud.
La infección bacteriana, generalmente derivada de bacterias del tracto gastrointestinal, constituye la causa principal del síndrome de Fournier. Los factores de riesgo, que incluyen la diabetes mellitus, enfermedades urológicas previas, inmunosupresión, cirugías previas en el área genital y traumatismos locales, predisponen a los pacientes a un mayor riesgo de infección y a la progresión del síndrome.
La intervención quirúrgica inmediata y la desbridación de tejido necrótico son críticas para frenar la propagación de la infección y prevenir complicaciones graves. El tratamiento antibiótico de amplio espectro complementa el manejo, abordando la infección bacteriana subyacente. Cualquier retraso en la cirugía puede tener consecuencias devastadoras.
A pesar de un tratamiento exitoso, muchos pacientes enfrentan complicaciones a largo plazo, como disfunción sexual, incontinencia urinaria y trastornos psicológicos debido al trauma físico y emocional. Esto subraya la necesidad de un seguimiento continuo y una atención integral.
La investigación ha explorado enfoques innovadores, como la terapia con oxígeno hiperbárico, que muestra promesas en la mejora de la oxigenación tisular y la reducción de la carga bacteriana.
La rapidez en el diagnóstico y tratamiento es esencial debido a la rápida progresión del síndrome de Fournier. La atención multidisciplinaria, involucrando a cirujanos generales, urólogos, intensivistas y otros profesionales de la salud, garantiza una atención integral y mejores resultados para el paciente.
La prevención es fundamental, y la educación del paciente sobre el control de la diabetes, la atención urológica y la prevención de traumatismos locales puede contribuir a reducir la incidencia de esta enfermedad.
A pesar de los avances, persisten preguntas sin respuesta y áreas que requieren investigación continua, incluyendo la patofisiología, enfoques terapéuticos y atención a largo plazo de los sobrevivientes.
El síndrome de Fournier sigue siendo una enfermedad potencialmente mortal, con tasas de mortalidad significativas, especialmente en casos graves y no tratados. La sepsis se destaca como una de las principales causas de muerte, enfatizando aún más la urgencia en el diagnóstico y tratamiento adecuados.
Los microorganismos causales pueden variar considerablemente, lo que subraya la importancia de los cultivos y pruebas microbiológicas para una identificación precisa.