Introducción
En la actualidad, la capacidad de entender y procesar textos de manera efectiva no solo influye en el rendimiento académico, sino que también es esencial para el pensamiento crítico y la resolución de problemas, habilidades que son cada vez más valoradas en el contexto contemporáneo (Álvarez et al., 2022).
La lectura es una herramienta esencial para el aprendizaje en todas las áreas del conocimiento. A través de ella, los estudiantes no solo adquieren información, sino que también desarrollan la capacidad de analizar, sintetizar y evaluar ideas (Budianto et al., 2022). La comprensión lectora, por tanto, va más allá de la decodificación de palabras y frases; implica una interacción activa con el texto, donde el lector interpreta, infiere y reflexiona sobre el contenido. Esta habilidad es indispensable para el éxito académico, ya que afecta directamente la capacidad de los estudiantes para realizar tareas complejas, como redactar ensayos, resolver problemas matemáticos o comprender conceptos científicos (De la Peña y Luque-Rojas, 2021).
Asimismo, se considera a la comprensión lectora como un proceso que se realiza de manera simultánea al momento de la extracción y construcción de un significado por medio de la interacción con el lenguaje escrito (La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional [Usaid], 2017). Por otra parte, Vargas y Molano (2017) manifestaron que es una operación activa y compleja acompañada de habilidades cognitivas. Por tanto, esta es el pilar básico en el proceso educativo y en todos los niveles educativos, para gran parte de los éxitos o de los fracasos de los estudiantes, sean estos de Educación Básica Regular (EBR) o de nivel superior, se relacionan con su destreza para la comprensión e interpretación de instrucciones, y es fundamental para desarrollar varios procesos cognitivos de nivel superior.
Por otro lado, las habilidades comunicativas son igualmente cruciales. Estas abarcan la capacidad de expresarse de manera clara y coherente, tanto de forma oral como escrita, y son esenciales para la participación efectiva en el ámbito escolar y en la vida cotidiana. Una buena comunicación facilita la colaboración, el intercambio de ideas y la resolución de conflictos, promoviendo un ambiente escolar más inclusivo y dinámico. Además, la competencia comunicativa es fundamental para el desarrollo de la autoestima y la confianza de los estudiantes, lo cual impacta positivamente en su motivación y disposición para aprender (Hernández y De la Rosa, 2018).
Respecto a las habilidades comunicativas, Polyakova y Galstyan (2019). manifestaron que las personas tienen cuatro formas de hacer uso de la lengua en el proceso de comunicación: leer, escribir, hablar y escuchar, los autores las denominan habilidades lingüísticas o comunicativas y las clasifica en habilidades orales y habilidades escritas; en este mismo orden de ideas, Peiró (2021) precisó que son capacidades que se van desarrollando y potenciando en el devenir de la vida desde el nacimiento de un ser humano y que hacen posible una comunicación efectiva tanto interna como externamente.
Cabe resaltar, que los resultados obtenidos por el Ministerio de Educación (MINEDU) a través de la evaluación censal aplicada en 2019 a estudiantes de segundo grado de secundaria revelaron que no se alcanzaron logros adecuados u óptimos en las competencias comunicativas, especialmente en la adquisición de información, comprensión global, interpretación y reflexión de textos.
De manera similar, las pruebas (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) PISA de 2018, que compararon el desempeño de 77 países, situaron a Perú en el puesto 64 en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. Estos antecedentes evidencian que una proporción significativa de estudiantes peruanos concluye la educación secundaria sin un nivel de preparación adecuado para enfrentar los desafíos universitarios, los cuales requieren un dominio sólido de los tres niveles de comprensión lectora (Ministerio de Educación [MINEDU], 2022).
En el contexto de una institución educativa secundaria, la interrelación entre la comprensión lectora y las habilidades comunicativas adquiere una relevancia particular. Durante esta etapa, los estudiantes enfrentan textos más complejos y especializados, lo que requiere un mayor nivel de interpretación y análisis. Simultáneamente, se espera que los estudiantes desarrollen habilidades comunicativas avanzadas, que les permitan participar activamente en debates, presentaciones y proyectos colaborativos. La capacidad de leer con comprensión y de comunicar eficazmente sus ideas se convierte, por tanto, en un indicador clave del éxito educativo (Loayza et al., 2022; Rivera et al., 2021).
Por lo cual, este artículo se centra en analizar cómo la comprensión lectora y las habilidades comunicativas se desarrollan en una institución educativa secundaria. A través de una revisión de la literatura existente y un estudio de caso específico, se explorarán las estrategias pedagógicas que pueden mejorar estas competencias, los desafíos que enfrentan los estudiantes y las implicaciones para la práctica educativa. La comprensión de estos aspectos es esencial para diseñar intervenciones efectivas que promuevan el éxito académico y personal de los estudiantes en su transición hacia la educación superior y el mundo laboral.
Desarrollo
Antes de adéntranos en la presentación de los datos con sus respectivas interpretaciones es importante mencionar que se realizó una investigación cuantitativa de tipo correlacional con el objetivo de analizar la relación de la comprensión lectora y las habilidades comunicativas en una institución educativa secundaria. La población de estudio es de 93 estudiantes pertenecientes a los 5 años de educación secundaria de una institución educativa ubicada en Apurimac, el muestreo es de tipo censal.
Para la recolección de datos se utilizaron dos instrumentos: el de comprensión lectora (20 ítems agrupados en 3 dimensiones) y el de habilidades comunicativas (20 ítems distribuidos en 4 dimensiones), ambos tomados de Villasante (2023). Debido a la naturaleza dicotómica de los ítems, la confiabilidad fue medida a través del coeficiente de Kuder-Richardson, también conocido como KR20; los valores obtenidos para habilidades comunicativas y comprensión lectora fueron 0.9184 y 0.9052, respectivamente obteniéndose un valor alto al ser cercano a 1, lo que indica consistencia en los datos.
Para el caso de la variable comprensión lectora las 3 dimensiones trabajadas fueron: nivel literal, inferencial y crítico y para la variable habilidad comunicativas sus 4 dimensiones fueron: escuchar, hablar, leer y escribir.
Además, se calculó la distribución de frecuencia para las variables, tomando en cuenta tres niveles para ambas; adicionalmente, se utilizó la prueba de independencia de chi cuadrado para determinar si existía una relación entre los factores de estudio.
Los resultados revelan una predominancia del nivel “Logro Previsto” para la variable Comprensión Lectora (X) y sus dimensiones con frecuencias que oscilan entre 42 (X3 - Nivel Crítico) y 61 (X1 - Nivel Literal) casos (Ver Tabla 1); para todos los casos, la categoría con menor cantidad de casos reportados es “En Inicio”.
Tabla 1 Distribución de frecuencia para la variable Comprensión Lectora (X)
Dimensión o Variable | Nivel | Frec Abs | Frec Rel |
---|---|---|---|
Nivel Literal (X1) | En Inicio | 6 | 6.45% |
En Proceso | 26 | 27.96% | |
Logro Previsto | 61 | 65.59% | |
Nivel Inferencial (X2) | En Inicio | 6 | 6.45% |
En Proceso | 33 | 35.48% | |
Logro Previsto | 54 | 58.06% | |
Nivel Crítico (X3) | En Inicio | 13 | 13.98% |
En Proceso | 38 | 40.86% | |
Logro Previsto | 42 | 45.16% | |
Compren-sión Lectora (X) | En Inicio | 6 | 6.45% |
En Proceso | 36 | 38.71% | |
Logro Previsto | 51 | 54.84% |
Para determinar si hay diferencias entre las dimensiones de la variable comprensión lectora, se realizó una prueba de rango con signo, la prueba muestra diferencias significativas (p<0.05) para los niveles literal (X1) e inferencial (X2), siendo el primero el que reporta mayor cantidad de individuos en el nivel de logro previsto.
Analizando la distribución de frecuencias para la variable Habilidades Comunicativas (Ver Tabla 2), se observa que el nivel Alto constituye el más frecuente, con valores que van desde 39 (Y1 - Escuchar) hasta 58 (Y2 - Hablar).
Tabla 2 Distribución de frecuencia para la variable Habilidades Comunicativas (Y)
Dimensión o Variable | Nivel | Frec Abs | Frec Rel |
---|---|---|---|
Escuchar (Y1) | Bajo | 19 | 20% |
Medio | 35 | 38% | |
Alto | 39 | 42% | |
Hablar (Y2) | Bajo | 6 | 6% |
Medio | 29 | 31% | |
Alto | 58 | 62% | |
Leer (Y3) | Bajo | 13 | 14% |
Medio | 38 | 41% | |
Alto | 42 | 45% | |
Escribir (Y4) | Bajo | 9 | 10% |
Medio | 39 | 42% | |
Alto | 45 | 48% | |
Habilidades Comunicativas (Y) | Bajo | 6 | 6% |
Medio | 39 | 42% | |
Alto | 48 | 52% |
A fin de determinar si el sexo constituye una variable moderadora, se desarrolló una prueba de Mann-Whitney, los resultados muestran que, para todos los factores analizados, p>0.05, es decir, no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres para las variables y sus dimensiones (Ver Tabla 3).
Tabla 3 Prueba de Mann-Whitney por sexo
Dimensión o Variable | U Mann Whitney | p-valor |
---|---|---|
Y1 | 774.00 | 0.0868 |
Y2 | 830.00 | 0.2100 |
Y3 | 869.50 | 0.3644 |
Y4 | 791.00 | 0.1149 |
Y | 799.00 | 0.1392 |
X1 | 826.00 | 0.2067 |
X2 | 765.00 | 0.0750 |
X3 | 869.50 | 0.3644 |
X | 822.00 | 0.1981 |
Para determinar si existen diferencias entre las cinco secciones de la muestra, se desarrolla una prueba de Kruskal Wallis (Ver Tabla 4), los resultados muestran que, para todos los factores, todos los subgrupos analizados tienen el mismo comportamiento (p>0.05).
Tabla 4 Prueba de Kruskal Wallis por sección
Dimensión o Variable | H de Kruskal-Wallis | Grados libertad | p-valor |
---|---|---|---|
Y1 | 4,3058 | 4 | 0,3662 |
Y2 | 4,4786 | 4 | 0,3451 |
Y3 | 3,4819 | 4 | 0,4806 |
Y4 | 4,0539 | 4 | 0,3988 |
Y | 4,9006 | 4 | 0,2977 |
X1 | 4,1413 | 4 | 0,3872 |
X2 | 5,5371 | 4 | 0,2365 |
X3 | 3,4819 | 4 | 0,4806 |
X | 4,4926 | 4 | 0,3434 |
Para corroborar o descartar las hipótesis de trabajo planteadas, se desarrollaron pruebas de chi cuadrado de independencia, cuyos resultados se observan en la Tabla 5. En todos los casos, la hipótesis nula plantea que los factores analizados no presentan una relación, los resultados muestran que la significancia es menor al valor límite, por lo que se puede afirmar que existe una relación significativa entre la comprensión lectora (y sus dimensiones) y las habilidades comunicativas en la muestra analizada.
Tabla 5 Prueba chi cuadrado de independencia
Hipó-tesis | X2 | Grados libertad | p-valor |
---|---|---|---|
Y vs X | 173.80 | 4 | 1.60E-36 |
Y vs X1 | 149.16 | 4 | 3.09E-31 |
Y vs X2 | 173.51 | 4 | 1.84E-36 |
Y vs X3 | 97.31 | 4 | 3.68E-20 |
Los resultados obtenidos difieren de los reportados por Villasante (2023), quien comenta que en su muestra (estudiantes de psicología de una universidad privada) no existen relaciones significativas entre la comprensión lectora (y sus dimensiones) y las habilidades comunicativas, el autor comenta que es posible la influencia de otros factores; al respecto, Baudianto et al., (2022) indican que algunos de esos factores son el conocimiento del vocabulario, la conciencia de la estructura del texto y el conocimiento previo en técnicas como la inferencia y la redacción de resúmenes, recomendando retroalimentación inteligente por parte de profesores y compañeros para mejorar su desempeño.
Los resultados de la presente investigación arrojan que la tendencia de la variable habilidades comunicativas y todas sus dimensiones es la preeminencia de la categoría Alto; el alcance de este trabajo no abarca la explicación de las causas de este fenómeno ni las variables que moderan este efecto; al respecto, Ibna y Hadina (2021) reconocen la existencia de factores ambientales, psicológicos y lingüísticos que tienen la capacidad de moderar el desarrollo de habilidades de comunicación oral en la muestra seleccionada.
A pesar de la importancia del tema de la comprensión lectora en estudiantes de educación secundaria y superior, varios autores, como Baudianto et al., (2022) reportan la escasez de literatura que lo aborde. Una de las revisiones sistémicas más recientes sobre el tema de la comprensión lectora, es la realizada por De la Peña y Luque-Rojas (2021), quienes, al igual que el presente estudio, reportan que el nivel literal es significativamente el nivel de comprensión lectora con mayor proporción de desempeño óptimo.
Adicionalmente, las autoras reconocen la importancia de desarrollar una representación mental profunda de la información escrita y concluyen que el desempeño óptimo se puede mejorar en todos los niveles de comprensión lectora, fundamentalmente inferencial, crítico y organizacional.
Analizando el contexto específico del aprendizaje de idiomas, Santhanasamy y Yunus (2022) comentan que las habilidades para hablar siempre han sido la habilidad más desafiante entre los alumnos; los autores proponen el uso de pedagogías innovadoras de enseñanza y aprendizaje, tales como el enfoque de aprendizaje invertido, para mejorar las habilidades de habla de los alumnos; los autores comentan que los factores que promueven el desarrollo de las habilidades comunicativas se ve influenciado por el aprendizaje autorregulado, la interacción, la motivación y el logro.
Conclusiones
Por medio de la estadística inferencial pudo comprobarse la existencia de una relación significativa (p<0.05) entre la comprensión lectora y las habilidades comunicativas en los estudiantes de secundaria; es decir, en la medida que se fortalezca la capacidad de entender, interpretar y analizar textos escritos, se incrementa también la capacidad de expresar ideas de manera clara y efectiva, tanto de forma oral como escrita. Esto se debe a que ambos factores son componentes esenciales de la competencia lingüística.
Se comprobó la existencia de una relación significativa (p<0.05) entre el nivel literal de la comprensión lectora y las habilidades comunicativas, lo que implica que todas las estrategias orientadas a fortalecer la capacidad de entender el contenido explícito del texto (es decir, la información que se presenta de manera directa y clara), se traduce en una mejora en la precisión en la comunicación, así como también en la escucha activa y la reproducción de la información.
Por medio de la prueba de independencia de chi cuadrado se pudo determinar una relación significativa (p<0.05) entre el nivel inferencial de la comprensión lectora y las habilidades comunicativas; es decir, el fortalecimiento de la capacidad de deducir información que no se expresa directamente en el texto mejorará significativamente la capacidad de interpretación de mensajes y por tanto la anticipación de reacciones y respuestas, lo cual puede permitir a la persona ajustar su comunicación para mejorar su efectividad.
La presente investigación pudo determinar una relación significativa (p<0.05) entre el nivel crítico de la comprensión lectora y las habilidades comunicativas; esto significa que un incremento en la capacidad de evaluar y analizar críticamente el contenido de un texto (cuestionando su validez y relevancia), permitirá al individuo realizar tareas que requieren creatividad e innovación, como la formulación de argumentos y la evaluación de fuentes.
En definitiva, la comprensión lectora en sus diferentes dimensiones (literal, inferencial y crítico) está profundamente vinculada con las habilidades comunicativas; esto indica que el desarrollo de una buena comprensión lectora se traduce en una mejora la precisión, interpretación, y crítica en la comunicación, y por tanto en interacciones más efectivas y significativas.