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Revista Arbitrada Interdisciplinaria Koinonía

versión On-line ISSN 2542-3088

Koinonía vol.8  supl.1 Santa Ana de Coro ago. 2023  Epub 05-Jun-2024

https://doi.org/10.35381/r.k.v8i1.2609 

De Investigación

Desarrollo de la inteligencia emocional en los niños de 4 años: Beneficios y prácticas innovadoras

Development of emotional intelligence in 4-year-old children: Benefits and innovative practices

Nelly Eugenia Campoverde-Zúñiga1 
http://orcid.org/0000-0001-8199-5289

Zila Isabel Esteves-Fajardo2 
http://orcid.org/0000-0002-2283-5370

Kevin Alex Melgar-Ojeda3 
http://orcid.org/0000-0002-0349-6238

Manuel José Peñalver-Higuera4 
http://orcid.org/0000-0002-8732-984X

1Universidad Cesar Vallejo, Piura, Piura, Perú. E-mail: ncampoverde@ucvvirtual.edu.pe

2Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Guayas, Ecuador. E-mail: zila.estevesf@ug.edu.ec

3Universidad Cesar Vallejo, Trujillo, Trujillo, Perú. E-mail: ojedamelgar@hotmail.com

4Universidad César Vallejo. Trujillo, La Libertad, Perú. E-mail: mpenalver@ucv.edu.pe


RESUMEN

El artículo "Desarrollo de la inteligencia emocional en los niños de 4 años: beneficios y prácticas innovadoras" explora la importancia del desarrollo de la inteligencia emocional en los niños en edad preescolar. Se planteó como objetivo fomentar la inteligencia emocional en niños de 4 años mediante prácticas innovadoras. Como metodología, se empleó la investigación cuantitativa de tipo descriptiva. La muestra estuvo representada por 20 niños del Preescolar Los Pinos-Intisana, quienes fueron partícipes de prácticas tales como: actividades lúdicas, juegos de roles, narración de cuentos y técnicas de relajación. Como resultado, se evidenció la mejora de las habilidades sociales, la autorregulación emocional y el rendimiento escolar. Para concluir, el desarrollo emocional de los niños se logró gracias al apoyo de los educadores y los padres, quienes desempeñaron un papel crucial mediante un enfoque integral que abarcó tanto aspectos cognitivos como emocionales para favorecer el desarrollo integral de los niños.

Descriptores: Desarrollo emocional y cognitivo; educación preescolar; prácticas innovadoras

ABSTRACT

The article "Development of emotional intelligence in 4-year-old children: benefits and innovative practices" explores the importance of the development of emotional intelligence in preschool children. The objective was to promote emotional intelligence in 4-year-old children through innovative practices. As methodology, descriptive quantitative research was used. The sample was represented by 20 children from Los Pinos-Intisana preschool, who participated in practices such as: play activities, role-playing, storytelling and relaxation techniques. As a result, the improvement of social skills, emotional self-regulation and school performance was evidenced. To conclude, the emotional development of the children was achieved thanks to the support of the educators and parents, who played a crucial role through a comprehensive approach that encompassed both cognitive and emotional aspects to favor the children's integral development.

Descriptors: Emotional and cognitive development; preschool education; innovative practices.

INTRODUCCIÓN

La inteligencia emocional constituye un tema propagado actualmente a nivel mundial, puesto que debe ser incluido dentro de los programas escolares como un eje transversal en cada nivel educativo. (Trujillo y Rivas, 2005, p. 16) suponen que: “En la última década, la inteligencia emocional IE se ha convertido en un tema esencial en ámbitos tan diversos como la educación, administración y salud, entre otros”. Dentro del ámbito educativo, se precisa como una habilidad clave que debe ser estimulada desde edades tempranas para garantizar en el individuo una formación integral a lo largo de su vida.

La etapa de los 4 años es especialmente relevante en el proceso de desarrollo emocional de los niños, ya que es un período en el que comienzan a adquirir un mayor grado de autonomía y se enfrentan a nuevos retos en su entorno social y educativo. (Fernández y Montero, 2016, p. 29) exponen: “Durante la etapa de la Educación Infantil es cuando se desarrollan las habilidades emocionales y cuando más abiertos estamos al mundo emocional”. Por lo tanto, es en esta fase cuando se sientan las bases para el desarrollo de habilidades emocionales clave, tales como: la identificación y expresión de emociones, la empatía hacia los demás y la autorregulación emocional. Siendo esta una edad base para el desarrollo de los niños, en su formación, se debe tener presente el desarrollo óptimo de su inteligencia emocional. (Acevedo y Murcia, 2017) afirman que:

La inteligencia emocional juega un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento de la personalidad del sujeto, en este caso de los estudiantes. Es un término que no es estático, sino que se encuentra en continuas transformaciones y ampliaciones. Actualmente se lo puede considerar como la capacidad de percibir, valorar y expresar emociones, propias y ajenas, desde las cuales actuar de forma consecuente; no quiere decir que esta forma está determinada, sino que sigue transformándose de acuerdo al contexto de la sociedad. (p. 546)

Para el alcance de tales cambios, es propicio contar con el apoyo del contexto educativo en función de fomentar el entusiasmo en los niños para facilitar su aprendizaje. (Bello, Rionda y Rodríguez, 2010, p. 36) proponen que “la educación emocional se impone como un imperativo actual que, puesta en práctica desde edades tempranas, contribuye al desarrollo de capacidades emocionales que ayudan a un mejor bienestar personal y social”. Por ello, son muchos los países que están uniendo esfuerzos para ofrecer a los aprendices una formación sustentada en lo motivacional. A este respecto, (Fragoso, 2015, p. 112) expresa que “la importancia de la inteligencia y las competencias emocionales es reconocida a nivel internacional por diversos organismos”.

Con este propósito, Ecuador constituye uno de los países que ha internalizado esta visión como foco central de la enseñanza y el aprendizaje, especialmente, de los niños en edad preescolar, ya que desde esta etapa se inculcaría el trato por igual entre los educandos. (Vásquez, 2009), en este aspecto, asegura lo siguiente:

Pensamos que la formación deliberada en inteligencia emocional sería importante en la construcción de escenarios de convivencia pacífica en las Escuelas, pues los/las educandos conquistarían habilidades para el procesamiento de información emocional preparándolos para el despliegue de competencias socioafectivas; con ellas se relacionarían desde la práctica del buen trato, la solución pacífica de conflictos, la equidad y la legitimización del otro, elementos sustanciales seguramente en la formación ciudadana, la convivencia, el respeto y la promoción de los derechos fundamentales. (p. 422)

De este modo, lo que se quiere es fundar un proceso escolar sólido, cimentado en la paz, el respeto mutuo, la equidad y la sana coexistencia. Bajo este marco, la escuela no puede desligarse de la ayuda de la familia la cual, siendo la base de la formación social del individuo, se establece como el núcleo central para el desarrollo holístico de los niños. (Dueñas, 2002, p. 94) sostiene que: “la escuela y la familia constituyen los principales contextos para potenciar el desarrollo emocional de la persona, es decir, para el logro de una personalidad sana e integral que contribuya al bienestar personal y social del individuo”.

Desde esta perspectiva, ambos contextos (escuela- familia) trabajarían en equipo para despertar aún más la motivación de los niños hacia el aprendizaje. Además, gracias al papel crucial de los educadores y de los padres, en el proceso de desarrollo emocional de los niños por medio de su apoyo y guía, los niños podrían adquirir las habilidades emocionales necesarias para enfrentar los desafíos de la vida de manera saludable y equilibrada.

(García y Navarrete, 2022, p. 1) exponen que: “Los estudiantes que carecen de desarrollo de la inteligencia emocional tienden a presentar inconvenientes en el proceso de socialización, comportamiento, convivencia, desarrollo cognitivo y la práctica de valores.” Esto es algo que sucede a diario en los entornos escolares y constituyen temas de preocupación que requieren de atención inmediata, a objeto de lograr una transformación integral en los niños que los prepare para enfrentar los procesos sociales vivenciados en su día a día. El aporte de (López, 2005) es cónsono con esta aseveración, por cuanto asume que:

Educar significa contemplar el desarrollo integral de las personas, desarrollar las capacidades tanto cognitivas, físicas, lingüísticas, morales como afectivo y emocionales. La educación emocional adopta un enfoque del ciclo vital que se lleva a la práctica a través de programas secuenciados, que pueden iniciarse en la educación infantil. (p. 153)

Por lo anterior, vale decir que el tema sobre el desarrollo emocional tratado en este artículo es fundamental para la etapa preescolar, en especial, en niños de 4 años, por cuanto podría conducir al alcance de un aprendizaje apropiado que atiende al factor afectivo para, a su vez, alcanzar un desarrollo intelectual y social. (García, 2020, p. 2) manifiesta que: “debido a que el proceder de todo individuo está en estrecha relación con sus emociones, es fácil comprender que el rubro de mayor importancia para el éxito de las relaciones humanas es el emocional”.

Por tanto, el componente afectivo debe ser un elemento básico dentro de las estrategias y actividades aplicadas en el desarrollo de cada clase sobre todo a lo largo de la etapa preescolar, donde los niños no sólo aprendan sobre diversos temas, sino que sean capaces de interactuar con espontaneidad y entusiasmo hasta lograr el desarrollo de su inteligencia emocional. (Palomera, 2005, p. 443) propone lo que sigue sobre la IE: “Este nuevo constructo se refiere a las habilidades de razonar válidamente sobre las emociones, usar éstas para favorecer el pensamiento, y por tanto las respuestas adaptativas al medio”. Se trata entonces de adquirir un conocimiento acompañado de una participación activa cónsona con el interés, característica y realidad de cada niño.

En síntesis, la inteligencia emocional es una habilidad crucial que influye significativamente en el bienestar y el éxito de los individuos durante sus vidas. Por esta razón, en los últimos años, se ha reconocido cada vez más la importancia de cultivar esta destreza desde edades tempranas, lo que ha llevado a un creciente interés en el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños preescolares. (Puertas, Zurita, Chacón, Castro, Ramírez y González, 2020) agregan:

De ahí que, en las últimas décadas, la Inteligencia Emocional haya adquirido una mayor importancia en el ámbito educativo, la cual actúa como medio para promocionar el bienestar psicológico del alumnado, facilitándoles la comprensión del entorno que los rodea, así como dotándolos de las competencias necesarias para hacer frente a las diversas situaciones que se presentan. (p. 84)

En este sentido, se persigue que los aprendices desarrollen la autoconfianza para participar de forma amena y espontánea en sus clases; así también, se aspira el fomento de la empatía, a fin de dar paso a una socialización ideal para el intercambio de saberes. En relación con lo expuesto, (Nolasco, 2012) declara que: “la empatía presupone una concepción del hombre como ser abierto, o mejor todavía, como ser permeable, capaz de interaccionar con su entorno y con sus semejantes y de establecer vínculos afectivos con ellos”. (p. 36). De esta forma, siendo afables entre sí dentro del aula, los estudiantes podrán adquirir habilidades de autocontrol que a posteriori podrán aplicar fuera del entorno escolar mediante acciones apropiadas que los guiarán en su desempeño social a lo largo de toda su vida. En este particular, (Pérez y Filella, 2019) aluden lo siguiente:

Aprender a motivarse, a afrontar la frustración, a controlar la ira, a desarrollar y difundir el sentido del humor y a fomentar la empatía constituye solo una breve lista de competencias emocionales cuyo dominio permite estar mejor preparados para la vida. Tener en cuenta este proceso de aprendizaje conlleva en el marco educativo diseñar intervenciones adaptadas a los destinatarios con una metodología activa y motivadora. (p. 39)

Es por ello que los docentes deben ser garantes del desarrollo emocional de sus estudiantes teniendo siempre como norte un desarrollo regulado que coadyuve en el desenvolvimiento actitudinal impecable del individuo. Por ende, la consideración de (Rendón, 2007, p. 352) es de suma importancia, ya que propone una “…regulación emocional comprendida como modulación de estados afectivos en función de metas…”; es decir, un desarrollo emocional no sólo centrado en la mejora interna del individuo sino también en la trascendencia del mismo hacia acciones cónsonas con el buen desenvolvimiento familiar, social y profesional.

Vale destacar que, debido a la necesidad de estimular esta inteligencia desde la infancia en los preescolares de Ecuador, surge el presente estudio que plantea como propósito fomentar la inteligencia emocional en niños de 4 años mediante prácticas innovadoras, tomado como centro de estudio el Preescolar Los Pinos-Intisana, donde se ha evidenciado interés de parte de los docentes y padres de familia por desarrollar la habilidad emocional en sus niños.

Como consecuencia, el presente artículo busca destacar tanto los beneficios de la activación de esta habilidad como las prácticas innovadoras que pueden utilizarse para promoverla en el ámbito educativo. Asimismo, se abordan los efectos positivos que el desarrollo de la inteligencia emocional puede tener en diferentes aspectos de la vida de los niños, incluyendo su bienestar emocional, sus relaciones sociales y su rendimiento académico.

En conclusión, mediante la implementación de prácticas innovadoras en el ámbito educativo, se apreciará de qué manera el desarrollo emocional es positivo para consolidar una base sólida en el crecimiento personal y social de los niños, determinando cómo este puede influir a lo largo de sus vidas para su bienestar y éxito futuro.

METODO

La metodología utilizada en este artículo sobre el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños de 4 años, se basó en la investigación cuantitativa de tipo descriptiva. La muestra estuvo representada por 20 niños del Preescolar Los Pinos-Intisana, quienes fueron seleccionados según los siguientes criterios: niños de 4 años con debilidades emocionales y problemas de socialización, cuyos padres estuviesen dispuestos a colaborar con el estudio.

Una vez seleccionada la muestra, los niños fueron partícipes de prácticas, tales como: actividades lúdicas, juegos de roles, narración de cuentos y técnicas de relajación. Para ello, se consideró obviamente la participación de niños de 4 años y sus educadores en el proceso de estudio, así como también la intervención de la familia.

Vale decir que, de principio, se llevó a cabo una exhaustiva revisión de la literatura existente sobre el desarrollo de la inteligencia emocional en la primera infancia y, específicamente, en niños de 4 años. Esta revisión permitió establecer un marco teórico sólido, identificar las investigaciones previas relacionadas con el tema y obtener información sobre las prácticas innovadoras que se han utilizado para fomentar la inteligencia emocional en esta edad.

Luego se procedió a observar las prácticas y estrategias pedagógicas innovadoras aplicadas por los docentes. Estas prácticas incluyeron actividades lúdicas para permitir a los niños explorar y expresar sus emociones de manera creativa, juegos de roles para estimular la empatía y la comprensión emocional, la narración de cuentos para la identificación emocional y las técnicas de relajación como estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.

Aparte de las observaciones, se realizaron entrevistas mediante grupos focales a los docentes y padres de familia dirigidas a explorar las percepciones, experiencias y prácticas relacionadas con el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños de la edad especificada. Para ello, se aplicaron cuestionarios con preguntas cerradas en función de obtener datos cuantitativos sobre el nivel de desarrollo de la inteligencia emocional en los niños. Para el análisis de los datos cualitativos, se tomaron como referencia las observaciones y registros de la implementación de las prácticas innovadoras.

Finalmente, para el análisis de los resultados, los datos cuantitativos y descriptivos se integraron, con la finalidad de obtener una visión global y coherente acerca del desarrollo de la inteligencia emocional en los niños de 4 años y de los beneficios logrados a partir de las prácticas innovadoras implementadas. Los resultados de ambas fuentes de datos se compararon y contrastaron para obtener conclusiones sólidas y fundamentadas.

RESULTADOS

Posterior a la experiencia de aprendizaje experimentada por los niños, se pudo constatar mayor autorregulación emocional, mejora en las habilidades sociales de los niños, incremento en la autoestima, un vínculo afectivo con los educadores y padres y un mejor rendimiento escolar mediante las prácticas pedagógicas innovadoras aplicadas por los docentes que permitieron cultivar la inteligencia emocional en el entorno educativo.

De este modo, los resultados revelaron importantes hallazgos que destacan la relevancia de fomentar esta habilidad desde temprana edad. A continuación, se presentan de forma detallada:

Elaboración: Los autores

Figura 1 Mayor autorregulación emocional. 

En relación con el indicador mayor autorregulación emocional, 85% de los niños que participaron en las prácticas de desarrollo de la inteligencia emocional demostraron una mayor capacidad para autorregular sus emociones sobre un 15% que no lo hizo. Sin embargo, quienes lo lograron, fueron capaces de controlar sus reacciones impulsivas frente a situaciones desafiantes y emplear estrategias para manejar el estrés y la ansiedad. (Rendón, 2007) expresa que “…se reconoce el valor adaptativo de las emociones y de su regulación en términos del fomento de estados emocionales favorables a la interacción social y la convivencia”. Por lo tanto, se observó que este desarrollo permitió que los niños con dificultades de autocontrol mejoraran sus comportamientos y socializaran de una mejor manera con sus compañeros. Es menester que los docentes aún persistan en el desarrollo emocional del 15% de niños con dificultades.

Elaboración: Los autores

Figura 2 Mejora en las habilidades sociales. 

De acuerdo con la figura 2, los niños que participaron en las prácticas innovadoras mostraron en un 90% una mejora en sus habilidades sociales sobre un 10%, mostrándose así más proclives a compartir, cooperar y trabajar en equipo con mejor empatía y comprensión hacia sus compañeros. (López, 2005, p. 154) expresa que: “las emociones están presentes en nuestras vidas desde que nacemos y juegan un papel relevante en la construcción de nuestra personalidad e interacción social”. Por ello, al trabajar la inteligencia emocional en los niños, los docentes se percataron de la interacción armónica que se propició en el aula mediante la aplicación de estrategias pedagógicas innovadoras como: los juegos de roles, la narración de cuentos, la identificación emocional y las técnicas de relajación, las cuales condujeron a su vez, al manejo apropiado del estrés y la ansiedad.

Elaboración: Los autores.

Figura 3 Incremento en la autoestima. 

En concordancia con los resultados obtenidos sobre el incremento en la autoestima, se observó que 90% de los niños experimentaron un incremento en su autoestima y confianza en oposición a un 10%. Por consiguiente, se mostraron más seguros de sí mismos y más abiertos a enfrentar nuevos desafíos.

Elaboración: Los autores

Figura 4 Vínculo afectivo con los educadores y padres. 

La implementación de las prácticas innovadoras fortaleció el vínculo afectivo entre los niños y los educadores o padres involucrados en un 100%. La comunicación emocional abierta y el apoyo brindado por los adultos contribuyeron al bienestar emocional de los niños. (García y Navarrete, 2022) señalan que: “En los estudiantes de preescolar se ponen en manifiesto el desarrollo positivo de estas inteligencias cuando se reconocen las emociones propias y se comprenden el comportamiento y manifestación emocional del grupo de iguales (compañeros del contexto educativo), familias y demás miembros de la sociedad”. (p. 5). De esta forma, se pudo evidenciar que los niños mostraron empatía entre sí, socializando con espontaneidad tanto con sus pares, sus docentes y sus familias. Los resultados demostraron que las prácticas innovadoras implementadas en el entorno educativo y familiar tuvieron un impacto positivo en el desarrollo emocional de los niños.

Elaboración: Los autores

Figura 5 Mejor rendimiento escolar. 

Tal como se observa en la figura 5, 100% de los niños de preescolar mejoraron su desempeño en el aula, cumpliendo a cabalidad con sus actividades y participando de forma activa en los juegos, las tareas y todas las asignaciones que el docente les indicó realizar. (Bello, Rionda y Rodríguez, 2010) en atención a experiencia previas, aseveran que la educación emocional constituye un proceso favorecedor para el progreso formativo del aprendiz. Desde esta visión, se pudo constatar que los niños se desenvolvieron mejor en la ejecución de cada una de sus acciones.

CONCLUSIONES

Los hallazgos de la investigación conducen a destacar la importancia de fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional en la etapa preescolar, puesto que esto dio lugar a un óptimo desenvolvimiento de los niños dentro y fuera de la escuela. Vale acotar el papel plausible que han desempeñado los educadores y padres en sus intervenciones durante la aplicación de las estrategias de aprendizaje, por cuanto colaboraron de forma espontánea en el alcance de las metas de cada niño.

En pro de responder al primer objetivo destinado a identificar aquellos niños con debilidades de autocontrol y socialización, se constató que 20 de ellos presentaban esta problemática.

Para responder al segundo objetivo orientado a la exploración de las experiencias vividas con la aplicación de las estrategias docentes acompañadas por el apoyo familiar, se puedo evidenciar una participación activa por parte del 90% de los niños en todas las tareas.

Por último, para responder al objetivo relacionado con el análisis de la inteligencia emocional en niños de 4 años mediante prácticas innovadoras, se pudo apreciar un mejor desenvolvimiento en los niños no sólo a nivel intelectual sino también motivacional, familiar y social.

Por lo expuesto, este estudio sobre el desarrollo de la inteligencia emocional en niños de 4 años, ha confirmado la importancia de fomentar esta habilidad desde edades tempranas.

Para concluir, es menester destacar el gran rol que desempeñaron tanto los educadores como los padres al brindar apoyo y constituirse guías para el desarrollo emocional de los niños, considerando un enfoque holístico que integró no sólo los factores cognitivos sino también los emocionales en pro de favorecer un desarrollo equilibrado de los niños en esta etapa crucial de su vida.

AGRADECIMIENTO

Agradecemos a los niños, docentes y padres de familia del Preescolar Los Pinos-Intisana por su notoria ayuda en la ejecución del estudio.

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FINANCIAMIENTO

No monetario.

Recibido: 15 de Abril de 2023; Revisado: 23 de Junio de 2023; Aprobado: 01 de Agosto de 2023; Publicado: 15 de Agosto de 2023

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